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Canción dulce

5 Abr

Bosque de Vicennes (París)

«Solo seremos felices, se dice Louise, cuando ya no nos necesitemos unos a otros. Cuando cada cual viva su propia vida, una vida que nos pertenezca, en la que nadie interfiera. Cuando seamos felices.»

Argumento

Un matrimonio de vida holgada acaba de tener dos hijos, Mila de casi cuatro años y su segundo hijo, Adam, todavía un bebé.  El padre, Paul, desarrolla su trabajo, como productor musical, sin horarios y con pocas ataduras. Por el contrario, la madre, Myriam, se asfixia en su papel como madre y ama de casa y necesita volver al mundo de los adultos y ejercer de nuevo como una abogada de éxito.

En cuanto se le presenta la oportunidad, no lo duda y decide entonces volver a trabajar en el despacho de abogados de un compañero de carrera. Para ello piensa en coger una asistenta que se haga cargo de los niños durante todo el día. Tanto ella como su marido no quieren que una africana o una marroquí se ocupen de sus hijos, pues creen que sólo les interesa el dinero y no el bienestar de las criaturas. Por eso, cuando aparece Louise, con sus modales impecables, su piel blanquísima y su sonrisa franca, experimenta una especie de flechazo.

Mila simpatiza con Louise de inmediato y Adam acepta su presencia con regocijo. Además, Louise no se limitará a cuidar de los niños, limpiará también la casa, preparará la comida, arreglará cualquier desperfecto, sin preocuparse por el tiempo o el dinero. A partir de ese momento, el matrimonio se siente dichoso porque pueden seguir con sus vidas tal y como la tenían antes de la llegada de Mila.

Se sienten agradecidos con Louise y le dicen que es como de la familia. Su dependencia de ella se hace casi total. Louise se desvive por ellos y se hace imprescindible. Cuando la invitan a viajar a Grecia con ellos se siente parte de la familia y no quiere que esa relación termine.

El matrimonio empieza a experimentar una especie de amor-odio hacia ella. No saben porqué pero a veces les saca de quicio y viven situaciones extrañas como el día que se enfada, en Grecia, y se pone fuera de sí cuando le insisten en ir a nadar, o cuando pinta a Mila con maquillaje como si fuera un travesti. Aún así, la dependencia que sienten hacia ella es más fuerte que los sentimientos que a veces les invaden y deciden seguir con ella.

Pero los niños van creciendo y ella se da cuenta que en algún momento ya no la van a necesitar y piensa que tiene que hacer algo para asegurar su permanencia en esa familia, así que tiene ensoñaciones con la idea de que si tienen un tercer hijo, se podría quedar con ellos. Pero no es tan fácil, porque ve que Myriam no quiere aumentar la familia, ahora tiene un trabajo de éxito, sus hijos pronto irán al colegio los dos y se siente cada vez más independiente. Pero Louise, de algún modo, cree que si las circunstancias actuales alterasen, sus ideas sobre la maternidad también.

«Alguien tiene que morir. Alguien tiene que morir para que seamos felices»

Sin familia, sin amigos y sin una casa que la acoja, Louise piensa aterrorizada, cada vez más, en su futuro, en su vejez, en su soledad… y en su delirio ve, con claridad, que la existencia de esos dos niños imposibilita la llegada de otro miembro a la familia. Y ante eso:

«Niños, venid. Os vais a bañar»

Comentario

«Canción dulce» es una excelente novela, que aborda sin miedo la frustración, la soledad, el resentimiento y la locura. El estilo es directo, fluido y elegante y leerla produce angustia y desazón.

Además, tiene un comienzo impactante, cuando Myriam, la madre, una tarde regresa del trabajo a su domicilio y se encontró con la dantesca escena de ver a su niñera, Louise, que ha intentado matar a sus pequeños en la bañera. El niño ha fallecido, la niña es trasladada al hospital en estado crítico y donde fallecerá un poco después.

¿Pero como es realmente Louise?  es una mujer de cuarenta años, de aspecto juvenil y rostro angelical. Muy discreta y callada. Siempre se ha dedicado a cuidar los niños de los demás. Pero su dedicación tan enfermiza puede que oculte su propia frustración con su vida.

