Los mares del Sur: metáfora de la huida al paraíso

Según cómo se mire, ésta es la tercera o la cuarta novela de la saga dedicada por Manuel Vázquez Montalbán al detective Pepe Carvalho. Y digo esto porque en Yo maté a Kennedy (1972) Carvalho, agente de la CIA en aquel momento, aparece por primera vez como personaje secundario. Será con la siguiente, Tatuaje (1975), con la que se inicie la saga realmente dicha y en la que el ya detective es el protagonista. A continuación vendrán La soledad del mánager (1977) y Los mares del Sur (1979), la novela que vamos a leer. Vázquez Montalbán le dedicó a su personaje un total de 16 novelas, las dos últimas póstumas.

Con Los mares del Sur, Vázquez Montalbán conseguirá premios, fama y muchos lectores. Es quizás la novela más leída y más traducida de la saga Carvalho. A partir de su publicación, Montalbán se convertirá en un escritor muy popular en España y fuera de ella. Periodista desde sus inicios, Vázquez Montalbán, fue un intelectual y escritor muy reconocido en todo el mundo.

La acción de la novela se desarrolla en el mismo tiempo en que está escrita: los tiempos de la Transición en España y, más concretamente, en 1979, en las vísperas de las primeras elecciones municipales de la democracia. La Transición que nos muestra Vázquez Montalbán en esta novela es una época difícil, heredera del franquismo, en la que la crisis económica y social campea a sus anchas así como la especulación, sobre todo del ladrillo, y la corrupción, más oculta que en los tiempos actuales en que vivimos. Los empresarios en aquellos momentos se enriquecieron impunemente construyendo barrios periféricos para las clases obreras con materiales baratos y sin estar dotados apenas de las infraestructuras más básicas. El autor ya supo ver desde los inicios de la democracia el desencanto que se avecinaba ante las grandes expectativas creadas por el fin de la dictadura. Es curioso comprobar, al leer la novela, cómo no ha cambiado tanto la sociedad española. Treinta y seis años después seguimos casi igual. La novela resulta muy actual. Resiste muy bien el paso del tiempo.

Podríamos decir que las novelas protagonizadas por Carvalho son novelas negras o detectivescas, aunque su autor siempre prefirió llamarlas novelas a secas, sin etiquetas. Y es que van más allá de novelas donde se resuelve un crimen, tanto por la trama como por lo que la rodea. En estas novelas hay un gran componente social y político no exento de crítica, hay cultura, literatura, reflexiones sobre la vida casi filosóficas y hay comida, mucha, y bebida, también mucha. Y un gran componente moral.

Los mares del Sur es una novela de personajes y de acción. Junto al verdadero protagonista, Carvalho, aparece una Barcelona que se convierte en personaje importantísimo: sus calles, sus bares, sus restaurantes, sus tiendas, sus barrios… Hay una plasmación perfecta de la ciudad y de su estratificación social. En la novela se nos van a mostrar tres clases sociales muy diferentes: la clase alta, la clase obrera y el mundo marginal, con sus diferentes barrios, sus diferentes costumbres y su diferente lenguaje. Toda una galería de personajes y ambientes muy bien definidos que retratan brillantemente la sociedad de finales de los setenta en Barcelona y por extensión en España.

