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Shakespeare en su contexto histórico

9 Feb

Dibujo de William Shakespeare. Foto: Dreamstime

William Shakespeare escribió “Hamlet” un tiempo después de que falleciera su hijo pequeño, que se llamaba Hamnet. De hecho, la novela se abre directamente dejando bien clara su referencia histórica con el siguiente texto: “En la década de 1580, una pareja que vivía en Henley Street (Stratford) tuvo tres hijos: Susanna y Hamnet y Judith, que eran gemelos. Hamnet, el niño, murió en 1596 a los once años. Cuatro años más tarde su padre escribió una obra de teatro titulada “Hamlet““.

La siguiente página, justo después de una cita directa de “Hamlet“, sigue matizando la referencia histórica: “Hamnet y Hamlet son en realidad dos formas perfectamente intercambiables de un mismo nombre, según consta en los anales de Stratford de finales del siglo XVI y principios del XVII“. Y la importancia de poner sobre la mesa este matiz en la nomenclatura de Hamnet / Hamlet resulta especialmente reveladora si tenemos en cuenta que el nombre William y el apellido Shakespeare no salen ni una única vez en toda la novela de O’Farrell.

Agnes se nos presenta como una mujer que tiene amplios conocimientos de plantas medicinales y que es una solicitada curandera en Stratford, donde la vida diaria de las mujeres en la época isabelina es narrada con gran detalle. Mientras tanto, Shakespeare nunca es mencionado por su nombre, sino como ‘el esposo’ o ‘el padre’, y su mundo del teatro en Londres queda prácticamente fuera de la página.

Contexto histórico

Enrique VIII

El siglo XVI en Inglaterra da comienzo a la edad moderna, un período histórico cuyo inicio se sitúa más o menos en la caída del Imperio Bizantino y en el descubrimiento de América por Cristóbal Colón en 1492. Fue una época marcada por importantes cambios a nivel político, económico y religioso. A nivel cultural la edad de oro Isabelina dio como fruto escritores de la talla de William Shakespeare.

Enrique VIII (1509-1547) fue responsable de la ruptura con la iglesia católica de Roma y el establecimiento de la monarquía como máxima autoridad de la iglesia de Inglaterra. Se encargó además de sentar las bases de la iglesia protestante anglicana y consiguió la adhesión de Gales al reino de Inglaterra. A partir de la ruptura con la Iglesia Católica de Roma en 1534, comenzó a gestarse la iglesia anglicana. Tras la reforma protestante de Martín Lutero surgida en Alemania, Inglaterra se sumó al movimiento. No obstante, Enrique VIII era católico devoto en la práctica y así se mantuvo durante todo su reinado, de modo que los reformadores protestantes no pudieron realizar ningún cambio en las doctrinas de la Iglesia de Inglaterra bajo su mandato.

Tras la muerte de Enrique VIII en 1547, su heredero Eduardo VI ascendió al trono a la temprana edad de 10 años. Fue oficialmente el primer monarca protestante de Inglaterra. Su reinado duró unos 6 años y continuó con el mandato protestante que inició su padre. Eduardo VI, a diferencia de su padre, sí fue protestante en la práctica y durante su gobierno se realizaron cambios importantes en las doctrinas de la iglesia, aunque más adelante se revocarían por su sucesora María I.

Tras su muerte, su sucesora en línea era su hermanastra, María I, quien trajo consigo turbulentos cambios. Intentó anular la reforma anglicana implantada por su padre y que su hermano amplió. Implantó nuevamente la Iglesia Católica y promovió la persecución de protestantes. Ordenó múltiples ejecuciones, lo cual le hizo ganarse el apodo de “La sanguinaria”. Se casó con Felipe II de España, convirtiéndose en reina consorte del reino de España cuando su marido ascendió al trono dos años más tarde. Selló así la alianza católica con España y el matrimonio fue recibido con una fuerte revuelta popular en Inglaterra organizada por el poeta Thomas Wyatt.

Isabel I de Inglaterra

La reina falleció sin hijos, por lo que la siguiente en la línea sucesoria era su hermanastra Elizabeth Tudor. Muchos deseaban ver a Elizabeth como reina y otros no tanto, pues para mediados del siglo XVI Inglaterra estaba dividida en católicos y protestantes.

Elizabeth I, hija de Ana Bolena y Enrique VIII, quedó huérfana de madre a los tres años y fue declarada hija ilegitima. Se le retiró el título de princesa que recuperó con la ayuda de la última esposa de su padre, Catherine Parr. fue coronada en noviembre de 1558 en la Abadía de Westminster a la edad de 25 años y fue reina hasta su muerte en 1603. Se trata de uno de los reinados más largos de la historia del país.