Tuvo una hija muy joven y soltera, que tuvo que sacar adelante ella sola. Se casó, pero su marido no ejercía ni de padre ni de buen marido. Su hija con apenas veinte años la dejó y no supo nunca nada más de ella, tampoco la buscó. Su marido se murió dejándola solo deudas así que tuvo que dejar su casa e irse sola a un apartamento en un suburbio de París. Apartamento que odiaba pero al que solo iba a dormir. En realidad vivía siempre de prestado. De prestado también en los afectos que le daban las familias para las que trabajaba. Ya cuando era pequeña relataba que siempre comía las sobras de los demás…

Como espectadores, observamos con angustia como Louise se va introduciendo poco a poco en esa familia. Desde el principio se adivina algo oscuro en ella, sabemos como acaba la historia y a lo largo de la lectura iremos conociendo poco a poco a esta niñera de excelentes modales y cara angelical, que nos intranquiliza y mantiene en constante tensión, casi esperando que todo se precipite de forma espantosa en el momento más inesperado, como así ocurrirá.


¡¡¡ Ahora os toca a vosotros!!!

¿Qué os ha parecido la novela? 

¿Habéis experimentado angustia a lo largo de su lectura?

Contadme todas vuestras impresiones

Nos leemos,

 

 

Nueva lectura: «Canción dulce» de Leila Slimani

15 Mar

Nuestra siguiente lectura es de la escritora francomarroquí Leila Slimani  «Canción dulce», su segunda novela con la que ganó el Premio Goncourt 2016.

La novela

Myriam, madre de dos niños, decide reemprender su actividad laboral en un bufete de abogados a pesar de las reticencias de su marido. Tras un minucioso proceso de selección para encontrar una niñera, se deciden por Louise, que rápidamente conquista el corazón de los niños y se convierte en una figura imprescindible en el hogar. Pero poco a poco la trampa de la interdependencia va a convertirse en un drama.

Con un estilo directo, incisivo y tenebroso en ocasiones, Leila despliega un inquietante thriller donde, a través de los personajes, se nos revelan los problemas de la sociedad actual, con su concepción del amor y de la educación, del sometimiento y del dinero, de los prejuicios de clase y culturales.

La escritora

Nació en Rabat (Marruecos) en 1881. Es de madre francoargelina y de padre marroquí. Estudió en el Liceo Francés de Rabat. En 1999, se va a París, donde se diploma en el Instituto de Estudios Políticos de París. Intenta convertirse en actriz de teatro (Cours Florent) y decide completar sus estudios en el ESCP Europe Business School, con una formación para los medios.

En la editorial Gallimard hace un curso de creación literaria con Jean-Martin Laclavetine como tutor.

Finalmente, entra en la revista Jeune Afrique en 2008, donde trata los temas relacionados con el norte de África. En 2012, deja la redacción de Jeune Afrique para dedicarse a la escritura, aunque sigue trabajando por su cuenta para la revista.

En 2014, publica su primera novela en Ediciones Galimard, «En el jardín del ogro» (2014), adquirida por una productora (Huffpost), para una adaptación cinematográfica. El tema, la adicción sexual femenina, y la literatura, son destacados por la crítica y la obra es seleccionada como una de las cinco finalistas del Premio de Flore, de París. La novela vendió 15.000 ejemplares en Marruecos. En 2015, esta novela recibe el 6º Premio Literario de la Mamounia, otorgado a un autor marroquí en lengua francesa, y es la primera mujer en recibirlo.5

Su segunda novela, «Canción dulce», obtiene el Premio Goncourt en 2016.

En la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Francia en 2017 apoyó junto a un grupo de personalidades de la sociedad civil a Emmanuel Macron para bloquear a Marine Le Pen.​ El mismo año recibió el premio «Out» de oro por su condena a la penalización de la homosexualidad en Marruecos y al control del cuerpo de las mujeres.

Su última publicación es «El país de los otros» (Cabaret Voltaire, 2021), una novela que profundiza en el extrañamiento entre europeos y musulmanes.


Calendario de lecturas:

  • Presentación de la novela: 15 de marzo de 2021.
  • Comentarios finales de la novela: 5 de abril de 2021.

Para los que recogéis el libro, lo tenéis ya a vuestra disposición en la Biblioteca Municipal Fórum.

¡¡Nos leemos!!

SOPHIE & FRANTZ

26 Nov

Llegamos al final y al desenlace de esta inquietante novela.

Frantz y Sophie

Comienza esta tercera parte con la boda de Frantz y Sophie en el ayuntamiento y el inicio de su vida en común. Sophie descubre que Frantz es mejor de lo que esperaba y siente una ligera felicidad de poder dejar atrás su vida de crímenes y locura.

