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Nada se opone a la noche: una catarsis personal

21 Dic

«Escribir sobre la familia es sin duda alguna el medio más seguro de enfadarse con ella»

Me gustaría destacar primero sobre esta novela que está escrita magistralmente y que relata los sucesos dramáticos de una forma pura, auténtica, no exenta de crudeza, pero con una escritura dinámica y elegante.

Fue la novela más vendida en Francia en su año de publicación y  además fue galardonada y recibida con entusiasmo por el público en general y la crítica en particular. Y digo que es asombrosa su acogida por el tipo de novela que es: casi autobiográfica y por los temas que trata y saca a la luz: la depresión, el suicidio, la soledad. Temas que hoy en día todavía siguen siendo tabú en nuestra sociedad. Comento que es casi autobiográfica porque se basa en la historia familiar de la escritora. Escribe sobre su familia, concretamente su madre, protagonista absoluta del libro, añadiendo algo de ficción a la trama. 

“Cuando me encuentro con los lectores, en las bibliotecas, las librerías o los colegios, a menudo me preguntan por qué escribo. Escribo por el 31 de enero de 1980″.

La novela se divide en tres partes. Las tres partes son de una intensidad parecida, no encuentro que ninguna destaque sobre el resto. Cada parte describe un momento concreto de su vida familiar, siempre desde el punto de vista de la protagonista que también nos va transmitiendo en que momento del proceso creativo de la novela se encuentra.

Me han parecido muy interesantes todas las reflexiones sobre la dificultad de escribir sobre su propia familia y como está deseando en muchos momentos terminar y empezar con la siguiente novela. Esta novela nace del dolor y de la ansiedad acuciante de la propia autora.

«¿Tenía yo necesidad de escribir eso? A lo que, sin dudarlo, respondí que no. Necesitaba escribir y no podía escribir otra cosa, nada más que eso.”

Los episodios que se narran son muy duros, te remueven los sentimientos, empatizas con el dolor y son imposibles de dejar de leer. Nos enfrentamos a temas tan profundos como la muerte, los problemas psiquiátricos y como repercuten en las personas que los rodean. También encontramos otros temas como el incesto, la violencia familiar, la drogadicción y el aislamiento.

En la primera parte, la protagonista (la autora) descubre el cadáver de su madre, Lucile, al llegar a su apartamento tras varios días sin tener noticias de ella. Se generan dudas sobre el suceso pero todo parece indicar que ha sido un suicidio. A partir de ahí, la protagonista inicia una investigación para escribir sobre ella y su familia. En el fondo quiere averiguar que llevó a su madre a querer suicidarse y cree que la clave está en su historia familiar.

Entrevista a su hermana, a sus tíos y a amigos de su madre. Escucha grabaciones, revisa álbumes de fotos, hurga en sus propios recuerdos y con todo este material intenta resolver el rompecabezas de la vida de su madre, desde su infancia hasta el momento en que decide acabar con su vida.

Si bien se trata de una novela, los hechos que se cuentan son reales. Lucile es una niña de familia numerosa. Sus padres, Liane y George, tuvieron nueve hijos y su vida no estuvo exenta de luces y sombras. Describe a su abuelo George como «un padre fascinante y destructor» y a ambos abuelos como «unos precursores de la burguesía bohemia». Porque tenemos que tener en cuenta que cuando la escritora retrata a su familia lo hace también a una clase social, la burguesía francesa, liberales y pragmáticos, defensores de la nación, de la libertad, del desarme y del amor libre, entre otras cosas.

Georges era el dueño de una agencia de publicidad. Un hombre trabajador, familiar, escrupuloso, que quería a su mujer y deseaba darle lo único que ella quería: hijos. Georges se veía a sí mismo como un erudito y le gustaba tener siempre la última palabra. A menudo estallaba en arranques de violencia que se aplacaban al poco tiempo y que a nadie le parecían fuera de lugar.

Por su parte, Liane Poirier era un ama de casa que amaba profundamente a su marido, con el que llegó a un pacto antes de casarse: ella quería tener doce hijos. Se quedó en nueve. La auténtica realización vital de Liane llegaba a través de los biberones y los pañales, de la dependencia de los rollizos bebés de sus pechos. Disfrutaba de esas edades y, cuando los niños crecían y ya se valían por sí mismos, perdían todo interés para ella y pasaban a ser atendidos por los hermanos mayores.

