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En la guerra no hay ganadores

23 Mar

Frente Oriental II Guerra Mundial (Fuente: iStock)

«Cada guerra es una destrucción del espíritu humano«. Henry Miller

Se ha escrito mucho sobre la guerra, sobre todo sobre la Segunda Guerra Mundial. Es un filón que parece inagotable. Cada nueva generación de escritores vuelve sobre ella con una mirada diferente. En este caso, la mirada viene del lado de los derrotados en esta contienda. No estamos ante una novela centrada en la violencia y destrucción de las SS o del ejército ruso, sino ante una novela que recupera la memoria del gran desastre europeo que supuso la Guerra y las secuelas psicológicas que dejó en toda una generación y que han pervivido hasta hoy en día. En las primeras hojas de la novela, Rothmann escribe:

«El silencio, el rechazo absoluto a hablar, especialmente sobre los muertos, es un vacío que tarde o temprano la vida termina llenando por su cuenta con la verdad».

En la portadilla encontramos una cita bíblica que nos va a servir de hilo conductor de toda la historia «Los padres comieron las uvas agrias y a los hijos les dio dentera«. Con este refrán los judías querían dar a entender que Dios estaba castigando a los hijos por los pecados que cometieron sus padres. En este libro también, el autor habla de sociedades condenadas a sufrir por los terribles pecados que cometieron otros que nacieron en sus mismas fronteras. Rothmann rememora el final de la Segunda Guerra Mundial, febrero de 1945, cuando el ejército alemán está a punto de sucumbir ante la ofensiva aliada. Los estragos de la guerra son visibles en todo el país. 

La novela arranca en los años ochenta del siglo pasado cuando un hijo intenta que su padre moribundo salga del silencio en el que siempre se mantuvo con lo que le pasó en la Guerra. Walter Urban muere a los sesenta años con el cuerpo destrozado en la mina de carbón sin poder relatarle a su hijo su trauma bélico. Y le hace un encargo «el escritor eres tú». ¿Hasta que punto esta novela tiene carga personal? no lo sabemos pero tal como discurre la narración parece que es así ya que el autor trata la historia de estos dos jóvenes amigos con tanta sensibilidad que denota cercanía.  

Walter, hijo de minero de la cuenca del Rur, y Fiete son dos amigos que trabajan como ordeñadores en una vaqueriza. Tienen diecisiete años y son reclutados a la fuerza para un comando de las SS.  Ellos no tienen inclinaciones políticas y los asuntos de la Guerra les queda lejano, pero aún así no tienen escapatoria y tienen que ir.

Ya en el ejército Walter tiene suerte y conduce un convoy de abastecimiento pero Fiete es enviado al frente en Hungría, donde tras ser herido gravemente trata inútilmente de escapar. Quiere volver con su novia, Ortrud, que le ha dicho que está embarazada y sabe que si no muere en el frente, los rusos lo atraparán igualmente. Una Guerra que sabiéndose perdida por las altas esferas, intuyéndose incluso perdida por aquellos que se envían a luchar, ha de seguir batallándose ante pena de muerte ante la negativa.

Aquí se produce la parte más dura de la  historia. Los amigos se reencuentran, pero a Fiete lo condenan a muerte por deserción y a Walter le obligan, junto con sus compañeros de habitación, a formar parte del pelotón de fusilamiento; si se niega, lo fusilan a él también. Intenta suplicar al comandante que lo perdone, intenta por todos los medios no participar en el pelotón, pero finalmente se pone delante de su amigo empuñando un fusil. Tiene que disparar porque después, van a contar las balas. En estas situaciones se consuelan pensando que un cartucho de bala de uno de los rifles está vacío y nadie sabe cual es. Da igual, este hecho marcará el resto de su vida. El sentimiento de culpa por querer «sobrevivir» lo perseguirá el resto de su existencia.

Rothmann muestra un dominio narrativo absoluto al situar este conflicto en la mitad del relato, como punto culminante y sin retorno. Se centra en la culpa del inocente. Se habla del silencio de un hombre recio, de cuerpo agotado por el duro trabajo en la mina, y alma forjada mucho tiempo atrás. Un silencio que solo mantienen quienes sufrieron lo indecible, aunque ni siquiera fueran heridos. Y que reconocemos desde las primeras páginas como uno de esos que llaman silencios de vida, que marcan a todo aquel que rodea a quien lo sufre, como si ellos fueran los que lo padecen.

El autor también es hijo de uno de esos padres que nunca ha querido hablar de su experiencia durante el  nazismo. La responsabilidad alemana y la específica de los escritores alemanes ante esta parte de la historia es como una deuda que quiere saldar el autor, con un relato serio y crudo lleno de sensibilidad.

A partir de entonces, el ciclo de vida de Walter es únicamente el de la supervivencia. Sobrevivir al final de la Guerra, al campo de internamiento americano, al reencuentro de su hermana y de su madre en la casa familiar donde se da cuenta de que no hay sitio para él. Sobrevivir a su etapa de trabajo en la granja donde ahora tampoco tiene cabida. Su única salida es volver a la cuenca minera y como había hecho también su padre, instalarse como minero en la cuenca del Rur con su novia de antes de la Guerra, Lisbeth.

En definitiva, una gran novela que no habla de campos de concentración ni de grandes batallas, sino de la crueldad de las guerras en general y como obligan a forjar caminos encontrados donde la brutalidad no tiene límites y destruye familias y más aún, rompe corazones.


¡¡Ahora os toca a vosotros!!

¿Qué os ha parecido esta novela? ¿Conocíais a este autor?

¿Os ha gustado el planteamiento del relato y su forma de narrarlo?

Para los que tenéis un ejemplar en casa: necesito que lo devolváis el próximo lunes/martes para enviar a la Biblioteca de Santiago. El siguiente viene también de allí y no creo que llegue antes del lunes 28 de marzo (os aviso). Ese lunes también publico la presentación del siguiente libro, así que hasta entonces escribid vuestras impresiones de esta novela. 

«Hay causas por las que merece la pena morir, pero no por las que merece la pena matar». Albert Camus.

Nos leemos,

Nuestra próxima lectura: «Morir en primavera» de Ralf Rothmann

4 Mar

«No tengo enemigos, y menos aún, enemigos a los que quiera matar»

Nuestra próxima lectura es la novela «Morir en primavera» del escritor alemán Ralf Rothmann. Escrita en 2014 y publicada en castellano por Libros del Asteroide en 2016. La traducción es de Carles Andreu.

La novela

«En su día, si le preguntaba a mi padre por qué tenía el pelo tan fuerte, él respondía que era por la guerra. Cada día se frotaban el cuero cabelludo con jugo de abedul, no había nada mejor (…) la verdadera respuesta se presentó por sí sola décadas más tarde, cuando me cayeron en las manos unas fotografías de tumbas de soldados y vi que, en el frente, la mayoría de cruces estaban hechas con ramas de abedul joven.»

Rothmann rememora el final de la segunda guerra mundial, en febrero de 1945, cuando el ejército alemán está a punto de sucumbir ante la ofensiva aliada. Los estragos de la guerra son visibles en todo el país. Walter y Friedrich, dos amigos de diecisiete años que trabajan en una vaquería, creen que nunca serán llamados a filas y trazan planes para el futuro. Sin embargo, acabarán siendo reclutados por las tropas nazis y asistirán al caos provocado por la desbandada del ejército alemán.

Rothmann rescata literariamente tantos y tantos planes vitales rotos por la guerra, mientras ambienta de modo prodigioso el tejido de toda una época con una atención afinada al detalle de las canciones, costumbres, comidas y bebidas, modelos de vehículos bélicos, cartas de familiares, novias y combatientes…

Aclamada como una de las obras más importantes de la ficción contemporánea alemana, Morir en primavera es una emocionante novela en la que la inocencia y la culpa, la libertad y el destino, la amistad y el deber, son conjurados en un estilo limpio y contenido.

El escritor

Ralf Rothmann nacio en 1953 en Schleswig y creció en la cuenca del Ruhr. Después de la escuela primaria y de una breve visita a la escuela comercial, Rothmann aprendió el oficio de albañil y trabajó durante varios años en la construcción. Luego tuvo diversas profesiones (taxista, impresor, enfermero y cocinero), en una época en que comenzó a leer intensamente y escribió sus primeros poemas. Rothmann viaja por América (Estados Unidos, México, Perú, Ecuador) y en 1976 se instala en Berlín.

Poeta y dramaturgo es conocido sobre todo por sus novelas y ha recibido algunos de los premios más importantes de la literatura alemana, como el Heinrich Böll en 2005, el Max Frish en 2006, el Walter Hasenclever en 2010 o el premio Friedrich Hölderlin en 2014.