Al poco tiempo termina este sentimiento de felicidad ya que vuelve a tener pesadillas y los muertos se le aparecen en medio de la noche para atormentarla. Con su nueva crisis, Frantz no la deja sola en ningún momento y Sophie, angustiada, tiene ganas de escapar.

La historia da un giro importante cuando ella encuentra su foto de carné en una bolsa de Frantz. Foto sustraída hace cuatro años por un motorista desconocido. La encuentra por casualidad. Es entonces cuando empieza a sospechar que su marido puede ser el motorista. No encuentra otra explicación. Quiere irse pero cada vez que lo intenta, aparece Frantz. Es entonces cuando decide hacer un intento de suicidio para que la lleven al hospital y así tener más facilidades para despistar a su marido. Pero en ese intento, Frantz comente otro error y la llama«Sophie».

Ella lo tiene claro y comienza a urdir su plan. Se escapa del hospital y consigue que su marido no sepa donde está. Gracias a su amiga Valérie y a su padre traza un nuevo plan.

Sophie y Frantz

Sophie ya sabe la verdad sobre Frantz. Sabe que es el culpable de todo lo que le ha ocurrido en estos cuatro últimos años. Quiere jugar con esta ventaja. Vuelve al piso como si nada hubiera pasado. Sigue fingiendo que sigue mal y bajo los efectos de los fármacos. En su plan no contempla ir a la policía. Quiere vengarse por si misma.

Frantz nos desvela a través de su diario que culpa a Catherine, madre de Sophie, de la muerte de su madre. La estaba tratando como Psiquiatra y no consiguió que no se suicidara. Decide vengarse de ella pero cuando tiene posibilidades de hacerlo, su padre muere y hereda, Catherine ya había fallecido. Es entonces cuando decide vengarse a través de su hija, Sophie.

Sophie sigue interpretando el papel de mujer desequilibrada y ausente por las pastillas. Finge que duerme y que no sabe que hace la mitad del tiempo. Frantz no sospecha nada pero, de repente, ve en unas fotografías del garaje del padre de Sophie unas cajas que le llaman la atención. Ampliando la imagen descubre que son las historias clínicas de Cahterine y se alerta.

Mientras tanto Sophie sigue su plan. Toma lo que Frantz le da y cuando no mira, lo regurgita en un papel. Ya tiene ensayada toda una técnica. Aún así tiene que interpretar. Por las noches, Frantz la sigue atormentando con los muertos y ella finge para no llamar la atención. Así consigue meter fármacos en los yogures líquidos que toma Frantz sin levantar sospecha. Aún así, Frantz, confiado, viaja por la noche a casa del padre de Sophie a robar la historia clínica de su madre. Y mientras él está en esta misión, Sophie descubre su guarida en el sótano del edificio.

«Nada más traspasar la puerta , Sophie se ha asustado. Y eso que ya sabe quién es Frantz. Pero el espectáculo que brinda su trastero… es como meterse en su subconsciente.» Ve las fotos de su vida desde hace cuatro años. Se derrumba, «ya no puede pensar, solo puede llorar». Pero no está rendida, la ira sustituye a la desesperación.

Descubre el diario y como Frantz la vio por primera vez el 3 de mayo de 2000.

También tiene una pared cubierta con fotos de su madre, Sarah Berg. La madre de Sophie empezó a tratarla en su tercer tratamiento (junio de 1987). Tenía depresión y actos suicidas desde la década de los 60. Su vida estaba marcada por la deportación y futura desaparición de sus padres en Dachau poco tiempo después de nacer ella. Tenía un sentimiento de culpa desde muy temprana edad. Su cuadro psíquico revela «la pérdida del amor del otro y a la pérdida de la propia estima» tiene un «sentimiento de culpa a la supervivencia«. Y en el mismo informe, Catherine advierte de que «se observe a sus descendientes directos porque pueden tener síntomas depresivos caracterizados por fijaciones morbosas y manifestación de obsesiones«.

Además, en el informe se descubre que tuvo un primer embarazo y que ella deseaba que fuera niña. Concluyó en un parto prematuro y la niña nació muerta. El segundo embarazo, en 1974, Sarah estaba depresiva y llena de supersticiones porque piensa que «este niño que viene ha matado al anterior para existir». Intenta sin éxito provocarse un aborto. Y se intenta suicidar dos veces. Cree que su hijo es un ser diabólico. El 13 de agosto da a luz a un niño llamado Frantz.

