Argumento
Esta parte comienza diez años después del incidente del lago entre Nath y Lydia. Las cosas siguen igual. James sigue soportando miradas y burlas de la gente y se descansa pensando que para Lydia las cosas serán más fáciles. Tendrá amigos, se integrará. Era lo que quería para ella. Mientras, Marilyn, seguía haciendo planes para ella que consistían en comprarle libros de ciencias, que se presentara al concurso de ciencias… Marilyn «tejía el futuro de Lydia como un largo hilo dorado, un futuro que, estaba convencida, su hija también deseaba».
Mientras todas las atenciones iban para su hermana, Nath se sentía invisible en su propia casa. Le seguían interesando los temas del espacio, era lo único de lo que leía o en lo que pensaba. Pero se lo ocultaba a sus padres después del incidente que había pasado con su padre el verano que no estaba su madre.
En esa época Lydia era la que en la práctica «cada día mantenía a la familia unida» mientras Nath y Hannah no existían, incluso cuando Hannah se hizo algo mayor le hicieron un «dormitorio en el desván, donde se guardan las cosas que ya nadie quería».
Ya era 1976, el año de la tragedia, y Lydia seguía estudiando física, matemáticas… y cada vez se le hacían más difíciles. No entendía nada. Por no contradecir a su madre, se seguía matriculando en esas asignaturas pero cada vez se encontraba con más dificultades. Nath, por el contrario, estaba deseando que le admitiesen en Harvard. Quería huir de ahí. Sabía que su vida podía cambiar en la universidad. En cambio, Lydia temía su marcha. Era su tabla de salvación, quien la entendía y acompañaba a lo largo de su vida. Por eso de una manera todavía infantil escondió la carta de aceptación de Harvard para que su hermano no la viese. No tuvo éxito porque acabó viendo la segunda carta que le enviaron. Así que Nath podía darle una alegría a sus padres, ser por fin el centro de atención. Pero Lydia, fastidiada y con rencor hacia Nath por su cercana marcha a Harvard no se lo dejó disfrutar. En medio de entusiasmo familiar atrajo la atención sobre ella diciendo que «iba a suspender física». Así que su fracaso eclipsó el éxito de su hermano. Enfadado estaba deseando irse por fin a Harvard. Se distanció de Lydia.
Así que para fastidiar a su hermano se hizo amiga de Jack, el vecino con el que coincidía en clases de física y que tenía fama de andar cada día con una chica distinta. Y como siempre nadie lo conocía realmente ya que «la gente decide cómo eres antes incluso de conocerte … se creen que lo saben todo de ti. Solo que nunca eres quién creen que eres«.
Mientras tanto, James recibió una llamada de la policía donde concluyen que la causa de la muerte de su hija fue el suicidio. La consideraban la explicación más plausible ya que apenas tenía amigos, estaba siempre sola y sus notas empezaban a descender. Además había ido al lago cuando no sabía nadar.
Nath seguía sospechando de Jack. No cree que su hermana se pudiera quitar la vida. Pero Hannah, la hermana invisible que todo lo ve, tiene claro que Jack no pudo hacer daño a Lydia. El mal entendido viene porque en realidad Jack está enamorado en secreto de Nath. Jack se lo confiesa a Lydia el día anterior a su muerte en el lago.
Por otra parte, Marilyn descubre la infidelidad de James con Louise. James se había refugiado en los brazos de Louise para sobrellevar el dolor de la pérdida. Así que Marilyn lo entendió y mantienen una conversación tranquila aunque «habrá cosas de las que nunca hablen … más tarde reconstruirán otras cosas que nunca se han dicho» e intentan empezar de cero, ya que «la única posibilidad es seguir adelante».
Y por último queda el capítulo de la ira de Nath hacia Jack, que lo sigue haciendo responsable de la tragedia de su hermana. Se pelea con él, Jack no ofrece resistencia, lo compadece y está enamorado de él. Aún así Nath necesita descargar su ira. Finalmente al caerse al lago, se acuerda de su hermana y piensa en todas las cosas que le van a pasar en el futuro y que le gustaría contarle. Pero de momento se concentra en la mano de Jack y en Hannah, quiere salvarse y empezar también de cero.
