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El deshielo

6 Feb

Argumento

Tras el veredicto del caso Adam Henry, Fiona vuelve a su rutina en los juzgados de Familia. En su vida personal, Fiona está estancada. Su marido, Jack, volvió a casa. Ella lo acepta sin hacer preguntas. No quiere hablar del tema y le pide que ocupe la habitación de invitados.

Es el año 2012. A Fiona le llegan un montón de conflictos matrimoniales mientras tiene el suyo sin resolver. Su convivencia con Jack es «silenciosa y tirante«. Para Fiona su marido la había «traicionado«, la había dejado sola y después había regresado a los pocos días sin dejarle suficiente tiempo para valorar si quería romper definitivamente con él o reconstruir su matrimonio.

En esta rutina estaba cuando recibió una carta de Adam. Sabía por la asistente social que se estaba recuperando bien y que en breve retomaría las clases del colegio. En el fondo la esperaba.

Le escribía para decirle que no le guardaba rencor por su decisión. Al principio le sentó mal pero ahora la comprendía. Cuando le dieron el tratamiento y sus padres lloraban, comprendió que lo hacían de alegría, de ver que su hijo se curaba y que la decisión la había tomado una tercera persona. No habían incumplido los designios de Dios. Ahora él cree que está destinado a hacer otras cosas. En cuanto llegó a casa sacó la biblia de su habitación y le dijo a sus padres que no quería seguir asistiendo a la Iglesia. Se peleó con ellos y se apartó de la comunidad. Se cuestiona sus creencias religiosas. Consiguió leer la sentencia dictada por Fiona, confía en  ella y la tiene idealizada. Es distinta a todo lo que había conocido hasta el momento.

Fiona no le responde pero le conmovió «su calor y su inocencia». No quería desmoralizarlo y pensó que igual le escribiría más tarde, pero no lo hizo. Poco tiempo después, recibe otra carta de Adam en su domicilio. Necesita hablar con ella. Está en una espiral de emociones que no entiende. Con sus padres la relación está mal. Fiona llamó a la asistenta social que le dio noticias de él. Todas favorables. Estaba integrado en el colegio y todo le iba bien. Fiona entonces opta por no responder a la carta.

Después y por trabajo se marcha de circuito a otras ciudades inglesas a sacar adelante casos penales importantes que de otra manera tendrían que remitirse a los tribunales de Londres. Va a Newcastle, donde había estado de joven con sus tíos y primas. Siempre le traía buenos recuerdos y una sensación de libertad.

Estando en Newcastle recibe la visita inesperada de Adam. Ella no había contestado a sus cartas así que Adam se presentó súbitamente.  Estaba más alto y fuerte. No quedaba rastro de su aspecto del hospital. Fiona le pregunta a que viene y él le responde que «a darle las gracias por salvarle» y que ya «no era la misma persona». Para Adam la visita de Fiona al hospital «fue una de las mejores cosas que me han sucedido en la vida» y añade «la religión de mis padres era un veneno y usted fue el antídoto».

Pero la verdadera razón por la que Adam estaba allí delante de ella era «porque quiero irme a vivir con usted». Fiona no se esperaba esta petición y no supo reaccionar. Decidió dar por zanjada la visita. Fue a su habitación a coger dinero para dárselo a Adam para que pueda irse a un hotel y volver después a su casa. Al volver a la biblioteca y verlo de nuevo se acercó a él para despedirse y sin pensarlo dos veces lo besó. Ese beso la turbó y dejó que él se fuera sin darle ninguna explicación.

Una semana después, Fiona abandona el circuito. Va pensativa. No se puede quitar ese beso de la cabeza. Se pregunta porqué reaccionó así. Sin pensarlo llama a Jack por teléfono. Necesita hablar con él, recobrar su vida, su sensatez. Quedan para cenar. Pero «el deshielo no era rápido ni lineal». Pasan varios mese y Fiona recibe una carta de Adam. Era un poema escrito por él, no iba acompañado de texto. Fiona no le contesta.

