Lucas Pereyra es escritor, está casado con Catalina y ambos tienen un hijo que se llama Maiko. Viven en Argentina. La historia transcurre a lo largo de un sólo día. Lucas tiene un viaje programado a Montevideo para traer un dinero que le han enviado desde dos editoriales en pago de sus dos próximos libros. Lo va a buscar a Uruguay para evitar las restricciones cambiarias de su país. Pero también hay alguien más allí, una mujer llamada Magali Guerra.
Lucas no atraviesa su mejor momento, ni en lo personal ni en lo laboral. Aburrido de su vida conyugal y familiar, la perspectiva de pasar un día entero en otro país y en compañía de una joven uruguaya era suficiente para animarlo.
En el viaje a Montevideo, Lucas va pensando en su vida. En lo asfixiante que encuentra su matrimonio. Cree además que su mujer está teniendo relación con otro hombre de su entorno laboral.
Recuerda como un año antes conoció a Guerra en un festival literario al que lo habían invitado en Valizas (Uruguay). Cómo le gustó desde le principio «qué mujer más hermosa, qué demonio de fuego me brotó de adentro», la sacó a bailar, se gustaron al instante y recuerda «estaba anestesiado y se me prendieron los cinco sentidos otra vez y a máxima potencia». Ella sabe que él está casado y tiene un hijo. A su vez también le dice que ella está con alguien. Quedan al día siguiente discretamente para hacer una excursión.
Pasan un día divertido, se besan pero nada más. Él se vuelve a su país y ella a su vida. Había transcurrido un año desde entonces. Se habían visto un par de veces más en viajes a Montevideo por trabajo pero donde quedaban para tomar un café. Ahora se volvían a ver de nuevo. En realidad no se conocían pero Lucas se había hecho una visión de la relación que era más una ilusión que una realidad.
El encuentro de Lucas con Guerra es algo frío «¿Quién es esta mina? Me resultaba totalmente desconocida. Me costaba hacerla coincidir con mi delirio de meses». Realmente no se conocían. A los ojos de Guerra, Lucas era «un mimado por la vida. Un Peter Pan que no quiere dejar de ser niño.»
Guerra le confiesa que ya no está con nadie y que lo ha pasado muy mal. Su novio, César, la había engañado con su mejor amiga, Rocío, y se había marchado a vivir con su padre. No estaba en un buen momento anímico. Para ella este día era para desahogarse y pasarlo bien. No quiere una nueva relación y menos con alguien que vive tan lejos y está casado. Así que Lucas no consigue su propósito porque ella no quiere que la lastimen más y no quiere «extrañarte. No quiero extrañarte».
Así que la habitación que Lucas había reservado en un hotel de Montevideo se queda vacía. Por el contrario Guerra quiere pasarlo bien y le ofrece un poco de marihuana. Juntos deambulan por Montevideo en una nebulosa de alcohol y porros donde ven la realidad distorsionada. Incluso él se hace un tatuaje. Más que una relación es una vía de escape para ambos. Escapar de su vida real por unos instantes. Incluso en el calor del momento, Lucas le propone a Guerra que se escape con él a Brasil, donde nadie la conozca. Pero Guerra ni se lo tiene en cuenta y le confiesa que está embarazada de pocos meses de su exnovio César.
Cuando están totalmente enajenados en la playa disfrutando de un momento de intimidad, sufren un robo con violencia. Dos individuos que lo habían estado siguiendo, se les acercan y después de darle varios golpes a Lucas, le quita la cartera donde llevaba todo su dinero, las tarjetas y el móvil. A Guerra no le pasó nada.
Guerra le aconseja que ponga una denuncia en la comisaría pero que ella no lo puede acompañar porque tiene una reunión de trabajo muy importante. Lo deja solo ante el edificio de la comisaría. En ese momento Lucas reflexiona y se le pasa por la cabeza la idea de que todo lo relacionado con el robo podía haber sido cosa de Guerra. Sabía que iba a Montevideo a por dinero y donde tenía el dinero escondido porque lo vio cuando se estaba haciendo un tatuaje…
Ese dinero es importante porque Lucas tenía muchas deudas y lo necesitaba para ir sobreviviendo los siguientes meses hasta la entrega de los dos libros. Ahora sólo tenía un ukelele para su hijo y varios pesos uruguayos en el bolsillo.
