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Ya se ha ido, ya está muerto

28 Feb

«Me muero […] vive tú; […] reserva con dolor tu aliento para contar mi historia»

«Hamnet» relata la muerte de uno de los hijos de William Shakespeare y Anna Hathaway, en el libro llamada Agnes. Como señala Marta Sanz en Babelia, “Lo maravilloso y muy meritorio de Hamnet es que Maggie O’Farrell vivifica a Shakespeare, el gran “monstruo de la naturaleza” del canon universal —siempre desde una perspectiva anglosajona—, colocando en primer plano la domesticidad y utilizando como foco narrativo prioritario la figura de su esposa, aquí llamada Agnes”.

Maggie O’Farrell no se ha centrado en la figura masculina del escritor, sino que ha querido poner en primer plano a su mujer, Agnes. Shakespeare aparece desdibujado, en segundo o tercer plano. Nunca se refiere a él por el nombre real, siempre por el preceptor de latín, el hijo, el hermano, el padre o el marido

La obra está dividida en dos partes, la primera nos presenta al niño Hamnet cuando intenta buscar desesperado ayuda para su hermana gemela, Judith, que se encuentra gravemente enferma. Se ha contagiado con la peste a través del efecto mariposa de una pulga en Egipto.

A través de este acontecimiento vamos adentrándonos en la vida familiar y en el ambiente social y cotidiano del pueblo de Stratford. Con episodios intercalados del presente con el pasado vamos conociendo la fuerte y excéntrica personalidad de Agnes. Lo unida que estaba a su madre y lo libre que se sentía con ella. Su fuerte conexión con la naturaleza. Su cambio de vida cuando su padre se volvió a casar y su nueva madre no la quería, le tenía envidia y la trataba como una hija de segunda.

Agnes era una mujer inteligente, analfabeta, empática y silvestre. No participaba de los convencionalismos sociales de la época. Se enamoró del preceptor de latín de sus hermanos (ya que las mujeres en esa época no iban al colegio), más joven que ella y de una familia venida a menos con mala fama en el pueblo. Pero eso no la iba a detener. Se quedó embarazada a propósito para forzar un matrimonio rápido. Y lo consiguió. Su suegro  hizo un trato ventajoso con su hermano por el que percibía una buena dote en el momento de casarse. A cambio vivirían en la casa contigua y su marido seguiría trabajando con su padre en el negocio de los guantes.

Tanto Agnes como su marido hubieran preferido haberse ido lejos de sus familias pero aceptaron la nueva situación y se quedaron. Su suegro era una persona mezquina, violenta y tenía sometida a toda la familia. Su marido era una persona sensible, débil de carácter que se sentía atormentado en esa situación. Agnes lo sabía y cuando vio que su marido no podía más con esa situación lo arregló todo para que se fuera a Londres a trabajar y a buscar negocio. Ella se había vuelto a quedar embarazada y la idea es irse a Londres cuando él tuviera dinero para comprar una viviendo donde pudieran vivir todos.

Pasan los años y esto no se produce. Ella se queda por su hija Judith. En su segundo embarazo tuvo gemelos y la niña siempre estuvo débil de salud y pensaba que era mejor que estuviera en el campo.

La primera parte termina con la muerte trágica de Hamnet que también se había contagiado de la peste. Contra todo pronóstico, su hermana se salva y él no.

En la segunda parte vivimos el dolor de una familia ante la pérdida de un hijo, un hermano y un nieto. La vida sigue pero cada uno vive el dolor de una manera. Pero quizá el dolor más intenso en el dolor por la pérdida de un hijo, así lo expresa Agnes refiriéndose a la fragilidad que nos rodea y de la que no somos conscientes, “La crueldad y la devastación nos aguardan a la vuelta de cualquier esquina, dentro de un arcón, detrás de una puerta: saltan sobre una en cualquier momento como un ladrón o un bandido. La cuestión es no bajar nunca la guardia. No creer nunca que se está a salvo. No dar nunca por hecho que el corazón de tus hijos late, que tus hijos beben leche, que respiran, que andan y hablan, sonríen, discuten y juegan. No olvidar ni un momento que pueden desaparecer, que te los pueden robar en un abrir y cerrar de ojos, que se los pueden llevar como leves vilanos”.

Pero incluso la pérdida de un hijo puede ser llevadera, al lado de otro dolor punzante como es el dolor de una hija por la muerte de su hermano.  Judith, la hermana gemela de Hamnet, le pregunta a su madre si Hamnet no va a volver nunca y “Agnes descubre que puede soportarlo todo menos el dolor de su hija. Puede soportar la separación, la enfermedad, los golpes, los partos, las privaciones, el hambre, la injusticia, la reclusión, pero esto no: su hija mirando a su gemelo muerto. Su hija llorando por la pérdida de su hermano. Su hija desgarrada por la pena”.