En diciembre, el día del concierto en el Great Hall y antes de salir de casa, Jack le prepara una velada romántica y «por primera vez desde hacía más de un año, un fuego llameante en la chimenea» y Jack le dice «No tenemos mucho tiempo» y«quién sabe cuánto -dijo él-. No muchos años. O empezamos a vivir de nuevo, a vivir de verdad, o renunciamos y aceptamos la desdicha desde ahora hasta el final (…) ella levantó la copa y dijo solemnemente -por vivir otra vez».

Antes del empezar a tocar, Fiona recibió una noticia de un colega que la consternó. El concierto fue un éxito y al finalizar, Fiona se fue a casa sola. Llamó a Marina Greene y confirmó el suceso. Adam había muerto en el hospital hace cuatro semanas. Ella se culpa de no haberlo sospechado para poder evitarlo y al volver a releer el poema, vio la advertencia, al final y tachada «que quien arroja mi cruz se mate con su propia mano». 

Ella se arrepiente de no haber contestado a sus cartas, de no haberlo protegido más «sin la fe, qué abierto y hermoso y aterrador debió de parecerle el mundo». Piensa lo solo y abrumado que debió de sentirse al salir del hospital la primera vez, como le impactó su veredicto y que ella no hizo nada. «Él fue a buscarla, quería lo mismo que quiere todo el mundo y que sólo podían darle los librepensadores, no los seres sobrenaturales. Un sentido.» No pudo parar de llorar. Jack nunca la vio así. Le pregunta que le pasa y se lo cuenta. A Jack le sorprende su reacción y que de repente exprese sus sentimientos. A pesar de estar un poco impactado por lo que oye decide estar a su lado, escucharla y consolarla. La pareja empieza de nuevo.

Comentario

La ley del menor es una novela corta que se hace grande durante su lectura. Con unos personajes complejos, sólidos, y una trama realmente absorbente. La novela está escrita en tercera persona pero siempre desde el punto de vista de Fiona, de forma que nos acerquemos a su forma de ver la vida, de pensar y de llevar a cabo su delicado trabajo. A través de ella, el autor nos cuenta también la historia de Jack y la de Adam.

El libro, desarrollado en el ámbito judicial anglosajón, trata de forma magistral el debate sobre la validez de la autonomía del menor, la solidez o no de sus creencias, la vulnerabilidad de la adolescencia, su capacidad para dejarse impresionar por un modelo de adulto idealizado. La huella que, de forma imperceptible, imprimen los adultos en conciencias jóvenes con su forma de ser y actuar, y las posibles repercusiones que dicha impronta dejará en el espíritu del que lucha por encontrar su lugar en el mundo. Da lugar a la reflexión.

Como también da lugar a debate el personaje de Fiona, mujer exigente en su papel de profesional altamente cualificada, que antepone sus responsabilidades laborales al día a día de su vida íntima, aquélla que sustenta su bienestar y que de forma imperceptible se desmorona a su alrededor y termina pasando factura.

Desde mi punto de vista, el autor consigue enganchar al lector desde el principio y no sólo con el argumento en sí, sino con la exposición detallada y fascinante de los casos que se plantean en el juzgado de Familia, su complejidad y sus muchos puntos de vista.

McEwan tiene una forma de escribir elegante sin elementos superfluos, hace un análisis de las diferencias entre la naturaleza femenina y la masculina, del matrimonio, los celos, el dolor y de las consecuencias de las decisiones que tomamos y cuyo alcance muchas veces no podemos prever.


¿Qué os ha parecido a vosotros?

Plasmad todos vuestros comentarios sobre esta novela en este post todo el tiempo que queráis.

El próximo lunes, 11 de febrero, publicaré el post presentación de la siguiente novela.

Nos leemos,

Nuestra próxima lectura: La ley del menor de Ian McEwan

24 Ene

Vamos a adentrarnos en el complejo mundo de los tribunales de menores a través de una jueza de familia en el Londres del siglo XXI. Leeremos «La ley del menor« del escritor inglés Ian McEwan.