Frantz volvió con este informe muy nervioso en plena madrugada. No hablaba. Sophie lo interpretó como un buen síntoma ya que «era como si Sophie estuviera saliendo de la oscuridad y Frantz estuviera entrando».

La dinámica acaba de invertirse y ahora es Frantz el que está postrado en una cama y Sophie quien maneja los tiempos y los medicamentos. Lee su diario y lo va odiando cada vez más. Lo atiborra de somníferos. Frantz apenas tiene voluntad. Ella descubre que sólo ha matado una vez en la vida: al dueño de la hamburguesería «lo recuerda sin temor ni remordimientos».

Se van solapando los descubrimientos de Sophie con los de Frantz sobre su verdadera madre, su verdadera vida. Durante la infancia Sarah odiaba a Frantz al que también maltrataba sutilmente. No lo podía soportar. Frantz puedo sobrevivir a una madre potencialmente infanticida gracias a la protección de su padre. Su madre cuando estaba siendo tratada por Cahterine «lleva más de quince años reprimiendo bajo la apariencia de una madre cariñosa un aborrecimiento que se ha convertido en visceral y los deseos de asesinar a su hijo«.

Sophie culmina con éxito su venganza. Frantz totalmente dormido por los somníferos se deja llevar. Sophie le viste con el traje de novia ajado de su madre y le da a beber «doce veces la dosis letal» de barbitúricos. Le pinta mal los labios y lo deja encima de la cama como si fuera un «payaso». Al salir, oye que Frantz la llama desde el balcón y cuando mira hacia arriba, él salta sin pensarlo dos veces.

El informe de la policía concluye que estaba depresivo y que se suicidó de la misma manera que su madre. Sophie consigue su doble propósito, acabar con Frantz y conseguir una vida nueva. Se queda con el apellido de Frantz y con el dinero que éste heredó de su padre.

Comentario de la novela

En esta segunda parte suceden los acontecimientos de manera sorprendente. El nivel de crueldad se invierte de forma magistral. Sophie descubre al verdadero Frantz. Sabe que no puede ir a la policía porque no tiene pruebas reales contra él. Así que decide tomarse la justicia por su cuenta. Pero no solo persigue su muerte, sino también su tortura. Así que traza un plan con bastante inteligencia y frialdad. Para ello cuenta con su amiga Valérie y sobre todo con su padre.

¿Pero por qué no opuso resistencia Frantz? porque el informe clínico demoledor de Catherine lo destruyó por dentro. Su madre, a la que quería por encima de todo y a la que se sentía unido por un hilo invisible era realmente una persona cruel, infanticida, depresiva que nunca lo quiso y lo odiaba. Y al final, se suicidó para no tener que verlo más. Frantz no lo pudo soportar.

Pero este informe también era un artificio. El padre de Sophie lo elaboró para ayudar a su hija en su venganza y lo consiguió. Frantz se dejó morir.

Esta segunda parte, ágil y entretenida, me gustó menos que la primera. Aún así, me resultó una lectura bastante adictiva. No sabía cuantos giros más nos tenía preparado el autor. Aún sabiendo que Sophie había descubierto la verdad, Lemaitre conseguía seguir transmitiendo su angustia y ganas de vivir. El final es un poco previsible. Aunque sí me sorprendió el informe de Catherine que resultó ser también parte de la venganza. Original en el planteamiento de la historia. ¿Pensáis lo mismo vosotros?

Lemaitre consigue una novela con buen ritmo, entretenida gracias a que va dosificando la información a lo largo de toda la trama. Además de ser una historia estremecedora y retorcida en la que estás por momentos incómoda porque no sabes que personaje de la trama es el más maligno.


¡Ahora os toca a  vosotros!!!

¿Qué os ha parecido la historia? ¿Original, cruel? ¿verosímil? por lo menos, ¿ha conseguido entreteneros y atraparos hasta el final? ¿qué os ha parecido la utilización de la primera persona y la tercera a lo largo de toda la historia?

Espero vuestros comentarios a lo largo de esta semana. ¡Ánimo!!!

El lunes que viene, 3 de diciembre, os presentaré el próximo libro. Totalmente diferente. ¡¡¡Os lo prometo!!!!

Nos leemos,

FRANTZ

19 Nov

Avanzamos un poco más en la novela. Esta segunda parte está escrita en primera persona y por un personaje del que hasta ahora no sabíamos nada, Frantz.

Escrita a modo de diario nos va a desvelar mas detalles de esta intrincada trama psicológica.