En la infancia de Lucile murió su hermano Antonin por un desgraciado accidente en un pozo. ¿Sería ese el principio de sus problemas psiquiátricos? como ella misma escribe años después: «nunca más la infancia fue armonía».

Unos años después, el niño que habían adoptado, Jean Marc, muere en extrañas circunstancia y todo parece indicar que se ha suicidado. Este segundo acontecimiento no impacta por igual a toda la familia que de un modo u otro ya ha aprendido a convivir con la muerte.

Lucile, tras una profunda crisis psiquiátrica, confiesa que su padre la había violado cuando apenas tenía 17 años. Es capaz de confesarlo cuando ella está ya en la treintena. Lo más doloroso de afrontar para Delphine fue escribir sobre la relación de su madre, Lucile, con su abuelo, George. O más bien la relación que tuvo él con ella.

Tras la trágica muerte de sus dos hermanos, le seguirá el suicido de su hermano Milo que dejó esta nota «Os pido perdón, nunca quise vivir». En la actualidad están vivos Barthélemy, Lisbeth (que también tanteó el suicidio), Justine, Violette y Tom.

Delphine ve a su madre como a una mujer atormentada desde la infancia y cuya enfermedad la ha ido consumiendo a lo largo de los años. Nunca fue feliz, nunca encontró su sitio. Quizás los años que fue trabajadora social fueron los que más satisfacción le han causado y si llegó hasta ahí y no intentó antes acabar con su vida fue por el amor que le tenía a sus  hijas. 

Creo que con la escritura de esta novela, Delphine ha sido capaz de sanar las heridas, o por lo menos habrá contribuido a tomar distancia y ver las situaciones desde otro punto de vista. 

Aunque hay un solo narrador, Delphine, el uso de las tres voces a lo largo de la novela imprime un pulso narrativo interesante:

  • La voz en primera persona. Delphine escritora habla de su propio conflicto frente a la muerte de su madre y el reto de escribir sobre ello.
  • La voz del narrador testigo. Delphine hija relata episodios del pasado de Lucile.
  • La voz en tercera persona omnisciente. Delphine cronista evoca episodios del pasado de Lucile, que no vivió, a partir de documentos que ha leído, grabaciones que ha escuchado o entrevistas a familiares que ha realizado.

Para mi la voz más desgarradora es la primera. Nos trasmite el conflicto que le supone escribir sobre temas tan profundamente dolorosos desde una implicación tan personal. Poner nombre a las enfermedades de tu familia cuando se trata de temas psiquiátricos es siempre muy difícil. Expresar los miedos y las angustias que te han invadido desde la infancia ante un problema semejante es digno de alabar.

 Un detalle que me ha parecido muy bonito es que la mujer de la portada es la propia Lucile, la real. En cuanto al título de la novela, lo explica la propia autora al final del libro:

«El título del libro está sacado de la canción “Osez Joséphine” escrita por Alain Bashung y Jean Fauque, cuya belleza sombría y audaz me ha acompañado durante toda la escritura». 

¡Nos leemos!


¡Ahora os toca a vosotros!

¿Qué os ha parecido la novela?

¿Como os ha parecido el tratamiento que la escritora ha dado a los personajes y a la historia?

Comentad todo lo que queráis.

Nota: hacemos un breve parón de lecturas hasta Reyes y el día 7 de enero, lunes, hacemos la presentación de la nueva novela del año 2023.

FELICES FIESTAS, espero que las paséis con buenas lecturas y mejor compañía.

 

Nuestra próxima lectura: «La casa del padre» de Karmele Jaio

5 May

Vamos a leer «La casa del padre» de la escritora vasca Karmele Jaio. Escrita en 2020 y publicada por Ediciones Destino.

La obra

Ismael tiene un secreto. Lleva dos años intentando escribir su próxima novela, pero no consigue producir más que borradores sin vida. A su desconcierto creativo se le suma el impacto sufrido tras escuchar la noticia de que han encontrado el cuerpo de una mujer en el monte cerca de su ciudad, Vitoria. Desde que sus hijas se han hecho mayores, cada vez que escucha alguna noticia similar siente una inquietante mezcla de culpa y miedo: culpa por ser hombre y miedo por lo que algún hombre pueda hacerles a «sus niñas».