Novela publicada por Anagrama en 2015 y traducida por Jaime Zulaika. En noviembre de 2018 se estrenó en las salas de cine españolas su versión cinematográfica (aquí titulada «El veredicto»). Está interpretada por Emma Thompson, Stanley Tucci, Fionn Whitehead y dirigida por  Richard Eyre. El guión de esta película es del propio McEwan. Ver tráiler oficial.

La novela

Fiona Maye es una magistrada del Tribunal Superior de Justicia que trabaja en tribunales de familia. Está a punto de cumplir 60 años y su matrimonio con Jack está entrando en una fase de distanciamiento y frialdad que hace que su marido le replantee los términos de su convivencia. Al mismo tiempo le encargan el caso de Adam Henry, enfermo de leucemia, que ni él ni sus padres (ambos Testigos de Jehová) quieren aceptar una transfusión de sangre que le salvaría la vida. Adám todavía no ha cumplido los 18 así que su futuro no está en sus manos, sino en las del tribunal que Fiona preside.

Esta novela, además de las vicisitudes matrimoniales de Fiona, trata sobre todo de las situaciones a las que tiene que enfrentarse una jueza de los tribunales de familia ante situaciones muy duras y que implican demasiados aspectos; desde la vida de las personas, hasta sus creencias y convicciones, su conciencia, su derecho a la libertad incluso para morir. En resumen, trata del enfrentamiento entre las creencias religiosas por una parte, y la legalidad, moralidad y racionalidad por otra.

El escritor

Nacido en Aldershot, Hampshire, Inglaterra, Reino Unido el 21 de junio de 1948.

Ian McEwan es considerado como uno de los 50 mejores escritores británicos de la actualidad gracias tanto a su excelente producción novelística como por sus incursiones en el guión y la dramaturgia.

Estudió en la Universidad de Sussex, donde estudió Inglés, y en la de East Anglia, donde se especializó en Escritura Creativa. Fue poco después cuando, con su primera antología de relatos, «Primer amor, últimos ritos» (1975), logró un gran éxito al hacerse con el Premio Somerset Maugham. A partir de ahí McEwan siguió publicando de manera regular tanto novela como relato, y ya en los años 80 fue adaptado al cine.

En 1997 publicó «Amor perdurable», considerada por muchos como una obra maestra acerca de una persona que sufre el síndrome de Clerambault. En 1998, y causando gran controversia, le fue concedido el Booker Prize por su novela «Amsterdam».

También volvió a publicar relatos con «Entre las sábanas», así como las novelas «El placer del viajero», «Niños en el tiempo» (Premio Whitbread y Premio Fémina), «En las nubes», «El inocente», «Los perros negros», «Amor perdurable», «Expiación» (que ha obtenido, entre otros premios, el WH Smith Literary Award, el People’s Booker y el Commonwealth Eurasia),»Sábado», «Chesil Beach», «Solar» y «Operación Dulce«.

En sus novelas nos podemos encontrar con sexo explícito, violencia, relaciones incestuosas, pero en «La ley del menor«, como dice en su reseña para Babelia Santiago Roncagliolo, es «un elegante caballero que reflexiona sin amenazar, sentado en un sillón de su club, con un escocés en la mesita». El autor se encuentra más amable en sus formas y argumentos pero como sigue diciendo Roncagliolo «Aunque no lleve un cuchillo entre los dientes, McEwan se mantiene fiel a sus creencias. Si en el siglo XX el tabú era el sexo o la historia oculta de Occidente, hoy el tabú es la fe».


Calendario de lecturas:

  • 24 de enero (jueves): presentación de la novela.
  • 31 de enero (jueves): Comentarios de los tres primeros capítulos.
  • 6 de enero (miércoles): comentarios del final del libro.

Recordatorio: los que tenéis la posibilidad de recoger el libro en la biblioteca Fórum, ya lo tenéis preparado en la Sala de adultos. Recordad que ya tenéis que ir devolviendo «La uruguaya». Si alguien necesita más días, tiene de plazo para entregarlo hasta el martes que viene. Después, lo necesita otro club de lectura.

Muchas gracias.

¡¡Nos leemos!!

