Archivo | febrero, 2020

Defred

19 Feb

«Así de una cama a otra, comunicábamos nuestros nombres: Alma, Janine, Dolores, Moira, June»

¿Quien de ellas nos cuenta la historia?

Argumento

Defred, la protagonista de esta novela, nos irá narrando toda la historia de su vida a base de recuerdos dispersos que oscilan entre el origen de la república y el presente, reconstruyendo todo ese intervalo de tiempo de forma fragmentaria y siempre con evidente tristeza y resignación.

Mediante su testimonio, sabemos que la vida en Gilead es siniestra. Se trata de una sociedad represiva y puritana en la que cualquier intento de disidencia es castigado con la muerte. Están en todo momento vigilados por los Ojos (controladores) y los Ángeles (vigilantes), personajes con ciertas reminiscencias orwellianas que basan su vida en espiar y denunciar cualquier comportamiento sospechoso.

Todos ellos están dirigidos por unos pocos líderes que son los Comandantes, el escalón más alto de la sociedad. Sometidas a la voluntad de los Comandantes están las Esposas, que reciben la ayuda de las Marthas, que son las mujeres que desempeñan las labores de servicio doméstico.

Cada escalón social puede identificarse, además, por el color de sus ropas que se describen como uniformes. El de las Criadas es una especie de hábito de monja de color rojo. En de las Esposas es azul y el de las Marthas verde claro.

El comandante es el único hombre que puede mantener relaciones sexuales con Defred, y puede violarla una vez al mes, acto al que llaman eufemísticamente “la ceremonia”, para intentar dejarla embarazada y tratar, por este procedimiento aplicado a todas las criadas, de incrementar la tasa de natalidad que ha descendido debido a la contaminación química que ha ocasionado la infertilidad en la mayoría de la población.

Las mujeres que no quieren ser Criadas o no se quedan embarazadas las envían a las colonias con las No Mujeres donde hay tal grado de contaminación que acaban muriendo en menos de tres años. Muchas Criadas son despreciadas por el resto de las mujeres por no haber elegido irse a las colonias y en cambio querer someterse sexualmente a los hombres.

En esta parte de la novela, Defred recuerda su vida justo antes de los atentados. Estaba casada con Luke y tenían una hija. Soñaban con tener una casa con jardín y varios hijos. Soñaban en libertad. Ahora a Defred eso le parece tan lejano que le cuesta acordarse de todo.

Su vida es monótona y aburrida, consiste en rutinas. Ir a la compra, dar un paseo. Siempre acompañada de otra criada. En este caso se llama Deglen. Tienen que ir siempre juntas por la calle, en silencio. Solo hablan cuando les preguntan. En la casa en la que lleva cinco semanas, es despreciada por las Marthas y por la Esposa, Serena Joy que la consideran una mera transacción comercial. No es una persona, es una mera mercancía.

Pero Defred tiene un pasado terrible, su hija se la arrebataron cuando se instauró la República y no sabe donde y con quién está. Ahora tendrá ocho años. Su marido ha desaparecido y cree que ha muerto. Ella la internaron en el Centro Rojo para reeducarla, para que pensara que los hombres tienen sus necesidades sexuales y no pueden reprimirlas pero las mujeres son las que tienen que poner los límites y al mismo tiempo someterse a ellos, a los Comandantes. Igual que las esposas a sus maridos. Es una sociedad patriarcal donde las mujeres no opinan, no estudian, no trabajan.

A Defred se lo han quitado todo, todo menos su pensamiento, sus sueños, su imaginación. Intenta seguir adelante. Resignarse con lo que tiene e intentar sobrevivir. Se fija en Nick, el guardián de la casa donde vive, que hace las funciones de chófer del Comandante. Pero le está prohibido hasta hablar con él, aún así sueña con él.

Comentario

Esta novela nos relata hechos terribles, nos habla de dictadura, de religión como instrumento para justificar el nuevo orden, de sometimiento, de violaciones, etc., pero a pesar de vivir sin derechos, sin libertada y como una esclava, no le pueden quitar su pensamiento en el que se refugia para no volverse loca.

Defred no es su verdadero nombre. No lo menciona en la novela. Defred significa que pertenece a un Comandante que se llama Fred. El nuevo orden también anuló su identidad. No fue la primera Defred que pasó por esa casa, hubo más. Todas con la misma misión, dar un hijo al matrimonio. No son tratadas como seres humanos, no tienen derechos, pero si obligaciones.

