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Nadie nos puede entender de lejos

26 Jun
Turkey. Foto en flickr de Neha Viswanathan. Algunos derechos reservados.

Turkey. Foto en flickr de Neha Viswanathan. Algunos derechos reservados.

Hemos terminado la novela y llega la hora de las conclusiones. ¿Qué opináis de ella? Este es un libro repleto de acontecimientos, sentimientos, reflexiones, personajes, descripciones en función de la historia. ¿Con qué aspecto os quedarías del libro? El político-religioso, el amoroso, el poético, el reflexivo-existencial… ¿Qué personaje os ha gustado más y por qué? Lo mismo os pregunto sobre alguna parte que os haya gustado especialmente y también, por supuesto y porque mucho de vuestros comentarios así lo indican, lo que nos haya gustado. Una vez terminada la novela y con toda la historia en nuestras manos podemos dar nuestras opiniones con un total conocimiento de lo que en ella sucede. Por lo que a mí respecta debo decir que, fundamentalmente, me cuesta abandonar ese reducto de felicidad y bienestar que es el hotel Nieve Palace, donde se come, se bebe, se habla y se ama. Ya os he dicho anteriormente que me iría a vivir allí una temporada. Eso es lo que siento. Asimismo, esta novela me ha ayudado a comprender a este país que vive una situación tan compleja y, sobre todo, a entender la desesperación de los que nada tienen y el porqué de sus actos a pesar de que estén tan lejos de nuestra cultura.

En esta última parte asistimos al desenlace de esta historia que podemos resumir de la siguiente manera: al ¿ingenuo? Ka lo utilizan como intermediario para cercar a Azul; Ka, al enterarse de que Ipek ha sido la amante de Azul y que seguramente sigue enamorada de él, acaba delatando a éste; matan a Azul; Ipek al enterarse decide, con la maleta ya hecha, no irse con Ka a Frankfurt; Ka es asesinado cuatro años después como venganza a su delación y el cuaderno verde, que contiene los poemas escritos en Kars, desaparece (substraído seguramente por sus asesinos) por lo cual nunca nadie podrá leerlos y ese es el motivo de que no aparezcan en la novela. Orhan (Pamuk), el narrador y amigo de Ka, cobra cada vez más importancia convirtiéndose en un personaje más. Cuando va a Frankfurt a recoger las cosas de Ka después de su asesinato decide escribir esta historia. Por ese motivo visita también Kars para investigar y conocer a sus habitantes. Allí cae rendidamente enamorado ante la belleza de Ipek. La belleza, otro de los temas fundamentales de esta novela, la belleza de la nieve y también la de Ipek (temas que le impulsan a Ka a escribir sus poemas). Por cierto, ¿por qué creéis que dice Orhan cuando conoce a ésta: entramos en el corazón de este asunto: Ipek era mucho más bella de lo que hasta ese momento yo, o ustedes, que están siguiendo esta historia gracias a mi intermediación, hubiera podido imaginar? ¿Por qué creéis que le da tanta importancia a su belleza? ¿Es la belleza de Ipek tan determinante? Parece que sí, tanto como para decir que es el corazón de la historia que aquí se trata.

Otro asunto a resaltar es la lucha que mantiene Ka con la felicidad: desea ser feliz pero le tiene miedo a este sentimiento, tanto como para arruinar un futuro que anhela intensamente con una serie de decisiones que le llevan a la paz espiritual de los que han decidido que nunca serán felices, pero, a la vez, a su desdicha (ni contigo ni sin ti) y, en última instancia, a la muerte: tanta alegría es excesiva para mí e intuyo que pasará algo malo.

El autor sabe crear con un lenguaje altamente poético una atmósfera envolvente y llena de belleza y melancolía. De esta manera nos es más fácil entender y aceptar todos los trágicos acontecimientos que en esos tres días ocurren en Kars. Hay una extraña complementariedad entre la poesía que destila esta historia y las cosas tan terribles que suceden en esta ciudad olvidada por todos, ¿no creéis? Lo hermoso y el horror dándose la mano. Ese aspecto me gusta especialmente y creo que es algo que el autor quiere resaltar y que yo creo que lo consigue con creces. Así es el mundo en muchos lugares en los que en medio de lo más duro hay lugar para la belleza. ¿Qué opináis, por cierto, de estos brutales sucesos que, a la vez, son tan rocambolescos? ¿Los veis creíbles u os parecen un despropósito?

Un último apunte. Este libro no hace más que reflejar lo que está pasando en muchos países islámicos, tanto entonces, cuando fue escrito, como ahora. La brecha cultural existente entre Oriente y Occidente con la que empezábamos esta novela.