La uruguaya

18 Ene

El argumento

Lucas Pereyra es escritor, está casado con Catalina y ambos tienen un hijo que se llama Maiko. Viven en Argentina. La historia transcurre a lo largo de un sólo día. Lucas tiene un viaje programado a Montevideo para traer un dinero que le han enviado desde dos editoriales en pago de sus dos próximos libros. Lo va a buscar a Uruguay para evitar las restricciones cambiarias de su país. Pero también hay alguien más allí, una mujer llamada Magali Guerra.

Lucas no atraviesa su mejor momento, ni en lo personal ni en lo laboral. Aburrido de su vida conyugal y familiar, la perspectiva de pasar un día entero en otro país y en compañía de una joven uruguaya era suficiente para animarlo.

En el viaje a Montevideo, Lucas va pensando en su vida. En lo asfixiante que encuentra su matrimonio. Cree además que su mujer está teniendo relación con otro hombre de su entorno laboral.

Recuerda como un año antes conoció a Guerra en un festival literario al que lo habían invitado en Valizas (Uruguay). Cómo le gustó desde le principio «qué mujer más hermosa, qué demonio de fuego me brotó de adentro», la sacó a bailar, se gustaron al instante y recuerda «estaba anestesiado y se me prendieron los cinco sentidos otra vez y a máxima potencia». Ella sabe que él está casado y tiene un hijo. A su vez también le dice que ella está con alguien. Quedan al día siguiente discretamente para hacer una excursión.

Pasan un día divertido, se besan pero nada más. Él se vuelve a su país y ella a su vida. Había transcurrido un año desde entonces. Se habían visto un par de veces más en viajes a Montevideo por trabajo pero donde quedaban para tomar un café. Ahora se volvían a ver de nuevo. En realidad no se conocían pero Lucas se había hecho una visión de la relación que era más una ilusión que una realidad.

El encuentro de Lucas con Guerra es algo frío «¿Quién es esta mina? Me resultaba totalmente desconocida. Me costaba hacerla coincidir con mi delirio de meses». Realmente no se conocíanA los ojos de Guerra, Lucas era «un mimado por la vida. Un Peter Pan que no quiere dejar de ser niño.» 

Guerra le confiesa que ya no está con nadie y que lo ha pasado muy mal. Su novio, César, la había engañado con su mejor amiga, Rocío, y se había marchado a vivir con su padre. No estaba en un buen momento anímico. Para ella este día era para desahogarse y pasarlo bien. No quiere una nueva relación y menos con alguien que vive tan lejos y está casado. Así que Lucas no consigue su propósito porque ella no quiere que la lastimen más y no quiere «extrañarte. No quiero extrañarte».

Así que la habitación que Lucas había reservado en un hotel de Montevideo se queda vacía. Por el contrario Guerra quiere pasarlo bien y le ofrece un poco de marihuana. Juntos deambulan por Montevideo en una nebulosa de alcohol y porros donde ven la realidad distorsionada. Incluso él se hace un tatuaje. Más que una relación es una vía de escape para ambos. Escapar de su vida real por unos instantes. Incluso en el calor del momento, Lucas le propone a Guerra que se escape con él a Brasil, donde nadie la conozca. Pero Guerra ni se lo tiene en cuenta y le confiesa que está embarazada de pocos meses de su exnovio César.

Cuando están totalmente enajenados en la playa disfrutando de un momento de intimidad, sufren un robo con violencia. Dos individuos que lo habían estado siguiendo, se les acercan y después de darle varios golpes a Lucas, le quita la cartera donde llevaba todo su dinero, las tarjetas y el móvil. A Guerra no le pasó nada.

Guerra le aconseja que ponga una denuncia en la comisaría pero que ella no lo puede acompañar porque tiene una reunión de trabajo muy importante. Lo deja solo ante el edificio de la comisaría. En ese momento Lucas reflexiona y se le pasa por la cabeza la idea de que todo lo relacionado con el robo podía haber sido cosa de Guerra. Sabía que iba a Montevideo a por dinero y donde tenía el dinero escondido porque lo vio cuando se estaba haciendo un tatuaje…

Ese dinero es importante porque Lucas tenía muchas deudas y lo necesitaba para ir sobreviviendo los siguientes meses hasta la entrega de los dos libros. Ahora sólo tenía un ukelele para su hijo y varios pesos uruguayos en el bolsillo.