Atwood nos hace pensar en  nuestra sociedad como algo que puede volverse contra nosotros el día menos pensado. Nos muestra la fragilidad de un sistema que puede quebrarse de la noche a la mañana y en donde se impone un nuevo régimen que aniquila la libertad. Quien piense que hoy en día esto no puede suceder, le pido que haga un ejercicio de memoria y recuerde lo que pasó hace unos años en Afganistán cuando el régimen teocrático de los talibanes prohibió, por citar algunos ejemplos, trabajar a las mujeres en ciertas profesiones u obligarlas a llevar el ignominioso burka. O, remontándonos algunos años más atrás, cuando el régimen de Homeini en Irán generó una involución social, que llevó a Irán de ser un país moderno y abierto a retrógrado y autarquista.

Otro de los aspectos destacables de El cuento de la criada es el tono de cruel ironía que la autora utiliza a lo largo de toda la narración. Defred se resiste a ser pisoteada por la máquina represora de la república de Gilead. Aunque de cara al exterior se comporte como la plácida y pasiva esclava sexual que le corresponde por su condición de criada, hay algo irreductible en ella, un odio y una rebeldía que, paradójicamente, es lo que la mantiene viva. Y esa actitud disidente la muestra Margaret Atwood de forma magistral con un sentido del humor desesperanzado y amargo, el sentido del humor característico de las personas que lo han perdido todo.


¡¡Ahora os toca a vosotros!!

Me gustaría saber vuestras impresiones de esta novela hasta este momento. Algunas lectoras me han escrito para decirme que no podían seguir leyendo porque les parecía extremadamente dura la historia. Entiendo que el contenido es muy desalentador pero me parece imprescindible esta historia para ser consciente de que no nos podemos descansar en que las cosas no pueden cambiar, hay que seguir peleando por los derechos y por mejorar la sociedad.

¿Qué opináis vosotros?

Nos leemos,

El cuento de la criada

10 Feb

Un acercamiento a la novela

La escritora Margaret Atwood es la eterna candidata al Nobel. Aparece todos los años en las quinielas pero por ahora no se lo han concedido. Su novela más popular, El cuento de la criada, saltó a la fama gracias al éxito de la serie de televisión. Como suele ocurrir en muchas ocasiones, muchos admiradores de la serie puede que no hayan leído la novela y es una auténtica pena. 

Se ha escrito mucho sobre esta novela y una curiosidad en la que coinciden casi todos los críticos es que a pesar de haber sido escrita hace ya 35 años esté tan de actualidad y da lugar a muchas reflexiones sobre los extremismos, la sociedad, la ética, las libertades y el mundo actual.

Fue una obra catalogada de ciencia ficción o distopía futurista. Dentro de este subgénero creo que hay que destacar, por encima de los géneros y las catalogaciones, la calidad literaria que le imprime su autora, que coloca esta novela a la altura de clásicos como «Un mundo feliz», de Aldous Huxley o «1984″, de George Orwell.

Atwood nos muestra en esta novela una visión de un hipotético mundo futuro que consigue aterrar y sobrecoger al lector. En «El cuento de la criada» la autora imagina una vida futura bastante similar a la contemporánea en cuanto a lo que se refiere a evolución tecnológica. Lo que hace diferente al mundo, en especial a los Estados Unidos, es una realidad terrible que ha hecho transformar la sociedad en un mundo dominado totalmente por los hombres y en el que las mujeres carecen de derechos y son tratadas como auténticas esclavas sumisas.

Todo comienza tras una serie de atentados de terroristas islamistas, que sirven como excusa para que un grupo de políticos radicales ultraconservadores tomen el poder en los Estados Unidos que, tras el golpe de estado, son rebautizados como República de Gilead, nombre que hace referencia al lugar mítico de Galaad que aparece en el Antiguo Testamento.

Con el extremismo religioso del Antiguo Testamento por bandera, el nuevo gobierno elimina toda una serie de libertades y derechos, como el de prensa o todos los relacionados con las mujeres e impone una especie de teocracia puritana cuya desobediencia e castigada de la forma más terrible.

Mediante un desarrollo frío y distante, se normalizan las escenas temibles y brutales, en las que las mujeres son un mero objeto. Utilizadas por el poder llegan incluso a perder el derecho a decidir sobre su cuerpo. Sin duda, esta despersonalización de la mujer es uno de los puntos más fuertes y oscuros de la trama.

La nueva sociedad de Gilead está dividida en castas en donde las mujeres ocupan la parte más baja y han sido despojadas de todos sus derechos. Dentro de ellas, las criadas son, si cabe, el escalón más bajo.