No pone la denuncia. Se queda aturdido «Pocas veces estuve tan perdido. Sabía donde estaba pero no sabía dónde iba«. Se fue a visitar a su amigo Enzo. Alli se derrumbó «Lloré porque pensé en Guerra y supe que no la iba a volver a ver, me negué a la idea de que su cariño no fuera verdadero». Pensó en su mujer y en que su cariño sí era verdadero. No sabía lo que le iba a decir al llegar.
Se vuelve para Argentina. Al llegar su mujer le pregunta por Guerra. Le confiesa todo. Ella también se sincera y le cuenta que se ha enamorado de alguien un año antes, una mujer. Lucas se queda descolocado. Le costó asimilarlo.
Pasa un año. La relación con Guerra se enfrió hasta ser inexistente. Lucas está viviendo en un piso «de separado», llegó a un arreglo con Cata y tiene a su hijo con él la mitad de la semana. Intenta llevarse bien con ella y su pareja. Él no tiene pareja. Descubre a través de las redes sociales que Guerra se ha emparejado con Cesar y Rocío. Que los tres han hecho una boda ficticia y que las dos están embarazas de él. Ella ha formado su propia familia.
«Supongo que la idea de familia se transformó. Tiene algo de bloques combinables. Cada uno la arma como puede».
La vida en sí es ya muy complicada así que creo que cada uno tiene que intentar ser feliz con las circunstancias y vivencias que le toquen. Procurar ser flexibles y sobre todo tomarse la vida como viene, intentando cambiar sólo aquello que dependa de uno mismo. ¿Qué pensáis vosotros?
Análisis de la novela
El libro está lleno de reflexiones, Lucas se siente asfixiado en su relación conyugal y familiar, ya que piensa que las parejas con el paso del tiempo acaban convirtiéndose en «siamesas» piensan igual, comen igual, etc. Él ahora tenía una vía de escape a esa situación y le «tranquilizaba saber que había una parte de mi vida que no compartía con vos«.
También la paternidad le agobiaba por momentos: «Vos sabes que lo adoro a mi hijo… pero a veces me agota, no tanto él sino mi constante preocupación por él». ¿Le echa la culpa a su paternidad y a su matrimonio de sus insatisfacciones?
Escrita en primera persona, Lucas recuerda su pasado. Pero su pasado igual no era como él lo recuerda. Se dice que somos más lo que recordamos que lo que vivimos. Da la sensación de que parte de lo que cuenta es una ensoñación. ¿Vosotros que pensáis?
«Estaba enamorado de una mujer y enamorado de la ciudad donde ella vivía. Y todo me lo inventé, o casi todo, una ciudad imaginaria en un país limítrofe. Por ahí caminé, más que por las calles reales».
Cuando un relato o recuerdo se construye no existe forma de distinguir lo verdadero de lo falso. La memoria es maleable y se adapta a nuestras necesidades. Guerra era un fantasma idealizado de su pasado.
Más que una novela sobre el desamor es una novela sobre las expectativas insatisfechas. Según comenta el autor hay más frustración que desamor en la novela. Se siente asfixiado en una situación de pareja y deposita en esa frustración otras que tienen que ver con no estar trabajando, no estar escribiendo, no ganar dinero.
El propio Mairal reconoce:
“Me doy cuenta de que el protagonista provoca mucha identificación y no solo en los hombres. Evidentemente, las mujeres también se sienten encerradas en sus parejas, tienen amoríos mentales como el del personaje. Esa válvula de escape no corresponde solo a los hombres”
Narrada con una brillante voz en primera persona, ese contarle a alguien que pasó se convierte en la herramienta literaria más potente que usa Mairal en esta novela. Una voz que habla a veces de ti (a un vos) y que no es el lector, sino su mujer Catalina, y otra de un «nos», haciendo un guiño a los lectores y lectoras.