Plazos

Os animo a todos a que dejéis vuestros comentarios finales, sobre todo a los que todavía no os habéis pronunciado o lo habéis hecho poco. A los que sí habéis ido dejando vuestros comentarios os quiero preguntar, ahora que ya la hemos terminado, si pensáis lo mismo que mientras la estabais leyendo. Quizá el final os ha hecho cambiar de opinión, especialmente a los que no os estaba gustando.

Finalizado este libro nos vamos de vacaciones hasta octubre. ¡Espero que disfrutéis de vuestras vacaciones estivales y que leáis mucho en ellas! Podéis contarnos vuestras lecturas si así lo que queréis. Estaremos encantados de compartirlas con vosotros.

Hemos llegado al corazón de nuestra historia

19 Jun
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Belle Epoque Russian Architectura – Kars – Turkey. Foto en flickr de Adam Jones, Ph. D – Global Photo Archive. Algunos derechos reservados.

Compruebo que a la mayoría de los que estáis leyendo la novela no os está gustando y lo siento mucho porque a mí sí que me gusta como estoy reflejando en los post, así que continúo comentando esta tercera parte de la que considero una magnífica e interesante historia. Espero que os animéis a seguir leyendo y dejéis vuestros comentarios a pesar del calor y espero también que os enganche aunque ya esté muy avanzada la novela. Quizás estas altas temperaturas y la nieve son incompatibles… 🙂 . ¡Intentad darle una última oportunidad!

Nuestro inseguro protagonista prosigue con su desasosegante vida en Kars, en la que el miedo y la felicidad se dan la mano. Fundamentalmente, Ka tiene miedo a ser feliz, aunque lo anhele con todo su ser, un miedo que sólo le desaparece cuando contempla la nieve: al ver la belleza de una calle nevada y la alegría de los niños que juegan entusiasmados con bolas de nieve, deja atrás todos sus miedos.

La novela pone el dedo en la llaga en problemas tales como el ascenso de los islamistas turcos en un Estado laico que, a pesar de la represión que ejerce, no puede con ellos, el genocidio armenio, la represión de los nacionalistas kurdos, tan olvidados, el control de los ciudadanos por parte del Estado (Kars, la ciudad en la que todos vigilan y son vigilados), la situación de las mujeres y los jóvenes que, impotentes y llenos de dudas, se plantean el suicidio como única solución a sus problemas, la pobreza y olvido en el que viven los habitantes de las zonas más alejadas de la metrópoli… Todos estos problemas los sitúa el autor en una pequeña ciudad y la convierte en una bomba de relojería a punto de estallar. Kars es un microcosmos, un universo en miniatura, en el que se suceden todo tipo de traiciones, luchas, amores, odios, sufrimientos y en el que están reflejados todos los sectores de esta sociedad tan compleja: islamistas, nacionalistas kurdos, europeístas, comunistas…

Hay tantas frases cargadas de significado en los diálogos, en los que se analiza y cuestiona la existencia con gran profundidad, que os transcribo sólo un puñado de ellas para que, si os parece, podáis comentarlas (u otras que vosotros queráis): no olvides que a esos europeos que tanto admiras e imitas ni siquiera les importas… Pero le tienen pánico a Azul y a los que son como él (pág. 266). Eran muy serios. Quizá por eso eran felices. Para ellos la vida era un asunto serio para el que hacía falta responsabilidad. No un empeño a ciegas ni un amargo examen como lo es para nosotros (pág. 273). La vida, excepto enamorarse y ser feliz, sólo era una serie de momentos sin relevancia ni relación entre ellos (pág. 281). El sarcasmo de intelectual, las preocupaciones políticas y las pretensiones de superioridad cultural que hacían que viviera una vida estéril alejada del sentimentalismo al que inducía aquella serie [un culebrón mexicano] eran consecuencia de su propia estupidez (pág. 283). ¿Eras feliz de niño? Cuando uno es feliz nunca sabe que lo es […].  Cuando era niño no me interesaba la felicidad […]. Comencé a pensar en la felicidad cuando la infelicidad me incapacitó para hacer cualquier cosa (pág.310). En cuanto una nación es pobre, lo primero que piensa el mundo entero es que es una nación de tontos, de vagos, de sucios y de inútiles […]. Encuentran cómicas su cultura, sus tradiciones y sus costumbres. A veces luego se avergüenzan de lo que han pensado, dejan de reírse y si los emigrantes de ese país les barren los suelos y trabajan en los peores empleos, se comportan como si encontraran interesante su cultura e incluso los tratan como si fueran iguales para que no se les rebelen […]. Lo único que puedes hacer para que no te desprecien es demostrar que piensas como ellos. Y eso es algo imposible y humillante (págs.325 y 327).