No pone la denuncia. Se queda aturdido «Pocas veces estuve tan perdido. Sabía donde estaba pero no sabía dónde iba«. Se fue a visitar a su amigo Enzo. Alli se derrumbó «Lloré porque pensé en Guerra y supe que no la iba a volver a ver, me negué a la idea de que su cariño no fuera verdadero». Pensó en su mujer y en que su cariño sí era verdadero. No sabía lo que le iba a decir al llegar.

Se vuelve para Argentina. Al llegar su mujer le pregunta por Guerra. Le confiesa todo. Ella también se sincera y le cuenta que se ha enamorado de alguien un año antes, una mujer. Lucas se queda descolocado. Le costó asimilarlo.

Pasa un año. La relación con Guerra se enfrió hasta ser inexistente. Lucas está viviendo en un piso «de separado», llegó a un arreglo con Cata y tiene a su hijo con él la mitad de la semana. Intenta llevarse bien con ella y su pareja. Él no tiene pareja. Descubre a través de las redes sociales que Guerra se ha emparejado con Cesar y Rocío. Que los tres han hecho una boda ficticia y que las dos están embarazas de él. Ella ha formado su propia familia.

«Supongo que la idea de familia se transformó. Tiene algo de bloques combinables. Cada uno la arma como puede».

La vida en sí es ya muy complicada así que creo que cada uno tiene que intentar ser feliz con las circunstancias y vivencias que le toquen. Procurar ser flexibles y sobre todo tomarse la vida como viene, intentando cambiar sólo aquello que dependa de uno mismo. ¿Qué pensáis vosotros?

Análisis de la novela

El libro está lleno de reflexiones, Lucas se siente asfixiado en su relación conyugal y familiar, ya que piensa que las parejas con el paso del tiempo acaban convirtiéndose en «siamesas» piensan igual, comen igual, etc. Él ahora tenía una vía de escape a esa situación y le «tranquilizaba saber que había una parte de mi vida que no compartía con vos«.

También la paternidad le agobiaba por momentos: «Vos sabes que lo adoro a mi hijo… pero a veces me agota, no tanto él sino mi constante preocupación por él». ¿Le echa la culpa a su paternidad y a su matrimonio de sus insatisfacciones?

Escrita en primera persona, Lucas recuerda su pasado. Pero su pasado igual no era como él lo recuerda. Se dice que somos más lo que recordamos que lo que vivimos. Da la sensación de que parte de lo que cuenta es una ensoñación. ¿Vosotros que pensáis?

«Estaba enamorado de una mujer y enamorado de la ciudad donde ella vivía. Y todo me lo inventé, o casi todo, una ciudad imaginaria en un país limítrofe. Por ahí caminé, más que por las calles reales».

Cuando un relato o recuerdo se construye no existe forma de distinguir lo verdadero de lo falso. La memoria es maleable y se adapta a nuestras necesidades. Guerra era un fantasma idealizado de su pasado.

Más que una novela sobre el desamor es una novela sobre las expectativas insatisfechas. Según comenta el autor hay más frustración que desamor en la novela. Se siente asfixiado en una situación de pareja y deposita en esa frustración otras que tienen que ver con no estar trabajando, no estar escribiendo, no ganar dinero.

El propio Mairal reconoce:

“Me doy cuenta de que el protagonista provoca mucha identificación y no solo en los hombres. Evidentemente, las mujeres también se sienten encerradas en sus parejas, tienen amoríos mentales como el del personaje. Esa válvula de escape no corresponde solo a los hombres

Narrada con una brillante voz en primera persona, ese contarle a alguien que pasó se convierte en la  herramienta literaria más potente que usa Mairal en esta novela. Una voz que habla a veces de ti (a un vos) y que no es el lector, sino su mujer Catalina, y otra de un «nos», haciendo un guiño a los lectores y lectoras.