La novela está muy bien escrita. Con un vocabulario muy acertado, rico en matices y que en muchos momentos despierta una sonrisa o da lugar a una reflexión. Sin entrar en el fondo de la cuestión, me hizo mucha gracia la expresión caribeña «anda columpiando los aretes con cualquiera. ¿Quién te columpiaba los aretes, Catalina?» o esta otra «si no podés con la vida, probá con la vidita«.
¿Qué os ha parecido la novela?
!Ahora os toca a vosotros!
Os animo a que hagáis vuestras propias reflexiones sobre la novela.
El próximo jueves, 24 de enero, presentaremos la siguiente lectura.
Hasta entonces,
¡Nos leemos!
Hola a tod@s, me ha gustado mucho La Uruguaya. Lucas me parece un consentido e inmaduro. He disfrutado cada una de las reflexiones. Me queda la duda de si Guerra orquestó el robo, creo que si, pero no es relevante, verdad? Me gustan estos Happy ene. Gracias por la elección.
Hola, me encanto el libro, al principio me costo enganchar, me parecia que la trama era poco interesante , pero luego se puso mucho mejor.
Gracias por este autor
Buenas!
Me ha gustado la forma de escribir de Mairal. Ambientada entre Argentina y Uruguay, escrita con ese voseo, sus formas y expresiones completamente locales, ese lenguaje cotidiano me trasladó completamente al Río de la Plata.
Me da la sensación de que Lucas es un hombre frustrado, a la deriva, por eso me encaja muy bien, tal como dices en el artículo, que es más una novela sobre expectativas insatisfechas que una sobre el desamor.
En cuando al robo, yo sí creo que Guerra estuvo involucrada… Toda la novela apunta a ello, aunque también creo que deja claro que ella tiene sus reservas y que lo hace con cierto remordimiento: le cuenta su situación personal, tiene esa llamada telefónica que la hace llorar. Quizás, como apuntáis, quién haya sido sea irrelevante, y lo realmente importante es la vida de Lucas cambió por completo en un sentido inesperado.
Un saludo!
Hola! Respecto al robo, creo recordar que la idea de ir a la playa es de ella… ;D
Sí, sí. Está claro que ella está involucrada. Yo sólo apunto que creo que ella tiene remordimientos y por ello parece haber algunas justificaciones, al fin y la cabo era alguien que le había gustado realmente y había mantenido una relación con él, aún a distancia. Pensando un poco más en el robo, y ya elucubrando sobre ello, creo que el robo de ese dinero, que no recuerdo cuánto era pero que se supone que es una muy buena cantidad, les posibilita formar esa familia numerosa repentina en la que se han convertido los 3 adultos y 2 bebés en camino, en ello ven la posibilidad de emprender esa nueva etapa todos juntos sin ahogos.
(No me deja responder a tu respuesta, así que me respondo a mi mismo)
Estoy completamente de acuerdo contigo, solo aportaba un indicio más.
Hola a tod@s.Me gusto el libro,me reí,tienes expresiones muy autenticas. No me esperaba ese final pero me gustó.Seguimos leyendo
Hola a todos: La Uruguaya me ha gustado mucho. Lo veo trepidante y al estar contado en 1ª persona mezcla perfectamente fuera y adentro. Tiempo real de 1 día que se alarga, precisamente, por la forma de contarlo. Me encanta esta forma comprimida que se expande como un globo. Si bien es cierto que a dos hojas del final, el autor da un salto y comienza la página diciendo: ha pasado un año… Las reflexiones sobre temas varios como de pasada, sin disertaciones. Matrimonio, paternidad, fidelidad, dinero, amigos, hacia dónde nos lleva la vida con el decorado de B Aires y Montevideo como capitales-reflejo ya que consigue introducirlas en la novela como algomas que un decorado. Me recordó a Baricco en algunos puntos: esa visión de las cosas, ese mirar.
Me llevó a reflexionar sobre como la falta de dinero puede servirnos de límite para no caer en la total bobería. El gasto inconsciente de dinero solo se salva por el punto de ternura del regalo para el hijo: el ukelele que mas tarde va a salvarlo a él.
