El 10 de marzo de 2021 un avión de Air France que cubre la ruta París-Nueva York sufre grandes turbulencias durante el trayecto que hace que tanto la tripulación como los pasajeros crean que se van a estrellar en cuestión de minutos. De repente «Las turbulencias cesaron y el sol entró en la cabina«. Así pues, 243 pasajeros aterrizan y siguen con su vida.
Tres meses después, concretamente el 24 de junio, el mismo avión con la misma tripulación y el mismo pasaje pide aterrizar en el mismo aeropuerto después de sufrir un vuelo con las mismas terribles turbulencias y ante el estupor de la tripulación deciden desviarlo a otro aeropuerto militar y retener a todos los pasajeros. En ese momento, las autoridades norteamericanas activan por primera vez el protocolo 42 de aviación para contener la situación. El FBI busca a los pasajeros que aterrizaron en marzo y se los lleva para el mismo hangar donde están sus «copias» para poder interrogarlos y estudiar la situación.
A través de las investigaciones y los test a los pasajeros concluyen que no son clones unos de otros sino que son la misma persona, con los mismos recuerdos, vivencias y con la misma morfología. No entienden la situación. El mundo de la política, la ciencia, la religión e incluso la filosofía intentan encontrar una explicación a lo ocurrido y buscar la mejor solución para todos, pero es imposible que una única decisión sea buena para todos. Los científicos lanzan varias hipótesis, la teoría de cuerdas con sus varias dimensiones, la fotocopiadora, y la simulación. Esta última consiste en creer que no estamos en un mundo real sino que estamos en un mundo virtual programado por seres del futuro cuya inteligencia es muy superior a la nuestra. «Si nunca hemos entrado en contacto con extraterrestres es porque en nuestra simulación su existencia no está programada».
En los tres meses que pasan entre los dos aterrizajes vemos la vida que han llevado siete personajes del avión, incluido el comandante de vuelo, David Bernanrd, y seis pasajeros, André, Sophia, Joanna, Lucie, Víctor Miesel e Slimboy.
A David le detectan una enfermedad terminal y se pone a tratamiento pero ya está a punto de morir con cuidados paliativos cuando aterriza el segundo avión. André se siente desolado porque la mujer a la que ama, Lucie (también iba en el avión) rompe la relación con él. Joanna se queda embarazada del hombre al que quiere, Víctor se suicida, Blake sigue con su vida de asesino a sueldo, Sophia continua su vida familiar e Slimboy sigue dando conciertos y soñando con actuar con Elton John.
Las autoridades deciden juntar a las personas iguales entre sí para confrontarlas y buscar una solución. David encuentra que su «otro yo» se está muriendo de una enfermedad terminal que a él también le detectan en ese momento, con lo cual sabe que solo le quedan unos pocos meses de vida. André se marcha con otra identidad pero antes intenta aconsejar a su copia de junio para que tenga una segunda oportunidad con Lucie y al final lo consigue. Víctor descubre que su copia de marzo se ha suicidado, pero él intenta seguir con su vida y se vuelve a enamorar. Blacke asesina a su copia de marzo y desaparece. Sophia se siente bien con su copia y juntas son capaces de denunciar la situación que vivieron con su padre en el baño y por el cual a él lo condenan. Y por último, Joanna renuncia a su pareja y deja que su copia embarazada viva su vida. Ella se marcha a otra ciudad con una nueva identidad y decide no tener más contacto con ellos para dejarlos vivir sin complicaciones.
Comentario
El libro está dividido en tres partes, en la primera «Tan negro como el cielo» el autor nos presenta a los personajes en los que se va a centrar a lo largo de la historia y cuyo punto en común es el vuelo de marzo. En la segunda parte, «La vida es sueño, dicen«, se intentará dar un explicación a lo ocurrido desde el punto de vista científico, religioso y filosófico y en la tercera, «La canción de la nada» presenciamos como ha transcurrido todo a partir del encuentro de las dos copias y las decisiones que se han ido tomando.
Para mi la segunda parte es la menos interesante y por ello se me hizo más pesada y lenta. Seguramente porque no estoy puesta en todas estas teorías que plantea como la teoría de cuerdas, las distintas dimensiones, etc. De todas formas, me gusta como está escrito, con sencillez e incluso en esta segunda parte, la prosa seguía siendo asequible para su comprensión.
La mejor parte del libro, para mi, es la última, en la que el autor nos presenta una situación que se escapa de nuestra comprensión y de nuestra realidad y como se van desarrollando los distintos acontecimientos. Lo que empieza casi como un thriller, se va convirtiendo poco a poco en una novela de ciencia ficción en la que el autor nos obliga a preguntarnos y a reflexionar sobre qué haríamos de encontrarnos cara a cara con nosotros mismos. Es una reflexión sobre la identidad, el yo y el sentido de la vida. Nos plantea que no hay una solución que nos sirva para todos, porque cada persona piensa y actúa de forma particular y así lo harán también los pasajeros de ambos vuelos cuando se encuentren. El conflicto que se crea con las dobles identidades se resuelve a través de un asesinato, una colaboración y un sacrificio.
Es una novela original, divertida, inteligente, sarcástica y muy bien escrita, que juega con las dimensiones del tiempo y el espacio y nos introduce en la zozobra e incomodidad del pensar más allá de lo establecido. Al presidente americano (claramente Trump) lo reflejan como una marioneta que no se entera de nada, superficial e inculto. Llama arrogante al presidente francés (Macron) que no le cae bien y sin embargo, llama al presidente chino como a un colega más y no sabe que le está ocultando que ellos también han tenido un avión duplicado unos meses antes y lo están escondiendo de la prensa y del mundo.
Además refleja como es la condición humana ante el miedo a lo desconocido. Como surge el fanatismo religioso en cuestión de minutos y realiza actos atroces.
Lo más interesante de este libro no es la hipótesis en sí, sino cómo se ha desarrollando, cómo cada personaje se enfrenta a su propio yo. Celos, retos, envidias pero también sumar y colaborar e incluso tener la oportunidad de enmendar los errores pasados. La verdad es que me ha parecido una historia muy original con un trasfondo filosófico del que no puedes escapar. ¿Qué haría yo sí…? es la pregunta que me rondaba por la cabeza durante casi toda la lectura.
Y para terminar, entre otras muchas cosas más, «La anomalía» es una novela dentro de una novela.
Esta novela ha sido publicada en el 2021 pero como dice el autor «En mi novela no propongo una explicación de la pandemia. Sería mentir si así lo dijera. Pero sí es cierto que siempre me han fascinado las teorías del complot. No soy para nada partidario de este tipo de tesis, estoy convencido de que las cosas suceden por lógica. De hecho, no es necesario imaginar ninguna conspiración para darse cuenta de que el ébola es una enfermedad que aparece como consecuencia de la reducción del espacio natural de que disponen algunos simios como los macacos. No debemos olvidar que somos un pueblo global». Le Tellier está convencido de que una vez pase la pesadilla de la covid, el mundo la desterrará de su memoria «Cuando se termine la pandemia, que pasará, olvidaremos estos dos años vividos porque el ser humano tiene una capacidad asombrosa para la amnesia«.
¡¡Ahora os toca a vosotros!!
¿Cómo interpretáis el final? es un final abierto o no…. da lugar a muchas interpretaciones.
¿Qué os ha parecido el argumento? También os ha hecho reflexionar y plantearos ¿Qué haría yo sí…?
¡¡¡Espero vuestros comentarios de la novela!!!
Este jueves, 13 de enero, presentaré el post con la nueva lectura.
Nos leemos,
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