Su crisis se acentuará cuando se vea obligado a pasar todas las tardes con su padre, después de que su madre haya sufrido un accidente y no pueda cuidar de él. Las horas con su padre le llevarán a preguntarse sobre su relación con él y sobre la manera en la que ha aprendido a ser un hombre. Entretanto, Ismael descubrirá que su esposa, Jasone, también oculta algo, y cada uno jugará con su secreto en medio de una marejada emocional en la que los silencios, como casi siempre, hablarán más que las propias palabras.

La autora

Karmele Jaio nació en Vitoria-Gasteíz en 1970. Es licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad del País Vasco (1993-1994) y ha ejercido como periodista en diversos medios y gabinetes de comunicación. Responsable de comunicación de Emakunde-Instituto Vasco de la Mujer, es también columnista  en periódicos como Deia, Diario de Noticias de Álava, Diario de Noticias de Gipuzkoa y El País.

Su trayectoria literaria abarca novelas, relatos e incluso poesía. Sus relatos también han sido llevados al teatro: el director Ramón Barea dirigió en 2010 la obra «Ecografías» basada en el relato de la autora del mismo título. Sus relatos se han publicado en numerosas antologías y sus obras han sido traducidas al catalán, alemán, ruso e inglés, además de al castellano.

Es autora de dos novelas, «Las manos de mi madre» (2008) y «Música en el aire» (2013). Su primera novela tuvo una gran acogida, recibió numerosos premios y ha sido traducida a varios idiomas y su versión inglesa fue premiada con el English Pen Award en 2018; ha sido asimismo adaptada al cine y presentada en la 61ª edición del Festival de Cine de San Sebastián.

Karmele Jaio ha sido reconocida por la opinión pública en numerosas ocasiones, recibiendo los premios Euskadi de Plata y la distinción Beterriko Liburua en 2006 y Zazpi Kale en 2007.

«La casa del padre» es su tercera novela. Espero que os guste.


Calendario de lecturas:

  • 5 de mayo 2022: presentación de la lectura.
  • 18 de mayo 2022: análisis de la lectura.

¡Nos leemos!

Esta es mi sangre

31 Ene

Argumento

La novela trata sobre un padre viudo que intenta sacar adelante a sus dos hijos en un pueblo industrial de la región francesa de Lorena. A pesar de las dificultades , han logrado mantenerse unidos y salir adelante. Fus, el hijo mayor, y Gillou. Fus se llama así desde los tres años por el Fútbol, deporte al que juega desde pequeño. El deporte es una afición que une a Fus con su padre. Van juntos al estadio y su padre siempre va a ver los partidos en los que juega su hijo.

Es una relación idílica hasta que Fus llega a la adolescencia. En ese momento, Fus se empieza a juntar con personas del Frente Nacional (extrema derecha) y su padre no lo puedo entender.  Él siempre ha sido un sindicalista de izquierdas y ha intentando inculcar estas ideas a sus hijos desde pequeños. Ahora no entiende el cambio de su hijo y como es capaz de juntarse con personas tan radicalizadas en el discurso del odio.

A medida que pasa el tiempo, Fus se vuelve distante y callado con su padre. Sus acciones son cuestionadas, se siente incomprendido y poco a poco dejan de hablarse. El único momento familiar que pasan juntos es cuando está presente Gillou.

Un día llega a casa y ve a su hijo mal herido y sangrando en el salón. Lo lleva al hospital donde queda ingresado en la UCI y cuando sale, tiene secuelas físicas y neuronales. Fue un acto de una pandilla que a él y su novia los identificaron como ultras de derecha. Al recuperarse, busca a quién le dio la paliza y lo ataca en un acto de «ajuste de cuentas». Pero esta violencia tiene como resultado la muerte del chico que le había pegado.

A continuación, Fus es apresado por la policía, juzgado y condenado. Su padre se da cuenta de que sigue queriendo a su hijo a pesar de lo que ha ocurrido y, poco a poco, consigue ir cambiando de actitud, aunque todavía con muchos prejuicios. Con el paso del tiempo, Fus toma una drástica decisión para liberar a su familia del pesar y la vergüenza por su situación.