En el principio del libro hay una cierta expectación fantasiosa, y creo que a todos nos ocurre cuando viajamos, reforzada por el encuentro con Guerra. De acuerdo en que el protagonista es un PIJO INCONSISTENTE y toda la situación sirve para ponerlo en un nuevo sitio: mental y físicamente.
Final me encanta y la reflexión de la pág. 138 acerca de otro tipo de familia, xq hemos madurado y quizá algo deba cambiar.
Un saludo a todos y a María gracias por la acertada elección.
Me ha costado enganchar con el tono de la novela. Su estilo es distinto al que normalmente leo y me ralentiza la pulsión. Pero poco a poco he ido entrando en la trama y al final me ha resultado interesante. Hasta creo que llega a ser una pequeña novela policíaca. Porque estoy de acuerdo en que Guerra está involucrada y tiene sus compinches. El resto es la vida misma,. Discrepo con la idea de un «pijo». Es un tipo que piensa, razona, contempla el mundo y disecciona sus impresiones certeramente. No me resulta vacío y hueco. Aparte de que sin dinero y pasándolas canutas no se puede ser muy «pijo». Estupenda la elección. muchas gracias
Hola a todos, reconozco que lo leí hace un año y me enganchó desde el principio. Ahora con la relectura sigue sin defraudarme. Una lectura ágil y llena de reflexiones. Pienso lo mismo que vosotros, que el robo tiene la firma de Guerra. Lucas lo quiere negar en su corazón aunque su cabeza le diga lo contrario. Yo creo que el autor quiso dejar patente la distorsión que nosotros muchas veces tenemos sobre lo que vemos y queremos creer con la realidad. Guerra era la ilusión de Lucas, pero no la verdadera Guerra, que él apenas conocía, sino la imagen que él se había formado de ella. Lucas se siente agobiado por las deudas y la falta de dinero y trasladó su frustración a su matrimonio, familia, entorno. Creo que su frustración viene determinada por su situación en general. Tenía unas expectativas de sí mismo que no se cumplieron. Tiene 40 años y no está donde quería estar. ¿Qué pensáis vosotros?
Hola!
Llevo meses sin comentar porque siempre llego tarde…pero este al ser cortito me ha permitido terminar a tiempo.
A mí me ha encantado, por razones que no vienen al caso empecé a leer esta novela en primavera y por razones que tampoco vienen al caso la tuve que abandonar…me ha encantado tener la oportunidad de acabarla. He releído la primera parte y debo confesar que me ha gustado más que la primera vez. Resaltaría como Tonichin la forma de escribir de Mairal, es lo que me ha gustado de la novela, y como siendo expresiones tan locales se entienden tan bien desde este otro lado del Atlántico.
Yo también creo que Guerra está involucrada desde el principio, y coincido con vosotros en que no es relevante, Lucas además decide no creerlo del todo…
Como comenta Lory, el final es un poco desconcertante cuando de pronto ha pasado un año, como si no supiera bien como acabarla.
Coincido también en la forma de escribir de Mairal. Es fresca, jovial y acertada. Hace muy agradable, y por momentos divertida, la novela. El final es un poco precipitado desde el momento en que toda la novela transcurre en un día y al llegar a dos páginas del final pasa un año de repente. Supongo que no quería dejar al personaje tan abierto sin un camino trazado. También quería añadir la cuestión de la existencia de varios tipos de familia y como afrontarlo, que está muy bien pero ha quedado un poco encajonada en la historia.
¡Espero más opiniones!
Con la lectura de este libro he disfrutado y sentía que me enriquecía al leer en español-argentino, con su vocabulario y acepciones.No estoy acostumbrada.
Aunque temporalmente transcurría la acción en un solo día, me parece que ha intercalado bien el pasado para conocer mejor al protagonista. Querer saber el final me marcaba una lectura más rápida, estaba segura que le iban a robar y creo que Guerra estaba implicada en ello. Al menos así me apuntaban datos en el relato.
Quizás la parte que me ha decepcionado un poco es por un lado que me transmitía lentitud con el desamor, su apatía ante la vida y el final me lo esperaba más abierto y/o esperanzador, no tan resuelto. Presenta un cambio de vida ya tan asumido y encajado por Lucas en solo un año, que no me parece creible .