Sobre el detective Pepe Carvalho se ha escrito mucho, incluso el propio autor escribió un artículo titulado: Carvalho y yo: ¿quién es el asesino? a los veinticinco años de la creación de su personaje. En él afirma: las novelas de Carvalho, más allá de la transición española, trazan el viaje desde la edad de la inocencia de la década de los sesenta a la edad de todos los empleos precarios y desempleos estables, esta globalizada edad de la desesperanza. Trasunto del autor, Carvalho le sirve a Montalbán para retratarse y retratar lo que le rodea. Ex-comunista, ex-agente de la CIA, detective privado después en un despacho de 30 metros en el corazón de las Ramblas, investiga todo tipo de delitos junto a su fiel ayudante y cocinero Biscuter, su Watson particular. Vive en una pequeña villa alquilada en Vallvidrera, a las afueras de Barcelona lo que le concede un excepcional punto de vista para la evaluación crítica de una sociedad descompuesta. Está dentro, pues conoce el Barrio Chino y las Ramblas, y sus personajes (como su confidente el limpiabotas Bromuro), al dedillo, y está fuera cuando se retira a su casa desde donde puede poner la distancia necesaria para sus análisis y reflexiones. Carvalho, calificado por Montalbán como un “outsider”, es un hombre solitario, complejo, contradictorio, irónico, llegando en ocasiones a ser sarcástico, crítico, pesimista, escéptico, hedonista y sibarita, tierno y sentimental cuando lo requiere la ocasión… En Los mares del Sur lo encontraremos sumido en una crisis existencial que intenta paliar a través del sexo y la comida. Ambas cosas le atenúan el escepticismo y le ayudan a vivir. Al principio de la novela se comprará una perra, Bleda, en un intento de humanizarse. Además de Biscuter, está Charo (que en esta novela sale poco), una prostituta con la que mantiene una relación intermitente y no exclusiva. Carvalho posee la extraña y conocida afición de quemar su inmensa biblioteca en la chimenea. Cada noche un libro cuidadosamente escogido. En Asesinato en el Comité Central afirma que su etapa de comprador de libros terminó a principios de los años 70 cuando se sorprendió a sí mismo esclavo de una cultura que le había separado de la vida. En esta novela hay mucha crítica en la que ridiculiza al mundillo cultural y literario en particular. Asimismo, al ser un buen gourmet, hay una exaltación del placer de comer los más diversos platos (con recetas incluidas) desde lo más exquisito a lo más popular, como la paella valenciana. Comidas regadas con abundante vino. Hay mucho alcohol también en el mundo de Carvalho.

El personaje del detective se basa en los detectives norteamericanos (Philip Marlowe, Sam Spade…) creados por Raymond Chandler, Dashiell Hammett, Chester Hymes y Ross McDonald, los padres de la novela negra estadounidense: duros, cínicos, solitarios… pero Montalbán lo hace, a la vez, muy nuestro: su crisis, su vasta cultura, su condición de gourmet, su quema de libros, su ironía, su sarcasmo, las múltiples referencias literarias, culturales y políticas, el reflejo de la realidad social, el sexo muy presente en su vida que muestra con un lenguaje erótico muy crudo… y sobre todo su carácter contradictorio que lo humaniza.

Del argumento no voy a adelantar mucho pues hay demasiado misterio que no conviene desvelar: un importante y rico hombre de negocios, Carlos Stuart Pedrell, aparece muerto a navajazos en un barrio extremo de la ciudad cuando desde hace un año todo el mundo lo suponía haciendo un viaje por la Polinesia. Su abogado y su viuda le encargan a Carvalho que investigue qué es lo que hizo durante ese año. No les interesa tanto quién lo mató (no quieren escándalos) sino lo que pudo hacer y cómo esto pudo influir en sus prósperos negocios. Carvalho se lanza a entrevistar a toda la gente de su entorno y va descubriendo la personalidad de Stuart Pedrell: cincuentón en crisis, avispado hombre de negocios pero, a la vez, muy interesado por el arte y la cultura en general, se rodea de intelectuales, artistas y escritores. Es un hombre culto y refinado, narcisista y mujeriego, que se obsesiona con el pintor Gauguin, un banquero francés que abandonó su carrera financiera para establecerse como pintor en la Polinesia. Parece que decide seguir sus pasos en pos de ese Sur mítico (tan presente en la literatura símbolo de la verdadera vida) que le puede salvar. Decide cambiar de vida perseguido también por su sentimiento de culpa. Es un personaje complejo, contradictorio, que vive varias vidas a la vez. Pero ¿realmente se fue a los mares del Sur? ¿Cómo, entonces, pudo aparecer muerto en la misma Barcelona? ¿Qué hizo ese año? Ahí está el misterio que tiene que desvelar Carvalho.