Comentario

En esta novela corta, nos trasladamos a la Francia reciente, la de Macron y Le Pen. Novela escrita en primera persona. Es el padre el que cuenta la historia. La cuenta desde su punto de vista. Esta voz añade subjetividad a la historia. El lector se mete en la piel del padre, que va descubriendo cosas y las aprende con posterioridad. 

El padre ama a su hijo pero eso no evita que no lo entienda y no acepte su situación. El libro habla principalmente de la decepción.  De la decepción que siente un padre cuando se da cuenta de que su hijo no es como él creía. Pero aún así, ¿puede seguir amándolo? y ¿Qué pasa cuando los hijos decepcionan a los padres?

En este caso, el autor nos presenta una situación dramática, el hijo acaba matando a otra persona con ideas políticas contrarias en un episodio de venganza que se le fue de las manos. Es juzgado y condenado. El padre no asume esta situación y no es capaz de ayudar a su hijo en el juicio. Siente que se merece la condena y en vez de actuar como un padre, actúa como un ciudadano más ante un hecho atroz.

Uno de los temas principales de la novela es lo frágil que puede llegar a ser el amor, el hecho de si un padre puede perdonarlo todo o no. El padre tiene la sensación inmediata de que todo se había acabado porque el hijo había hecho algo inaceptable. A medida que avanza la historia, esa sensación empeora. El autor nos quiere mostrar como el realidad el padre se equivocaba ya que todos podemos estar metidos en una idea falsa de que las cosas han terminado cuando no es así; hacen falta muchas otras cosas para que una situación se vuelva algo irreparable.

El personaje de Gilllou es interesante, es el hermano pequeño. Quiere a Fus y a su padre e intenta mediar en esa situación lo mejor que puede. Nunca fue el hijo preferido, lo sabía y siempre lo asumió bien. No juzga a su hermano, ni a su padre, ni la situación. Es su familia y como tal se comporta. Es el único personaje que avanza, se va a estudiar a Paris, se casa y está esperando un hijo.

La región de Lorena es también importante en la novela. Ahí lleva viviendo el autor desde hace 20 años. Quería reflejar la desolación de una región pero que también tiene una cierta prosperidad. Se instalan industrias que no funcionan y tienen que seguir a otra cosa. Es una región que en palabras del autor «atraviesa distintas corrientes de optimismo y pesimismo. Es una región muy interesante, compleja, tiene un montón de sentimientos que están en contra, los personajes tienen sentimientos contradictorios… Quería escribir el relato en este paisaje».

Esta novela nos muestra que no todo es blanco o negro. Es difícil ponerse en esa situación. A través de los ojos del padre, no solo conocemos su punto de vista, sino parte del de algún amigo y del hijo menor, que siempre ha idolatrado a su hermano. Porque los actos de uno siempre tienen consecuencias en la vida de su entorno, sobre todo si son actos horribles. Nadie sale indemne de una espiral  de violencia.

«Lo que falta de noche» es una historia de relaciones familiares que nos sirve para concretar las consecuencias del contexto político actual donde los extremos y el odio están alcanzando cotas preocupantes.

Laurent Petitmangin nos lanza preguntas incómodas a través de sus protagonistas y, desgraciadamente, no nos ofrece respuestas porque no las hay. Eso sí, nos hace reflexionar, que es lo que importa.


¡¡Ahora os toca a vosotros!!

¿Qué os ha parecido la novela?

¿Qué pensáis del punto de vista del padre?

¿Es posible el perdón?

Espero vuestros comentarios. Nos leemos,

Míster Tamburino

10 Jun

«La única patria que tiene el hombre es su infancia» (Rainer María Rilke)

Argumento

Tambu y su hermana Rebe tienen que instalarse en el piso de su vecino, Armando, cuando su padre atraviesa una difícil enfermedad y su madre tiene que cuidarlo. Allí entablarán amistad con sus dos hijos, Elvis, compañero de Tambu en el colegio y Claudia, su hermana.

Entre los cuatro se establece un círculo de complicidades, por un lado los dos niños que se vuelven inseparables y por otro, las dos niñas que se relacionan por las circunstancias familiares que están atravesando.

Elvis tiene un año menos que Tambu pero van a la misma clase porque Tambu ha repetido curso. El padre de Elvis tiene problemas con el alcohol y se pasa todo el día encerrado en su piso en pijama y haciendo descansos del «teletrabajo». Su madre se ha ido hace tiempo y no tienen noticias de ella.