La iglesia anglicana de Inglaterra se verá reforzada y consolidada por ella.  Reinstauró el protestantismo en el país, rompió con el Papa de Roma, pero sin perseguir ni condenar el catolicismo. 

Gobernó el país sola y no quiso compartir el poder con ningún esposo. Fue la última monarca de la dinastía Tudor porque no tuvo descendencia. Fue reina de Inglaterra, Gales e Irlanda. Demostró tener dotes para gobernar Inglaterra desde el principio a pesar de la presión que siempre tuvo para que se casara y diera un heredero al trono. Pronto empezó a ser conocida como la Reina Virgen y se generó un gran culto alrededor de su figura a medida que iba envejeciendo soltera. Ella misma afirmaba que estaba casada con su reino, Inglaterra, y que sus súbditos eran sus hijos. 

En pleno auge del Renacimiento, el reinado de Isabel I de Inglaterra se conoce como el período Isabelino. En Inglaterra fue una época de gran esplendor cultural, con figuras como William Shakespeare y Christopher Marlowe en la literatura inglesa.

La exaltación patriótica cobró suma importancia. La alegoría de Britannia, que es la caracterización de la isla de Gran Bretaña en una figura humana, fue utilizada por primera vez en 1572 y poco a poco empezó a cobrar importancia.

Durante el siglo XVI recibieron un gran impulso las actividades artesanales y manufacturas. De este modo se sentaron las bases para una industria nacional del vidrio, la cerámica, la seda y se incrementaron las exportaciones de las manufacturas de lana.

También se reforzó la flota militar y mercantil del país gracias a la labor de corsarios como el conocido Sir Francis Drake. Se podría decir que Isabel I sentó las bases de la expansión del Imperio Inglés durante su reinado. Apoyó cualquier acción que dañara la hegemonía del reino de España. Era su gran enemigo, pues el imperio Español dominaba Europa por aquel entonces y estaba en su máximo apogeo. Estas acciones iban desde autorizar a los corsarios ingleses a atacar barcos españoles que volvían del nuevo mundo cargados de riquezas, hasta apoyar revueltas y levantamientos en los Países Bajos y Portugal contra la ocupación española.

Batalla de la Armada Invencible

Finalmente, la tensión con España desembocó en la famosa batalla de la Armada Invencible en aguas del canal de la Mancha en 1588. Es muy popular el discurso de la reina Isabel I en Tilbury, el cual iba dirigido a las tropas inglesas que aguardaban la llegada de la flota Española. España tuvo que retirarse debido al gran número de embarcaciones perdidas. La guerra acabó arruinando económicamente a ambos países, sobre todo por la contra-armada que Inglaterra envió para atacar España al año siguiente. Finalmente, ambos reinos firmaron un tratado de paz tras la muerte de Isabel I, ya bajo el reinado de su sucesor al trono Jacobo I.

El fin de su reinado coincidió con el lento comienzo de la decadencia del imperio Español y el inicio del posicionamiento de Inglaterra como primera potencia mundial, sobre todo por su reafirmación naval y el control de las colonias en América del Norte.

El ascenso al trono del rey Jacobo I supuso el inicio del proceso de unificación de los reinos de Inglaterra, Irlanda y Escocia, conocido con el nombre de Unión de las coronas o Union of the crowns en inglés

¡¡Espero que disfrutéis con la novela!!

Nuestra próxima lectura: «Hamnet» de Maggie O’Farrell

4 Feb

Vamos a leer la novela «Hamnet» de la escritora británica de Irlanda del Norte Maggie O’Farrell por la que ha recibido el prestigioso Women’s Prize for Fictionen el 2020. Editada por Libros del Asteroide en 2021 y traducida por Concha Cardeñoso.

La novela

Año 1596, Stratford-upon-Avon, Inglaterra. La vida de Agnes transcurre plácidamente junto a su marido y sus tres hijos. Ella cultiva plantas medicinales mientras William trabaja en Londres. El destino, sin embargo, les reservará un duro golpe cuando su hijo Hamnet, de once años, muera repentinamente tras contraer la peste. A raíz de esta tragedia, su padre creará uno de los grandes personajes de la literatura universal, de nombre casi idéntico al de su hijo. Pero este libro no habla de famosos sucesos sino de algo íntimo y olvidado: la vida de esta familia, y especialmente la de la mujer que la sostenía y que tuvo que cargar con una insoportable pérdida.

En su nueva novela, de enorme éxito, Maggie O’Farrell transita entre la ficción y la realidad histórica para acercarnos al pasado desde otro punto de vista y reivindicar una de esas inolvidables figuras que, como Agnes, pueblan los márgenes de la historia. O’Farrell nos transporta minuciosamente a la cotidianidad de la campiña inglesa a finales del siglo XVI y ahonda en las pequeñas grandes cuestiones de una existencia común y corriente: la maternidad, el matrimonio, el dolor y la pérdida.