Entre sus obras más importantes destacan Wäldernacht (1994), Milch und Kohle (2000), «Luz de juventud» (2004; Libros del Asteroide, 2018), «Morir en primavera» (2014, Libros del Asteroide: 2016) y «Dear Gott jenes Sommers» (2018).


Calendario de lecturas:

  • 4 de marzo de 2022: presentación de la novela.
  • 9 de marzo de 2022: contexto histórico.
  • 23 de marzo de 2022: análisis final de la novela.

Ya tenéis disponible un ejemplar en la biblioteca Fórum. Por favor, devolved la novela «Hamnet» al recoger el siguiente título porque la necesitan en otro club de lectura municipal.

¡Nos leemos! 

La reparación

15 Abr

Argumento

Marilé se da cuenta de que tiene que explicar el porqué de lo que hizo. No por ella, por su  hijo, «él quiere escucharlo, yo debo decirlo». No siempre uno es dueño de su silencio. Es difícil explicar todo lo que pasó y todo lo que sentía. Así que decide encerrarse en el apartamento y escribirlo con calma. Superar el dolor de escribir y el de encontrar las palabras.

Empieza relatando como conoció a su padre, Mariano, en unas vacaciones de verano en Piamar. Y como se casaron muy jóvenes, ambos con 23 años. Se casaron enamorados o eso creían. Marilé hace ahora una reflexión «Hoy me pregunto si en realidad lo que uno desea no tiene que ver más con la posesión que con el amor: uno quiere una casa, una mujer o un hombre con los que casarse, un rosal, y entonces se enamora -de quien sea posible- para tenerlos».

Los primeros años de casada fueron como un juego para ambos, sin apenas preocupaciones y sin responsabilidades. Tenían amigos con los que divertirse y una familia política que les sustentaba económicamente si hiciera falta. Después llegó Federico y la pareja poco a poco se fue desdibujando y el niño pasó a ser el centro de sus vidas.

Marilé había tenido en cierta medida una infancia difícil porque su madre no había podido superar la muerte de su primer hijo a los tres meses de nacer. Era su hermano mayor. A partir de ahí le daban de vez en cuando episodios de «tristeza» que la hacían estar ausente y echada en la cama de la habitación. Nunca se lo contaron y ella no lo descubrió hasta que sus padres habían muerto. Y por fin encontró una explicación a la situación de su madre que en cierta medida condicionó decisiones futuras que tuvo que tomar.

Ahora ella pensaba que le podía pasar a ella lo mismo con su hijo. Se cuestionaba si estaba realmente preparada para ser madre. Si una vez que hubiera nacido su hijo, se ausentaría como madre. Y a pesar de sus miedos y por causas diferentes, así pasó.

El año en que murió Juan, habían elegido a Federico para hacer de Manuel Belgrano en el acto del 20 de junio, Día de la Bandera.

El día de la tragedia, Marilé tenía intención de ir sola con su hijo al cine pero al ir a recogerlo al colegio,  se encontró con la situación de que la madre de Juan le  pidió, más bien insistió, si lo podían llevar a él también para que los niños estuvieran juntos.

Echas la vista atrás y piensas en todas aquellas cosas que cambiarias para evitar los acontecimientos que estaban por llegar. Metió a los dos niños en el coche con el seguro y se dispuso a pasar la barrera a pesar de las indicaciones, ya que todo el mundo sabía que nunca funcionaban y no se las tenía en cuenta. El resto fue una fatalidad y su vida cambió en ese instante para siempre.

No fue al entierro de Juan. Martha vino con su hijo a casa a cuidar de Federico. Por ella supo que el entierro había sido muy duro, que la madre de Juan echó de allí a Mariano. Que le increpaba y gritaba cosas horrorosa,  aunque Martha le decía que consideraba lo que pasó como «un accidente» también le intentaba advertir de que lo que estaba por llegar iba a ser más duro, que iba a oír cosas tremendas e injustas, llenas de falsedades como que «el marido hacía tiempo que le había pedido que cambiase el auto», o «que estaba tomando medicación», etc.

Ante todo lo que se le avecinaba intentó hablar con Mariano, estar de acuerdo en como afrontar todo esto. Su marido se encontraba más alejado de ella que nunca. Ya había tomado decisiones. Le dijo que Federico no iba a volver al colegio en un par de semanas hasta que el ambiente se calmara y que tampoco iba a actuar en la función del Día de la Bandera. Marilé no entendía que castigaran a su hijo, entendía que la apartaran a ella, pero nada más. Su marido ya casi al borde del enfado le confiesa que pagó para que no la demandasen y no se la llevasen presa,  pero que no podía pagar para que no le hiciesen el vacío o la mirasen mal.

En aquella época, sólo Mr. John Maplethorpe, director del colegio, fue a visitarla, a saber como estaba y a darle un consejo «no deje que la juzguen, no acepte el juicio de los otros». En todas las comunidades hay gente hipócrita que es incapaz de ponerse en el lugar de los demás, «levantan el dedo y juzgan con la certeza de que ellos nunca estarán sentados en su propio banquillo». Y le advirtió que a partir de ese momento tenía que ser muy fuerte. 

Marilé seguí sin entender porque apartaban a su hijo de las actividades, de las fiestas de cumpleaños de sus compañeros y demás eventos si la culpa era solo de ella. Le dolía ver lo que hacían con su hijo y más le dolía comprobar que su hijo se daba cuenta.

Así que llegó a la conclusión de que se tenían que ir de allí, empezar una nueva vida en otro lugar, lejos donde nadie la conociera. Pero su marido no estaba de acuerdo. Mariano pensaba que «ya se les pasará«, pero Marilé no estaba de acuerdo y en definitiva estaba en juego su prestigio, su vida. Su marido atajó la conversación con » vos estás loca» y «sería reconocer que tienen razón». Mariano no quería abandonar su vida, ni su estatus ni su clínica. Era incapaz de ponerse en la piel de Marilé, ni siquiera empatizaba con ella y seguramente era porque en el fondo la culpaba de su situación actual.

Así que tras el no rotundo de su marido Marilé se dio cuenta de que «estaba atrapada en un juego donde sabía que de una manera o de otra, por el camino que eligiera, siempre perdería». Lo primero que pasó por su cabeza fue suicidarse. Lo segundo huir y dejarlo todo atrás.

Ahora quería que su hijo conociera toda la  historia, la verdad o por lo menos su verdad. No pudo entregársela en mano porque su hijo se había ido de la ciudad así que lo imprimió, lo metió en un sobre y se lo entregó a Mr. Galván. Confió en que no lo abriera y se lo entregara en mano.

Volvió a Boston. Sin más noticias de la carta, llamó al Colegio Saint Peter para confirmar que habían conseguido la certificación. Preparó todo para la visita de Mr. Galvan quién en representación del colegio iría a firmar el convenio a Boston. Seguía sin noticias de Federico

Cuatro días antes de la visita de Mr. Galván, Marilé recibió un mail donde el director le confirmaba un cambio de planes y le decía que en su lugar iría Federico Lauría a firmar el convenio. Que sabía toda la historia y que Federico era su hijo. Así que le presentaba todos sus respetos.

Finaliza la historia con la llegada de Federico, su mujer, Ariana, y su nieta, Amelia.

Comentario

Hemos llegado al final de esta estupenda novela. Por fin Marilé se ha abierto en canal y se ha sincerado con la única persona que le importa, su hijo. Para bien o para mal le debía una explicación. Tenía que narrarle el porqué de sus actos. Podía haber elegido muchos caminos, alguno mejores y otros peores pero es lo que tienen la vida, solo podemos tomar una decisión cada vez. Decía Milán Kundera «En la insoportable levedad del ser«:

«El hombre nunca puede saber qué debe querer, porque vive sólo una vida y no tiene modo de compararla con sus vidas precedentes ni de enmendarla en sus vidas posteriores.»

«No existe posibilidad alguna de comprobar cuál de las decisiones es la mejor, porque no existe comparación alguna. El hombre lo vive todo a la primera y sin preparación. Como si un actor representase su obra sin ningún tipo de ensayo.»

Es fácil juzgar a Marilé pero es muy difícil ponerse en sus zapatos. Claudia Piñeiro nos ofreces una historia intensa, verosímil y a la vez que nos desgarra el alma. Nos hace preguntarnos hasta que punto nos sacrificaríamos por el bien de la persona a la que más queremos. ¿Seríamos capaces de dejarlo todo atrás?