En todos los casos, las criadas son mujeres fértiles cuyo único propósito y destino es el de la procreación, es decir, que las criadas son consideradas y tratadas como meros recipientes de las criaturas a las que deben engendrar y que ni siquiera pueden hablar, leer o salir de la casa a menos que sea para realizar las compras.

Todas las criadas son llamadas por el nombre del hombre al que pertenecen. De este modo, la protagonista y narradora de «El cuento de la criada» se llama Defred (Offred en el original), pues su propietario es el comandante Fred.

La pérdida de la libertad sexual, personal o laboral por parte de las mujeres ante el radicalismo más extremo genera una historia sarcástica, oscura y fría, que nos obliga a reflexionar sobre la deriva moral, social y personal de nuestra sociedad.

«El cuento de la criada» es un magnífico libro, totalmente recomendable, y con una temática terriblemente actual. Una historia que no deja indiferente. Mi recomendación es que se lea el libro antes de ver la serie.


Para saber más:

https://www.abc.es/cultura/libros/abci-margaret-atwood-gente-miedo-capaz-sacrificar-derechos-cambio-falsa-seguridad-202002090114_noticia.html

https://www.bbc.com/mundo/noticias-51346781

https://elpais.com/cultura/2019/09/06/babelia/1567786560_937893.html

https://elpais.com/elpais/2017/11/20/eps/1511132725_151113.html

¡¡¡Nos leemos!!!

 

Nuestra próxima lectura: El cuento de la criada de Margaret Atwood

4 Feb

Empezamos febrero cambiando totalmente de tema y estilo narrativo, nos vamos a adentrar en el mundo distópico de la escritora canadiense Margaret Atwood a través de una de sus novelas con fama internacional, «El cuento de la criada», publicada por primera vez en 1985 e icono de generaciones posteriores gracias a la serie de televisión.

Vamos a leer una edición de Salamandra del 2017. La traducción del inglés corre a cargo de Elsa Mateo Blanco.

La novela

Amparándose en la coartada del terrorismo islámico, unos políticos teócratas se hacen con el poder y, como primera medida, suprimen la libertad de prensa y los derechos de las mujeres.

Implantan un nuevo sistema totalitario y fundamentalista que acata las órdenes del versículo bíblico bajo el nombre de República de Gilead. Así, se forma una nueva sociedad que agrupa a los ciudadanos y los divide por clases.

No vamos a desvelar nada más hasta que tengáis un ejemplar.

El libro supone una de las obras más importantes de la escritora en la que predomina la crítica social y el alegato feminista.

En 2017 se creó una serie de televisión de igual nombre que recibió ocho premios Emmy y dos Globos de Oro.

La autora

Nació en Ottawa en 1939. Atwood es una prolífica poetisa, novelista, crítica literaria, profesora y activista política canadiense. Es miembro del organismo de derechos humanos Amnistía Internacional y una de las personas que presiden BirdLife International, en defensa de las aves. En la actualidad divide su tiempo entre Toronto y Pelee Island, en Ontario.

Atwood empezó a escribir a los 16 años. En 1957 inició sus estudios universitarios en la Victoria University de Toronto. Se graduó en 1961 como licenciada en filología inglesa, con estudios también de francés y filosofía.

Ha escrito novelas de diferentes géneros, ensayos, relatos y libros de poemas. También guiones para televisión, como The Servant Girl (1974) y ensayos como Days of the Rebels: 1815-1840 (1977).

En 1969 publicó La mujer comestible, donde se hizo eco de la marginación social de la mujer. Ha escrito más de 60 libros traducidos a más de 20 lenguas

Se la describe como una escritora feminista, ya que el tema del género está presente en algunas de sus obras de forma destacada. Se ha centrado en la identidad canadiense, en las relaciones de este país con Estados Unidos de América y Europa, en los derechos humanos, en asuntos ambientales, en los páramos canadienses, en los mitos sociales sobre la feminidad, en la representación del cuerpo de la mujer en el arte, la explotación social y económica de ésta, así como las relaciones de mujeres entre sí y con los hombres.

En el 2000 obtuvo el Premio Booker con «El asesino ciego». Más tarde, en 2019 volvió a obtener el galardón con otra novela «Los testamentos», la secuela, 30 años después, del clásico El cuento de la criada.


Calendario de lecturas:

Dejamos esta semana para que todos podáis adquirir un ejemplar y nos volvemos a ver aquí el próximo lunes (10 de febrero) para profundizar un poco más en la novela. Después la analizaremos en dos partes:

  • Hasta el final del capítulo 24 (anterior a los «Pergaminos espirituales»): post el 19 de febrero.
  • Hasta el final de la novela: post el 28 de febrero.

¡¡Nos leemos!!