Una elección estupenda de lectura, gracias María. Esperando la siguiente propuesta.
Saludos a tod@s.
Gracias por vuestros comentarios pero echo de menos las impresiones de más lectores. Este libro es fácil de leer y poco extenso así que creo que la mayoría ya lo habréis terminado. ¿Que os ha parecido? a lo largo de la mañana presentaré la nueva lectura y podéis seguir comentando en este post el tiempo que queráis. Un saludo a tod@s.
Hola gente!!!
A mi me ha gustado, ciertamente es mi lenguaje y para mí es muy fácil trasladarme a cada uno de esos escenario. Esta escrito con un ritmo muy nuestro, muy porteño fresco y desenfadado, me divierte y me sorprende como a pesar de usar un lenguaje bien local logra ser captado por todos, eso es interesante. Él es parte de una cultura de clase media alta, con aires progresistas y ciertamente, con ese matiz de una realidad que ha cambiado pero que lo mantiene en un cierto lugar especial, de privilegio. Es un chico de Buenos Aires, no cabe duda.
Reconozco en su forma de escribir, un estilo muy conocido, muy de una escuela. Entonces lo veo bien escrito, pero no tan personal.
El final me pareció apresurado, abrupto. En general me pareció una fórmula bastante bien resuelta y entretenida.
Saludos a todos
Ana
Muchas gracias, Ana María. Es muy interesante conocer tu punto de vista. Coincidimos la mayoría de lectores en que el texto es muy ágil, con buen ritmo de lectura. Además, ese aire local en las expresiones le confiere para nosotros originalidad. Nos dices que no es un estilo tan personal y que el final te pareció apresurado. Coincido en lo segundo totalmente contigo. Y lo del estilo, gracias por aportarlo porque lo desconozco. Saludos a tod@s
Hola a todos. Coincido con la mayoría en que es un libro fácil de leer, aunque reconozco que con algunas expresiones me he perdido un poco. No me suelen gustar demasiado este tipo de libros en los que casi todo transcurre en unos días pero no ha estado mal.
Yo tampoco creo que Lucas sea un pijo sino más bien una persona decepcionada por no haber cumplido sus expectativas y por haberse visto sobrepasado por los problemas económicos.
Supongo que Guerra sí fue la artífice del plan para robarle el dinero pero nunca lo sabremos, je, je.
Es un libro que si uno repasa con calma dice mucho más de lo que parece a primera vista. Trata problemas muy actuales como la angustia de verse agobiado por la falta de dinero, la paternidad-maternidad, el cómo va evolucionando un matrimonio a lo largo de los años, la infidelidad,…
Yo creo que Lucas no sabe encajar todos esos cambios que se van produciendo en su vida porque quizá no ha sabido enfrentarlos.
Sorprendente el hecho de que la mujer lo engañase con otra mujer y no con un hombre, algo que parece dolerle más que si hubiera sido al contrario.
Quizá Lucas se aferra a Guerra, o a la idea que se hizo de ella como una forma de escapar de esos problemas en vez de plantarles cara.
Por lo menos volvió con el ukelele para su hijo, detalle tierno.
Una lectura interesante, como todas.
Vamos a por el próximo libro
Coincido con todos vosotros. La relectura vuelve a divertirme y me fijo en otros detalles expresivos ágiles e inteligentes. Me gusta que se dirija a su mujer, me hacen reír las expresiones y me parece fácil que alguno se pueda sentir identificado. Muchas gracias por la sugerencia y a por la siguiente.
Compañeros:
Me acabo de incorporar al club y no llegué a tiempo para la lectura de Mairal, pero la hice y escribí algo luego, que comparto en este enlace: https://www.susana-aliano.com/single-post/2019/01/28/La-uruguaya
Espero que no sea demasiado tarde.
Nos leemos.
Saludos a todos.