La historia está narrada en primera persona por su protagonista, porque algo tan íntimo no puede ser contado por nadie más, a través de lo que ella llama su “Cuaderno de bitácora”. En él va desgranando su presente y su pasado y el punto de inflexión que los separa. Ella nos abre su mente y su alma con un estilo intimista, muy sentido y sincero haciéndote participe de su propia historia. 

Para terminar, también me han gustado mucho las referencias literarias que nos hemos ido encontrando en la novela. En ella, además de algunas sobre la forma de expresarse  en el propio proceso de la escritura, encontramos alusiones a Alice MunroLas niñas se quedan»), a Simone de BeauvoirLa mujer rota») o Tenesse WilliamsUn tranvía llamado deseo»)

Espero que os haya gustado la historia y su forma de escribir. Contadme todas vuestras impresiones sobre la novela y si queréis, también, sobre la escritora.


Calendario:

El próximo lunes, 22 de abril, publicaremos la nueva novela del Ciberclub. Hasta entonces espero vuestros comentarios.

Nos leemos.

¡¡Feliz semana santa!!

Volver

9 Abr

Argumento

Mary Lohan vuelve tras estar 20 años en Boston a su país, Argentina. Había huido por un suceso trágico y se había propuesto no regresar jamás. Ahora no lo hace por iniciativa propia, su marido Robert lo preparó todo antes de morir. Quería que se enfrentarse a sus fantasmas del pasado para poder seguir adelante en la vida sin él. 

Surgió la oportunidad cuando al Instituto que dirigía Robert llegó una petición del colegio Saint Peter de Temperley, Argentina, para utilizar su método educativo. Para ello tenían que evaluar el colegio personalmente y firmar un convenio de cooperación. Como Robert ya no estaba, el nuevo director le encomendó esta tarea a su mujer, Mary, que trabajaba de profesora de español en el mismo Instituto que Robert.

Escrito en primera persona, Mary nos hace partícipes de su angustia al volver a la ciudad de Temperley, donde se casó y vivió hasta que se marchó de Argentina. Vuelve convertida en otra persona, se ha cambiado el pelo, el color de los ojos, ha adelgazado 10 kilos, su voz ya no tiene el dejé argentino y sufre además de una disfonía crónica. No quiere que nadie la reconozca. Vuelve en el avión con tres fotos de su pasado donde aparecen ella, Robert y él. ¿Pero quién es él?

En el viaje recuerda a Robert y como empezó una nueva vida en Boston con él. Dejando atrás a Marilé y a su familia argentina. Recuerda a Mariano, su primer marido con el que vivió en Argentina y del que parece que huyó por algún motivo espantoso hace mucho tiempo. Y se refiere a una tercera persona, él, que no sabemos todavía quién es.

Al llegar a la ciudad se fue directamente al apartamento que le habían alquilado. No quería encontrarse con nadie. No quería que nadie la pudiera reconocer.

Al día siguiente se reunió con el director del colegio, Mr Galván,  para empezar las sesiones de evaluación con los profesores del colegio. Estaba muy nerviosa, tenía miedo de que alguien de su pasado continuara todavía en el colegio.

Nos va dando pinceladas de lo que le pudo haber ocurrido, algo trágico que la obligó a huir de forma precipitada e incluso irracional ya que «nada puede hacerse cuando toda una comunidad juzgó y condenó». En aquella época el único que no la juzgó fue Mr Maplethorpe, director del colegio y que incluso empatizó con ella. Pero no fue suficiente y tuvo que dejarlo todo atrás.

Cuando tiene que entrevistar al profesor de Historia se nos desvela la incógnita. Lo que ella mucho temía iba a suceder. Por fin vamos a saber quién es él. Él es su hijo.

El sustituto de la profesora de Historia es desde hace un mes Federico Lauría, su hijo. Lo abandonó cuando él apenas tenía seis años. No lo volvió a ver desde entonces y nunca se puso en contacto con él. Espera que no la reconozca. En su primer acercamiento mutuo encontró a una persona amable y cercana aunque Federico no dejaba de mirarle las manos. Algo había llamado su atención.

La entrevista programa fue al día siguiente. Federico se presentó algo tenso, con una actitud distinta a la del día anterior. No la miraba a los ojos, le miraba las manos. Durante ese encuentro, le dice que sus padres se separaron cuando él tenía 6 años, que se quedó a vivir con su padre y que éste se casó con una amiga de su madre, Martha, que ya tenía dos hijos. Le confesó que la convivencia con la nueva familia había sido muy difícil porque se sentía un extraño. También le dice que estudió Historia porque le gustaba saber el «porqué» de las cosas y piensa que la Historia tiene un porqué y «en cambio la vida no» y le insiste a su propia madre «Eso quería, que usted lo entendiera, que usted entendiera por fin que a algunas personas nos faltan los porqués de nuestra propia vida».

Le entrega un texto que ha escrito desde hace años. Marilé no entiende, le dice que el procedimiento es que escriba uno nuevo al finalizar la entrevista, pero su hijo no atiende a razones. Le da el texto y se marcha. Al instante vuelve a entrar y le dice «el lunar» «No pude dormir anoche pensando en ese lunar». Por el lunar la reconoció.

Termina esta parte con el texto de Federico. Relata desde su punto de vista lo que pasó aquel fatídico día, el día que su madre lo llevaba a él y a un compañero de colegio al cine, Juan. Como pasaron por una barrera ferroviaria y no hicieron caso a la señal que nunca funcionaba. Como se queda el coche parado en medio de la vía. Como pudo sacar a su hijo pero no le dio tiempo a sacar a Juan y como ambos vieron como el tren llegaba y se llevaba por delante el coche con su amigo dentro. Entiende lo que pasó porque estaba allí, también le dice que entiende que «un error pueda devenir en una fatalidad». Y termina diciéndole que a pesar de poder entender todo lo que pasó aquel día sigue sin comprender porque su madre lo dejó y termina la carta con una pregunta»Por qué, después de haber pasado juntos por todo eso, mi madre un día se fue y no volvió más».

Comentario 

Mary Lohan, Marilé Lauría o Maria Elena Pujol son una misma mujer en tres momentos de su vida. Las tres están en la protagonista desde el principio y en todas late el conflicto de la maternidad porque se duda de la propia capacidad, porque se experimenta hasta el suplicio o porque se sacrifica en aras de lo que más se quiere.

Claudia Piñeiro utiliza un estilo reiterativo que recalca la atrocidad de los hechos y la intensidad del dolor, como si su repetición incesante fuera la forma perfecta de describir el horror y cómo se vive en él. No nos da toda la información desde el principio, la va dosificando a lo largo de la novela para que el lector se vaya haciendo preguntas o vaya poniéndose en la piel de la protagonista o en la de los demás. ¿Somos capaces de ver a través de sus ojos el horror, la hipocresía, el aislamiento social?

Tres temas fundamentales en esta novela son «la responsabilidad», «la culpa por una situación» y «la maternidad». No hemos llegado al final, aún nos queda mucho que deshojar. Espero que os esté gustando.


¡Ahora os toca a vosotros!

¿Como veis esta primera parte?. Os gusta como Claudia va describiendo las situaciones. ¿Os parece que el recurso de narrarlo en primera persona lo hace más intimista y que conecta mejor con el lector?

Comentad los aspectos más sobresalientes de la novela.

El próximo día 15 haremos el análisis final.

Nos leemos,

Nuestra próxima lectura: «Una suerte pequeña» de Claudia Piñeiro

1 Abr

Volvemos a Argentina, esta vez de la mano de la escritora Claudia Piñeiro y su novela «Una suerte pequeña» publicada por la editorial Alfaguara en 2015. Un poderoso thriller familiar donde nos hace reflexionar sobre el dolor y la culpa. Ha sido elogiada por la crítica tanto en Argentina como en España.

La novela

Después de veinte años una mujer vuelve a la Argentina, de donde partió escapando de una desgracia. Pero la que regresa es otra: no luce igual, su voz es diferente. Ni siquiera lleva el mismo nombre. ¿La reconocerán quienes la conocieron entonces? ¿La reconocerá él?

Mary Lohan, Marilé Lauría o María Elena Pujol -la que es, la que fue, la que había sido alguna vez- vuelve al suburbio de Buenos Aires donde formó una familia y vivió hasta que decidió huir. Aún no termina de entender por qué aceptó regresar al pasado que se había propuesto olvidar para siempre. Pero a medida que lo comprenda, entre encuentros esperados y revelaciones inesperadas, entenderá también que a veces la vida no es ni destino ni casualidad: tal vez su regreso no sea otra cosa que una suerte pequeña.

