El fin de la aldea Ding

13 Dic

Campos de arroz. Sur de China (DreamsTime)

Argumento

La aldea Ding comenzó a vender sangre. «De la noche a la mañana se abrieron más de diez centros de compra para una población que no alcanzaba el millar de habitantes». Se instalaron muchos puestos de venta de sangre, gracias a eso la aldea prosperó porque atrajo a personas de la comarca que acudían también a vender sangre. Se abrieron nuevos establecimientos y la aldea se llenó de movimiento. En un abrir y cerrar de ojos, la aldea Ding se convirtió en la aldea modélica de venta de sangre del condado Wei. Y las autoridades le dieron gracias al abuelo porque había conseguido sacar a la aldea de la pobreza.

Ding Hui vio un negocio en la compra venta de sangre y no tardó en poner un cartel en su casa donde ponía «Puesto de compra de sangre de la familia Ding«. Compraba la sangre un poco más cara que en los establecimientos oficiales. Años más tarde, la enfermedad de la sangre cayó como un aluvión y afectó a todos quienes habían vendido. «Morían como hojas que caen de un árbol, se extinguían como una luz que se apaga».

Su padre (llamado Shuiyang), abuelo de quién narra la historia, quería que su hijo se arrodillara delante de todos lo vecinos de la aldea a los que había comprado sangre y les pidiera perdón. Perdón por haber contribuido a propagar la enfermedad. Su hijo utilizaba los mismos algodones y reutilizaba las jeringuillas con muchas personas diferentes. Murió mucha gente y mucha más está infectada. La enfermedad que contrajeron es el SIDA y que no tiene cura.

El abuelo se arrodilló ante todos los vecinos y les pidió perdón, en nombre de él su hijo y de toda su familia por ayudar a propagar la enfermedad. Cuando toda la aldea supo que no había cura, el abuelo improvisó el edificio de la escuela para acoger a los enfermos y que así tuvieran un sitio donde estar para no contagiar al resto de la familia. La escuela se convirtió en residencia para pacientes de la enfermedad de la fiebre.

Se organizó la escuela-residencia para que todos pudieran convivir juntos, se hacía la comida conjunta, se aportaba el alimento para el fondo común y se prepara la comida para todos. Les reconfortaba el hecho de estar juntas, «aunque estéis enfermos y condenados a morir, hay que intentar vivir a gusto el tiempo que se pueda».

Pero la condición humana se impone aunque sea en las condiciones más terribles. Todos saben que más tarde o más temprano van a morir, pero eso no cambia su forma de comportarse con la personas que tienen al lado. La envidia y la mezquindad siguen haciendo mella en los individuos a pesar de su trágica situación.

Ding Liang, el segundo hijo del abuelo, se juntó con la mujer de su primo, Lingling, también enferma para pasar sus últimos tiempos en compañía. Esto desató toda clase de comentarios y peleas en la escuela y en la aldea.

A raíz de los comportamientos impropios de sus dos hijos, al abuelo lo desplazaron de la dirección de la escuela y de participar en las decisiones de la aldea. A partir de ahí un nuevo orden llegó a la aldea. Se talaron todos los árboles para construir ataúdes, el sol abrasaba la aldea y los campos y los enfermos dejaron la escuela (ya totalmente esquilmada) para irse a morir a sus propias casas.

Ding Hui empezó otro negocio lucrativo con las familias de los fallecidos proporcionándoles un marido o esposa a aquellos que ya habían muerto para que estuvieran acompañados en toda la eternidad. Cuando hizo de casamentero para su hijo muerto (narrador de esta historia) con otra mujer también muerta de otra aldea y se lo quiso llevar a las tierras de su futura esposa, el abuelo ya no pudo reprimirse más y se tomó la justicia por su cuenta.

Cuando se instaló la sequía, los que no habían muerto todavía se marcharon a un nuevo lugar y la aldea se quedó vacía.

Comentario

El «Sueño de la aldea Ding» me parece un libro extraordinario. Muchos años después de su publicación sigue estando prohibido en su país. Este libro se ha difundido por todo el mundo con un buen acogimiento de ventas y críticas. Recibió el prestigioso premio Kafka, este premio se concede anualmente en Praga y distingue especialmente a aquellos libros que contienen valores universales, por lo que pueden ser entendidos por todos los lectores independientemente de su origen, nacionalidad y cultura.

La historia es una tragedia absoluta, ocho años después de que los habitantes de la aldea se vieran envueltos en una campaña oficial de venta de sangre para la creación de un banco nacional con reservas suficientes para las necesidades médicas, muchos de los que en su día participaron en ese programa empiezan a sentir fiebres y a ponerse muy enfermos. Desde los estamentos oficiales nadie les cuenta lo que les está pasando y al principio no identifican sus síntomas con una enfermedad grave, sino que piensan que tienen simplemente la «enfermedad de la fiebre». Son gente del campo, sin estudios y que nunca habían oído hablar del SIDA.