La autora

Maggie O’Farrell nació en Coleraine (Irlanda del Norte) en 1972. Es periodista y escritora. Creció en Gales, Escocia, y a los ocho años sufrió una encefalitis que le hizo perder un año escolar. Esta experiencia se vio reflejada en varias de sus novelas. Estudió Literatura Inglesa en el Murray Edwards College. O’Farrell ha trabajado como periodista en Hong Kong y también como redactora literaria en The Independent. Por otra parte, impartió clases de Escritura Creativa en la Universidad de Warwick y en el Goldsmith’s College.

Ha publicado las novelas «After You’d Gone» (2000), «My Lover’s Lover» (2002), «The Distance Betwen Us» (2004) ganadora del Premio Somerset Maugham, y la «Gran desaparición de Esme Lennox» (2007).

Por el hecho de ser irlandesa sufrió muchas burlas y vejaciones en Inglaterra, tema que trataría en sus obras a partir del 2013, como es el caso de «Instrucciones para una ola de calor». Entre sus libros traducidos al castellano también se pueden encontrar «La primera mano que sostuvo la mía» (2010,) ganadora del Premio Costa de Novela, «Tiene que ser aquí» (2016).


Calendario de lecturas:

  • Presentación de la novela: 4 de febrero de 2022
  • Contexto histórico: 9 de febrero de 2022.
  • Comentarios de la novela: 28 de febrero de 2022.

Ya tenéis disponible un ejemplar de la novela en la Biblioteca Fórum y en la Biblioteca Durán Loriga.

Nos leemos,

Aventura en Italia

19 Dic

Fotograma de la película de Mike Newell

Argumento

Éste es el inicio de una bonita aventura para cuatro mujeres inglesas que pasan un mes en una preciosa villa italiana, San Salvatore. Son muy diferentes y no se conocen de nada antes de embarcarse en este viaje pero hay algo que les une: su deseo de huir de la lluviosa Londres y de sus insatisfactorias vidas. Y yo creo que más de lo segundo que de lo primero.

  • Lotty,  Mrs. Wilkins, es una mujer dubitativa con un marido muy rancio, abogado, sumamente práctico y racional. 
  • Rose, Mrs. Arbuthnot, es una mujer que se ha dejado caer en una vida ocupadísima con los demás, “atendiendo a sus pobres” pero “desatendiendo” su vida personal, su felicidad y al que fue su gran amor, su marido debido a que éste escribe novelas poco “recomendables”. Entre ellos se ha abierto un abismo que parece insalvable. Su marido estará encantado con el viaje de su mujer, casi ni se enterará de su ausencia.
  • Scrap, Lady Caroline Dester, una joven guapa, encantadora, perfecta, a la que todos adoran y con la que es imposible enfadarse porque hasta cuando quiere ser antipática resulta encantadora. Y ya no lo soporta más. San Salvatore es su huida hacia el anonimato y la soledad.
  • Mrs. Fisher, la más mayor, una dama victoriana rodeada de recuerdos de muertos y grandes glorias literarias. Una persona severa y reservada.

Llegan al castillo y que se encuentran con una explosión de colores, de aromas y de sol, en un hermoso y tranquilo lugar lleno de flores que las transforma. Y esa es la trama, su transformación, una transformación contada con humor, con situaciones cómicas, vivida desde el interior de cada una de ellas, que al tiempo que te absorbe te pone una sonrisa en la cara.

Poco a poco el ambiente de San Salvatore se va adueñando de todas ellas. El sol, el aroma de las flores, la tranquilidad, la vida relajada, hace que poco a poco se vayan abriendo un poco más, dándose cuenta de lo importante, relativizando, de manera que su relación, tirante en un principio, se va tornando más armoniosa, y realmente se sienten felices en la campiña italiana.

Lo consideran como un punto de inflexión en su monótonas vidas. No son felices y no saben porqué. Ahora tienen tiempo de reflexionar, descansar, ver las cosas con más distancia. El convivir con personas desconocidas y tan distintas a ellas les da otro punto de vista y aprenden a relativizar la vida. También creo que aprenden a quererse más a si mismas, a buscar su propia felicidad sin estar tan pendientes de la felicidad de los demás.

“Esa última semana brotaron las celindas en San Salvatore y todas las acacias florecieron… Esa última semana, tumbarse bajo una acacia y mirar hacia arriba entre las ramas, viendo cómo se estremecían sus frágiles hojas y sus blancas flores contra el azul del cielo, producía una enorme felicidad” 

Es una narración pausada, tranquila, que se apoya mucho en todo lo sensorial, sonidos, olores, colores, sabores… y en los pensamientos y evolución interior de los personajes, con caracteres muy marcados y muy diferentes entre sí, pero que finalmente consiguen un buen entendimiento. 