Gracias Susana y ¡¡bienvenida al club!! nunca es tarde para escribir una reseña. Te agradezco tu enlace que acabo de leer con mucho interés. Tienes razón, el autor conoce muy bien lo que describe y nos adentra en esta ciudad, Montevideo, con un deje de nostalgia y cariño. Ha sido un placer adentrarme en un lugar totalmente desconocido para mi a través de sus ojos. Está minuciosamente descrita tanto la ida como la vuelta. Parece que ha transcurrido más de un día por el viaje interior del protagonista y su desenlace. El matrimonio estaba muy deteriorado pero mientras él hacía ensoñaciones con una mujer a la que apenas conocía, su mujer iniciaba una nueva relación real con otra persona con la que daba un giro total a su vida. Los dos intentan salir de una relación asfixiante con posturas y resultados muy distintos.
¡Nos leemos!
Hola!
Al principio, aunque me parecía muy bien escrito, se me hizo bastante irritante la verborrea del narrador. Incluso me da la sensación de que no ocurría nada, simplemente era un personaje persiguiendo su fantasía y me preguntaba si sería también una forma de conjurar las propias fantasías del autor. Pero luego cobra ritmo y lo cierto es que me atrapó hasta el punto de lamentar que la novela terminara. Como comentó alguna compañera, el desenlace parece precipitado… aunque genial, con ese «soy yo», porque lleva a uno a pensar qué tipo de personaje es el que regresa. Para mí, la lucha de Lucas contra su fantasía me recuerda un poco al Quijote, pero el regreso también me recuerda a un Ulises que, en un día, hubiera vivido una odisea para llegar vacío y derrotado a un reino que ha perdido. Al final, me encantó el libro.
Muy buena elección.
Nos leemos!!
Me ha encantado esta novela, hasta el punto de ser la primera que comento de este curso narrativo.
No suelo llegar a tiempo a los ritmos marcados María, ya lo siento. Pero soy bastante fiel a tus post de introducción y busco las novelas en mi ciudad, Huesca. Suelen gustarme, esta mucho.
Por la ambientación y las expresiones, tan diferentes a lo que son mis lecturas. Gracias por introducirme en este autor.
He de reconocer que yo me enamoré un poco de Guerra también, curiosamente más de la Guerra real que entra en la historia, que de la ilusión de Lucas. Pero al ser un relato hacia su mujer, todo está filtrado desde su percepción, y desde luego de la del autor, Pedro Mairal. Una especie de Mathrioska narrativa.
Me funcionan muy bien estas historias que conceden peso a lo escrito y saben que las 142 páginas son todas importantes. Muy bien escrito, respeta al lector/a porque deja que intervengamos imaginando las piezas que puedan quedar veladas.
En ese sentido, que las 2 últimas páginas salten un año después me parece lógico, puesto que no olvidemos juega con la idea de que ha relatado la jornada en Montevideo a su mujer tras un tiempo prudencial post-separación.
Culpabilidad de Guerra, yo me quedo con que sí, pero no. Está implicada y no evita el robo, pero luego no quiere disponer del dinero robado (directamente al menos…) 😉
Y Lucas Pereyra es un escritor sin publicar, que acaba de escribirle a su mujer una gran historia. Quizás la mejor novela que vaya a escribir. ¿Pijo? puede, ¿inmaduro? quizás… a mí me ha hecho seguirle y me resulta simpático en su patetismo. ¿Quién es ajeno a él?
Llegué tarde a su lectura, pero me va a quedar poso por tiempo. Disfruté… por último, ¿qué narices es esa inserción cuasi paranormal de un cielo colorido con forma de concha?
En fin, una historia para amar, por única vez, la guerra.
Muchas gracias por tu generoso comentario. El personaje de Guerra es muy atractivo en cualquiera de los dos planos que nos presenta el autor. Te animo a que sigas opinando aunque llegues tarde a los plazos y aunque la lectura no te haya gustado tanto. Es bueno que todos plasmemos nuestros puntos de vista y si no coinciden, mejor porque habrá más debate. En la siguiente lectura (que publicaré hoy) dilataré un poco más los plazos para que todo el mundo pueda buscar la novela sin problema en su lugar de residencia y después, pueda tener una lectura reposada y llegar a tiempo a comentar en los post. ¡¡¡Espero poder seguir leyéndote!!!!