La trama

Frantz escribe un diario con todos los detalles de un Plan diabólico que está llevando a cabo y cuyo objetivo es Sophie y de modo circunstancial, su entorno. Los hechos relatados van desde mayo del año 2000 hasta enero de 2004.

¿Por qué? parece que por venganza. A lo largo de esta segunda parte nos desvela un pasado trágico, donde su madre que parece que estaba enferma se suicida tirándose por una ventana y con el vestido de novia puesto. ¿Y que tiene que ver Sophie con todo esto? por ahora no lo sabemos.

Sophie en esos momentos estaba casada con Vincent Duguet y vivía en un barrio residencial de clase acomodada. Se la veía muy feliz. Ambos empiezan a ser objeto de seguimiento.

Frantz investiga todo sobre sus vidas. Consigue sustraer del bolso de Sophie las llaves  de su piso y hacer una copia. A partir de ahí entra cuando puede en su casa, le cambia cosas, le mezcla pastillas y consigue las claves para entrar en su correo electrónico y redes sociales. Se adueña por completo de su vida.

¿Qué sabemos de Frantz? que es informático, que lleva años soñando con este Plan, que echa mucho de menos a su madre pero que se consuela diciendo «menos mal que tengo a Sophie» y que desde que conoció a Sophie  no le han vuelto a dar ataques de «angustia«. Cree que Sophie le «ayudará a curarse». ¿Qué le ocurre?

Alquila un apartamento enfrente del matrimonio para vigilarlos constantemente. Cuando tiene ansiedad por las noches estira el vestido de novia de su madre, lleno de manchas, sobre la cama y escribe «En ellas está toda mi vida. Representan mi existencia, son la encarnación de mi voluntad».

¿Es él, y no Sophie, víctima de la locura?

El diario nos desvela que la madre de Sophie está muerta y que en opinión de Frantz «de seguir viva no estaríamos en lo que estamos. Qué desastre.» La madre de Sophie se llamaba Catherine y todo indica que tiene algo que ver en esta historia.

Una vez que descubre todo los detalles de la vida de Sophie, sus horarios, itinerarios, costumbres, etc., decide pasar a la acción: le cambia algunas cosas, otras se las sustrae…. Empieza por pequeños detalles, como cambiar en el carro del supermercado la marca de café, sustraer pastillas de la caja de medicamentos, mover el coche a otra plaza de aparcamiento (ella cree que se lo han robado y pone una denuncia). Lo lleva a cabo de «forma discreta pero progresiva» . Y por la información que tenemos de Sophie, ella no se da cuenta. Piensa que es ella quién se olvida de las cosas.

El 1 de octubre su «plan está ya maduro» y empieza con «la manipulación del correo electrónico«. Ella y su marido están buscando una casa en las afueras de París para vivir en el campo, pero Sophie está empezando a «desconfiar de su memoria«. Además, Frantz empieza a administrarle sin que ella se entere unas pastillas contra la obesidad que fueron retiradas del mercado porque «destruye los neurotransmisores» y era como un «pro depresor» que podía incitarte al suicidio. También consiguió en Internet «flunitrazepam, una molécula que causa estados de pasividad y luego de confusión, con efectos amnésicos» y varios somníferos.

También pone micrófonos en su piso. La tiene totalmente controlada. Incluso consigue que la detengan en el supermercado por sacar sin pagar una botella de whisky.

Vincent empieza a preocuparse por ella porque cree que está «depresiva». Sophie va al médico. No sirve de nada y lo problemas crecen en su matrimonio. Además, no se lleva bien con su suegra. Realmente no se soportan. El día del cumpleaños de la madre de Vincent, Sophie no quiere acudir a la fiesta. Se presenta al final por su marido. Esa misma noche su suegra muere en extrañas circunstancias al caerse con su silla por las escaleras. Esto trastorna de verdad a Sophie porque había soñado esa misma noche con la muerte de su suegra en esas mismas circunstancias.

Poco después, Sophie también pierde el trabajo por unas fotos que aparecieron en un dossier de prensa y que ella misma mando a toda la oficina. Eran dos fotos en un acto muy íntimo con su marido. No se explica como aparecieron ahí. La suspenden de empleo y sueldo. Las cosas van de mal en peor.

