Archivo | marzo, 2023

1974: La Revolución de los claveles

10 Mar

Sin sangre ni violencia, el 25 de abril de 1974 se llevó a cabo un alzamiento militar apoyado en los sectores populares que puso fin al “Estado Novo”, que mantenía una dominación colonial en la región africana.

La Revolución de los Claveles recibe su nombre debido a que la población inundó las calles de Lisboa con claveles rojos que colocó en la boca de los fusiles del ejército, logrando un cambio social sin sangre ni violencia, dando fin a 46 años de dictadura impuestos por el economista portugués, Antonio de Oliveira Salazar.

Acorde con los regímenes totalitarios de Italia y Alemania, el gobierno de Oliveira Salazar se asentó bajo el lema “Dios, Patria y Familia”, llamándose Estado Nuevo a un sistema de control que, bajo la apariencia de democracia, avaló bajo la Constitución interna todo tipo de censura, falta de libertades y represión a manos de su Policía Internacional y de Defensa del Estado (PIDE), alimentada a su vez por turbias redes de informantes.

Este Estado salazarista se inició en 1926, cuando un golpe de Estado terminó con el régimen parlamentario previo y Oliveira Salazar fue nombrado ministro de Hacienda, logrando estabilizar la moneda y, en consecuencia, acceder a la presidencia en 1932.

Posteriormente fue primer ministro, de 1958 a 1968, año en que sufrió un accidente, un golpe que lo dejó imposibilitado para seguir gobernando. Su política ultraconservadora se mantuvo en manos de su sustituto, Marcelo Caetano, hasta que la revolución civil y militar lo venció. A ambos acompañó desde la presidencia portuguesa Américo Tomás.

Lo más sorprendente del salazarismo es que conseguía compatibilizar un sistema dictatorial inflexible con la pertenencia a la OTAN, cuyos miembros –empezando por Estados Unidos– hacían la vista gorda ante tan evidente ausencia de libertades, de garantías democráticas y de respeto a los derechos humanos.

A las 12 horas y pocos minutos de la noche, Radio Renascença pinchaba la canción de José Afonso «Grândola, Vila Morena«, prohibida durante la dictadura y que se había pactado entre los mandos del ejército como la señal para iniciar el levantamiento.

Los soldados aguardaban órdenes en las calles cuando uno de ellos se cruzó con una mujer que no llevaba el tabaco que le pedía, pero sí un ramo de claveles en la mano. El soldado colocó uno en la punta de su fusil como símbolo del espíritu pacifista de la revolución, algo que imitaron el resto de sus compañeros. Acababa de empezar la Revolución de los claveles.

Este levantamiento venía dado por dos descontentos distintos: el modelo de país y la dominación colonial en la región africana que embarcaba a miles de portugueses inocentes en una guerra colonial de países que buscaba su independencia.

Así, el proceso revolucionario abrió dos frentes:

  • Interno: lucha para implantar en el país o bien un sistema parlamentario de tipo occidental o bien una «democracia popular» a imitación de los países del este de Europa.
  • Externo: decidir el destino del imperio colonial: Angola, Mozambique, Cabo Verde, Guinea-Bissau, Santo Tomé y Timor.

De ahí en adelante, los logros se vieron reflejados en el inicio de un proceso democrático con la llegada de una nueva Constitución, la integración de la mujer en el sector laboral y el establecimiento de un sistema de salud pública con alcance a toda la población y otras reivindicaciones sociales alcanzadas por una lucha que nació en las comunidades del país europeo.

El 27 de junio de 1976, Portugal vivió sus primeras elecciones presidenciales libres, las cuales ganó Antonio dos Santos Ramalho Eanes, uno de los miembros del MFA (miembros del Movimiento de las Fuerzas Armadas).

La nueva democracia parlamentaria terminó con la guerra colonialista y garantizó su independencia a Guinea-Bissau, Angola, Mozambique, Cabo Verde, Macao, santo Tomé y Príncipe, y Timor.