La situación de Agnes es angustiosa, vive separada de sus hermanos, de su marido, soportando la muerte de su hijo y lidiando con una madrastra infame a la que no soporta. La soledad ante la muerte de Hamnet con su marido en un Londres al que no ha viajado, con la duda de si él tendrá amantes o de si estará si quiera afectado por su muerte, es una preocupación constante en Agnes.

Solo cuando su madrastra, llena de envidia, la visita para decirle que su marido va a dirigir una obra titulada “Hamnet”, Agnes decide ir a Londres a ver qué pasa. La representación le parece insulsa, vacía, un insulto a la memoria de su hijo. Está a punto de marcharse sin decirle nada para luego escribirle que no quiere verlo nunca más cuando se da cuenta del giro de la obra. Hamnet es el hijo que muere y Hamlet es el príncipe de Dinamarca que vive. Solo en ese momento Agnes comprende a su marido y se da cuenta de “ha hecho lo que habría deseado hacer cualquier padre, sufrir él para que no sufriera su hijo, ponerse en su lugar, ofrecerse a sí mismo a cambio para que el niño pudiera vivir”.

«Hamnet» aborda muchos temas: el azar y el destino, la omnipresencia y asiduidad de la muerte en la vida, la validez de las premoniciones y la imposible empresa de saber quién va a morir primero, el límite que separa brujas y médicas, y sobre todo, el amor incondicional de una madre, la conexión entre hermanos gemelos, la superación del matrimonio tras la pérdida de un hijo, la compresión y generosidad… 

O’Farrell es una magnífica escritora, para muchos críticos fue la mejor novela del 2021. Todo está perfectamente narrado. Las frases fluyen entre las escenas con fuerte carga emocional y la lectura es ágil y creativa. Al final, da igual si lo que está contando O`Farrell se corresponde con la realidad o es producto de su imaginación, la ficción y la realidad se desdibujan y la ternura, el dolor, la crudeza y la pérdida se convierten en los protagonistas. 


¡¡Ahora os toca a vosotros!!

¿Qué os ha parecido el relato? ¿Habéis empatizado con la novela?

¿Cómo veis el personaje de Agnes? ¿y el papel de su marido?

Que personaje habéis entendido mejor? ¿y cual habéis detestado?

Espero vuestros comentarios,

Shakespeare en su contexto histórico

9 Feb

Dibujo de William Shakespeare. Foto: Dreamstime

William Shakespeare escribió “Hamlet” un tiempo después de que falleciera su hijo pequeño, que se llamaba Hamnet. De hecho, la novela se abre directamente dejando bien clara su referencia histórica con el siguiente texto: “En la década de 1580, una pareja que vivía en Henley Street (Stratford) tuvo tres hijos: Susanna y Hamnet y Judith, que eran gemelos. Hamnet, el niño, murió en 1596 a los once años. Cuatro años más tarde su padre escribió una obra de teatro titulada “Hamlet““.

La siguiente página, justo después de una cita directa de “Hamlet“, sigue matizando la referencia histórica: “Hamnet y Hamlet son en realidad dos formas perfectamente intercambiables de un mismo nombre, según consta en los anales de Stratford de finales del siglo XVI y principios del XVII“. Y la importancia de poner sobre la mesa este matiz en la nomenclatura de Hamnet / Hamlet resulta especialmente reveladora si tenemos en cuenta que el nombre William y el apellido Shakespeare no salen ni una única vez en toda la novela de O’Farrell.

Agnes se nos presenta como una mujer que tiene amplios conocimientos de plantas medicinales y que es una solicitada curandera en Stratford, donde la vida diaria de las mujeres en la época isabelina es narrada con gran detalle. Mientras tanto, Shakespeare nunca es mencionado por su nombre, sino como ‘el esposo’ o ‘el padre’, y su mundo del teatro en Londres queda prácticamente fuera de la página.

Contexto histórico

Enrique VIII

El siglo XVI en Inglaterra da comienzo a la edad moderna, un período histórico cuyo inicio se sitúa más o menos en la caída del Imperio Bizantino y en el descubrimiento de América por Cristóbal Colón en 1492. Fue una época marcada por importantes cambios a nivel político, económico y religioso. A nivel cultural la edad de oro Isabelina dio como fruto escritores de la talla de William Shakespeare.