Es una obra intimista escrita en primera persona que como poderoso thriller familiar, traza un retrato psicológico y social de un estrecho microcosmos y de los personajes que en él habitan. En este nuevo trabajo brillan las marcas propias de la autora: reflexión, análisis, intriga y una perturbadora prosa. A modo de bitácora de viaje, Piñeiro narra la vuelta de una mujer al lugar del que se vio obligada a huir veinte años atrás, y el inevitable encuentro con los fantasmas de su pasado.

La autora

Nació en Buenos Aires en 1960. Es escritora, dramaturga, guionista y colaboradora de distintos medios gráficos. Ha obtenido diversos premios nacionales e internacionales por su obra literaria, teatral y periodística. Es autora de «Las viudas de los jueves» que recibió el Premio Clarín de Novela 2005 (Alfaguara, 2010); «Tuya» (2005; Alfaguara 2008); «Elena sabe» Premio LiBeraturpreis 2010 (Alfaguara, 2011); «Betibú» (Alfaguara 2012) y «Un comunista en calzoncillos» (Alfaguara, 2013).

Ha publicado también relatos para niños y obras de teatro. Sus novelas «Las viudas de los jueves», «Betibú» y «Tuya» han sido llevadas al cine.

Su obra de teatro «Cuánto vale una heladera» fue estrenada en el marco del ciclo Teatro por la Identidad 2004 y publicada por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología. Su drama «Un mismo árbol verde» ha sido candidato a los premios Florencio Sánchez y María Guerrero, y ganó el Premio ACE 2007.

Su obra es una de las más traducidas dentro de la literatura argentina, y es recibida en otras lenguas con igual éxito de crítica y lectores.


Calendario de lecturas

  • 1 de abril: presentación de la novela.
  • 8 de abril: comentarios hasta la página 93 («La amabilidad de los extraños»).
  • 15 de abril: comentarios finales de la novela.

Ya tenéis el libro disponible en la sala de adultos de la Biblioteca Fórum. Recordad: devolver el libro de Celeste Ng antes de este miércoles, 3 de abril.

Nos leemos,

Yo nunca he pertenecido a un lugar de esa manera

21 Dic

HEMA Y KAUSHIK (Segunda parte de Tierra desacostumbrada)

Con esta segunda parte se terminaría la novela de Jhumpa Lahiri «Tierra desacostumbrada«. Al contrario que en la primera parte, aquí nos la divide en tres relatos: «Una vez en la vida«, «Fin de año» y «Hacia la orilla» que en si misma conformarían una novela propia, ya que nos cuenta la historia de Hema y Kaushik desde los puntos de vista de sus protagonistas y cuentan sólo aquellos hechos que marcaron su vida en un momento determinado y los sentimientos que experimentaron.

Sólo el último, Hacia la orilla, nos lo presenta un narrador omnisciente en tercera persona que es el que nos desvelará el desenlace de la historia.

Una vez en la vida (sexto relato de Tierra desacostumbrada)

Está narrado por la protagonista, Hema, en primera persona y parece que es una carta que muchos años después le está escribiendo a Kauskik donde le desvela todos los sentimientos que experimentó cuando sus vidas se encontraron en la niñez y adolescencia.

La historia comienza en 1974 cuando los padres de Hema dan una fiesta para despedir a los padres de Kaushik porque al contrario que el resto de bengalíes, ellos han decidido volver a la India después de haber estado unos años en Cambridge. Ambas familias tenían una relación estrecha desde que las madres se conocieron por casualidad en el parque. El hecho de ser bengalíes y venir de Calculta las unía de una forma especial, a pesar de que en Calculta pertenecían a mundos tan distintos en el que apenas coincidirían. Y como dice Hema «Esas diferencias carecían de importancia en Cambridge, donde las dos estaban solas por igual«. ¿Creéis que es sincera esta amistad? o solo es fruto de las circunstancias para hacerse compañía en un momento determinado y que cuando ese no sea el objetivo, ¿no tendrá ya razón de ser?

Tras su marcha, poco a poco fueron perdiendo el contacto ya que para los padres de Hema «la amistad no era digna de la misma energía que dedicaban mis padres a los parientes». Otra vez el concepto sagrado y tradicional de familia. El arraigo. La familia es la que te da la identidad, es el vínculo con tu cultura y tradiciones. Importante para la primera generación de bengalíes en América, pero ya no tanto para las siguientes. 

En 1981 la familia de Kaushik regresa a Massachusetts donde el padre tiene un nuevo empleo y mientras no encontraban casa, los padres de Hema les ofrecieron poder alojarse en la suya. Lo hacen por obligación. No entendían porque regresaban y lo achacaban a una especie de fracaso en la India. Es como si a partir de ese momento hubiera dos tipos de bengalíes, los que afrontan la adversidad y los que no. Ellos creían que la familia de Kaushik era de ese segundo tipo.

¿Cómo se siente Hema durante esa época? ¿como es su vida? durante el tiempo en que Hema convive con Kaushik en la misma casa, nota que él despierta en ella un sentimiento distinto al que le provocan los otros chicos del Instituto y se siente cohibida e intimidada por él, el cual apenas le prestaba atención.

Kaushik está la mayor parte del tiempo ausente, metido en su habitación, como aburrido. Sus padres comentan lo contrariado que está por haber regresado «Se puso furioso cuando nos fuimos y ahora está furioso porque hemos vuelto -dijo su padre- Incluso en Bombay nos las arreglamos para criar a un típico adolescente norteamericano». Además, tampoco iba al Instituto mientras sus padres no se instalaran en una zona concreta de la ciudad.

Es difícil para un adolescente dejar todo lo que conoce atrás y empezar una nueva vida partiendo de cero en otro país con el que no se identifica, además de la enorme carga personal que lleva encima. ¿Lo veis igual?Y ¿porqué a la madre de Hema le molestan ya tanto sus invitados? dice que han cambiado mucho. Que ya no los reconoce. Protesta en general por todo, pero en particular por el comportamiento de la madre de Kaushik. ¿Es envidia? ¿se compara con ella y de como le presta atención su marido? yo creo que sí. Para la madre lo más importante es la casa y la familia. Ahora ve como otra mujer invade su espacio pero no comparte sus reglas. Se distanciarán cada vez más y seguirá criticándola hasta que se entera de su enfermedad.

Lo más sincero en el relato es la confesión de Kaushik a Hema sobre la enfermedad de su madre y el porqué se han tenido que ir de la India. Es una carga enorme que lleva y que necesita compartirla con alguien. Ese secreto compartido no saben todavía que les unirá para siempre.

Fin de año (séptimo relato de Tierra desacostumbrada)

Este relato está narrado en primera persona por su protagonista, Kaushik , y tiene lugar años después de la muerte de su madre, cuando está en el último año de Universidad. Al igual que en el relato anterior, parece que se lo está escribiendo directamente a Hema, describiéndole sus sentimientos tal como los sentía.

Empieza con la confesión de «no asistí a la boda de mi padre«. Su padre se sentía muy solo desde el fallecimiento de su mujer, tres años atrás, así que decidió ir a la India y concertar un matrimonio con Chitra, veinte años más joven, viuda y con dos hijas de 7 y 10 años.

A Kaushik le sorprende mucho esta decisión y en el fondo le duele. Pero ante la invitación de su padre para conocerlas, se presenta en la casa familiar y reconoce que se siente incómodo desde el principio. Kaushik nos describe los olores que percibe, los detalles de la casa que han cambiado para transmitirnos su melancolía y la conmoción que sufrió al ver a Chitra«estaba más cerca de mi edad que la de mi padre. Eso ya lo sabía, pero verla me conmocionó». En cambio, sus hermanastras, Rupa y Piu están contentas de tener un nuevo hermano. Pero Kaushik no y no lo disimula.

El contacto de nuevo con la casa familiar le trae innumerables recuerdos de su madre, de sus últimos días. No lo ha superado y eso está condicionando su comportamiento y su actitud ¿Como lo veis vosotros? porque en el fondo él podría haber empatizado con sus hermanastras ya que tenían varias cosas en común, y como él habían hecho el mismo viaje de la India a Massachusetts y se tenían que adaptar. Aún eran pequeñas e indefensas. Le molestaba ver que Chitra estaba ocupando el lugar que anteriormente lo tenía su madre y aunque la relación que ésta mantenía con su padre era totalmente distinta, más sumisa, más tradicional, le molestaba a pesar de ver a su padre feliz.