Los mares del Sur está escrita en tercera persona pero focalizada en el punto de vista de Carvalho. El estilo está impregnado de una ironía muy sutil que, a veces, es simple y puro sarcasmo, es directa, legible, realista pero con tintes poéticos, sobre todo en las descripciones (no olvidemos que Montalbán fue también un gran poeta). Es una novela escrita tanto para el gran público como para lectores más selectos y exigentes. La novela posee múltiples lecturas, depende de si queremos quedarnos en la superficie o ahondar en las múltiples referencias de la que está plagada. Nosotros en nuestra lectura intentaremos esto último.

Como es lógico, dada la talla del escritor, hay numerosos documentos en la red a los que podemos acceder. Yo he hecho una selección. Primero destacar la entrevista perteneciente al programa Epílogo, que si recordáis consistía en amplias entrevistas realizadas a personas importantes que se emitían después de su muerte. En este caso la entrevista a Manuel Vázquez Montalbán se emitió el 18 de octubre de 2003 y dura algo más de cincuenta minutos. Merece la pena. Incluyo también una entrevista al escritor realizada por Canal Sur en 1998 para conmemorar los veinticinco años de la creación del personaje de Carvalho. Respecto a documentos escritos os dejo aquí el enlace a la página oficial de Club Cultura, muy completa, dedicada a Vázquez Montalbán y a su obra (incluye el artículo que os mencionado sobre Carvalho y yo). Asimismo, incluyo un perfil del autor realizado por el escritor y periodista Manuel Vicent en el diario El País. Como curiosidad, deciros que en 1989 se realizó una versión cinematográfica de Los mares del Sur dirigida por Manuel Esteban con Juan Luis Galiardo en el papel de Carvalho.

Y para terminar os dejo con las palabras de otro escritor español de novela negra, Juan Madrid: La serie Carvalho es una serie mayor en la historia de la literatura contemporánea en lengua española.

Plazos
Dividiremos la lectura en dos partes. La primera nos llevará hasta la página 141. A lo largo de una semana más o menos leeremos esta parte y podremos ir dejando comentarios generales sobre lo que nos va sugiriendo la lectura. Cuando publique, al cabo de esa semana, el post de análisis de esta primera parte ya nos explayaremos más en los comentarios sobre ella. Asimismo, en este post podéis dejar vuestros comentarios sobre este análisis general que he realizado o sobre los links que aporto o sobre el escritor, el personaje…ya que son tan populares. ¡Buena lectura!

7 comentarios sobre “Los mares del Sur: metáfora de la huida al paraíso

  1. Apunto ya definición, aunque tod@s lo sepamos, de la distinción entre novela negra y policiaca … Cómo no, de la Wikipedia: «Debe su nombre a que originalmente fue publicada en la revista Black Mask de Estados Unidos y en la colección Série Noire de la editorial francesa Gallimard, pero también al carácter oscuro de los ambientes en que transcurre, lejos de las casas señoriales que ambientaban las novelas policiacas típicas de la época.
    El término se asocia a un tipo de novela policíaca en la que la resolución del misterio no es el objetivo principal y los argumentos son habitualmente muy violentos; la división entre buenos y malos de los personajes se difumina y la mayor parte de sus protagonistas son individuos derrotados y en decadencia en busca de la verdad o, cuando menos, algún atisbo de ella.
    «. Y de esta referencia más general a la novela policiaca (detectivesca) o negra: http://es.wikipedia.org/wiki/Novela_polic%C3%ADaca
    Se ha apuntado como herederos de Vázquez Montabán a Juan Madrid (periodista) y a Lorenzo Silva (abogado). De este último, oriundo de Carabanchel y residente en Getafe, leímos una novela precisamente ambientada en Barcelona que aunque con una gran diferencia de tiempo (publicada en 2003, por lo que las separan unos 24 años): «La reina sin espejo», que nos puede servir, en segundo plano, para una somera comparación de estilos. Siempre es interesante no sólo opinar de los libros que leemos sino poder ya referirlos con otros que, en este caso, han podido ser compartidos.