Contexto histórico

La novela se desarrolla en los años veinte, en el Período de entreguerras. Gran Bretaña había sido una de las grandes triunfantes, pero la victoria no tuvo el buen sabor de boca que se esperaba. Los años de guerra habían pasado factura: también debían pagar, al igual que otros países europeos, las deudas que habían contraído, especialmente con Estados Unidos. 

Gran Bretaña se fue poco a poco alejando de la diplomacia europea. Se centró en sus propios problemas internos y el inmenso imperio colonial. Respecto a este último, ante el debilitamiento económico tras la guerra, se creó la Commonwealth. Mediante esta, aquellos dominios de población blanca, Australia y Canadá, pasaron a ser básicamente Estados independientes bajo la jefatura de la monarquía inglesa. De esta forma, se liberaba de la gestión de estos dos territorios, puesto que además tuvo que hacerse cargo de amplias zonas de Oriente Próximo y África, que anteriormente habían sido colonias alemanas, en el caso de África, o eran territorios del Imperio otomano, que salió mal parado de la Gran Guerra y quedó reducido a la actual Turquía.

En cualquier caso, pese a que se mantuvo el orden colonial del Imperio británico, la realidad fue que la mentalidad hacia las colonias se fue transformando. Se estableció la idea de responsabilidad, de tal forma que dichos territorios no podían ser únicamente explotados sin que se produjera cierto desarrollo y prosperidad en los mismos. También Francia siguió una política parecida en este ámbito, a quien también le tocó gestionar territorios del Oriente Próximo.

Gran Bretaña, además, tuvo que ver como Irlanda, que había formado un parlamento propio en 1919, declaraba la independencia e intentaba el reconocimiento internacional en París. Se entraba en una nueva y dificultosa fase de las relaciones angloirlandesas, y, por mucho que Gran Bretaña lo negara, la realidad es que se abrió una guerra civil entre ambas naciones.

Las fuerzas republicanas irlandesas hicieron frente a los cada vez mayores efectivos militares que tuvo que desplazar Inglaterra Por si todo era complicado, Irlanda del Norte, de mayoría protestante, se desprendía de Irlanda y manifestaron su debilidad al Reino Unido. Finalmente, en 1922, el gobierno republicado de Dublín consiguió concesiones por parte del británico, por lo que la guerra civil finalizó, aunque no así la violencia, la cual permaneció entre los independentistas irlandeses y los que apoyaban la lealtad a la Corona.

Gran Bretaña extendió el voto primero a todos los hombres y luego a las mujeres. Pero al igual que en el resto de Europa, Inglaterra, que ni siquiera con el primer gobierno de los laboristas dejó de ser extremadamente conservadora, no estuvo libre de las quejas de la población por la situación económica que atravesaba el país.

La sociedad en los años veinte

Al final de la Primera Guerra Mundial, la mayoría de la gente empezaba a trabajar entre los 12 y los 14 años, tenía una cantidad de tiempo libre limitada debido a las largas jornadas de trabajo y a la pobreza, y su participación política era restringida. Mientras que en 1919 se concedió el derecho de voto a todos los hombres a partir de los 21 años, solamente las mujeres a partir de los 30 y que cumplían ciertos requisitos de propiedad tenían derecho de voto.

A finales de los años treinta, la edad escolarización obligatoria se había elevado hasta los 14 años; los sueldos había aumentado, y las horas de trabajo se habían reducido; los jóvenes asalariados eran importantes consumidores de ocio; se había establecido el sufragio universal a partir de los 21 años y los jóvenes menores de 18 años estaban sujetos aun creciente escrutinio por parte del Estado. Tanto la experiencia vivida por la juventud como el lugar de la gente joven en la sociedad en general estaban, por lo tanto, sujetos a un cambio importante. 

Las jóvenes flappers de los años 20

A medida que avanzaba el siglo y los procesos de modernización, la mujer ocupó, cada vez con mayor insistencia, nuevos espacios. Su presencia se hizo habitual en el teatro, las salas de cine, los salones de té y aun en los clubes sociales, en los cuales, a principios del siglo, sólo se permitía la presencia masculina. Durante los años 20, y como consecuencia del impacto de la primera Guerra Mundial en los roles femeninos, sectores de mujeres de la sociedad local que tenían oportunidad de viajar al exterior o de leer y estar en contacto con publicaciones europeas adoptaron actitudes y comportamientos que se distanciaban del ideal femenino convencional.

La moda se hizo mucho más sofisticada, se suprimió el uso del corset, permitiendo mayor libertad de movimiento en el cuerpo femenino, el largo de la falda se recortó de forma notable exponiendo a la vista las piernas, el cabello se llevó corto y se impuso el maquillaje. La coquetería reemplazó las actitudes de modestia y pudor, y entre los sectores femeninos de la élite se fue extendiendo la práctica de deportes como el patinaje, el básketbol y la natación.

