Archivo | diciembre, 2020

Nuestra próxima lectura: Al mal tiempo, mejor cara

21 Dic

Nuestra próxima lectura viene de la mano de la escritora francesa Barbara Constantine y su novela «Al mal tiempo, mejor cara» publicada en español en el 2013 por Seix Barral y traducida al castellano por Isabel González-Gallarda.

La novela

Ferdinand vive solo en una granja y, francamente, no es feliz. Sólo las visitas esporádicas de sus nietos consiguen arrancarle una sonrisa. Un día, después de una fuerte tormenta, descubre que el techo de su vecina Marceline se ha venido abajo. Y la mujer no tiene donde ir. Decide entonces acogerla en su casa.

Poco a poco, como por arte de magia, la granja se va llenando de gente: un amigo de la infancia que ha echado de casa, y una estudiante de enfermería, Muriel, que con su juventud y vitalidad dará un nuevo soplo de vida a este grupo de ancianos que redescubren juntos la felicidad. 

La escritora francesa nos relata, de forma bastante amena y divertida, la vida de varios personajes que por la decisión de uno de ellos, terminan viviendo juntos y formando una gran familia.

La escritora

Barbara Constantine nació en Niza en 1955. Es novelista, guionista y escultora. Ha participado en varias películas como «Les Poupées russes»  y en 2007 publicó su primera novela «Allumer le chat».

Ganó el premio Charles Exbrayat en 2010 por su novela «Tom, pequeño Tom, hombrecito Tom» que se publicó en castellano un año después.

En 2012 publicó «Al mal tiempo, mejor cara» en Francia. Esta obra encabezó las listas de ventas durante varias semanas en ese país, lo cual no dejó de ser sorprendente puesto que se trataba de una novela esencialmente de buenos sentimientos y ambientada en el contexto rural. Un año después, se tradujo al castellano.

Una novela optimista, sencilla y que en estos tiempos debería ser un homenaje a las personas mayores y no tan mayores que siempre ponen buena cara, a pesar de las circunstancias.

Espero que os guste y os entretenga estas Navidades. La comentaremos el 8 de enero de 2021, viernes. Hasta entonces, podéis ir haciendo comentarios en este post.

Felices fiestas y próspero 2021, para que sea el año en que vuelva la normalidad. 

Estamos en el borde

18 Dic

Los seres humanos y otros animales

Lamarche nos ofrece una serie de relatos que aunque están escritos en épocas distintas, todos tienen un común denominador: en todos los relatos aparecen animales y están protagonizados por personajes solos.

Como explicó Lamarche en una entrevista con Inés Martín Rodrigo, “Estamos en un periodo del planeta al borde de algo que puede resultar muy grave por la pérdida de ciertas especies, la destrucción de la naturaleza… Aunque, también, estamos al borde de un cambio que puede ser muy positivo”. La autora amante de la naturaleza y consciente del grave peligro que corre, quiere con estos relatos tocar la sensibilidad del lector en estos temas y que seamos consciente de todo lo que nosotros también perderíamos.

«Suelo manifestarme con los jóvenes que luchan por el clima, y creo que su generación es la del borde, en ella hay gente fantástica. Estamos obligados a cambiar algo y a hacerlo lo antes posible.»

Más que un libro con fondo ecologista se trata de relatos con personajes al límite a punto de darse cuenta de algo, se cruza un animal en su camino, que a veces les sirve de espejo, otras de escapada y otras de saco en el que volcar su cariño.

El primer relato, «Frufrú», trata de la soledad y de como la afrontamos. Un hombre solo, recoge a una pata de un refugio de animales en el que trabaja de voluntario. A través de este ave conoceremos al personaje de Louis.  55 años y de todas las personas que conviven a su alrededor. Louis vuelca toda su necesidad de cariño en la pata, de algún modo su vida está en un punto muerto. Los dos están solos. Pero la pata intenta salir de esa situación siguiendo su instinto y volviendo a la naturaleza, a pesar de seguir herida.

En Embuste, cuyo animal es un caballo negro. La protagonista es una niña que huye de la infidelidad de su madre y de la destrucción de su familia a lomos de un purasangre llamado así, “Embuste”, para acabar contemplando la destrucción de las caballerizas, sacrificadas por una moderna autopista.

En Lino […] Cipriano», vemos cómo casualmente unos niños descubren un hormiguero y lo destrozan alegremente. La suerte de las hormigas carece de importancia ante un momento de diversión. Para ellas ese ataque humano supone una brutal amenaza a su existencia y el desbaratamiento de décadas de desapercibidos trabajos.

En Ulises» la protagonista se describe como alguien que corre con ahínco hacia una meta, sin saber cuál es. En este relato confiesa que no pudo leer el famoso libro de Joyce, que lo arrojó al mar, que aquello aún es un estigma, un socavón en su carrera lectora. Esto nos da pie para pensar acerca de cómo considerar aquellos libros llamados clásicos, convertidos a veces en paredes verticales de puro hielo.

La muerte está presente en Elad. No como algo físico, sino como una pulsión, un sentimiento, una amenaza, como el resultado de la combinación de la plenitud y el vacío que nos depara la dependencia amorosa, como si de una planta carnívora se tratase que cuidamos y alimentamos a diario con mimo extremo.

Tosco es un relato que empieza con un timo y acaba con amistad, y con gato dentro.

En Merlín la protagonista pregunta «¿no tiene usted la impresión de que nuestra mirada ya nunca volverá a ser inocente?» relacionado con la naturaleza y su padecimiento «sigue siendo igual de hermosa aunque sepamos que está enferma».

En Rudi una madre llora la ausencia de su hijo desaparecido por muerte súbita del lactante nada más nacer. Como eso destrozó su vida y su matrimonio y aún así sigue adelante. «Las personas atormentadas por un duelo irreparable ya no creen en el futuro. Pero sí en la imaginación, de donde nacen las historias más descabelladas […] les basta con ser cómplices de algunas vidas salvajes».

No había leído nada, hasta ahora, de Lamarche. En general me apetece siempre más empezar una novela que un libro de relatos, pero reconozco que en este caso he disfrutado mucho con la lectura.

Están muy bien escritos, con mucha sensibilidad y un lenguaje poético de principio a fin. Un canto a la naturaleza, a cuidarla y preservarla por el bien de todos nosotros.

Me sorprendió el último relato, Rudi, el más triste de todos y a la vez con un discurso muy sincero y lleno de esperanza. Espero que hayáis disfrutado con esta lectura.


¡¡Ahora os toca a vosotros!!!

¿Qué os ha parecido esta autora?

¿Qué relato os ha conmovido más?

Nos leemos,