El 25 de abril es, desde entonces, día de fiesta nacional, dedicado a la memoria de la gesta revolucionaria, y a la reflexión sobre sus antecedentes, formas y consecuencias

Nuestra próxima lectura: «Los memorables» de Lídia Jorge

6 Mar

Nuestra próxima lectura es de temática histórica. Vamos a leer «Los memorables» de la escritora portuguesa Lídia Jorge.

Novela publicada en 2014 y traducida al castellano por la editorial La Umbría y la Solana en 2022. Traducida por María Jesús Fernández.

La novela

Toda revolución es una alegría que anuncia una gran tristeza”

Un libro sobre la Revolución de los Claveles de la que la autora fue testigo próxima, un hecho decisivo en la Historia de Portugal, que marcó el inicio de una serie de cambios en Europa, cambios que representan la democratización de las sociedades del último cuarto del siglo XX, y que la escritora evoca aquí de forma única, transformando la Historia en un escenario transfigurado por la belleza.

La forma y la distancia evocan a los héroes de ese día y les confieren el sonido de una balada primitiva que se levanta en el mundo moderno.

«Los memorables es una gran novela, no por dar la voz al lado correcto de la Historia, sino por ser ejemplo de la mejor literatura» (Eduardo Pitta).

La escritora

Lídia Jorge  nace en Boliqueime, Algarve, en 1946, en el seno de una familia dedicada a la agricultura. Se licenció en Filología Románica por la Universidad de Lisboa.

En 1968 y hasta 1974 impartió clases de Enseñanza secundaria en Angola (1968-1970) y Mozambique (1970-1974), durante el último período de la Guerra colonial portuguesa. Esta experiencia fue crucial para el desarrollo de su obra. Posteriormente regresó a Portugal donde continuó su carrera docente.

Es una de las escritoras portuguesas más importantes y traducidas de las últimas décadas, su obra ha sido reconocida con los premios portugueses más destacados, así como con galardones europeos y latinoamericanos: el Premio Jean Monet de Literatura Europea, el Albatros de la Fundación Günter Grass, el Premio Unión Latina de Literaturas Romances, el Gran Premio de Literatura DST o el Gran Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances otorgado en el año 2020 en Guadalajara (México).

Algunas de sus novelas, como «El día de los prodigios» (19880), «La costa de los murmullos» (1988), «Los tiempos del esplendor» (2017) o «Estuario» (2018) forman parte del imaginario colectivo de varias generaciones de lectores portugueses. 

Su primer libro, «El día de los prodigios», se publicó en 1980, seis años después de la Revolución para fijar lo que ocurrió. Escrita con el pulso poético que es marca de la casa, narra el choque en una población sureña entre los vientos revolucionarios que llevan los militares y la cotidianidad atrasada y mágica de los habitantes de Vilamaninhos. El ensayista Eduardo Lourenço consideró que era “una novela-llave” para entender el 25 de Abril.

«Estuario» fue distinguida con el Gran Premio de Literatura DST y profundiza en la situación cotidiana de una familia portuguesa la cual a su vez sirve como representación sobre las contiendas que sacuden cruelmente nuestro tiempo.

En 2020 publicó «Em todos sentidos», una recopilación de crónicas que provienen de la intervención realizada por la autora en Radio Pública, Antena 2. En las 41 crónicas que componen el libro se afronta la furia del mundo contemporáneo desde una mirada crítica: «Como no podemos vencer al Tiempo, escribimos textos que nos desafían a mirarnos de frente; es a lo que llamamos crónicas«.

Lídia Jorge, actualmente, reside en Lisboa.


Calendario de lecturas:

  • Presentación de la novela: 6 de marzo 2023.
  • Contextualización: 10 marzo 2023.
  • Análisis final: 31 marzo 2023.

Para los que estáis en la lista de recogida de ejemplares:

  • Los que recogéis el libro en la biblioteca Fórum: ya los tenéis disponible.
  • Los que recogéis el libro en la biblioteca Durán Loriga: esperad a que os avise porque los envían hoy, y no puedo deciros cuando llegarán exactamente.

¡Nos leemos!