El capítulo 29 supone un paréntesis en la historia que nos adelanta el destino final de Ka (¿por qué creéis que el narrador hace esto?). El narrador se va a una Frankfurt en la que también nieva cuatro años después de la estancia de Ka en Kars y cuarenta y dos días después de su asesinato y nos narra éste con todo detalle. Recorre las calles y los lugares que frecuentaba, se entrevista con quienes le conocieron y con los últimos que le vieron con vida, y, sobre todo, busca, sin encontrarlo, el cuaderno verde con los poemas escritos en Kars en los que había trabajado (intentando encontrar la lógica oculta del libro) los cuatro últimos años de su vida. Pero sí encuentra cuarenta cartas de amor a Ipek no enviadas y la estructura hexagonal de un copo de nieve en la que ha distribuido los títulos de los 19 poemas escritos en Kars (la lógica oculta por fin hallada). Es un capítulo plagado de excelentes descripciones detallistas, tan frecuentes en esta novela, que nos muestran la presencia y la vida de los turcos en la ciudad alemana (parece un homenaje lleno de admiración y cariño a estos inmigrantes y exilados, a su soledad y derrota).

 El narrador, que ya sabemos que se llama Orhan (puesto que es en esta parte cuando descubrimos que el narrador y el autor son la misma persona), se pregunta: ¿Hasta qué punto es posible comprender el dolor y el amor de otra persona? ¿Cuánto podemos comprender de los que sufren penas, ausencias y opresiones más profundas que las nuestras? Si comprender consiste en poder ponernos en el lugar de alguien distinto, ¿han podido alguna vez comprender los poderosos y ricos del mundo a los miles de millones de pobres que viven al margen? ¿Hasta qué punto puede ver Orhan el novelista la oscuridad de la vida difícil y dolorosa de su amigo el poeta? (pág. 306).

Os traslado a vosotros estas preguntas que me parecen el núcleo de esta historia: ¿podemos comprender a los que sufren más que nosotros?, y, añado yo, ¿qué podemos hacer, si es que podemos hacer algo, ante su sufrimiento?

Plazos

Es hora de vuestros comentarios sobre esta tercera parte. A ver si las frases que os transcribo y las preguntas que os hago os animan a participar. Mientras, continuaremos a lo largo de una semana con la lectura desde el capítulo 35 (pág. 371) hasta el final de la novela. Aunque ya sabemos que Ipek no se va a ir con Ka a Frankfurt y éste va a ser asesinado cuatro años después, todavía nos quedan por descubrir los motivos de ambas cosas, así como leer todos los acontecimientos que le quedan por vivir a nuestro poeta en su último día en Kars.

 

He venido porque soy infeliz. Y aquí soy más feliz

11 Jun
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Just a moment! Snow Crystal. Foto en flickr de Elif Ayse. Algunos derechos reservados.

Hemos llegado a la mitad de nuestra lectura y en Kars, la ciudad aislada por la nieve, no paran de suceder cosas. Todos los temas están descritos con verdadero detalle porque el narrador sólo pretende exponerlos, antes que explicarlos o dar soluciones. Parece que quiere dejar que sea el lector el que saque sus propias conclusiones.

Por ejemplo, el hecho de que las jóvenes musulmanas al suicidarse desobedezcan al mismo tiempo a Occidente y al Islam es utilizado por el autor para no posicionarse en este relato sino sólo para mostrar una realidad, la turca, dolorosamente escindida entre Oriente y Occidente. Como escindido está Ka, nuestro poeta de mente confusa con la razón en Europa y el corazón con los militantes de Imanes y Predicadores.

A Ka continúan “viniéndosele” poemas,  mientras la nieve no para de caer, como si por arte de magia los poemas se hicieran solos. Él mismo afirma que siente que es Dios quien le envía la poesía a pesar de no creer: no sé cómo se escribe poesía. El buen poema es como si viniera de fuera, de algún lugar lejano. Yo creo que ciertas vivencias propician al poeta a entrar en un estado de gracia con una lógica oculta a la menteKa está en Kars para ser atravesado por distintas revelaciones: el amor, la poesía, Dios. ¿Qué opináis de este planteamiento?, ¿y de su falta de posicionamiento ante la situación política que le lleva a afirmar la política no me interesa?

Cuando visita las frías habitaciones del horror, reflexiona sobre la brevedad de la vida y el sufrimiento que ésta contiene, pero al salir de nuevo a la nieve siente lo pequeños y frágiles que eran los deseos y sueños humanos, las intrigas políticas y cotidianas frente al frío de Kars,  y se sumerge de nuevo en su mundo feliz en el que el amor y la poesía le esperan. El lenguaje es tan poético que es como si quisiera atrapar la belleza en cada línea.