El narrador de la historia es un niño de 12 años que está muerto. Los protagonistas principales son el abuelo del niño (Shuiyang) y el padre del niño (Ding  Hui) ambos representan el bien y el mal respectivamente.

El padre se ha enriquecido con la venta de la sangre de forma ilegal y en condiciones higiénicas muy deplorables. Después siguió con la venta de ataúdes que regalaba el gobierno y que él comercializaba en la comarca a «precio de coste». Por último, se embarcó en el emparejamiento póstumo, una vez fallecidos, de los enfermos que morían solteros. Con este personaje el autor quiere hacer una crítica al «capitalismo de estado», al enriquecimiento tan rápido de los estamentos políticos del país. Su falta de valores en general, algo muy frecuente en la China posterior a la Revolución Cultural, que arrasó con todo el acervo cultural y moral de la China milenaria.

El abuelo representa la pervivencia de la tradición en el mundo rural. Primero es el colectivo antes que el individuo. No ha participado en la venta de sangre, no se ha contagiado  de Sida pero aún así organiza la escuela para que los enfermos tengan un lugar digno donde vivir sus últimos momentos y él se va a vivir allí como uno más. 

A lo largo de toda la novela el abuelo es una referencia ética. Pase lo que pase en la aldea y a pesar de que todo el mundo está en contra de sus hijos por como llevan su vida, todos van a pedirle consejo o a que medie en alguna disputa familiar o vecinal. Representa un mundo a punto de extinguirse, que en ese momento solo pervive en las zonas rurales donde las transformaciones económicas, tecnológicas, etc., tardan más en llegar.

Me gustaría destacar también la ambientación, El relato de los hechos que atañen a los habitantes de la aldea Ding se contrapone todo el tiempo con las descripciones del entorno, de una belleza extraordinaria.

El tema de la muerte, presente en toda la novela, se va transformando, pasa de ser una desgracia a ser algo cotidiano que ya no sorprende a nadie. Al final, todos estos acontecimientos llevaron a los habitantes de la aldea o bien a morirse o bien a marcharse a otro lugar: «La aldea Ding resultó estar desierta. No había sombra de personas. Con el estallido de la enfermedad, los que tenían que morirse se habían muerto y quienes sobrevivieron se marcharon a otro lugar. Se mudaron todos. La gran sequía se los llevó, como se lleva el viento las hojas o extingue la luz de una llama.»

Aunque el final es triste deja un espacio a la esperanza, a una nueva vida que puede renacer «El abuelo vio entonces una llanura nueva y saltarina. Un mundo nuevo que bailaba.«


¡Ahora os toca a vosotros!

¿Qué os ha parecido esta novela? ¿Os ha empatizado la historia, o algún personaje? ¿Os ha gustado la forma de narrar de Lianke?

6 respuestas hasta “El fin de la aldea Ding”

  1. Butaca 2 15 de diciembre de 2021 a 14:09 #

    Me ha encantado leer la novela, con un estilo por momentos similar al de una fábula, reflexivo y filosófico aborda un tema histórico, muy cercano a nuestros tiempos y de una gran complejidad. La comercialización de una parte de tu ser,como lo es la sangre, a cambio de un determinado precio, abre un debate moral respecto a si debe ser o no una actividad lucrativa. Por desgracia, esa práctica tuvo una repercusión extraordinariamente negativa y de consecuencias trágicas para poblaciones concretas de China. La figura del abuelo en contraposición con sus hijos, es muy bonita, esa dualidad entre bondad y maldad, y la defensa del honor y memoria de su nieto al final de la novela es muy emotiva. La figura del narrador me ha encantado, describiendo los hechos desde la no vida, con una intención de denunciar a una sociedad corrompida y enferma.

    • Ciberclub de lectura 15 de diciembre de 2021 a 14:22 #

      Muchas gracias por tus reflexiones. A mi también me conmovió la figura del nieto narrador de la historia. Muy bien elegida por parte del autor. El nieto cuenta los hechos sin prejuicios, con una mirada inocente y limpia, sin enjuiciar. La llamada de socorro al abuelo, al final de la historia, es enternecedora. Su abuelo es la personas que para el niño simboliza su familia, en quién confiar y querer. En cambio, cuando habla de sus padres o de su hermana se nota indiferencia y frialdad. Un saludo,

