Opositores participan en una marcha en Caracas, 2016, para exigir un Referendum que destituya al presidente Maduro (Reuteurs)
«Todo mar es un quirófano donde un afilado bisturí desgarra a quienes nos atrevemos a cruzarlo».
Adelaida Falcón una maestra caraqueña de mediana edad fallece después de una larga enfermedad. Su hija, Adelaida, que tiene 38 años y vivía con ella se queda sola, sin más familia que dos tías solteras de mucha edad que viven fuera de la ciudad, en una zona rural regentando una pensión.
Adelaida está acostumbrada a no esperar nada de nadie y siempre asumió que en su vida solo estaba su madre. Su padre se fue antes de que ella naciera y ninguna de las dos lo echó en falta nunca. Ni hablaban de él. En esta familia solo estaban ellas dos y se bastaban, ambas aprendieron a no necesitar a nadie más. De vez en cuando, visitaban a sus tías mayores en Ocumare, iban más por ayudarlas que por necesidad de su cariño.
Adelaida, además de con la muerte de su madre, tiene que lidiar con un país que se va desmoronando rápidamente a su alrededor. El dinero apenas tiene valor, en los hospitales escasean los medicamentos y los medicamentos se tienen que conseguir en el mercado negro, sin apenas garantías de lo que realmente se está comprando. Los supermercados están desabastecidos y la violencia impera en las calles de la capital.
A través de sus recuerdos y sensaciones vamos adentrándonos poco a poco en su mundo y nos hace partícipes de sus sentimientos, de ese horror y esa desesperación de no saber que va a pasar al día siguiente. Sobrevivir se hace cada vez más difícil. En un instante puedes perder todo lo que tienes, hasta la vida. Se desconfía de todo el mundo.
«Así vivíamos todos entonces: mirando qué había en la bolsa de la compra del otro y olisqueando si el vecino llevaba algo que escaseara para buscar dónde conseguirlo. Todos nos convertimos en sospechosos y vigilantes, travestimos la solidaridad en depredación».
Se refleja muy bien el desasosiego y la soledad que invade a la protagonista. Fuera de su madre, no había nadie más, su mundo eran ellas dos. Hacía tiempo que también había perdido a su gran amor, Francisco, un hombre mucho mayor que ella que trabajaba como periodista y que perdió la vida asesinado por un reportaje en contra del gobierno.
Todo se precipita en su vida cuando su casa es tomada por una patrulla de mujeres de la Revolución, al mando de La Mariscala, que la toman como cuartelillo y no la dejan entrar, ni recoger sus efectos personales ni sus recuerdos.
Ellas, junto con los Hijos de la Revolución, tomaban las calles y masacraban a los que se manifestaban o protestaban contra el gobierno. Era el imperio del más fuerte. En este momento, Adelaida no tiene como hacerles frente, ni siquiera puede contar con la policía. Está totalmente sola y desprotegida.
Desesperada, sin tener a donde ir, intenta protegerse en la casa de su vecina, Aurora Peralta, gracias a que se dejó la puerta abierta. Su sorpresa llega cuando la encuentra muerta encima de la mesa de la cocina. Todo hace indicar que fue una muerte súbita, mientras cocinaba.
Mirando entre sus cosas, descubre un sobre de la embajada y un parte de fallecimiento de su madre que era de origen español. Aurora, como hija de una española, tenía doble nacionalidad, pero nunca había gestionado su pasaporte. Es en ese momento cuando, Adelaida, ve una forma de escapar y urde un plan: huir a España con el pasaporte de Aurora, haciéndose pasar por ella y hasta sus últimas consecuencias; hasta encontrarse con su familia española en Madrid y continuar con la farsa.
«Aurora Peralta estaba muerta, pero yo seguía viva»
Decide hacer desaparecer el cuerpo de Aurora, arrastrando el cadáver y apoyándolo en un contenedor en llamas para que desaparezca toda evidencia de su existencia. En el proceso, un enmascarado afín al régimen la intenta arrestarla, en una forcejeo se da cuenta de que es Santiago, el hermano menor de su mejor amiga Ana y se lo lleva al piso para intentar salvar sus vidas.
El relato de Santiago es estremecedor. Lo arrestaron en la Universidad y lo metieron en «La Tumba», un lugar donde se llevaban a los que arrestaban para que, mediante tortura, delatasen a sus compañeros. De ahí pasó al acuartelamiento y reclutamiento forzoso. Si se escapaba, lo pagaba con su vida.
Ambos se atrincheran en el piso. Pero Adelaida no se siente segura con él allí y a los dos días le pide que se marche. Santiago acaba muerto, asesinado a tiros en un descampado. Apenas tenía 17 años.