Aparecieron las jóvenes flappers, primero en Inglaterra y después en EEUU, que revolucionaron la imagen tradicional de la mujer. Eran jóvenes y rebeldes que vivían un estilo de vida diferente, trabajaban, conducían, fumaban, bailaban, escuchaban música no convencional de la época como el jazz, acudían a fiestas y se vestían y maquillaban de forma diferente.

Numerosas publicaciones católicas que existían en las ciudades y que iban dirigidas ante todo a las amas del hogar expresaron airadas protestas contra estas nuevas actitudes femeninas. Los puntos centrales de ataque fueron las «malas lecturas», el cine, la moda escandalosa, la práctica de deportes y los bailes. Todas estas actividades, según la Iglesia, alejaban a la mujer del hogar y de la misión que se le había asignado. Indudablemente la influencia del American way of life que se reflejaba en el cine, las revistas y la publicidad, tuvo un fuerte impacto en la vida femenina cuando las ideas de confort, libertad y gusto por lo moderno se fueron imponiendo.

Comentario

Es una narración pausada, tranquila, que se apoya mucho en todo lo sensorial, sonidos, olores, colores, sabores… y en los pensamientos y evolución interior de los personajes, con caracteres muy marcados y muy diferentes entre sí, pero que finalmente consiguen un buen entendimiento. 

La autora nos presenta el perfecto dibujo de cuatro mujeres bastante distintas (la fantasiosa, la espiritual, la caprichosa y la dominante) totalmente opuestas entre si y que nos permite conectar inmediatamente con la historia que nos cuenta, con la odisea personal de cada una de ellas, con su despertar de los sentidos.

Cada cual es más diferente, la tímida y gris que no es apreciada por nadie que se revela atrevida y espontánea. La beata entregada a los pobres con un matrimonio infeliz que resulta ser una romántica a pesar de su aparente frialdad. La noble de una belleza arrebatadora, infeliz por ser siempre el centro de atención de todos que no la permiten ser ella misma ni un momento de intimidad o la vieja gruñona que vive anclada en el pasado, no entiende a las nuevas generaciones y siempre se comporta de un modo desagradable.

Todas esas mujeres coinciden en que desean huir de sus respectivas vidas. Los personajes se muestran ante los lectores en un monólogo interior que refleja abiertamente sus dudas, miedos y pensamientos. Es una obra sincera en la que se reconoce la verdad de los personajes y por eso mismo me ha gustado.

En esta novela se respira ese ambiente de principios de siglo de forma natural. El deseo de las mujeres inglesas de romper con las ataduras y rigidez victoriana y de abrir las ventanas de sus vidas a nuevas experiencias es palpable en cada página. Vemos como van dejando atrás sus miedos  y como van transformando sus carácter en el paraíso de San Salvatore.

Además, podemos concluir en que estamos ante una lectura entretenida y agradable, una historia que podría tener lugar en cualquier otro momento porque las mujeres aquí presentes representan estereotipos que todavía se dan ahora o se han dado hace treinta años.


¡Ahora os toca a vosotros!

¿Qué os ha parecido la novela? ¿estáis de acuerdo con los comentarios? ¿os ha parecido una lectura entretenida y agradable? 

Realmente no hay acción, ni una trama compleja. Es más un relato de sensaciones, de pensamientos… ¿qué pensáis de ellas? aunque la sociedad haya cambiado o evolucionado mucho desde entonces, ¿reconocéis algún estereotipo en algún personaje?

Comentad todo lo que queráis.

La próxima lectura se presentará el 7 de enero, martes

!!!Felices fiestas!!!

El amor que nunca fue

18 Oct

 

Fotograma de la película

Fotograma de la película de James Ivory (1993)

Argumento

Stevens sigue su viaje, su propósito es ir hasta el lugar donde reside Mss kenton y preguntarle si le gustaría volver a ser la dama de llaves de Darlington Hall. Llevan 7 años sin verse. Todo este tiempo seguían escribiéndose pero en la última carta ella le confesó que había dejado a su marido y que no sabía que iba a hacer el «resto de sus días». Esto motivó a Stevens  a ir en su busca para ofrecerle volver. ¿Pero solo le movían intereses laborales?

El viaje sigue siendo una excusa para volver al pasado. Él se siente muy orgulloso de haber servido con mucha lealtad a lord Darlington del que sigue pensando que era un caballero y una buena persona aunque con sus equivocaciones.

Durante el auge del nazismo en Alemania, Lord Darlington intentó que Inglaterra se acercara a Alemania porque entendía que la democracia era un signo del pasado y que el pueblo no tenía porqué saber de política y menos de lo que más le convenía. Esto le llevó a organizar una serie de encuentros secretos en su mansión con personalidades relevantes del panorama político internacional con la intención de un acercamiento al Tercer Reich.