Comentarios
La escritura limpia, fresca, lírica e intuitiva de Celeste Ng aborda sin complejos el tema de la culpabilidad, que salpica a todos los personajes. Lejos de ser poco reflexivos, los personajes son conscientes de las heridas que se infligen, pero no son capaces de contener sus gestos dañinos. La violencia y la mentira han tejido una red que malogra los buenos propósitos. El tiempo no cura, pues sólo deforma los hechos, inventando un relato alternativo. Las palabras aceradas se diluyen en el recuerdo. El malestar no es una evidencia, sino un amargo lastre que distancia a los hermanos y destruye el amor entre los padres.
La noche que precede a la muerte de Lydia sólo evidencia el carácter asfixiante de unas relaciones familiares difíciles, enquistadas y muy marcadas por la incomprensión y la indiferencia.
Pero Celeste Ng no juzga ni condena. No pretende dar una lección de moralidad, sino que observa y recrea una serie de situaciones, todo lo deja a criterio del lector y para ello va poco a poco desnudando a los personajes con una prosa cristalina cargada de honestidad.
Marilyn es una mujer de cabeza privilegiada que quiso estudiar cuando las mujeres aún lo tenían difícil, renegando de la perfecta ama de casa que era su madre, para caer luego en el tópico de dejarlo todo por amor y sentir un vacío con olor a meta no cumplida que proyecta ahora en su hija Lydia. No le interesa saber lo que su hija realmente quiere, ni quién realmente quiere llegar a ser.
James hace lo mismo. Tampoco lo tuvo fácil en el pasado siendo el único chico de raza distinta de su colegio y entorno. Sabe lo que eso le supuso y ahora quiere que su hija se integre socialmente, que sea popular y tenga muchas amigas. Quiere lo que él nunca tuvo y siempre deseó.
Los dos padres, sin darse cuenta, depositan sus frustraciones en su hija. Emplean tanta energía en conseguirlo que se olvidan de sus otros dos hijos que viven esa indiferencia ya casi como normalidad, por lo menos en el caso de Hannah, esa tercera hermana que el lector acaba viendo como si fuera «el ojo que todo lo ve» y que procura aprender de los demás para no cometer los mismos errores.
En cambio Nath, incomprendido y aislado, intenta dar un vuelco a su vida intentando conseguir lo que realmente quiere, y cree que ese punto de inflexión llegará con una nueva vida en la universidad. Y ahí deposita todas sus esperanzas, intentando soltar ese nudo invisible que lo une tanto con su hermana Lydia.
Y esta es la familia que nos presenta la novela, que se va alejando poco a poco de la intriga para adentrarse en los personajes. Que nos los presenta mucho antes de la tragedia y nos deja ver cómo les llega a afectar procurando no caer en el dramatismo ni las culpas privadas que las personas tendemos a sentir cuando un hecho así sacude nuestras vidas.
Me ha gustado mucho este libro, creo que la trama ha estado bien hilada desde el principio y ha ido acompañada de una prosa ágil y transparente. Nos ha llevado casi sin darnos cuenta de una historia de intriga otra mucho más compleja y dramática donde los personajes y sus sentimientos están a flor de piel.
Espero que os haya gustado.
Ahora os toca a vosotros,
Comentad todo aquello que os haya sugerido la novela. Hablad de los temas que queráis: personajes, trama, etc.
¿Os parece que los personajes y sus circunstancias son también reflejo de la sociedad actual?
Sé que muchos de vosotros ya habéis terminado la lectura hace días. ¡Así que poned vuestras impresiones finales en este post!
Calendario
IMPORTANTE: Necesito que entreguéis este libro antes del próximo miércoles, 3 de abril, en la biblioteca Fórum porque lo van a empezar a leer en otro Club de Lectura de esa misma biblioteca.
Este lunes, 1 de abril, publicaré un post con la presentación de la nueva lectura. De todas formas, los que cogéis el libro en la biblioteca y paséis a partir de ahora mismo a entregar el de Celeste Ng ya os prestarán el libro siguiente (que sé que hay lectores que prefieren acercarse en fin de semana).
Nos leemos,
Has dicho: