Archivo | junio, 2017

Nadie nos puede entender de lejos

26 Jun
Turkey. Foto en flickr de Neha Viswanathan. Algunos derechos reservados.

Turkey. Foto en flickr de Neha Viswanathan. Algunos derechos reservados.

Hemos terminado la novela y llega la hora de las conclusiones. ¿Qué opináis de ella? Este es un libro repleto de acontecimientos, sentimientos, reflexiones, personajes, descripciones en función de la historia. ¿Con qué aspecto os quedarías del libro? El político-religioso, el amoroso, el poético, el reflexivo-existencial… ¿Qué personaje os ha gustado más y por qué? Lo mismo os pregunto sobre alguna parte que os haya gustado especialmente y también, por supuesto y porque mucho de vuestros comentarios así lo indican, lo que nos haya gustado. Una vez terminada la novela y con toda la historia en nuestras manos podemos dar nuestras opiniones con un total conocimiento de lo que en ella sucede. Por lo que a mí respecta debo decir que, fundamentalmente, me cuesta abandonar ese reducto de felicidad y bienestar que es el hotel Nieve Palace, donde se come, se bebe, se habla y se ama. Ya os he dicho anteriormente que me iría a vivir allí una temporada. Eso es lo que siento. Asimismo, esta novela me ha ayudado a comprender a este país que vive una situación tan compleja y, sobre todo, a entender la desesperación de los que nada tienen y el porqué de sus actos a pesar de que estén tan lejos de nuestra cultura.

En esta última parte asistimos al desenlace de esta historia que podemos resumir de la siguiente manera: al ¿ingenuo? Ka lo utilizan como intermediario para cercar a Azul; Ka, al enterarse de que Ipek ha sido la amante de Azul y que seguramente sigue enamorada de él, acaba delatando a éste; matan a Azul; Ipek al enterarse decide, con la maleta ya hecha, no irse con Ka a Frankfurt; Ka es asesinado cuatro años después como venganza a su delación y el cuaderno verde, que contiene los poemas escritos en Kars, desaparece (substraído seguramente por sus asesinos) por lo cual nunca nadie podrá leerlos y ese es el motivo de que no aparezcan en la novela. Orhan (Pamuk), el narrador y amigo de Ka, cobra cada vez más importancia convirtiéndose en un personaje más. Cuando va a Frankfurt a recoger las cosas de Ka después de su asesinato decide escribir esta historia. Por ese motivo visita también Kars para investigar y conocer a sus habitantes. Allí cae rendidamente enamorado ante la belleza de Ipek. La belleza, otro de los temas fundamentales de esta novela, la belleza de la nieve y también la de Ipek (temas que le impulsan a Ka a escribir sus poemas). Por cierto, ¿por qué creéis que dice Orhan cuando conoce a ésta: entramos en el corazón de este asunto: Ipek era mucho más bella de lo que hasta ese momento yo, o ustedes, que están siguiendo esta historia gracias a mi intermediación, hubiera podido imaginar? ¿Por qué creéis que le da tanta importancia a su belleza? ¿Es la belleza de Ipek tan determinante? Parece que sí, tanto como para decir que es el corazón de la historia que aquí se trata.

Otro asunto a resaltar es la lucha que mantiene Ka con la felicidad: desea ser feliz pero le tiene miedo a este sentimiento, tanto como para arruinar un futuro que anhela intensamente con una serie de decisiones que le llevan a la paz espiritual de los que han decidido que nunca serán felices, pero, a la vez, a su desdicha (ni contigo ni sin ti) y, en última instancia, a la muerte: tanta alegría es excesiva para mí e intuyo que pasará algo malo.

El autor sabe crear con un lenguaje altamente poético una atmósfera envolvente y llena de belleza y melancolía. De esta manera nos es más fácil entender y aceptar todos los trágicos acontecimientos que en esos tres días ocurren en Kars. Hay una extraña complementariedad entre la poesía que destila esta historia y las cosas tan terribles que suceden en esta ciudad olvidada por todos, ¿no creéis? Lo hermoso y el horror dándose la mano. Ese aspecto me gusta especialmente y creo que es algo que el autor quiere resaltar y que yo creo que lo consigue con creces. Así es el mundo en muchos lugares en los que en medio de lo más duro hay lugar para la belleza. ¿Qué opináis, por cierto, de estos brutales sucesos que, a la vez, son tan rocambolescos? ¿Los veis creíbles u os parecen un despropósito?