No era capaz de hablar con su padre y unos días antes de Año Nuevo se queda solo con las niñas mientras su padre se va a una fiesta con Chitra. Siente odio hacia su padre y hacia Chitra y al mismo tiempo se siente culpable. Como no es capaz de canalizar todos esos sentimientos, estalla en cuanto ve a las niñas a escondidas mirando por curiosidad las fotos de su madre que estaban guardadas en una caja de zapatos y se enfada con ellas y pierde totalmente las formas. Es como si toda la adrenalina acumulada todos esos días, saliera de forma incontrolada. Y al final, no queriendo enfrentarse a lo que había hecho, a sus sentimientos, a su padre, se marcha en medio de la noche y las deja solas y aterrorizadas ¿Como veis esta actitud, de cobardía, inmadurez?

Al final, las que le dan una lección de madurez son las niñas. No dicen nada. Siguen como si nada hubiera pasado para no generar una crisis familiar, irreversible y cada uno sigue con su vida por su lado.

Hacia la orilla (octavo relato de Tierra desacostumbrada)

Último relato de la historia. Estaba vez narrado por una tercera persona, un narrador omnisciente que nos sitúa en el punto y final de la historia.

Han pasado varios años. Hema ya tiene 37 años y se encuentra en Roma pasando unas semanas de visita aprovechando el apartamento vacío de una amiga. Su destino es continuar hasta Calcuta y casarse con Navin, un profesor indio del MIT que se va a trasladar a Massachusetts a trabajar para estar con Hema. Hema no lo quiere reconocer pero en el fondo sabe que está aceptando un matrimonio concertado. Aunque había conocido a Navin antes que sus padres, éstos se encargaron de localizarlo y concertar los encuentros y ahora ya tenía fecha de boda.

Hema se había especializado en Clásicas y había tenido una relación amorosa en secreto con Julian, un hombre casado, con la esperanza de que se divorciara y pudieran hacer pública su relación. Pero el tiempo pasaba y esto no se materializaba, así que tras una década de espera terminó todo con una llamada de teléfono a Julian diciéndole «Estoy prometida». Así que su matrimonio con Navin le suponía una liberación, una nueva posibilidad de avanzar, tener hijos. ¿Os parecen suficientes sus razones para aceptar casarse con una persona que apenas conoce?

Mientras tanto, Kaushik también se encuentra en Roma.Lleva 20 años siendo reportero gráfico y estuvo trabajando en países en conflicto. Apenas tenía ya contacto con su padre, salvo por correo electrónico. Evitaba parar por Massachusetts siempre que podía. Su estancia en Roma estaba a punto de finalizar porque había aceptado un puesto de editor fotográfico en Hong Kong. No estaba entusiasmado con ese trabajo, pero al igual que le sucedía a Hema quería dar un cambio a su vida y esto suponía una oportunidad. No tenía un lugar al que volver. Tenían ambos la necesidad de una vida diferente.

A través de unos amigos volvieron a coincidir Hema y Kaushik en Roma. Se sintieron inmediatamente atraídos el uno por el otro. Y aunque llevaban décadas sin verse, ni de pensar el uno en el otro, notaron esa conexión desde el principio y no la iban a dejar pasar. Hablaron de su vida pasada y Hema le contó lo de Navin, que apenas se conocían pero que se iba a casar porque igual «lo arregla todo». ¿Qué pensáis vosotros de esto?.

Ninguno de los dos está contento con su vida y tenían una decisión tomada con la esperanza de cambiarlo todo. Ahora se reencuentran y viven una bonita historia de amor en Roma. No hablaban de su propio futuro ni de hacia donde conducían sus días juntos. Sólo les había unido sus orígenes, un tiempo y un lugar al que ya no podían acceder. Pero seguían hacia delante con su planes, sabiendo que esa relación tenía un final. Los últimos días juntos decidieron hacer un viaje a Volterra. Y en el último día, antes de separarse definitivamente Kaushik le pide a Hema que no se case con Navin y que se vaya con él a Hong Kong. ¿Qué creéis que le impulsa a hacer esa propuesta? ¿entendéis como reacciona Hema y que Kaushik la tilde de cobarde?

Ahora vuestro turno:

  • ¿Qué os ha parecido el desenlace?
  • ¿Habéis empatizado con alguno de los dos personajes?
  • ¿Os ha gustado la historia y cómo está escrita?

Espero vuestros comentarios!!!!


Plazos:

Con este nuevo post damos por terminada la lectura de Tierra desacostumbrada. Podéis hacer vuestros comentarios hasta la fecha que queráis.

Para los que tenéis el libro de la biblioteca Fórum, recordad que tenéis que devolverlo en cuanto podáis y hayáis terminado la lectura.

Muchas gracias a todos,


Próximo Libro:

Haremos un pequeño parón durante la Navidad y regresaremos después de Reyes con la próxima lectura.

Espero que tengáis todos unas bonitas fiestas en compañía de vuestras familias.

Feliz 2018!!!

El sentimiento de culpa

12 Dic

Acabamos de terminar de leer: Una elección de alojamiento, Solo bondad y No es asunto de nadie.

En estos tres relatos, Lahiri vuelve a los temas recurrentes de siempre: las relaciones familiares, el matrimonio, el desamor, la decepción, el dolor, la identidad, la tradición y sobre todo la incomunicación. Como en los relatos anteriores, no profundiza demasiado en los personajes, pero sí consigue transmitirnos sus sentimientos y que los reconozcamos como nuestros.

En una «Elección de alojamiento» (tercer relato de Tierra desacostumbrada), el matrimonio compuesto por Amit y Megan se desplaza desde Nueva York a Langford Academy a la boda de Pam Borden, una antigua amiga de Amit de su etapa en el internado. Tienen dos hijas a las que dejaron en casa de los padres de ella, y esta boda se la toman como unas pequeñas vacaciones para poder disfrutar como pareja. Cogieron una habitación en el hotel Chadwick Inn para estar más cómodos y alejados de los invitados de la boda. Pero el fin de semana no va a resultar como ellos esperaban.

Esta circunstancia, en sí festiva, le hace plantearse seriamente a Amit el punto en el que está su vida y su matrimonio y el desgaste que percibe. Observa que su relación está en un momento de pausa «Amit notó la calidez de sus brazos y una punzada de deseo, demasiado lastrada por el agotamiento como para hacer algo al respecto». Anhela volver al comienzo de su relación, cuando todo se experimentaba por primera vez. ¿Qué os parece esa sensación?

Incluso se siente aliviado cuando ve a su mujer flirteando con otro hombre en la boda porque así «se sintió curiosamente liberado, aliviado de su responsabilidad de lograr que Megan lo pasara bien«. ¿No es muy triste este sentimiento en una relación? ¿como si tuviera un sentimiento de culpa?.

Es muy revelador cuando en el banqueta se sincera ante una desconocida y le comenta sus pensamientos «en realidad, fue tras la segunda cuando podría decir que nuestro matrimonio … desapareció«.

Además, Amit revive sus vivencias de juventud en Langford, como sus padres en 1984 volvieron a la India durante cuatro años antes de regresar a Houston y lo dejaron solo en el internado. Esos años en que se sintió alejado de su familia y sin encontrar su propia identidad ya que cuando iba a visitarlos a Delhi no se encontraba a gusto. Fueron años en que se apoyó en la amistad que le brindó Pam y en el acogimiento de su familia. Supongo que sentirse tan solo durante esa etapa de su vida, tan joven, le habrá marcado su carácter y su personalidad ¿vosotros que creeis?.

¿Qué os ha parecido el final? cuando le confiesa a Megan que realmente estuvo encaprichado de Pam con una relación platónica que nunca se materializó. Y que en un intento de recuperar algo perdido, pudieran volver a desearse de nuevo.

En «Solo bondad» (cuarto relato de Tierra desacostumbrada) trata la relación entre dos hermanos, Sudha y Rahul, y como Sudha se siente responsable de la adición de su hermano pequeño al alcohol por haberle hecho beber su primera copa cuando ella estaba todavía en la universidad y él en secundaria. Él ya había superado la etapa de su niñez y Sudha sentía que por fin podían ser amigos y compartir muchas más cosas.  Sudha compraba botellas de alcohol y las escondía por casa, después se reunía con su hermano en la habitación, charlaban y bebían juntos cerveza.

Cuando Rahul se fue a la Universidad, se volvió una persona distante. Le cambió el carácter. No participaba de las reuniones familiares, estaba siempre callado y sus notas empezaron a empeorar. Entonces, Sudha empezó a preocuparse por él y cuanto más trataba de ayudarle, más se resentía su relación. Empezó a ser consciente de su problema, sobre todo cuando lo detuvieron por ir bebido. Sus padres, en cambio, no querían ver el problema y lo excusaban siempre. ¿Suele ocurrir, qué los padres no vean como son realmente sus hijos y solo sean capaces de ver una imagen idealizada de ellos?