En esta parte asistimos a muchas conversaciones plagadas de reflexiones. Cuando habla con Necip, éste, con su mirada limpia e inocente, le pone contra la pared con cuestiones muy acertadas: si Dios no existe, eso quiere decir que no hay Paraíso. Y si es así, millones de personas que se pasan la vida entre carencias, pobreza y opresión ni siquiera pueden ir al Cielo. Entonces, ¿qué significado tiene todo el sufrimiento de los pobres? ¿Para qué vivimos y para qué sufrimos en vano? […] Si yo fuera rico, me daría tanta vergüenza que creería todavía más en Dios. Más adelante en su conversación con Sunay Zaim, éste le dice, cuando Ka le confiesa que está empezando a creer en Dios, la cuestión es creer como los pobres y ser uno de ellos. Sólo creerás en Dios cuando comas lo que ellos, cuando vivas con ellos, cuando te rías o te ofendas con lo que se ríen y se ofenden ellos.

Y en su conversación con Kadife, la hermana empañolada de Ipek (hermoso y denso capítulo 13) vuelve sobre el tema de la inutilidad del sufrimiento: sólo los ateos – afirma Kadife – que no han sufrido nunca piensan en la inutilidad del sufrimiento. Porque incluso los ateos que han sufrido aunque sólo sea un poco acaban por no soportar mucho tiempo la falta de fe y al final vuelven a creer.

¿Qué opináis sobre estas reflexiones sobre cómo la pobreza y el sufrimiento llevan a las personas a creer?

En el capítulo dedicado a la cena en el Nieve Palace, el narrador consigue transmitir tan acertadamente la felicidad y el bienestar que sienten todos que a mí me encantaría estar allí con ellos cenando y charlando. ¿No os pasa lo mismo? ¿No sentís al leer este libro como si una serenidad protectora os invadiera? Escoge tan bien los sustantivos y los adjetivos que te trasladas inmediatamente a esa mesa llena de desorden y extraña belleza. Ese deseo que tiene Ka de ser feliz es tan intenso que soñaba con que una luz muy parecida a la de la lámpara que iluminaba la desordenadísima mesa de trabajo de Turgut Bey, llena de libros, periódicos, libros de cuentas y facturas, en un futuro no muy lejano iluminaría la cara de Ipek desde la lámpara de su propia mes de trabajo en el pisito en el que vivirían juntos en Frankfurt. A pesar de sentirse culpable ante el sufrimiento de los más pobres e infelices, su amor por Ipek le colma de alegría.

Toda la parte que describe la representación teatral y la tragedia en la que culmina está narrada con un tono jocoso y casi grotesco que contrasta con la gravedad de los hechos. Ocurre igual con los capítulos dedicados al encuentro de Ka con Sunay Zaim, el director de teatro, un fracasado dirigiendo una revolución que aumenta aún más esta sensación de opereta. Incluso Ka disfruta por estar cerca del poder, lo cual también parece grotesco. ¿Por qué creéis que el autor lo ha narrado de esta manera? ¿Quizá para resaltar lo absurdo de la situación, el despropósito que es? ¿O encontráis otros motivos?

Cuando llegamos al capítulo 20 descubrimos con sorpresa que sólo ha pasado un día. Han ocurrido tantas cosas que parece increíble. Los acontecimientos han ido in crescendo hasta llegar a la tragedia del teatro y Ka parece desinflarse, salir de su sueño particular. Todo es tan intenso e increíble que Ka se cuestiona hasta sus sentimientos más profundos. Pero todavía queda mucha novela y muchas sorpresas.

Plazos

Es hora de vuestros comentarios sobre esta segunda parte. Os animo a los que todavía no habéis dejado ninguno a que lo hagáis. Hay mucho sobre lo que opinar en este libro tan denso. Mientras dejáis vuestros comentarios, continuaremos, a lo largo de una semana, con la lectura desde el capítulo 24 (pág.250) hasta el 34 inclusive (pág. 370).

¿A qué has ido a Kars, Ka?

5 Jun
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The mosque. Kars. Foto en flickr de Alisan Cirakoglu. Algunos derechos reservados.

Nieve comienza con cuatro citas de autores muy relevantes, citas contundentes y muy significativas de lo que aquí se va a tratar. Destaco la de Stendhal porque esta novela nos va a hablar de los aspectos más feos de la política, aunque contenga mucha poesía y una historia de amor de fondo y aunque el protagonista Ka se abstenga en general de manifestarse, escuchando las opiniones de todos por igual , y dejándose llevar más por las emociones, el amor y la poesía. ¿Qué opináis vosotros de estas citas introductorias?

Yo siento la misma emoción que sentí al leer Nieve por primera vez. No es difícil olvidarte de todo lo que te rodea cuando abres las páginas y te sumerges en esta novela impregnada de un aura de misterio y de belleza. Me atrapan más los sentimientos de Ka, su alma de poeta, su melancolía, que los sucesos políticos, que, no obstante, me resultan muy interesantes. Es una novela profundamente lírica cuya prosa transmite una gran serenidad. En esto también influye el ritmo de la narración que es muy lento.  En sólo tres días van a suceder una gran cantidad de acontecimientos que el narrador nos va contando sin prisas y con todo detalle. El hecho de que la acción dure tan poco tiempo en una novela de casi quinientas páginas permite al autor desarrollar ampliamente los diversos argumentos que ésta contiene.