Frantz tiene un confidente en la oficina de Sophie, se llama Andrée. La invita varias veces a salir y así consigue tener información sobre la posición de Sophie en la empresa. Pero cuando se entera de que Sophie abandona la empresa ya no le interesa conservar su relación y la mata, tirándola por la ventana. Frantz, con sus actos, demuestra ser una persona sin escrúpulos y con una total sangre fría.

Sophie y Vincent se van a vivir al campo. Frantz sigue torturando a Sophie día a día. También consigue fastidiar su amistad con Valérie y Laure, sus únicas amigas. La deja en completa soledad y totalmente aislada. Su marido desconfía de ella y está cada día más distante. Ella está embarazada.

El 23 de mayo, Frantz le da el estoque final a Sophie. Consigue que Vincent  tenga un accidente con su coche. Se sale en una curva por culpa de él, que iba acosándole en moto, y se empotra contra un árbol. Es «el principio del fin«. A consecuencia de todo esto, Sophie sufre un aborto.

Vincent sobrevive al accidente pero se queda en muy mal estado y postergado en una silla de ruedas. Apenas se le reconoce. Sophie lo cuida un tiempo y después, sobrepasada por el día a día, lo interna en una residencia. Meses después, se mata y nadie se puede explicar como se pudo tirar con su silla por la escalinata.

Sophie desolada vende todo y se vuelve a París.  Consigue un puesto de niñera y empieza a trabajar para la familia Gervais. Quiere empezar de cero, pero no va a poder. Frantz pasa al «Plan B«. Consigue las llaves de la casa de la familia y sigue moviendo cosas y suministrándole fármacos.

Sophie está cada vez más irritada y se enfada a menudo. Y el 29 de mayo, el día de la bofetada a LéoFrantz ve una buena oportunidad para su venganza. Entra en la casa por la noche y asesina al niño en su cama, mientras duerme, con el cordón del zapato de Sophie. Lo que sigue ya lo conocemos.

Meses después, aparece en su vida como el sargento primero de transmisiones y le dice que «si» a su propuesta de matrimonio.

Comentario de la novela

En esta segunda parte el autor da un giro total a la novela. Cuando creíamos que Sophie se estaba volviendo loca o podíamos sospechar que lo estaba fingiendo, aparece Frantz, del que no teníamos todavía conocimiento, y nos hace presenciar una historia totalmente distinta. Escrita, esta parte, en primera persona, el autor nos coloca dentro de los ojos de Frantz  y de esa cabeza enloquecida, llena de ira y rencor. No sabemos exactamente las causas, pero todo nos hace indicar que al igual que Norma Bates en «Psicosis« tenía una enfermiza relación con su madre, la cual murió en extrañas circunstancias y vestida con su traje de novia. No habiendo superado esa situación, traza su plan de venganza: hacer enloquecer a Sophie hasta matarla. Todavía no sabemos cual es el papel que juega Sophie en la muerte de la madre de Frantz.

Esta situación me recuerda al guión de la película «Luz que agoniza» de George Cukor (1944), que a su vez está basada en una pieza de teatro británica «Luz de gas», donde un marido hace todo lo posible para que su mujer crea que se está volviendo loca. Magnífica película y genial interpretación de sus actores principales (Charles Boyer e Ingrid Bergman). De ahí la expresión «hacerle luz de gas» cuando consigues manipular hasta tal extremo a una persona para que dude de sus sentidos, de su razonamiento y hasta de la realidad de sus actos.

Podemos concluir que en esta novela hay maldad, mucha maldad. Y nos hace preguntarnos constantemente cual es el personaje más diabólico de todos, si los actos que vamos presenciando son perdonables o no y en qué medida son comparables las maldades de unos y otros.

¿Qué opináis vosotros?


¡¡¡¡Ahora os toca a vosotros!!!!!

Opinad de todo lo que queráis.

¿Os gusta el giro que da la novela en esta segunda parte?

¡Nos leemos!

SOPHIE

12 Nov

«Léo está pegado a ella, inmóvil, y tiene su cabeza en el regazo»

La trama

Sophie Duguet trabaja en la casa de la señora Gervais cuidando a su hijo Léo de seis años. «Léo es un niño dulce, un poco caprichoso, inteligente y rebosante de vida». El trabajo de Sophie consiste en llevarlo al colegio, recogerlo y cuidar de él hasta que sus padres lleguen a casa.

La señora Gervais considera a Sophie una mujer culta, de clase media-alta y no se explica como, con apenas treinta años, se conforma con un empleo tan modesto. Además, siempre mantiene las distancias con ella y nunca habla de su vida personal. La señora Gervais piensa que tuvo que atravesar alguna «tragedia horrible y secreta» en su pasado para llegar a esta situación.