  2. Hola amigos; durante la lectura hice un par de anotaciones, en una de ellas puse, es curioso Pepe, tira la publicidad a la basura y enciende la chimenea con «La filosofía y su sombra» de Eugenio Trias, podía hacer al revés y nadie lo iba a notar, yo haría al
    revés porque si tiras un libro a la basura alguien lo puede encontrar y pasar un buen rato con el en cambio si lo quemas no valdrá para nada, además suena un poco a facha lo de quemar los libros.
    Al higado se le hizo un monumento, bien merecido lo tiene el de Pepe Carbalho.
    No me gusta mucho el ambiente tan pesimista y sombrío. El comportamiento de Pepe Carbalho con respecto a la comida, me parece un poco goloso, comerse un arroz y beberse seis litros de vino en la comida, no se si es de un gran groumete, más bien me parece un glotón.
    Me parece demasiado rocambolesco que un constructor como el que pretende retratar, Vázquez Montalvan,Stuart Pedrell, se convierta en Antonio Porqueres.
    En definitiva no me está gustando mucho la novela, Hace años leí alguna de Vázquez Montalvan, ya no me acuerdo si me gustaron o no, en cambio si leí de Lorenzo Silva y si me gustaron.
    Bueno me despido de todos,haciendo un reconocimiento al recientemente fallecido «Silver Kane» Gonzalo Pérez Ledesma el gran escritor de las novelas de vaqueros, que tambien tenía un detective, Mendez, y que ganó el premio planeta con «Cronica sentimental en Rojo» que leí este verano,
    Hice la referencia a Lorenzo Silva, como referencia del comentario anterior de FBarral
    Un saludo

  3. No me había dado cuenta de que estaréis leyendo el libro en diferentes ediciones. Lo digo por la página hasta la que hay que leer. En mi edición es la 141. Como puede que no coincida, y los capítulos no están numerados, os digo las palabras finales del capítulo hasta donde hay que leer: «El perfil rojizo del profesor se prolongaba en un caldo de gallina encendido que le ayudaba a ver la carretera por la que el coche descubría que la línea recta es la distancia más corta entre dos puntos».
    Sólo se puede comentar hasta ahí. Al ser una novela negra hay que tener cuidado de lo que comentamos para no desvelar nada que venga después.
    José Vicente ha comentado algo de más adelante supongo que sin darse cuenta.!Cuidado!
    Por oto lado darle las gracias a Francisco por establecer la diferencia, muy útil, entre novela negra y policiaca. También será interesante compararla, como él dice, con la que leímos de Lorenzo Silva.
    José Vicente, tienes que tener en cuenta la ironía con la que está escrita esta novela. Me refiero al tema de la quema de libros por parte de Carvalho y a su relación con la comida y la bebida. Hay ironía y escepticismo ante la vida y la cultura en sus palabras.

    1. También deciros que hasta el siguente post que publique de análisis de esta parte, en el que comentaremos con más profundidad lo leído, es mejor limitarse a comentarios más generales sobre los personajes, los ambientes, el autor, los links…

      1. Hola

        Perdona por darle a Responder pero no me aclararé nunca.

        A mí me ha encantado pero no se puede contar nada hasta el final, solo constatar el romanticismo oculto en Vázquez Montalbán. Cosntructores cultos, amantes no ya del arte pictórico sino de la buena y grandiosa literatura.

        Uf. Qué lejos de la realidad. Es como si ese mundo hubiera desaparecido.

        Belén

  4. Hola, yo he empezado hoy el libro así que aún no puedo comentar demasiadas cosas sobre él. Por ahora no me gusta ni me disgusta excesivamente. Es cierto que el detective Pepe Carvalho es un poco peculiar y un poco deprimente pero supongo que tendrá un pasado que explique su forma de ser. Siempre está medio borracho pero se enternece viendo a un perro en un escaparate y sin pensarlo entra y lo compra. Es un personaje pintoresco
    Creo que es el primer libro que leo de Vázquez Montalbán

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