La nieve es una presencia constante desde la primera línea de la novela. La lentitud de la nieve al caer marca el ritmo de la narración. El silencio, la belleza, la elegancia de la nieve cayendo incansablemente despierta sentimientos de todo tipo en el protagonista; soledad, pureza, emoción, paz, confianza, inocencia, religiosidad, cansancio, miedo…, pero fundamentalmente provoca en Ka un estado de alegría y esperanza ante lo que principalmente va a buscar a Kars: el amor de Ipek. Aunque otro motivo importante que le mueve a Ka a desplazarse a esta ciudad olvidada y lejana es su deseo de hallar en ella la inocencia y la infancia que ya no encuentra ni en Alemania ni en la cambiada y modernizada Estambul.

También es la nieve (¿cuál es el secreto de la nieve?), unido a lo que está viviendo, la que le hace abrir su corazón a la poesía después de cuatro años de silencio en su escritura impulsándole (como si su vida fuera un copo de nieve) a escribir un primer poema en Kars que titulará, como no podía ser de otra manera, Nieve. Es muy hermosa la manera en que Ka le explica a Ipek el motivo por el que dejó de escribir poesía durante su estancia en Alemania: los silencios llegaron a ocupar un lugar tan importante en mi vida que ya no oía aquel molesto ruido que debía de combatir para poder escribir poesía. ¿Qué sentimientos despierta en vosotros leyendo esta primera parte la presencia constante de la nieve? No olvidemos que es el título que el autor ha dado a la novela.

Desde el principio llama la atención cómo el narrador  se presenta y se dirige al lector con esos comentarios que se adelantan en la trama: digamos ya que ese bonito abrigo de pelo suave habría de serle tanto motivo de vergüenza e inquietud como fuente de confianza en los días que pasaría en Kars […] Demos cierta información sobre él en voz baja aprovechando que se ha dormido […] Pero no quiero engañarles: soy un viejo amigo de Ka y sé lo que le ocurrirá en Kars antes incluso de comenzar esta historia […] Dos días más tarde, justo antes de recibir con dolor la noticia más triste de su vida. ¿Qué os parece esta técnica? ¿Os chafa la historia, os confunde, os aclara, os despierta más el interés y, por lo tanto, os mantiene con más atención, o creéis que es un capricho del escritor que no conduce a nada?

En paréntesis que el narrador va abriendo en el desarrollo de la acción nos presenta y describe a Ka y a los demás personajes, nos habla del antiguo esplendor de Kars, crisol de pueblos y culturas en el siglo XIX y convertida ahora en una ciudad pobre y olvidada, y nos describe, con gran acierto, los barrios más humildes, la miseria que reina en las casas de las familias de las jóvenes suicidas. ¿Qué personaje os parece  por ahora más interesante? ¿Y qué os transmite la otra gran protagonista, la decadente Kars, encerrada en el espacio y en el tiempo?

Ka, un solitario vulnerable que busca la felicidad, y su última oportunidad de encontrar un sentido a su vida, en el amor y en la poesía representa la opción individualista y occidentalizada frente a todos los demás que se apoyan en la colectividad de donde extraen su fuerza. ¿Qué opináis de Ka, tan imperfecto y tan humano, con tantas dudas y miedo?

A través de lo que vamos viviendo en Kars se plantean reflexiones muy interesantes sobre la Turquía de los años noventa en la que se desarrolla la acción de la novela (no muy diferente de la actual) dividida en dos corrientes: los laicistas, representantes del poder y apoyados por el ejército y los sectores más progresistas y los islamistas, religiosos y tradicionales apoyados por las clases más populares. Lo que sería lo mismo que decir: Occidente y Oriente. Hay muchas preguntas en la novela: ¿por qué se suicidan las jóvenes? ¿Por qué a todo el mundo le da por la religión? ¿Por qué se impide con la excusa del laicismo que las jóvenes empañoladas vayan a clase? Las jóvenes se suicidan porque son extremadamente infelices y porque no les dejan mostrar su religiosidad a través del velo. En la novela se afirma en numerosas ocasiones que el velo es el símbolo del islam político. ¿Qué opináis de la cuestión del velo tan actual, y tan polémico, también en nuestro propio país y en toda Europa occidental?