Sudha fue valiente y le expuso la realidad a sus padres “Es posible que Rahul tenga un problema con la bebida. –Sudha, por favor-dijo su madre”. Y le echó la culpa al país,  a las libertades, a las demasiadas juerga en la Universidad. Su padre lo entendía pero no quería encarar el problema. ”Sus padres siempre habían sido ciegos a todo aquello que atormentaba a sus hijos”. Creo que independientemente de la cultura y costumbres, esto se da en muchísimas familias ¿No creéis?

Rahul acabó dejando la Universidad, volvió a casa y encontró trabajo en una lavandería. Sus padres se avergonzaban de ello y lo vivían como un fracaso y un descrédito. Mientras que para ellos su hija Sudha representaba el éxito, vivía en Londres, estaba preparando la Tesis y estaba prometida con Roger, un ingles 14 años mayor que ella que había nacido en la India y que ya había estado casado. Pero le agradaban sus títulos académicos y su herencia, sabiamente invertida.

Cuanto mejor le iban las cosas a Sudha, más se distanciaba de su hermano y más se acrecentaba su sentimiento de culpa. Sobre todo después del episodio incómodo en la boda, donde Rahul volvió a ponerse en evidencia por culpa del alcohol. ¿Como lo sentís vosotros? a pesar de ver el grave problema que tiene su hermano, tampoco es capaz de revelárselo a su marido.

Más tarde tuvieron un hijo, Neel y continuaba con su vida sin saber donde se encontraba su hermano. Entonces Rahul se pone en contacto con su hermana a través de una carta en la que le pide perdón y le dice que lleva sin beber un tiempo porque está en un programa de rehabilitación. Sudha siente que tiene una oportunidad de recuperar a su hermano y lo invita a su casa en Londres para que conozca a su sobrino. El episodio en casa de su hermana es muy desagradable ya que Rahul consigue convencerlos de que lo dejen al cuidado del niño mientras ellos se iban al cine en un acto de confianza. Como Roger no era consciente del problema acepta y la noche pudo acabar en tragedia con Rahul inconsciente en el sofá y el bebé solo en la bañera, pudiendo morirse ahogado. Este hecho consigue abrir una brecha imposible ya de cerrar, primero entre los hermanos y después en el matrimonio ya que Sudha le había ocultado el problema de su hermano con la bebida a Roger. ¿Entendéis la indignación de Roger? ¿Reconocéis ese sentimiento? ¿Cómo veis a Rahul?

Este relato me transmite desde el principio una sensación de gran tristeza ya que el dolor y la decepción junto con el sentimiento de culpa se palpan desde el principio.

En «No le importa a nadie» (quinto relato de Tierra desacostumbradanos recrea los vínculos que se crean entre Sang, la protagonista de orgien bengalí, y sus dos compañeros de piso, Paul y Heather. Como Sang está soltera, no para de recibir llamadas de hombres solteros indios, que no conoce, con la intención de casarse con ella, ante el estupor de Paul y Heather que no entienden bien la situación. Sobre todo Paul, que no entiende porque no los corta o se muestra indignada con ellos. Sang lo vive con normalidad. Está acostumbrada a ello y no le da mayor importancia. ¿Como lo veis vosotros, entendéis la despreocupación de Sang?

Sang tiene un novio, se llama Faruk y es egipcio, lleva tres años con él y es profesor de historia de Oriente Medio en Harvard. No viven juntos porque él está chapado a la antigua y no quiere convivir hasta que se casen.

Desde el principio Paul se quedó impresionado por Sang y poco a poco se fue enamorando de ella en silencio. Compartir piso y hablar con ella le bastaba en un principio para ser feliz hasta que su novio se hizo tan presente en sus vidas que se empezó a sentir incómodo en su presencia «siempre le producía cierta conmoción encontrarse a Faruk en la casa». Además, Sang empezó a no estar nunca en casa y cuando lo hacía, se encontraba ausente. A Paul también le molestaba ver como Sang se plegaba a todos los caprichos de Faruk y le hacía recados aún cuando no estaba con él.

Poco tiempo después, las discusiones empezaron en torno a Acción de Gracias. Por la asistencia a una fiesta de Sang, porque Faruk no la invitaba a conocer a su familia o no quería que pasaran la noche juntos. Cada vez estas discusiones eran más frecuentes y Paul y Heather lo veían y no entendían que siguiera con él. En esta parte del relato ¿cómo lo veis vosotros?.

Todo estalla cuando Sang decide ir a Londres de vacaciones de Navidad a ver a su hermana y Paul se queda solo en casa recordándola y entristecido por su ausencia. Una noche recibe una llamada que lo va a cambiar todo:

Deirdre Frain telefonea preguntando por Sang. No conforme con la respuesta, lo intenta varias noches más hasta que consigue entablar una conversación con Paul y entonces le cuenta que es la novia de Faruk, que está enamorada de él  y que quiere hablar con Sang porque Faruk le dijo que eran primos. Le contó como se conocieron hace año y medio y que son novios desde entonces. Paul le desvela que lleva con Sang tres años, pero Deirdre no se amilana y le dice que también ellos son una pareja en serio.

¿Qué consideráis que debería hacer Paul con toda esta información? ¿decírselo a Sang para que abra los ojos con Faruk? y así tener él una oportunidad con ella?

Ese es el dilema en el que se encuentra Paul desde entonces. Primero trata de evitarla para no tener que contárselo pero después, lo hace sólo con algunas  pinceladas, lo que provoca el rechazo de Sang. Se aleja también de él porque cree que lo hace por despecho. Más tarde, Paul consigue urdir un plan para que Sang sepa la verdad directamente de Deirdre, escuchando su conversación telefónica por otro auricular. Surte efecto, Sang le cree pero eso solo hace precipitar el final. Se enfada con Faruk, lo deja y se marcha del piso sin volver a querer saber nada más de Paul. Simplemente le deja una nota con «gracias por lo de ayer«.

¿Como veis el comportamiento de Sang? ¿porque no quiso saber nada más de Paul?¿por rencor? ¿por vergüenza?

¿Qué relato os ha gustado más? o ¿cual os ha conmovido en alguna medida?

Podéis comentar cualquier aspecto que consideréis interesante de cualquier relato. Ya veis que los temas se repiten a lo largo de todo el libro.


Plazos:

Para el próximo jueves, 21 de diciembre, leeremos el resto de la novela, desde la página 235 hasta el final. Espero que os guste.

Buena lectura!!

Domingo

6 Mar

On 9-11 people jumped to their deathComenzamos el domingo con Ilse, tan importante en esta novela por el desarrollo de su relato paralelo. Relato del que se nos ha dejado ver sólo algunas partes. No es lineal. Ilse parece tenerle miedo a la vida, siempre ha sido así. Quizás, por ese motivo, opta por alejarse de las carencias de su propia vida a través de la literatura, narrando la de otros que, aunque equivocados, sí se atrevieron a vivir. Ahora la encontramos con la certeza de que quiere escribir, sumida en un mar de interrogantes sobre qué final darle a la novela. Interrogantes que la llevan a reflexionar, de nuevo, sobre la vida de los terroristas y de ahí al amor, ya que ella estuvo enamorada de Jörg en su juventud. Se interroga por su frialdad actual con respecto a este sentimiento, pero le importa más la novela: ¿Cómo acabarla? […] le habría gustado conocer más mundo y poder mandar a Jan lejos para que tomara parte en una revolución y muriera en un atentado; un atentado insensato, terrible e inútil, un atentado en el que su vida revelara su verdad. Así llega al final de la novela, ya sabe cómo la va a terminar. Brillante final para Jan el que escribe Ilse. Me parece lo mejor de la novela. Lo sitúa en las torres gemelas el 11-S, involucrado directamente con el atentado, aunque no lo sepa, a través de sus relaciones con el terrorismo islámico (así acaban los terroristas europeos de los años 70 que no han muerto o abandonado las armas, al igual que la nueva generación que sigue creyendo en la lucha armada, personificada en Marko, que no descarta unir su lucha a la de los islámicos. Esto nos lleva también a reflexionar). Ilse le concede un poético final a Jan, en cierto modo buscado por él: Volaremos. Nos tomaremos de la mano y volaremos hacia el amanecer […] Quiere volar. Quiere no temer el rápido brusco e indoloro final y disfrutar del vuelo. Siempre quiso ser libre y rechazó cualquier atadura. Ha vivido bajo la luz de la libertad y con su espanto. Todo cuanto ha hecho habrá sido lo correcto si ahora vuela”.