  2. kelly 17 de diciembre de 2021 a 12:34 #

    Hola a todos,
    Me ha parecido una historia desconocida y terrible , muy propia de los gobiernos totalitarios y que se repetirán continuamente sin que tengamos noticias, como suponemos que habrá pasado en China con el coronavirus y otras muchas cosas.
    Es una tragedia de principio a fin, que contrasta la antigua cultura del pueblo chino representada por el abuelo, donde había un orden moral, un ética y una cierta rigidez de costumbres, además del respeto por las tradiciones; donde se sabía cómo funcionaban las cosas y se valoraba la experiencia de los mayores.
    Con un mundo nuevo donde todo lo mediatiza el gobierno a través de sus funcionarios, cada vez más jóvenes y donde lo único que cuenta es la adhesión y sumisión al partido que es el pase para cualquier negocio, para una casa, y da lugar todas las prebendas y abusos imaginables, como vemos con los ataudes, las bodas de los muertos, las nuevas casas de varios pisos, etc.
    Prevalece el partido y la corrupción total a su alrededor, todo lo demás no le importa a nadie.
    Y todo esto en medio de la suciedad, insalubridad, falta de educación y hambruna total que rodea a las aldeas.
    Para mi, además de la corrupción, prepotencia y abusos del gobierno y sus funcionarios el tema principal sería la mezquindad humana. A pesar de estar muriéndose y sin futuro alguno a la vista, se comportan con envidia, avaricia, todos roban, todos mienten… un decaimiento moral total.
    Como bestias feroces en el bosque, para dos sís que les quedan.
    Una visión terrible de la sociedad y lo peor, seguramente acertada.
    Creo que así será la China de hoy en día por eso sus libros está prohibidos allí.
    Saludos.

    • Ciberclub de lectura 20 de diciembre de 2021 a 18:45 #

      Hola Kelly, estoy de acuerdo contigo, por encima de la historia, basada en un hecho real, está el gran tema de la condición humana. Creo que este tipo de comportamientos, los que tuvieron lugar en la escuela y en la aldea, están por encima del tipo de gobierno, país o cultura donde se desarrolle. Creo que en las grandes tragedias y en los momentos de mayor conflicto sacamos lo mejor y lo peor de nosotros mismos. Sin ir más lejos lo vivimos aquí durante el confinamiento: muchas muestras de solidaridad y también de incomprensión como por ejemplo en algunos casos con los propios vecinos, etc. También estoy de acuerdo contigo en que cuanto más totalitario sea el gobierno, más opacidad hay. Quiero resaltar que aunque algunos libros de este autor están prohibidos en China, sigue ejerciendo como catedrático del Instituto de Literatura de la Universidad del Pueblo de China (gracias también a que la Junta de la Universidad lo apoya). Un saludo y felices fiestas!

  3. CARMEN 20 de diciembre de 2021 a 11:54 #

    Hola a tod@s:

    La novela me ha encantado. Desconocía la historia y la verdad, me ha impactado tanto su fondo como su cara externa. Inadmisible lo que se narra, pero hecho de una manera exquisita. Tal y como se ha comentado ya, la figura de narrador es muy acertada. A lo largo de toda la novela, vamos viendo de qué manera la necesidad, hace que lo moral y ético se queden en la cuneta. El abuelo y sus sueños me han conmovido. Representa la cultura ancestral, pero con la consistencia y afecto que dan los años. La imagen de respecto que representa, a pesar del comportamiento de sus hijos, dice mucho de la moralidad ya perdida en la sociedad.

    Por otro lado, la historia de amor que nace de una necesidad sexual entre dos personas jóvenes, se vive entre dos aguas. Vemos el papel de la mujer en la China ancestral, que se funde con la juventud de ella y las necesidades de ser amado mas allá de la muerte. Consiguieron casarse para poder ser enterrados juntos. Entierro y celebración del mismo, contaminado por la falta de moralidad de su hermano, que la verdad, no hay por donde cogerlo. Representa, para mi, la contaminación del terrible capitalismo a la sociedad, a lo que todo le pone precio y valora la apariencia frente al hecho.

    El epílogo me ha parecido conmovedor. Ha hecho que comprenda perfectamente el sentimiento del autor una vez descargada la historia (vivida tan de cerca). Ese sentimiento de desolación me ha invadido.

    Saludos.

    • Ciberclub de lectura 20 de diciembre de 2021 a 19:43 #

      Hola Carmen, gracias por tu comentario. El filósofo chino, Confucio (551 a.c -479 a.c), predicaba la importancia de cuidar y mantener los valores familiares por encima de todo. Defendía que el pilar esencial para construir una sociedad fuerte y feliz era conservar los lazos fuertes con la familia y declaró que el orden era un requisito clave en la sociedad (los ciudadanos debían obedecer a sus gobernantes, los niños a sus padres y las esposas, a sus esposos). El matrimonio, de ser una transacción acordada entre los padres, pasó a depender poco a poco, de la voluntad y la elección de los cónyuges. Estos cambios fueron impulsados desde el Estado mediante las Leyes de Matrimonio de 1950, 1980 y 2001 y han contribuido a alteraciones radicales en la familia y la sociedad. Sin embargo, el matrimonio en China sigue conservando elementos tradicionales, y en el mundo rural mucho más ya que ha ido percibiendo los cambios sociales con mucho más retraso que en las ciudades. De esto quiero extraer la mentalidad del abuelo y su posición ante la actitud de su hijo con su matrimonio y el de su primo. Los matrimonios acordados (no forzados) continúan hasta el momento actual. Un saludo y felices fiestas,

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