Enrique VIII (1509-1547) fue responsable de la ruptura con la iglesia católica de Roma y el establecimiento de la monarquía como máxima autoridad de la iglesia de Inglaterra. Se encargó además de sentar las bases de la iglesia protestante anglicana y consiguió la adhesión de Gales al reino de Inglaterra. A partir de la ruptura con la Iglesia Católica de Roma en 1534, comenzó a gestarse la iglesia anglicana. Tras la reforma protestante de Martín Lutero surgida en Alemania, Inglaterra se sumó al movimiento. No obstante, Enrique VIII era católico devoto en la práctica y así se mantuvo durante todo su reinado, de modo que los reformadores protestantes no pudieron realizar ningún cambio en las doctrinas de la Iglesia de Inglaterra bajo su mandato.

Tras la muerte de Enrique VIII en 1547, su heredero Eduardo VI ascendió al trono a la temprana edad de 10 años. Fue oficialmente el primer monarca protestante de Inglaterra. Su reinado duró unos 6 años y continuó con el mandato protestante que inició su padre. Eduardo VI, a diferencia de su padre, sí fue protestante en la práctica y durante su gobierno se realizaron cambios importantes en las doctrinas de la iglesia, aunque más adelante se revocarían por su sucesora María I.

Tras su muerte, su sucesora en línea era su hermanastra, María I, quien trajo consigo turbulentos cambios. Intentó anular la reforma anglicana implantada por su padre y que su hermano amplió. Implantó nuevamente la Iglesia Católica y promovió la persecución de protestantes. Ordenó múltiples ejecuciones, lo cual le hizo ganarse el apodo de “La sanguinaria”. Se casó con Felipe II de España, convirtiéndose en reina consorte del reino de España cuando su marido ascendió al trono dos años más tarde. Selló así la alianza católica con España y el matrimonio fue recibido con una fuerte revuelta popular en Inglaterra organizada por el poeta Thomas Wyatt.

Isabel I de Inglaterra

La reina falleció sin hijos, por lo que la siguiente en la línea sucesoria era su hermanastra Elizabeth Tudor. Muchos deseaban ver a Elizabeth como reina y otros no tanto, pues para mediados del siglo XVI Inglaterra estaba dividida en católicos y protestantes.

Elizabeth I, hija de Ana Bolena y Enrique VIII, quedó huérfana de madre a los tres años y fue declarada hija ilegitima. Se le retiró el título de princesa que recuperó con la ayuda de la última esposa de su padre, Catherine Parr. fue coronada en noviembre de 1558 en la Abadía de Westminster a la edad de 25 años y fue reina hasta su muerte en 1603. Se trata de uno de los reinados más largos de la historia del país.

La iglesia anglicana de Inglaterra se verá reforzada y consolidada por ella.  Reinstauró el protestantismo en el país, rompió con el Papa de Roma, pero sin perseguir ni condenar el catolicismo. 

Gobernó el país sola y no quiso compartir el poder con ningún esposo. Fue la última monarca de la dinastía Tudor porque no tuvo descendencia. Fue reina de Inglaterra, Gales e Irlanda. Demostró tener dotes para gobernar Inglaterra desde el principio a pesar de la presión que siempre tuvo para que se casara y diera un heredero al trono. Pronto empezó a ser conocida como la Reina Virgen y se generó un gran culto alrededor de su figura a medida que iba envejeciendo soltera. Ella misma afirmaba que estaba casada con su reino, Inglaterra, y que sus súbditos eran sus hijos. 

En pleno auge del Renacimiento, el reinado de Isabel I de Inglaterra se conoce como el período Isabelino. En Inglaterra fue una época de gran esplendor cultural, con figuras como William Shakespeare y Christopher Marlowe en la literatura inglesa.

La exaltación patriótica cobró suma importancia. La alegoría de Britannia, que es la caracterización de la isla de Gran Bretaña en una figura humana, fue utilizada por primera vez en 1572 y poco a poco empezó a cobrar importancia.

Durante el siglo XVI recibieron un gran impulso las actividades artesanales y manufacturas. De este modo se sentaron las bases para una industria nacional del vidrio, la cerámica, la seda y se incrementaron las exportaciones de las manufacturas de lana.

También se reforzó la flota militar y mercantil del país gracias a la labor de corsarios como el conocido Sir Francis Drake. Se podría decir que Isabel I sentó las bases de la expansión del Imperio Inglés durante su reinado. Apoyó cualquier acción que dañara la hegemonía del reino de España. Era su gran enemigo, pues el imperio Español dominaba Europa por aquel entonces y estaba en su máximo apogeo. Estas acciones iban desde autorizar a los corsarios ingleses a atacar barcos españoles que volvían del nuevo mundo cargados de riquezas, hasta apoyar revueltas y levantamientos en los Países Bajos y Portugal contra la ocupación española.