A lo largo del texto aparece con frecuencia un tema clave: el sentimiento de inferioridad que poseen los turcos ante Occidente. Azul le cuenta a Ka en un párrafo clave de la novela: imaginando lo que él [un alemán] pensaría de mí, intentaba ver a través de sus ojos mi aspecto, mi ropa, mis gestos, mi manera de andar, mi historia, de dónde venía y adónde iba, quién era. Una sensación horrible, […] pero me permitía comprender cómo se despreciaban a sí mismos mis hermanos… La mayor parte de las veces los europeos no nos desprecian. Somos nosotros quienes les miramos y nos despreciamos […]  los periódicos turcos no se interesan por la miseria y el dolor de su propio pueblo mientras no lo haga la prensa occidental. Asimismo, el asesino del director de la Escuela de Magisterio le dice en un momento dado a éste: si se descubren, entonces los europeos las tratarán más como a personas, afirmando a continuación que los musulmanes son esclavos de Occidente.  Algo más adelante Muhtar afirma: el hijo que yo soñaba que un día, sin tener que aguantar vejaciones, se convertiría en un hombre occidentalizado, moderno y con personalidad propia. Muhtar, antiguo militante izquierdista, es un ejemplo de cómo muchos turcos han regresado con entusiasmo al islam. En un momento de su vida se siente perdido, derrotado, y ahí están los islamistas para consolarle y dar un nuevo sentido a su vida: la gente como yo sólo encuentra la paz luchando por una causa en un partido político entre otros que son como ellos […] no desprecian a la gente al momento como los occidentalizados. Los musulmanes viven el hecho religioso de forma colectiva. Quizá busquen esa unión para fortalecerse ante el mundo occidental que les hace sentirse inferiores y despreciados. ¿Qué opináis de todas estas reflexiones? ¿Y de la conversación entre el jeque y Ka, con la que se cierra esta primera parte de la lectura, en la que éste se sincera sobre su culpa por no creer en Dios y su confusión por sentirse tan occidental?

Plazos

Ahora ya sí es hora de vuestros comentarios sobre esta primera parte de nuestra lectura. Espero que sean muy numerosos y que contestéis a las preguntas que planteo. Mientras dejáis vuestros comentarios, continuaremos, a lo largo de una semana, con la lectura de la novela a partir del capítulo 12 (pág.123) hasta el capítulo 23 inclusive (pág. 249). ¡Ánimo con esos comentarios y buena lectura!

 

Nieve: entre Oriente y Occidente

28 May
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Orhan Pamuk no Fronteiras do Pensamento 2011. Foto en flickr de fronteirasweb. Algunos derechos reservados.

Orhan Pamuk nos va a hablar, fundamentalmente, en Nieve de los problemas de una Turquía contemporánea que se debate entre Oriente y Occidente, entre tradición y modernidad. Pero Nieve es mucho más. Para mí es una novela esencialmente poética (no en vano su protagonista, Ka, es poeta) que se pasea por el amor y el ansia de felicidad. También va a cuestionar y a profundizar en el poder, la política y su violencia y la religión.

Ka, un poeta turco, exilado en Alemania desde hace 12 años, vuelve a Turquía a principios de los años noventa. Se traslada a Kars, una lejana ciudad en la frontera con Armenia representativa de la Turquía pobre y olvidada por los que detentan el poder, con el propósito de escribir una serie de artículos para un periódico de la capital sobre las elecciones municipales (que todo indica que ganarán los islamistas) y sobre los suicidios de jóvenes musulmanas que prefieren morir antes de quitarse el velo que cubre sus cabezas. Pero hay otros motivos más personales que le empujan a ir a esta ciudad. En ella, Ka se verá involucrado en las intrigas políticas locales y en la realidad convulsa y a veces surrealista de esta ciudad de la que no saldrá indemne. A la vez, la belleza y la melancolía de la nieve que no para de caer, le empuja a escribir, atravesado por la inspiración y como en estado de trance, 19 poemas en sólo tres días, que es el tiempo en que se desarrolla la novela. Claramente hay un juego intencionado por parte del autor entre las tres palabras claves de la novela: Ka, Kars y Kar (nieve en turco). Al final de la novela aparecen los títulos de los diecinueve poemas que escribe Ka en Kars y los capítulos y páginas en los que se mencionan pero nos vamos a quedar con las ganas de leerlos porque no son transcritos ninguno de ellos, como máximo el narrador nos explica sobre qué tratan.

Ka, nacido en Kars pero criado y formado en Nisantasi (como el autor), un barrio acomodado de la burguesía de Estambul, ha vivido muchos años en Europa por lo que representa al hombre culto, el intelectual que ha asumido el modo de vida europeo occidental lo que le lleva a defender el laicismo para su país. Él mismo se considera ateo, un ateo al que le van a hacer dudar de su condición religiosa muchos de los personajes islámicos militantes con los que va a entrar en contacto durante su estancia en Kars.