Jörg nos concede un discurso final que no difiere mucho de lo poco que ha ido diciendo a lo largo de la novela. Admite sus errores que, ante una pregunta de su hijo, aclara que son las víctimas pero sólo porque en una lucha que no conduce al éxito no es justificable que se produzcan víctimas. Ni una palabra de perdón ni arrepentimiento. Los adjetivos para su discurso en el pensamiento de los demás son “patético”, “anacrónico”. Hay también grandilocuencia en sus palabras. Jörg se ha quedado anclado en un tiempo que no existe prisionero de sus puntos de vista y de sus conceptos. Desde hacía mucho tiempo, antes incluso de ser encarcelado, llevaba en su interior una celda y Margarete no veía de qué modo podría escaparse de ella. Margarete, como siempre, acierta en sus reflexiones. Pero todavía hay una sorpresa final que nos tiene deparada el autor: Jörg tiene cáncer terminal. Por eso ha pedido el indulto: quería volver a vivir un poco antes de que el cáncer acabara devorándome. No es que se haya arrepentido, es un hombre acabado agarrado a un pasado que  ha sido su única vida y se resiste a abandonar lo único que ha dado sentido a ésta. A partir de ahí sólo queda la conversación entre hijo y padre que los reconcilia y la escena final, muy simbólica, donde todos “en amor y compañía” sacan el agua del sótano inundado unidos en el trabajo conjunto. Ilse, la eterna espectadora, hace un retrato de todos ellos y del futuro que les puede esperar. Incluso, los dos polos opuestos, Ferdinand y Marko, se van juntos en el coche. Happy end.

Para mí la novela es algo irregular, no se profundiza en condiciones sobre un tema tan importante como el terrorismo. El tema escogido era una ocasión más que propicia. Lo que movió a aquellos que cogieron las armas en una Europa que creía en la revolución hasta llegar al terrorismo actual. Pinceladas aquí y allá que quedan suspendidas en el aire. Buenismo y sentimentalismo en un marco bucólico. No sé qué opináis vosotros. Insisto en que lo que más me ha gustado de la novela ha sido la historia paralela narrada por Ilse.

Es hora de vuestros comentarios sobre esta tercera parte y sobre la novela en general. Aprovechad aquellos que no habéis comentado nada sobre la segunda parte para hacerlo ahora.

Sábado

26 Feb

RiachueloLa segunda parte de la novela se abre y se cierra con las reflexiones de Margarete. Parece que el autor toma partido por ella para poner en su boca las reflexiones más acertadas. A través de sus pensamientos, más que sus escasas palabras, la vamos conociendo. Margarete personifica el equilibro en medio de los demás personajes más inestables (Le parecía realmente adecuado que Christiane hubiera llevado allí a Jörg tras su liberación. Tal vez perdiera en aquel lugar su enfermedad y los demás las suyas). Además el autor nos sorprende con el comienzo de un idilio entre ella y Henner. Algo que se presiente sólido a pesar de lo inesperado para ambos.

Los personajes se van despertando a un nuevo día en la vieja casa de campo, todos piensan en lo ocurrido el viernes y están llenos de interrogantes. Durante el desayuno se desencadena una interesante discusión sobre la lucha armada. Ulrich ataca con fuerza, y también Karin, ante la postura de Jörg: disculpas, justificación (En la guerra se dispara y se mata […] Estábamos en guerra, así que disparé y maté), autodefensa, indiferencia ante las víctimas… pero no puede ni terminar las frases (Lamento que el mundo no sea un lugar en el que no…, que sea un lugar en el que…). Marko le apoya reincidiendo en la idea de la guerra (Se trataba de una guerra auténtica).  ¿Qué opináis sobre esta idea de ver la situación como una guerra? Es la disculpa que siempre han dado los terroristas occidentales: una guerra contra el Estado, contra el sistema capitalista.

Al final de la discusión, Jörg le acusa a Henner de ser él su delator (parece que es lo único que le interesa decir). En un paseo posterior, Margarete le desvela a Henner que fue Christiane quien lo hizo (Lo traicionó por miedo; por cariño y por  miedo). Esto me recuerda a la película italiana “La mejor juventud” de Marco Tullio Gordiana, no sé si la habréis visto, si no es así, os la recomiendo, es un emocionante retrato, a través de la vida de dos hermanos, de la Italia que va de los setenta al año 2000. En ella, un personaje femenino milita en las Brigadas Rojas y su marido la delata, por amor, para que no la acaben matando.

Continúa la novela paralela de Ilse. El autor le dedica dos capítulos en esta segunda parte. Ilse parece estar inspirada y, a la vez, se interroga sobre el proceso de escritura, de gestación de una novela. A través del personaje de Jan, Ilse nos narra el  la vida de los terroristas en aquellos años: sus pensamientos, sensaciones, la clandestinidad, los secuestros, cómo se enfrentan a su primer asesinato (Con el primer asesinato Jan había traspasado la línea de ese contrato social que hace que no nos matemos los unos a los otros. ¿Qué podía detenerle después de eso?). Con esta narración paralela, el autor llena el hueco que la novela principal no aborda sobre el principio y los porqués de los que, como Jörg, acabaron en prisión o muertos. Esta novela dentro de la novela está muy bien narrada y permite al autor lucirse en otro registro.

Christiane se va liberando poco a poco de su actitud protectora. Ante la amenaza de que Jörg pueda saber que fue ella quien lo delató y el miedo a perder a su amiga (más que amiga en otros tiempos) Margarete (por su aproximación a Henner) y quedarse sin sus dos seres más cercanos, una sensación de resignación se apodera de ella y, curiosamente, se empieza a sentir más libre. Es un proceso complejo que va a ir viviendo y que la va a hacer más humana.

La cuestión del comunicado de prensa que Marko escribe en nombre de Jörg y que, finalmente, entrega a la prensa sin que Jörg dé su consentimiento está, a mi parecer, cogido con alfileres. El autor levanta muchas expectativas sobre ello para luego resolverlo fácilmente y quedar en nada. Simplemente nos sirve para mostrarnos la indecisión de Jörg sobre la cuestión de liderar un nuevo “movimiento revolucionario”. Indecisión que estamos captando casi desde el principio de la novela.

Y, por fin, aparece el último personaje, un tal Gerd Schwarz, estudiante de arte que se interesa por la casa y al que se le invita a unirse a ellos (¿cómo dejan quedarse a ese chico que no saben quién es y hablar delante de él cosas tan íntimas? Se supone que han tomado muchas precauciones para que nadie sepa donde está Jörg esos primeros días de libertad). Un joven que escucha en silencio todo lo que se habla hasta que, tres capítulos después, en medio de una tensa discusión y en un golpe de efecto buscado por el autor, desvela su verdadera identidad: es el hijo de Jörg (Ferdinand Bartholomäus, en homenaje a Ferdinando Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti), al que nadie ha conocido, ni siquiera su padre, porque se lo llevaron los abuelos maternos siendo un niño a Suiza. Antes de que el hijo le cante las cuarenta su padre, los demás se dejan llevar por sus sueños no realizados, y ahí, habla Margarete con toda la verdad, desde mi punto de vista: Vivimos en un exilio. Lo que fuimos y quisimos seguir siendo y quizás también lo que estuvimos destinados a ser lo perdemos, pero a cambio encontramos otras cosas. Incluso cuando pensamos que vamos a encontrar lo que estamos buscando, la verdad es que damos con una cosa distinta. […] Puede que sea eso lo que provoca que surjan terroristas. Puede que sean personas que no soportan vivir en el exilio y quieran instaurar su sueño de una patria a base de bombas. Un buen párrafo para reflexionar y comentar.

En fin, el hijo suelta todo su dolor y su rabia, con toda razón. El padre se queda helado, no sabe ni qué decir. Y para terminar, Dorle, que no ha podido con el padre, se lleva al hijo a pasear, a calmarlo, a hablar con él, y, como quien no quiere la cosa, acaban en la cama. Como Henner y Margarete. Bueno, a mi parecer el relato va adquiriendo un cierto tono de culebrón alejándose de lo verdaderamente importante. Veremos qué nos depara el domingo.

Plazos

Continuamos la lectura con la tercera y última parte, Domingo, a lo largo de una semana. A la vez, podéis ir dejando vuestros comentarios.