La novela está muy bien escrita. Con un vocabulario muy acertado, rico en matices y que en muchos momentos despierta una sonrisa o da lugar a una reflexión. Sin entrar en el fondo de la cuestión, me hizo mucha gracia la expresión caribeña «anda columpiando los aretes con cualquiera. ¿Quién te columpiaba los aretes, Catalina?» o esta otra «si no podés con la vida, probá con la vidita«.

¿Qué os ha parecido la novela?


!Ahora os toca a vosotros!

Os animo a que hagáis vuestras propias reflexiones sobre la novela.

El próximo jueves, 24 de enero, presentaremos la siguiente lectura.

Hasta entonces,

¡Nos leemos!

Nuestra próxima lectura: «La uruguaya» de Pedro Mairal

7 Ene

¡¡FELIZ AÑO 2019!!

Vamos a empezar el año de la mano del escritor argentino Pedro Mairal y su novela «La uruguaya», publicada en 2016 por Libros del Asteroide. Novela premiada con el Tigre Juan 2017.

La uruguaya

Lucas Pereyra, un escritor recién entrado en la cuarentena, viaja de Buenos Aires a Montevideo para recoger un dinero que le han mandado desde el extranjero y que no puede recibir en su país debido a las restricciones cambiarias. Casado y con un hijo, no atraviesa su mejor momento, pero la perspectiva de pasar un día en otro país en compañía de una joven amiga es suficiente para animarle un poco. Una vez en Uruguay, las cosas no terminan de salir tal como las había planeado, así que a Lucas no le quedará más remedio que afrontar la realidad.

Narrada con una brillante voz en primera persona, «La uruguaya» es una divertida novela sobre una crisis conyugal que nos habla también de cómo, en algún punto de nuestras vidas, debemos enfrentarnos a las promesas que nos hacemos y que no cumplimos, a las diferencias entre aquello que somos y aquello que nos gustaría ser.

Publicada con gran éxito en Argentina en 2016, La uruguaya ha confirmado a Mairal como uno de los más destacados narradores de la literatura argentina contemporánea.

Pedro Mairal

Nació en Buenos Aires en 1970. Comenzó a estudiar Medicina en 1989, pero al poco tiempo abandonó. En 1991 comienza a estudiar Letras en la Universidad del Salvador. En 1994 obtiene una mención en el premio Fortabat de poesía, y publica sus primeros poemas en el suplemento literario del diario La Prensa.

Más tarde, en 1997, coordina el taller literario en la facultad y da clases como profesor adjunto de Literatura Inglesa.

Su novela «Una noche con Sabrina Love» recibió el Premio Clarín en 1998 y fue llevada al cine. Ha publicado también las novelas «El año del desierto» (2005) y «Salvatierra» (2008), el volumen de cuentos «Hoy temprano» (2001), y los libros de poesía «Tigre como los pájaros» (1996), «Consumidor final» (2003) y la trilogía «Pornosonetos» (2003, 2005 y 2008). En 2007 fue nombrado uno de los 39 mejores jóvenes escritores latinoamericanos por el Hay Festival de Bogotá. Trabaja como guionista y escribe para distintos medios de comunicación. En 2013 publicó «El gran surubí», una novela en sonetos, y «El equilibrio», una recopilación de las columnas que escribió durante cinco años para el diario Perfil. En 2015 publicó en Chile «Maniobras de evasión», un libro de crónicas. Su última novela, «La uruguaya», ha recibido en España el Premio Tigre Juan 2017 y lo ha confirmado como uno de los más destacados autores argentinos de su generación.

Reseñas en el periódico Clarín, sección Cultura.

Entrevista en Eterna cadencia.

Entrevista en La Nación.


Calendario de lecturas:

  • 7 de enero (lunes): post presentación del libro.
  • 18 de enero (viernes): post final sobre la novela.

Los que recogéis un ejemplar en la Biblioteca Fórum Metropolitano ya lo tenéis disponible en horario de apertura de la sala de adultos.

¡¡Espero que os guste!!.

Nos leemos,