«Solo hay una clase de niños que prefieren el colegio antes que nada, y son los que no tienen familia.»

Para Tambu, Elvis se convierte en su mejor amigo, con él hará nuevos descubrimientos, como el juego de las tinieblas o el descubrimiento del sexo. Junto a él, Tambu crecerá. Y crecer significa comprender pero también cometer errores que te pueden marcar para siempre. Tambu tendrá problemas con los compañeros del colegio, problemas en casa y también problemas consigo mismo y los expondrá abiertamente ante el lector.

Esta etapa es la etapa de «las primeras veces», de la emoción y el miedo que sientes al hacer algo por primera vez. Tambu recibió un beso por primera vez de «Dani ojitos«, el niño más guapo del colegio pero se avergonzaba de esa situación. No quería que nadie se enterase, pero no le importaba decir que él y Elvis eran novios pero «no maricones» porque eso era un insulto y muy feo, sin entender muy bien que es lo que significaba o implicaba. Sentía por primera vez amor por alguien, y ese alguien era su mejor amigo Elvis.

«Querer a la gente es mirarla mucho hasta no saber si es guapa o fea, y que no te importe lo más mínimo». 

El capítulo VIII se desarrolla en el bar Álamos y allí es donde sucede la desgracia. Tambu tiene que lidiar con los abusones del colegio y proteger a su amigo Elvis. Un final trágico, lleno de desesperanza y donde para seguir viviendo, tienes que volver a empezar de cero.

«No recuerdo más, no quiero recordar más, pero eso sí lo recuerdo, el ruido que hacía la navaja en las tripas de ese abusón».

Análisis del libro

«Papá decía que el amor y la muerte eran lo que convertía a un niño en mayor; se olvidaba de algo más importante aún: el amor, la muerte y él mismo.»

Es una novela sobre la infancia. Manuel Jabois ha querido retratar ese momento en que por circunstancias, vivencias y situaciones personales dejas la infancia atrás. Se pierde la inocencia. Sientes que saltas al mundo sin una red de seguridad. Jabois relata las experiencias de unos niños de diez años que cursan EGB en un colegio de Pontevedra.

Está narrado en primera persona por Tambu, unos años después de transcurrida la historia. En el momento de contarla, tiene unos catorce años y se nota que su mirada ya no es la de un niño, sino la de alguien que ha tenido que madurar muy rápido.

En la  historia Tambu tiene diez años y es el auténtico protagonista de la novela. A su lado está su querida hermana Rebe, su mejor amigo Elvis y la hermana de éste, Claudia.  Se podría decir que Tambu vive en una familia desestructurada, con un padre enfermo y una madre bastante ausente. En cambio, Rebe, su hermana es para él su referente familiar ya que ejerce tanto de padre como de madre y por la que siente un amor y respeto enorme.

El autor no escogió al azar los nombres de los dos niños, Tambu y Elvis, al contrario de lo que se pudiese pensar, no son nombres que hagan referencia al original (Mr Tamburino de Bob Dylan o Elvis Presley) sino en el primer caso al homenaje que le hace Franco Battiato a Bob Dylan en su canción y por el niño protagonista de la novela de María Gripe, «Elvis Karlsson».

Jabois también ha querido tratar también el tema de los «miedos». Cuando eres un niño/a siempre tienes miedo a cosas irracionales que no existen realmente  y con las que tienes que lidiar a diario, después cuando creces los miedos van cambiando. El autor resalta el miedo a la nostalgia, a olvidarte de la gente que has querido o que te han querido, y sobre todo a olvidarte de una etapa en la que has sido plenamente feliz.

Junto a él, Tambu crecerá. Y crecer significa comprender pero también cometer errores que te pueden marcar para siempre. Elvis aun es más inocente que Tambu por eso lo sigue ciegamente a todas partes. Tambu ejerce sobre él el instinto de protección que ejercía su hermana sobre él. 

El autor confirma que el protagonista no es él, pero seguro que esta novela está llena de recuerdos o anécdotas vividas en su infancia. Como el protagonista, vivió su infancia en Pontevedra y aún conserva y se reúne con sus amigos de entonces, por eso sus recuerdos se mantienen nítidos, porque los comparten.