Nieve está narrada en 3ª persona omnisciente por un amigo del protagonista del que descubriremos más cosas hacia el final de la novela. Este narrador, de una manera muy novedosa, participa en la historia dirigiéndose hacia el lector y adelantándole información, pero esto no perjudica a la trama argumental, sino que incluso hace que aumente nuestro interés en la lectura.

Nieve es una novela de una gran belleza en la que, a través de una reinvención del lenguaje novelístico, el autor construye todo un universo que nos atrapa desde el principio con una prosa diáfana, poderosa y un tono melancólico y poético.

En una entrevista concedida al periodista de El País, Miguel Ángel Villena, el 24 de septiembre de 2005, con motivo de la publicación de Nieve en España, Orhan Pamuk contesta a una pregunta sobre la importancia de la nieve en su novela: yo necesitaba un pueblecito del noroeste de Turquía, en el que nevase lo bastante como para que el pueblo se quedara aislado del resto del país. Por eso necesitaba la nieve, para que la historia fuera creíble. A la vez, está también la idea de que cada copo de nieve es diferente de los demás, por lo que nosotros como personas, nos podemos identificar con esta individualidad, con la personalidad de los seres humanos. Cada ser humano es diferente de los demás, como los copos de nieve. Además está la belleza del paisaje nevado, que es un tema que me gusta mucho. Y estas cosas se combinan. Casi todas estas cosas las fui haciendo de tal forma que no sé muy bien por qué las hice. Pero así las hago, me interesa y queda muy bonito. Hay una extraña geometría oculta en todo ello y yo simplemente me dejo llevar por la intuición cuando las junto todas.

En otra pregunta que le hace el entrevistador acerca de si es o no una novela política, el autor responde: este libro no pretende solucionar los problemas políticos de Turquía. De lo que trata este libro es de comprender a la gente que ha quedado totalmente atrapada por estos problemas de laicismo, islamismo político, modernidad, tradición, amor a la familia y la imposición de una manera de pensar, vestir, hacer… La intención política de este libro es describir mi país, más que hacer un comentario político. El tema de este libro es político pero, por otra parte, no tiene la aspiración de adoptar una postura política. Tanto los lectores laicos, como los islámicos, se sintieron ofendidos de alguna forma con este libro cuando se publicó en Turquía hace tres años. Porque los laicos pensaron que yo estaba mostrando algo de comprensión hacia los políticos islámicos, que se retrataban en el libro como una especie de víctimas del Ejército turco. Y los políticos islámicos pensaron que me estaba riendo un poco de ellos por sus ideas, su brutalidad, su confusión y su miseria.

Orhan Pamuk es un poderoso narrador, un escritor que sabe crear un mundo propio. Con un marcado estilo poético, escribe libros densos, raros, sugerentes que exigen la colaboración intelectual del lector y que acaban produciendo una especie de fascinación. A veces es oscuro y experimental. Escribe sobre el odio, el amor, el miedo, la envidia, la violencia, el desprecio… Pamuk ha dado un nuevo sentido a la narrativa actual combinando la rica tradición literaria turca y árabe con los recursos de la novela moderna. En este sentido se aprecia la influencia del escritor egipcio, también Premio Nobel, Naguib Mahfouz. Otra gran influencia en la obra de Pamuk es la de Dostoievski, sobre todo en la construcción de novelas dialogadas donde la trama se erige a través de múltiples voces y presencias.

Su ciudad, Estambul, es frecuentemente protagonista y tema de algunas de sus novelas más importantes. En 2005 se publicó el libro de memorias Estambul. Ciudad y recuerdos. Pamuk es para Estambul lo que fuera James Joyce para Dublín o Mahfouz para El Cairo.

En 2004 fue llevado a juicio por afirmar en una entrevista a un periódico suizo: en Turquía mataron a un millón de armenios y a 30.000 kurdos. Nadie habla de ellos y a mí me odian por hacerlo. Le fue impuesta una condena de 6 meses durante los cuales no podía cometer delitos. En 2005 se reafirmó en sus palabras y, tras el apoyo de escritores de renombre mundial como Saramago, García Márquez, Eco, Gunter Grass, Salman Rushdie o Vargas Llosa que firmaron una declaración conjunta acusando al gobierno turco de no respetar los derechos humanos, un tribunal abandonó el proceso judicial. Su postura ante el problema armenio y kurdo en Turquía lo han convertido en un personaje polémico en su país: mientras unos le consideran un traidor otros le apoyan.

¿Por qué escribe Pamuk? Escribo para que el mundo entero sepa la vida que hemos llevado y seguimos llevando yo, los otros, todos, nosotros, en Estambul, en Turquía […] Escribo porque la vida, el mundo, todo, es increíblemente hermoso y sorprendente. Escribo porque me resulta agradable verter en palabras toda esa belleza y esa riqueza de la vida. Escribo no para contar una historia sino para crear una historia. Escribo para librarme de la sensación de que hay un sitio al que debo ir pero al que no consigo llegar, como en un sueño. Escribo porque no consigo ser feliz. Escribo para ser feliz.