Batalla de la Armada Invencible

Finalmente, la tensión con España desembocó en la famosa batalla de la Armada Invencible en aguas del canal de la Mancha en 1588. Es muy popular el discurso de la reina Isabel I en Tilbury, el cual iba dirigido a las tropas inglesas que aguardaban la llegada de la flota Española. España tuvo que retirarse debido al gran número de embarcaciones perdidas. La guerra acabó arruinando económicamente a ambos países, sobre todo por la contra-armada que Inglaterra envió para atacar España al año siguiente. Finalmente, ambos reinos firmaron un tratado de paz tras la muerte de Isabel I, ya bajo el reinado de su sucesor al trono Jacobo I.

El fin de su reinado coincidió con el lento comienzo de la decadencia del imperio Español y el inicio del posicionamiento de Inglaterra como primera potencia mundial, sobre todo por su reafirmación naval y el control de las colonias en América del Norte.

El ascenso al trono del rey Jacobo I supuso el inicio del proceso de unificación de los reinos de Inglaterra, Irlanda y Escocia, conocido con el nombre de Unión de las coronas o Union of the crowns en inglés

¡¡Espero que disfrutéis con la novela!!

Nuestra próxima lectura: «Hamnet» de Maggie O’Farrell

4 Feb

Vamos a leer la novela «Hamnet» de la escritora británica de Irlanda del Norte Maggie O’Farrell por la que ha recibido el prestigioso Women’s Prize for Fictionen el 2020. Editada por Libros del Asteroide en 2021 y traducida por Concha Cardeñoso.

La novela

Año 1596, Stratford-upon-Avon, Inglaterra. La vida de Agnes transcurre plácidamente junto a su marido y sus tres hijos. Ella cultiva plantas medicinales mientras William trabaja en Londres. El destino, sin embargo, les reservará un duro golpe cuando su hijo Hamnet, de once años, muera repentinamente tras contraer la peste. A raíz de esta tragedia, su padre creará uno de los grandes personajes de la literatura universal, de nombre casi idéntico al de su hijo. Pero este libro no habla de famosos sucesos sino de algo íntimo y olvidado: la vida de esta familia, y especialmente la de la mujer que la sostenía y que tuvo que cargar con una insoportable pérdida.

En su nueva novela, de enorme éxito, Maggie O’Farrell transita entre la ficción y la realidad histórica para acercarnos al pasado desde otro punto de vista y reivindicar una de esas inolvidables figuras que, como Agnes, pueblan los márgenes de la historia. O’Farrell nos transporta minuciosamente a la cotidianidad de la campiña inglesa a finales del siglo XVI y ahonda en las pequeñas grandes cuestiones de una existencia común y corriente: la maternidad, el matrimonio, el dolor y la pérdida.

La autora

Maggie O’Farrell nació en Coleraine (Irlanda del Norte) en 1972. Es periodista y escritora. Creció en Gales, Escocia, y a los ocho años sufrió una encefalitis que le hizo perder un año escolar. Esta experiencia se vio reflejada en varias de sus novelas. Estudió Literatura Inglesa en el Murray Edwards College. O’Farrell ha trabajado como periodista en Hong Kong y también como redactora literaria en The Independent. Por otra parte, impartió clases de Escritura Creativa en la Universidad de Warwick y en el Goldsmith’s College.

Ha publicado las novelas «After You’d Gone» (2000), «My Lover’s Lover» (2002), «The Distance Betwen Us» (2004) ganadora del Premio Somerset Maugham, y la «Gran desaparición de Esme Lennox» (2007).

Por el hecho de ser irlandesa sufrió muchas burlas y vejaciones en Inglaterra, tema que trataría en sus obras a partir del 2013, como es el caso de «Instrucciones para una ola de calor». Entre sus libros traducidos al castellano también se pueden encontrar «La primera mano que sostuvo la mía» (2010,) ganadora del Premio Costa de Novela, «Tiene que ser aquí» (2016).


Calendario de lecturas:

  • Presentación de la novela: 4 de febrero de 2022
  • Contexto histórico: 9 de febrero de 2022.
  • Comentarios de la novela: 28 de febrero de 2022.

Ya tenéis disponible un ejemplar de la novela en la Biblioteca Fórum y en la Biblioteca Durán Loriga.

Nos leemos,