Stevens fue un observador pasivo de todos estos acontecimientos pero sin pararse ni un solo momento a reflexionar sobre lo que presenciaba, su lealtad estaba por encima de todo lo demás.

A lo largo de seis jornadas de viaje llega a su destino final, al encuentro de Mss Kenton y logran mantener una conversación algo más sincera con ella. Le expresa que está preocupado por su bienestar y ella le reconoce que al principio de su matrimonio no había sido feliz, que a veces cree que solo lo había hecho para fastidiarle y también le confiesa que en muchas ocasiones pensaba en «la vida que podría haber llevado con usted, MisterStevens«. Pero también asevera «no se puede estar siempre pensando en lo que habría podido ser. Hay que pensar que la vida que uno lleva es tan satisfactoria, o incluso más, que la de los otros, y estar agradecido». Y termina diciéndole que había vuelto con su marido y que intentaría ser feliz el resto de su vida.

En ese momento, Stevens nos muestra sus sentimientos cuando nos revela que al oír aquello «se le partió el corazón» aunque inmediatamente retrocede, se echa a un lado, le dice que toma la mejor decisión y se va para que ella pueda ser feliz.

Comentario

Para mi esta novela supone un extraordinario ejercicio de contención, donde nada parece expresarse abiertamente, pero todo queda perfectamente claro. “Un profundo y desgarrador estudio de la personalidad, las clases y la cultura”, como escribió en su día The New York Times.

Fotograma de la película de James Ivory (1993)

Ishiguro comentó hace años en una entrevista que la novela nació sobre algo que llevaba tiempo pensando y que clasificó como «la metáfora del mayordomo”, una metáfora sobre la negación de la propia identidad y la idea de ser muchas veces un observador de las grandes decisiones de otros sin tomar conciencia de ellas o no querer hacerlo. Todo esto queda reflejado en «Los restos del día», que parte en 1956 y se convierte en un gigantesco fresco de la alta sociedad británica de la primera mitad del siglo XX, sus contradicciones y sus secretos.

En sus poco más de 250 páginas Ishiguro combina magistralmente una novela política, la historia de la trastienda de la Segunda Guerra Mundial, a través del rol del ex patrón de Stevens, un aristócrata británico simpatizante del Tercer Reich, una novela romántica, el amor nunca consumado entre la ex ama de llaves a quien Stevens va a visitar en su viaje y el propio mayordomo, y una obra costumbrista de la Inglaterra del siglo pasado. Y todo ello lo va relatando a través de la voz del propio Stevens quien parece estar en permanente contradicción con los hechos.

La peculiaridad de Stevens como narrador es que en ningún momento da opinión alguna sobre su enamoramiento o sobre el derrumbe moral de Lord Darlington. Como buen mayordomo inglés de aquel entonces, está incapacitado para la reflexión. No puede siquiera titubear cuando recibe una orden, ni poner en tela de juicio el carácter o las motivaciones de quien la emite.

Además, Stevens parece vivir en permanente negación como cuando insiste en que Lord Darlington no era un mal hombre, era un hombre de gran corazón”, en respuesta a los cuestionamientos sobre las simpatías nazis de su ex patrón e Ishiguro maneja con extraordinario talento ese tono contenido.

Sólo hacia el final del libro, el narrador logra revelar sutilmente sus sentimientos hacia Mss Kenton. Pero rápidamente vuelve a ocultarlos cuando la mujer reconoce que ya es demasiado tarde. Ishiguro solo nos regala ese pequeño destello de honestidad emocional, para regresar luego al punto de partida, el mismo Stevens de siempre:  

«Cuando mañana regrese a Darlington Hall, considerando que mister Farraday aún estará ausente otra semana, empezaré a ejercitarme de nuevo con más ánimo. Así, cuando mi patrón vuelva, espero poder darle una grata sorpresa.»


¡Ahora os toca a vosotros!

Me gustaría que plasmaseis vuestras opiniones sobre este libro. A mi me gustó mucho en su día y me sigue pareciendo maravilloso hoy en día.

Creo que además el autor también combina muy bien la dualidad del pasado y el presente. Stevens vive permanentemente en el pasado, recreándose en sus recuerdos. Hasta el viaje que estamos presenciando nos lo cuenta en pasado, una vez que han tenido lugar los hechos aunque sean en el mismo día. ¿El pasado no nos deja avanzar?

¿Os gustó el relato que hace de la dignidad? ¿pensáis que es acertado?

¿No creéis que el clasismo que se refleja en la novela incluye a todas las clases sociales?

La presentación de la nueva novela será el próximo jueves, 24 de octubre.