Sophie pasa momentos de ausencia de la realidad. Y le lleva ocurriendo un tiempo. Incluso fue a un médico para buscar una solución y éste le aconsejó que apuntara las cosas que se le iban olvidando en una libreta, pero al final, también perdió la libreta. Ya no lleva la cuenta de sus años de locura.

Se acuerda de Vincent, su marido, y de los años dichosos pasados a su lado. De como era al principio y de como cambió todo al final… era despistada pero, los despistes acabaron siendo rarezas. Se le olvidaban citas, detalles, personas, empezó a perderlo todo. Perdió el coche, se quedó sin varios amigos, la detuvieron por robar y todo aquello acabó contaminando todos los aspectos de su vida.

Ahora trabaja para la señora Gervais y su marido. Su relación con el hijo es buena hasta el día en que sin más «ha empezado a aborrecerlo». La tarde anterior a la tragedia, se pone nerviosa por la calle con el niño porque no le hace caso, así que sin más, le da una bofetada. Se asombra de ese ataque de ira. Vuelve a casa y se encuentra mal. La señora Gervais ese día y ajena al incidente le dice que se quede a dormir porque es ya muy tarde.

A la mañana siguiente, se desata el horror: cuando va a despertar a Léo lo encuentra en su cama, pero no duerme. «Está desnudo, encogido, con las muñecas atadas a los tobillos y la cabeza doblada entre las rodillas». Está muerto.  Sophie, a pesar del velo de lágrimas que le nubla la vista, calibra el alcance del desastre. Y piensa «aquí hay alguien, en este piso, alguien que ha matado a Léo, alguien que me va a matar a mi también». Pero no hay nadie más en el piso. Piensa que tiene que llamar a alguien, pero ¿a quién? ¿a la policía,  a los bomberos, a la señora Gervais? Sophie no sabe que hacer.

Por fin se incorpora y toma una decisión, «irse. Ahora mismo». Al salir de casa, vuelve a mirar al niño y observa que tiene alrededor de su cuello un cordón marrón que reconoce como el de uno de sus zapatos de marcha.

Algunas cosas de ese día ya no las recuerda. Incluso llega a pensar que la muerte de Léo fue un sueño. Ella es consciente de que está loca. Es como si tuviera dos personas que están dentro de ella, una que tiene miedo y huye de la escena del crimen y otra que fríamente piensa en como puede escapar de esta situación. Sabe que la asistenta llega a las doce. Tiene hasta esa hora para idear una salida.

En una espiral de esquizofrenia Sophie va a su casa, hace la maleta con sus cosas, mete un álbum de fotos, coge la documentación y el talonario y sale corriendo. Coge un taxi y le manda parar delante de la sucursal bancaria. Entra y pide retirar casi todos los fondos de su cuenta. En una situación de estrés formidable consigue que el responsable de la cuenta le de el dinero, y sale del banco consintiendo que esa persona se propase un poco con ella. Al salir, le entran deseos de «estampar su cabeza contra la pared».

Se va a la estación de Lyon donde otro incidente, el robo de su maleta, la desestabiliza y tiene que salir huyendo de allí. Ahora sólo piensa en su supervivencia. Cuando está a punto de «renunciar» y «entregarse» a la policía aparece Véronique, la chica que vio como le robaban la maleta y no hizo nada. Sintiéndose un poco culpable de la situación,  invita a Sophie a un café. Y ahí, Sophie se inventa una vida nueva. Acaban en el piso de Véronique, que está al lado de la estación. Aprovecha un descuido de la anfitriona y le sustrae dinero y el pasaporte. Piensa en marcharse. Pero de repente «se desploma y todo se apaga».

Al despertarse ve como al pie de la mesa yace el cuerpo de Véronique, en medio de un charco de sangre. Y observa que tiene un cuchillo en la mano, que suelta al instante al suelo. Se da cuenta de que está bebida. Se tambalea.  Aún así investiga la casa, abre los armarios y comprueba que ambas tienen la misma talla. Entonces, decide convertirse en Véronique. Alquila un coche con la documentación de Véronique y huye de París.

Ocho meses después, los periódicos siguen haciéndose eco de la noticia y no se explican como la policía todavía no la ha capturado. La policía, sin lugar a dudas, le atribuye los dos asesinatos (Léo y Véronique) aún sin tener claros los motivos del crimen. Pero Sophie se ha volatilizado.

