Archivo | abril, 2022

Los años 30 del siglo XX

4 Abr

En lugar seguro narra la historia de dos parejas americanas entre los años 30 y los 70. Se conocen durante la Gran Depresión en la Universidad de Wisconsin.

La Gran Depresión fue una profunda crisis económica que se inició en 1929 en los Estados Unidos y se prolongó aproximadamente una década, en los años previos a la Segunda Guerra Mundial. Afectó a la mayoría de los países del mundo, desde los más industrializados hasta los más pobres y se convirtió en el período de recesión económica más severa del siglo XX.

El auge que se había vivido en los años siguiente a la I Guerra Mundial estaba vinculado a la innovación tecnológica en la industria y a la expansión del sector del automóvil, así también como el despegue de la industria química, eléctrica y la de bienes de consumo duraderos. Durante los años 20 el sector agrario experimentó un rápido proceso de mecanización. La bolsa de Nueva York se comportaba bien y en alza desde 1024. Los créditos se abarataron y muchas personas entraron en Bolsa. A finales de los años veinte había tal locura bursátil que pocos vieron el peligro que eso conllevaba hasta el Crack del 29.

El Crack de la Bolsa de Nueva York tuvo lugar un martes de octubre de 1929, que pasó a la posteridad como el «martes negro». Esta caída abrupta de la bolsa de valores generó una crisis financiera impresionante, en la que muchas familias perdieron sus negocios y los ahorros de toda una vida. Esta crisis golpeó en particular a los asalariados que en cifras nunca vistas antes, perdieron sus empleos, ahorros y muchos sus viviendas. La vida de muchas personas se vio afectada por el fenómeno del desempleo: en 1932, un 30% de la población de los Estados Unidos no tenía trabajo ni posibilidades de conseguirlo en el mediano plazo.

Las largas colas de desocupados en busca de alimento, o durmiendo en las calles cubiertos con cartones y papeles de diario, fueron una escena habitual de la primera parte de la década de 1930. El presidente Herbert Hoover (1929-1933) cargó con el desprestigio de haber gobernado, sin éxito, durante la crisis.

La crisis norteamericana pronto se transformó en una crisis mundial. Los países europeos se vieron perjudicados por la suspensión de los créditos que recibían de los Estados Unidos. Esto actuó como detonante de las quiebras bancarias en varios países europeos, como Alemania y Austria. Al mismo tiempo, los países que basaban su economía en la exportación de alimentos y materias primas, como la Argentina, vieron caer en picada sus productos.

Por otra parte, en los años 30, el creciente descontento de los alemanes hizo que Adolf Hitler tomara el control del país en 1933 con un apoyo de la población sin precedentes. Alemania dejó de lado la República de Weimar y se convirtió en un Estado totalitario al igual que la Italia de Benito Mussolini y la URSS de Josef Stalin. Alemania se empieza a desarrollarse nuevamente, la economía se relanza con el impulso que le da la industria y la inversión del Estado en infraestructuras. El imperio japonés se consolida en Asia, afectando los intereses de Europa y EE.UU. Rusia, ya transformada en la URSS, fue escenario de hambrunas endémicas, represión política y la Gran Purga.

El colapso de la República y la Guerra Civil Española desangró a España, la convirtió en un Estado totalitario y sirvió de preámbulo a la gran guerra que estaba por venir en el continente.

En Estados Unidos, el presidente Franklin Roosevelt lideró la recuperación económica del país tras la crisis provocada por la gran depresión de 1929. Su política económica «New Deal» consistió en estimular el gasto público mediante inversión en infraestructura. Durante sus primeros años de gobierno ejecutó todo tipo de proyectos, como hidroeléctricas, carreteras, escuelas y demás obras públicas, modernizando significativamente el país. La política llevada por el presidente Roosevelt cambió el país mediante una revolución, como él mismo expresó: «si es una revolución, ella es pacifica, llevada a cabo sin violencia, sin el derrumbe del imperio de la ley y sin la negación del derecho equitativo de todo individuo o clase social» 

Nos leemos,