Nos leemos,

Darlington Hall

10 Oct

Argumento

En esta primera parte nos adentramos en el mundo de Darlington Hall a través de los ojos de Stevens,  su mayordomo principal desde hace 30 años. El autor nos muestra un universo encorsetado donde el protocolo y el servilismo son los pilares fundamentales del día a día. Stevens no conoce otro entorno, lo ha vivido con naturalidad y lo ha agradecido. Sabía a que atenerse y aceptaba las normas. Pero todo esto cambia a la muerte de Lord Darlington. 

En ese momento  la mansión se vende y pasa a manos de un millonario norteamericano, Mr Farraday, para quien las costumbres inglesas le son desconocidas y vive conforme a otras normas y valores. Aún así, reconoce el trabajo realizado por Stevens y lo considera desde el primer momento «hombre de confianza».

A Mr Farraday le sorprende que Stevens apenas haya salido de la mansión a lo largo de su vida y casi no haya tenido vacaciones, así que con toda naturalidad le ofrece el coche del fallecido Lord Darlington para que haga un viaje y conozca el país mientras él esté ausente en los Estados Unidos.

La espontaneidad no es el fuerte de Stevens así que le costó decidirse a seguir sus recomendaciones. Lo que lo motivó, al final, fue un objetivo laboral, visitar a la antigua ama de llaves de Darlington, Mss Kenton, y preguntarle si querría volver a trabajar allí. La sociedad estaba cambiando y andaban escasos de personal que supiera servir en mansiones de esas dimensiones. Con ese pretexto inicia el viaje.

El viaje en coche, pausado y sin grandes aventuras sirve de excusa a Stevens para ir recordando el pasado, concretamente los años en los que coincidió con Mss Kenton en la mansión. Corrían los años 20. Alemania había perdido la guerra y el Tratado de Versalles había sido muy duro por las enormes sanciones económicas y de toda índole que le supuso acatar. Se vivían años convulsos en política exterior e Inglaterra como país aliado estaba al lado de Francia y EEUU. Aun así, Stevens recuerda como se llevaban a cabo importantes reuniones en la mansión con personajes ilustres venidos de distintos países para hablar de la situación de Alemania.

Al margen de la situación política, recuerda la tirante relación que mantuvo con Mrs Kenton en un primer momento y la distante relación con su padre al que admiraba profundamente.

Contexto histórico

Firma del Tratado de Versalles

Al término de la Primera Guerra Mundial, Alemania se había convertido en un estado arruinado, humillado y políticamente inestable. El Tratado de Versalles sella la paz que los vencedores imponen a los vencidos sin posibilidad de negociación.

Aquel 28 de junio, en la Sala de los Espejos del Palacio de Versalles, Alemania firmaba con los aliados el tratado más odiado de la historia contemporánea. El acuerdo, rubricado por los dignatarios internacionales, no gustó a ninguno. Se ponía fin al conflicto más cruento de la historia pero se sentaban las bases de la Segunda Guerra Mundial.

En el periodo de entreguerras, ocurren grandes cambios en Europa con un marcado protagonismo inglés. Para Gran Bretaña el periodo entre 1918 y  1939 fue un periodo de crisis que afectó a todos y cada uno de los aspectos de la vida del país: económico, social y político, afectando también a los aspectos internacionales. 

Se produjeron cambios sociales, económicos y de toda índole.  Inglaterra terminó saliendo de la época Victoriana donde el conservadurismo y la diferencia de clases sociales lo impregnaban todo.

El socialismo y el sindicalismo tomaron mucha fuerza en este periodo y se consiguieron en 1924 el voto de las mujeres mayores de 30 años y el de todas las mujeres sin restricciones de edad en 1928. Esto será más tarde copiado y seguido en los otros países de Europa y después en el resto del mundo.

La despresión y el desempleo a principios de los años 30, seguidas del levantamiento de Hitler y la cruel sombra del Fascismo y Nazismo en Europa, con la amenaza de otra guerra, supuso una especie de paisaje desolador que también se vio reflejado en las obras de poetas y novelistas de la época. 

Comentario

Los «Restos del día» es una especie de diario personal donde su protagonista, Stevens, mezcla los recuerdos, reflexiones e impresiones del viaje que está realizando con la mirada puesta en el pasado. Un pasado que se llevó la Guerra. La historia consigue capturar a la perfección la atmósfera de aquellos años de transformación de la sociedad inglesa, cada vez más lejos de la época Victoriana. Una época que Stevens añora. La nobleza, las mansiones, el servicio acatando cada norma y cada necesidad por trivial que sea en silencio. 

Stevens se pone delante de nosotros y nos habla sin tapujos. Conocemos sus pensamientos y por más alejados que podamos estar de ellos, logra que empaticemos con él. Creo que es porque no es capaz de verse a si mismo. No es capaz de decir lo que realmente piensa, o no se lo permite. No cuestiona las órdenes y pone el deber por encima de sus necesidades personales. Para él la dignidad es lo más importante. ¿Se llevará una desilusión?