Viernes

16 Feb

La posta del ChuyLa novela El fin de semana comienza un viernes de verano a las siete de la mañana cuando Christiane va a buscar a la cárcel a su hermano pequeño Jörg que sale en libertad después de veinticuatro años preso. Desde el principio comprobamos que la actitud de ésta hacia su hermano es como la de una madre demasiado protectora ya que lo crió desde los siete años. Si os fijáis, el personaje de Christiane parece que sólo vive en función de su hermano, no parece tener vida propia, sus pensamientos y su preocupación siempre están focalizados en Jörg. Le ha planificado siempre la vida y llega hasta el punto de que, ahora, quiere que Margarete y él se sientan atraídos. En su primer encuentro, ella atravesó la calle corriendo y lo abrazó. Lo abrazó antes de que pudiera depositar en el suelo sus dos sacos grandes, de modo que él quedó aprisionado en su abrazo, sin poder corresponderlo, ya comprobamos ese apabullamiento que, en cierta manera, anula a Jörg. Ella lo ha organizado todo para que su hermano estrene su vida en libertad con una reunión de antiguos amigos en la casa que comparte con Margarete en el campo.

Este es el arranque de la novela, escrita en 3ª persona, una narración de esquema clásico, con descripciones intercaladas y abundantes diálogos.

En los siguientes capítulos el autor nos va presentando a los demás personajes: Henner, Ilse, Ulrich, su mujer Ingeborg y su hija Dorle, Karin, su marido Eberhard, Andreas y Marko. Ingeborg y Eberhard van a quedar en un segundo plano en todo el relato. En cuanto a Marko será pieza fundamental en el relato. No se trata de un antiguo amigo sino de un joven que, junto a otros, quiere continuar el camino iniciado en los setenta por las bandas armadas como la Baader-Meinhof a la que perteneció Jörg. Marko ha entrado en contacto con éste en la cárcel, lo ha ido a ver y quiere que se una a ellos en su lucha como líder experimentado (La lucha continúa y Jörg ocupará el lugar que le corresponde. Ya llevamos demasiado tiempo esperándolo). Jörg había enviado un escrito sobre la violencia a un oscuro congreso de izquierdas, con lo cual ponía en evidencia su incapacidad para entrar en razón y arrepentirse. No está clara la postura del terrorista sobre si va a continuar militando en la lucha armada o no (No voy a suplicar clemencia. He luchado contra este Estado y él ha luchado contra mí. No nos debemos nada. Sólo debemos lealtad a nuestras propias reivindicaciones) y Marko será la pieza discordante en la reunión con sus provocaciones y enfrentamientos con los demás, sobre todo con Christiane que desea que su hermano se reinserte en la sociedad y con Andreas, el abogado de Jörg. Las reflexiones de Marko sobre la necesidad de la violencia me resultan pueriles, pero quizás es que los argumentos de las personas que optan por la violencia política siempre me han resultado pueriles, parecen niños que no han madurado y quieren jugar un juego peligroso que les de un significado a sus vidas. ¿Qué opináis?

Hay un recurso muy interesante en El fin de semana que es la novela que comienza Ilse a escribir ese mismo viernes. Párrafos transcritos de otra novela dentro de la principal. Sobre el mismo tema y basada en hechos reales vividos por Ilse y su entorno. Gira en torno al personaje de Jan, que simula su muerte para entregarse a la lucha armada. Esta “segunda” novela, que irá tomando cuerpo a lo largo de la novela principal,  nos va dando más datos y experiencias sobre el mismo tema, lo complementa y me parece tan interesante como el relato principal.

A medida que vamos avanzando en la lectura, los personajes de Ilse, Henner, Margarete y Christiane van tomando mayor protagonismo, sobre todo en sus reflexiones internas. Ulrich será también protagonista pero más en la interacción con los otros personajes, es el que más habla del motivo que los ha reunido allí, junto a Karin, provocando con sus directas e indiscretas preguntas a Jörg, que finalmente habla, con tranquilidad a pesar de las provocaciones, para explicar cómo ha sido su vida en la cárcel o cómo vivía su militancia terrorista. Karin, por su condición de obispo protestante, es más reconciliadora en sus intervenciones. A lo largo de la novela se nos va dando información sobre cada personaje y las relaciones entre ellos en el pasado.

En medio de la velada posterior a al cena hay lo que llamo “un numerito”, quizás demasiado gratuito, protagonizado por Dorle que intenta acostarse con Jörg y éste la rechaza. La escena es muy teatral, como lo es en general el resto del libro, pero la veo en cierto modo prescindible, a no ser porque sirve para que después Ulrich, el padre de Dorle, reflexione sobre su paternidad y su pasado. ¿Qué opináis vosotros sobre esta escena?

En una conversación entre Christiane y su hermano sale a la luz un enigma que se desvelará más adelante: ¿quién delató a Jörg? Éste cree que fue Henner. Ya veremos cuál es la respuesta.

El último capítulo de esta primera parte está dedicado a Margarete que parece la más feliz, satisfecha y equilibrada. Una mujer que disfruta de su soledad e independencia y que acepta el paso del tiempo. Margarete, que apenas se ha manifestado hasta este capítulo, hace una interesante reflexión sobre el terrorismo y sobre la relación entre los dos hermanos. Ambas cuestiones le parecen enfermizas y sólo le despiertan compasión. Parece la más madura y sensata y podría ser que el autor se identificara con ella. ¿Qué pensáis al respecto?

Termino este post con una pregunta: ¿Cuál de los personajes os parece más interesante o con cuál de ellos os identificáis más?

Plazos

Es hora de dejar vuestros comentarios sobre esta primera parte. Seguiremos con la lectura de la segunda parte Sábado a lo largo de una semana.

El fin de semana: una novela de reflexión política y moral

9 Feb

Baader Meinhof- Meet Me At The Airport DSC_8976El escritor alemán Bernhard Schlink (1944)  ha publicado en total nueve libros, cuatro novelas policíacas cuyo protagonista es el peculiar detective Selb y El lector (un best seller internacional), Amores en fuga, El regreso, El fin de semana y Mentiras de verano, un libro de relatos. Estas últimas cuatro novelas tienen un denominador común: uno de los personajes posee un oscuro pasado relacionado con algún episodio turbio de la historia de Alemania. Este hecho le sirve para analizar los conceptos de culpa, responsabilidad y arrepentimiento.

El fin de semana se desarrolla en la Alemania actual. El protagonista es Jorg, un antiguo terrorista de la banda Baader-Meinhoff condenado por cuatro asesinatos. Tras veinticuatro años de cárcel es indultado por el presidente alemán sin que haya pedido perdón por los crímenes que cometió en nombre de sus ideales. Su protectora hermana Christiane reúne en una casa de campo a sus viejos amigos de militancia ideológica, que no terrorista, para darle la bienvenida a la libertad. Pero aquellos jóvenes revolucionarios de los años 70 se han integrado en la sociedad que querían cambiar. Hay una obispo protestante, un empresario rico con su mujer y su hija, una profesora que quiere ser escritora, un periodista de éxito, una traductora que vive en el campo y el abogado de Jorg. Más tarde aparecerán dos personajes más que no desvelo ahora. El fin de semana es una novela de reflexión política y moral. Sobre todo es una reflexión sobre el sentido que tiene la lucha, no sólo desde las armas, para intentar cambiar la sociedad. Pero hay más temas: la amistad, el amor, el odio, el rencor, el rechazo, la envidia, la culpa, la libertad, la ingenuidad, la violencia, el perdón, el arrepentimiento…

El título nos indica el tiempo de duración de la novela que está dividida en tres partes: viernes, sábado y domingo. A lo largo de esos tres días, todos los personajes hablan mucho (van directos al grano desde el primer momento), discuten sobre lo que fueron y lo que son, sobre la constatación de que el presente no es como se imaginaron cuando eran jóvenes, buscan respuestas al porqué de la violencia terrorista, qué motivo a estos jóvenes a empuñar las armas y matar a aquellos que no pensaban como ellos y cómo esa lucha armada fracasó y sus integrantes murieron o acabaron en la cárcel durante muchos años, como Jorg, que al salir se cuestiona qué hacer: si seguir en la lucha, si esta tiene sentido o integrarse en la sociedad.

La novela posee una estructura teatral, con un escenario casi único y con continuas entradas y salidas de los personajes lo que la hace muy visual. El estilo es minucioso, ameno, con numerosos diálogos y también silencios muy elocuentes. Asimismo, hay un par de giros sorpresas que mantiene el suspense.

Para terminar os dejo un link de otro Club de Lectura Virtual, de la Biblioteca Salvador García Aguilar de Molina de Segura, donde se habla del autor y su obra.

Plazos

Como el libro está dividido en tres capítulos, dividiremos la lectura en esos tres capítulos. Durante una semana leeremos el primero titulado Viernes, que termina en la página 88.