Lo que me une a la escritura es el deseo de refugiarme en un segundo mundo más complejo y más rico que el mundo aburrido, sofocante y frustrante que conocemos. […]  Por supuesto, este segundo y reconfortante mundo que llevo treinta años forjándome a solas en un rincón, lo construyo con materiales del mundo que todos conocemos, con lo que puedo ver en las calles y en las casas de Estambul, Kars o Frankfurt. Pero nuestra imaginación, la imaginación del novelista, también le da a este limitado mundo real un espíritu mágico y particular.

No me resisto a transcribiros el inicio de su novela La vida nueva (1995): Un día leí un libro y toda mi vida cambió. ¿No os recorre un escalofrío al leer esta frase? Para los que somos “letraheridos” tiene un significado pleno. ¿No os ha pasado alguna vez?

Os dejo algunos enlaces interesantes. Para los que sepáis inglés, Orhan Pamuk Official Web Site, con todo tipo de información sobre el autor y su obra. Otro más que contiene un resumen de “La maleta de mi padre”, el discurso que pronunció cuando le fue entregado el Premio Nobel. Y, por último, un enlace a todos los artículos escritos por Pamuk en El País.

Y termino con el comienzo de Nieve: El silencio de la nieve, pensaba el hombre que estaba sentado inmediatamente detrás del conductor del autobús. Si hubiera sido el principio de un poema, habría llamado a lo que sentía en su interior el silencio de la nieve.

Plazos

Vamos a dividir la lectura en cuatro partes. La primera, que leeremos a lo largo de una semana, nos llevará hasta el final del capítulo 11, Ka y el señor jeque (pág. 122).

Os reitero lo de siempre, sobre todo a los nuevos: escribir en este post, mientras vais leyendo esta primera parte, sólo vuestras impresiones iniciales sobre la lectura o los personajes, o sobre lo aquí escrito o los enlaces dejados, pero no la comentéis, ni esta parte ni mucho menos en su totalidad. Cuando publique el post de análisis correspondiente a esta primera parte de la lectura dentro de una semana, y todos hayáis leído dicha parte, entonces podréis explayaros ampliamente en vuestros comentarios sobre ella en dicho post. Debéis respetar los plazos de lectura y dejar vuestros comentarios en los post respectivos a cada parte. ¡Buena lectura!

Nuestro próximo libro: NIEVE de ORHAN PAMUK

19 May
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Portada de la novela «Nieve» de Orhan Pamuk. Alfaguara

Damos un gran salto de Japón a Turquía para leer Nieve, una de las más importantes novelas del escritor turco Orhan Pamuk (Estambul, 1952). Nieve fue publicada  en 2002 y traducida al español en 2005, un año antes de que le concedieran al escritor el Premio Nobel de Literatura. Ya antes del premio, Pamuk era uno de los escritores más leídos, más premiados y más traducidos de la literatura turca actual. Tras el premio, su importancia ha ido creciendo y consolidándose en todo el mundo.

Nieve es un thriller político cuya acción transcurre en Kars, una remota ciudad en el noreste del país en la frontera con Armenia. Ka, un poeta y periodista turco exiliado en Alemania por motivos políticos, viaja a esta ciudad en pleno invierno para escribir una serie de reportajes sobre una ola de suicidios de jóvenes a las que se les ha prohibido llevar el velo a la escuela. El poder, la religión, el amor, la felicidad, la poesía, la violencia política, la sociedad turca sumida en su encrucijada oriente-occidente (uno de los temas claves en la obra de Pamuk)… desfilan por esta interesante novela.

Una absorbente proeza narrativa… una lectura esencial para estos tiempos. Margaret Atwood, “The New York Times Book Review”.

Misteriosamente bella… profunda y conmovedora. “Publishers Weekly”.

Pamuk utiliza sus poderes para mostrarnos los dilemas críticos de la Turquía contemporánea. ¿Cómo de europea es? ¿Cómo puede responder al fundamentalismo islámico? ¿Y cómo puede un artista lidiar con estos temas? Tom Payne, «The Daily Telegraph».

A partir de mañana sábado 20, podéis pasar a recoger vuestro ejemplar en la Biblioteca Fórum. Disponéis de una semana para ello. Los que vivís fuera también contáis con una semana para conseguir el libro editado por  Alfaguara.

Nos encontraremos aquí en dicho plazo para empezar la lectura de Nieve. Mientras, los que todavía no habéis dejado vuestros comentarios finales sobre el libro de Haruki Murakami podéis hacerlo a lo largo de estos días.

No os olvidéis de devolver vuestro ejemplar de Tokio blues. Gracias.