Es lo prodigioso de la prosa de Ishiguro, nada densa ni complicada, que logra hipnotizar al lector sin florituras y con sencillez.


¡Ahora os toca a vosotros!

¿Qué os está pareciendo? ¿os gusta la forma de escribir de Ishiguro? teniendo en cuenta que apenas transcurre la acción y que está llena de descripciones y recuerdos, ¿qué impresión os está dejando?

¿Que opinión os merecen los siguientes personajes: Stevens, Mss Kenton y Lord Darlington?

¿Entendéis la relación de Stevens con su padre?

¡¡¡¡Espero vuestras opiniones!!!!

Nuestra primera lectura: «Los restos del día» de Kazuo Ishiguro

1 Oct

Después del parón del verano vamos a iniciar nuestro curso de lecturas con la novela «Los restos del día« del Premio Nobel de literatura Kazuo Ishiguro publicada en 1989. Vamos a leer la edición publicada por Anagrama en 1994 y traducida por Ángel Luis Hernández Francés. La adaptación cinematográfica fue dirigida por el cineasta James Ivory en 1993.

La novela

“Cada vez parece más probable que haga una excursión que desde hace unos días me ronda por la cabeza”.

Así comienza Los restos del día, la que para muchos es considerada la obra maestra del escritor británico de origen japonés Kazuo Ishiguro. No hay certezas en esa afirmación porque Stevens, el viejo mayordomo, protagonista y narrador de la novela nunca las ha tenido.

La historia se desarrolla en Inglaterra, concretamente en julio de 1957. Stevens fue mayordomo durante 30 años de Lord Darlington que murió hace tres años y la propiedad ha pasado a manos de un norteamericano. Su nuevo patrón regresará por unas semanas a su país y le ha ofrecido el coche de Lord Darlington para que se haga un viaje y disfrute de unas vacaciones por una vez en su vida. Stevens ha pasado su vida encerrado en una mansión victoriana al servicio de otros y por primera vez tiene la posibilidad de tomar unos días de descanso. Y el viaje terminará convirtiéndose en una travesía de descubrimiento y transformando a la novela de Ishiguro en una suerte de road movie.

Su publicación en 1989 catapultó a Ishiguro a la primera línea de la escena literaria británica y mundial, pese a que ya había publicado dos novelas y su nombre integraba la ya famosa lista de la generación Granta junto a figuras como Ian McEwan, Martin Amis y Julian Barnes entre otros. Con el libro, sin embargo, Ishiguro obtuvo el prestigioso Booker Prize, alcanzó un estatus superior en las letras británicas y terminó siendo nombrado Oficial de la Orden del Imperio Británico.

El autor

Escritor británico nacido el 8 de noviembre de 1954 en Nagasaki, Japón. Su familia se trasladó a Inglaterra (su padre, oceanógrafo de profesión, empezó a trabajar en plataformas petrolíferas del Mar del Norte) cuando él tenía seis años, siendo ciudadano británico a todos los efectos. Se graduó por la Universidad de Kent en 1978, haciendo después un posgrado de Literatura Creativa en la Universidad de East Anglia.

Aunque varias de sus novelas están ambientadas en el pasado, como por ejemplo «An Artist of the Floating World» (Un artista del mundo flotante, 1986, en donde la acción se sitúa en su ciudad natal en los años posteriores al bombardeo atómico de la misma de 1945), ha cobrado relevancia como escritor de ciencia ficción. En la «Never Let Me Go» (Nunca me abandones, 2005)  la historia transcurre en un mundo alternativo, similar pero distinto, al nuestro, durante los postreros años 90 del siglo XX.

Sus novelas están escritas en primera persona y los narradores con frecuencia muestran el fracaso humano. La técnica de Ishiguro permite que estos personajes revelen sus imperfecciones de manera implícita a lo largo de la narración, creando así un patetismo que permite al lector observar los defectos del narrador al mismo tiempo que simpatiza con él.

Kazuo Ishiguro ha sido merecedor de numerosos premios, entre los que hay que mencionar el premio Booker de 1989 por «The Remains of the Day» (Los restos del día, 1989, aunque ha estado nominado a dicho premio en varias ocasiones más), así como la Orden de las Artes y las Letras por parte del Ministerio de Cultura de la República Francesa. Pero si hay que destacar un premio, sin duda alguna, hay que hablar del Nobel de Literatura conseguido en el año 2017.


Plazos:

  • 1 de octubre (lunes): presentación de la lectura.
  • 10 de octubre: comentarios hasta la página 119 o hasta el final del capítulo «Segundo día por la mañana».
  • 21 octubre: comentarios finales (desde la página 119 hasta el final del libro).

¡Espero que os guste!