¿Dónde está? vive en un piso amueblado en un barrio suburbano y trabaja en una hamburguesería. Se hace llamar Juliette. Su vida en los últimos ocho meses ha consistido en cambiar de trabajo, de vivienda, de rutas, de ciudad… ir moviéndose sin documentación de un lado a otro. Le ha parecido más fácil de lo que esperaba.

Ahora tiene un nuevo plan, un proyecto por el que luchar: casarse para tener un apellido nuevo y rehacer de nuevo su vida. Para ello necesita conseguir primero una partida de nacimiento legal. Se pone en contacto con una agencia ilegal que le puede conseguir el certificado por una cantidad de dinero que todavía no tiene. Para conseguirlo habla con el gerente de la hamburguesería y le pide un adelanto de su pago. El gerente, que siempre sabe que «juega con ventaja» le contesta que lo arreglarán de «otra manera» a cambio de algún favor sexual. Quedan al día siguiente. Sophie hace todo lo que le pide y se marcha, no si antes volver sobre sus pasos y hacerle una última visita.

A la mañana siguiente, Sophie se ha ido y la policía judicial acude a la hamburguesería porque ha aparecido el cadáver del gerente con signos de haber sido asesinado.

Se le complica conseguir la partida de nacimiento porque la agencia a la que ha acudido, la ha investigado y ha descubierto su verdadera identidad y ahora el certificado le va a costar el doble, a modo de chantaje. Aún así, consigue el dinero gracias a su padre.

Se convierte en Marianne Lebranc y empieza a acudir a citas con hombres a través de una agencia matrimonial. No le convence ninguno pero no le queda mucho tiempo, el certificado caduca a los tres meses. El tiempo pasa, así que por descarte decide quedarse con el sargento primero. Lo ve inofensivo, anodino, nada guapo pero con un buen cuerpo. El hecho de que esté en el ejército le gusta porque pueden destinarlo a un sitio muy lejos de París. Aunque él parece consciente de que a ella no le gusta, se deja llevar, convencer.

Después de pasar cinco días juntos en la más absoluta intimidad, ella le pregunta «¿vamos a casarnos?… yo sí que quiero -dice él como si se disculpara».

Ya está hecho. El plan ha resultado. Dentro de unas semanas, Sophie estará casada y será libre y cree que le podrá decir adiós a la locura.

¿Cómo lo veis vosotros?

Análisis de la novela

Pierre Lemaitre es una autor muy reconocido en Francia, pero aquí no tanto. Empezó a ser conocido en España a partir del Premio Goncourt en 2013. Como curiosidad comentar que comenzó su etapa como novelista a los 56 años. Su forma de escribir es sencilla y accesible a todo tipo de público.

En esta primera parte, Sophie, es lo mejor de la novela. Narrada de manera vertiginosa y bastante creíble, logra contagiarnos ese estado catatónico en el que la protagonista (asustada, perseguida, perdida) se ve obligada a moverse para sentirse a salvo de sí misma. Ida, pero sorprendentemente lúcida, Sophie se las apaña para que, antes de que descubran los cadáveres que la rodean, dejar todo lo que hasta el momento ha constituido su vida y construirse otra paralela. ¿Está realmente loca? o todo lo que ocurre a su alrededor ¿es producto de su imaginación?

En unos momentos no sabe lo que hace, todo se queda en negro y al siguiente, está lo suficientemente despierta para pensar en un modo de escapar, construir una nueva vida y conseguir que en ocho meses la policía no sea capaz de encontrarla. Esto no solo requiere inteligencia, sino también bastante sangre fría y ser una persona muy metódica.

Lo que le ocurre lo iremos descubriendo poco a poco a medida que vamos avanzando en la lectura, unas veces contado por un narrador omnisciente, y otras por una primera persona (que no es Sophie), y que parece saber de su vida más que ella misma. ¡Pero no adelantemos acontecimientos!


Ahora os toca a vosotros

Contad todo aquello que os sugiera esta novela. Si os está gustando, si no es capaz de atraparos en la lectura. Además, me gustaría que hicierais comentarios sobre el personaje de Sophie, como la estáis viendo, como creéis que puede continuar la historia…. ¿os creéis su locura?

¿Os gusta la trama? y ¿como está escrita?

¡¡¡Comentad todos los temas que queráis!!!

El próximo lunes, 19 de noviembre, comentaremos la segunda parte: FRANZ

Nos leemos,