Adelaida decide continuar con su Plan, gracias a los euros que también encontró escondidos en la casa de Aurora. Con ellos va al mercado negro a conseguir un pasaporte falso y después, compra un billete de avión con destino Madrid.
Hasta que pone los pies en Madrid, no sabe cual va ser su desenlace, pero sabe que jamás regresará a su país. Se va con pena y con odio.
«El desenlace no lo decide el que teme, sino el que infunde el miedo. Ahí estaba la gracia, era como jugar con la comida antes de llevártela a la boca, someter la voluntad del otro sin tocarlo siquiera»
Adelaida, ahora ya convertida en Aurora Peralta, timbra en la casa de sus nuevos familiares. ¿Qué pasará a partir de ahora? Karina Sainz Borgo lo deja a la imaginación de todos los lectores y lectoras.
Comentario de la novela
Nos encontramos en el año 2016, Venezuela está bajo la presidencia de Nicolás Maduro. Su mandato presidencial comenzó en el 2014 tras el fallecimiento del anterior presidente, Hugo Chávez.
Nos da esta pista los acontecimientos relatos. Adelaida tiene 10 años cuando muere la actriz Doris Wells (1944-1988) y ahora tiene 38 años. Encuentra este recorte del periódico entre los recuerdos de Aurora Peralta: el soldado muerto a balazos en la calle junto con el obituario de Doris.
Karina Sainz Borgo, con su primera novela, refleja un país violento, corrupto y abocado a la ruina. Hay escasez, se especula con los productos básicos y los medicamentos. El dinero cada vez vale menos.
Relata como ya vivió su primer saqueo cuando tenía diez años. Era 1988 y fue el primer intento de los padres de la Revolución de asaltar el poder. Ahora es 2016 y el país está arruinado. Este desabastecimiento lleva a la población a conseguir los productos básicos en el mercado negro. Los que están al lado del Gobierno, participan del estraperlo y la corrupción. Cada individuo intenta sobrevivir como puede.
Ahora tiene 38, un trabajo, una casa y una familia. Primero desaparece su madre y con ella, su familia tal y como la vivió desde que nació y después, las circunstancias políticas y sociales le arrebatan su casa, sus pertenencias, sus recuerdos y lo que más le ha dolido, sus libros. ¿Qué harías tú en esta situación? como dice la protagonista: «sobrevivir«.
Adelaida busca desesperada y fríamente la forma de sobrevivir, no busca el enfrentamiento ni intentar cambiar las cosas en su país, busca su supervivencia. Ve la oportunidad de cambiar su vida y la coge sin pensar.
«La hija de la española» es una novela breve pero intensa, muy intensa, una ficción que contiene mucha realidad y verdad entre sus páginas, que te hace plantearte que una situación similar puede darse en cualquier país. Recrea una atmósfera asfixiante, con una sensación de angustia casi claustrofóbica. Es fácil de leer, más difícil de asimilar todo lo que cuenta, pero al fin y al cabo es la vida misma en el pasado más reciente y el presente de Venezuela.
La narrativa de Karina es similar a la de otros autores latinoamericanos, poética con un lirismo que marca toda la narración. Un personaje, el de Adelaida, bien construido, real, creíble, una mujer débil que vive atemorizada en un país que ya no reconoce y al que empieza a odiar y que lo único que quiere es sobrevivir y para ello necesita salir de allí.
Una de las críticas que se le ha hecho a esta novela, la cual comparto en parte, es que solo tenemos un punto de vista en toda la novela, y es el punto de vista de la protagonista, Adelaida. Su visión, su pensamiento y sus vivencias. Desde su visión, todo parece que es blanco o negro, las víctimas y los villanos, y no nos muestra ninguna posibilidad de redención. Solo apreciamos su punto de vista y éste es muy pesimista. Es una pena que no retrate la situación desde más puntos de vista para que podamos hacernos preguntas. No deja lugar para la esperanza.
¡¡Ahora os toca a vosotros!!
Lo que menos comprendo de la actuación de Adelaida es que, al final, quisiera seguir con su falsa identidad, cuando creo que ya no le hacía falta. Podría seguir adelante con su vida, con su falsa documentación e identidad, sin necesidad de presentarse a la familia de Aurora Peralta.
- ¿Qué haríais vosotros en una situación parecida?
- ¿Qué os ha parecido esta novela?
- ¿Qué crítica le haríais?
- ¿Qué os ha parecido el personaje de Adelaida?
- ¿Cómo veis la situación que refleja la novela? ¿Creéis que refleja la realidad u os faltarían otros puntos de vista?
AVISO: El próximo lunes, 8 de mayo, presentaremos la última novela de esta temporada del Ciberclub 2022-2023.
¡Nos leemos!
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