No sé si la infancia es la etapa más difícil del ser humano, porque para mi es la adolescencia, pero sí que creo que es una etapa crucial para el desarrollo de las personas como individuos, donde se establecen las claves que marcarán su autoestima, su identidad, su carácter, en definitiva el ser «nosotros mismos». Es una etapa, la transición a la adolescencia, donde se necesitan referencias para interiorizar valores y donde se necesita sentirte parte de un grupo mayor (como ocurrirá también en la adolescencia). 

Aquí os dejo una entrevista de Atrapalibros con el autor en 2019.


Espero que os haya gustado esta novela. ¡¡¡Ahora os toca a vosotros dejad vuestras opiniones!!!!

Mis recomendaciones de otros libros sobre la infancia:

  • «Un árbol crece en Brooklyn» de Betty Smith, publicado en 1943.
  • «Claus y Lucas» de Agota Kristof, publicado en 1986.
  • «El niño en la cima de la montaña» de John Boyne, publicado en 2015.
  • «Las lealtades» de Delphin De Vigan, publicado en 2018.

Volveremos en septiembre, la última semana. Espero que todos y todas tengáis un estupendo verano.

Nuestra próxima lectura: «Tenemos que hablar de Kevin» de Lionel Shriver

29 Ene

Nuestra siguiente lectura es de la escritora estadounidense Lionel Shriver y su magnífica y dura novela «Tenemos que hablar de Kevin» escrita en 2003 y llevada al cine en 2011. Esta novela fue ganadora del Premio Orange de ficción femenina en el año 2005. Se publicó en castellano por Anagrama en 2007. La traducción es de Javier Calzada.

La novela

Se convirtió pronto en un bestsellers en EEUU y consagró a su autora como escritora a nivel internacional.

Eva es una mujer segura de sí misma, autora y editora de guías de viaje, empresaria de éxito, que también triunfa en su vida personal pues está felizmente casada con Franklin, un fotógrafo e iluminador que la adora, y con el que lleva una vida plena y placentera que le encanta.

Ya cerca de los cuarenta años y, tras muchas dudas, se decide a ser madre siendo esta decisión el principio de sus males.

La narración toma la forma de cartas que Eva dirige a su marido, Franklin, tras el incidente. En ellas detalla su relación matrimonial desde antes de quedar embarazada de Kevin, su hijo mayor, así como su vida cotidiana tras el hecho que marcará sus vidas para siempre.

la escritora

Lionel Shriver nació en Gastonia, Carolina del Norte, en 1957, en el seno de una familia profundamente conservadora y religiosa. Su padre era predicador presbiteriano. A la edad de 15 años cambió su nombre, Margaret Ann, a Lionel porque le gustaba más como sonaba. 

Periodista y escritora se graduó en Bellas Artes en la Universidad de Columbia y también obtuvo un máster en la misma. Ha vivido en Nairobi, Belfast y Bangkok, y en la actualidad reside en Londres.

Su trayectoria como novelista comenzó en 1986 con la publicación de «The Female of the Species», aunque se consagró en el año 2005 cuando ganó el prestigioso Premio Orange con «Tenemos que hablar de Kevin»:

 «Un libro muy valiente, muy arriesgado, muy trabajado y muy impactante, sin concesiones ni gratuidades, de poderoso calado literario» (José María Guelbenzu, El País).

Tras este éxito publicó «Un mundo después del cumpleaños» (2007), «Todo esto para qué» (2010),  «Big Brother» (2013), «Los Mandible» (2016), «Propiedad privada» (2018) y «The Motion of the Body Through Space» (2020).

En 2011 se estrenó la película basada en la novela de Lionel, dirigida por Lynne Ramsay y protagonizada por Tilda Swinton como Eva Khatchadourian, John C. Reilly como Franklin Plaskett y Ezra Miller como Kevin Khatchadourian.

Para saber más, aquí os dejo unas entrevistas concedidas por la escritora:


Calendario de lecturas:

  • 29 enero 2021: Presentación de la novela.
  • 22 de febrero: Comentarios hasta la carta del 19 de enero de 2001 inclusive (página 323).
  • 8 marzo: Comentarios finales de toda la novela.

Nos vemos el próximo lunes, 1 de febrero, para comentar «Delirio» de David Grossman.

¡Nos leemos!