Un último apunte. Este libro no hace más que reflejar lo que está pasando en muchos países islámicos, tanto entonces, cuando fue escrito, como ahora. La brecha cultural existente entre Oriente y Occidente con la que empezábamos esta novela.

Plazos

Os animo a todos a que dejéis vuestros comentarios finales, sobre todo a los que todavía no os habéis pronunciado o lo habéis hecho poco. A los que sí habéis ido dejando vuestros comentarios os quiero preguntar, ahora que ya la hemos terminado, si pensáis lo mismo que mientras la estabais leyendo. Quizá el final os ha hecho cambiar de opinión, especialmente a los que no os estaba gustando.

Finalizado este libro nos vamos de vacaciones hasta octubre. ¡Espero que disfrutéis de vuestras vacaciones estivales y que leáis mucho en ellas! Podéis contarnos vuestras lecturas si así lo que queréis. Estaremos encantados de compartirlas con vosotros.

Hemos llegado al corazón de nuestra historia

19 Jun
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Belle Epoque Russian Architectura – Kars – Turkey. Foto en flickr de Adam Jones, Ph. D – Global Photo Archive. Algunos derechos reservados.

Compruebo que a la mayoría de los que estáis leyendo la novela no os está gustando y lo siento mucho porque a mí sí que me gusta como estoy reflejando en los post, así que continúo comentando esta tercera parte de la que considero una magnífica e interesante historia. Espero que os animéis a seguir leyendo y dejéis vuestros comentarios a pesar del calor y espero también que os enganche aunque ya esté muy avanzada la novela. Quizás estas altas temperaturas y la nieve son incompatibles… 🙂 . ¡Intentad darle una última oportunidad!

Nuestro inseguro protagonista prosigue con su desasosegante vida en Kars, en la que el miedo y la felicidad se dan la mano. Fundamentalmente, Ka tiene miedo a ser feliz, aunque lo anhele con todo su ser, un miedo que sólo le desaparece cuando contempla la nieve: al ver la belleza de una calle nevada y la alegría de los niños que juegan entusiasmados con bolas de nieve, deja atrás todos sus miedos.

La novela pone el dedo en la llaga en problemas tales como el ascenso de los islamistas turcos en un Estado laico que, a pesar de la represión que ejerce, no puede con ellos, el genocidio armenio, la represión de los nacionalistas kurdos, tan olvidados, el control de los ciudadanos por parte del Estado (Kars, la ciudad en la que todos vigilan y son vigilados), la situación de las mujeres y los jóvenes que, impotentes y llenos de dudas, se plantean el suicidio como única solución a sus problemas, la pobreza y olvido en el que viven los habitantes de las zonas más alejadas de la metrópoli… Todos estos problemas los sitúa el autor en una pequeña ciudad y la convierte en una bomba de relojería a punto de estallar. Kars es un microcosmos, un universo en miniatura, en el que se suceden todo tipo de traiciones, luchas, amores, odios, sufrimientos y en el que están reflejados todos los sectores de esta sociedad tan compleja: islamistas, nacionalistas kurdos, europeístas, comunistas…

Hay tantas frases cargadas de significado en los diálogos, en los que se analiza y cuestiona la existencia con gran profundidad, que os transcribo sólo un puñado de ellas para que, si os parece, podáis comentarlas (u otras que vosotros queráis): no olvides que a esos europeos que tanto admiras e imitas ni siquiera les importas… Pero le tienen pánico a Azul y a los que son como él (pág. 266). Eran muy serios. Quizá por eso eran felices. Para ellos la vida era un asunto serio para el que hacía falta responsabilidad. No un empeño a ciegas ni un amargo examen como lo es para nosotros (pág. 273). La vida, excepto enamorarse y ser feliz, sólo era una serie de momentos sin relevancia ni relación entre ellos (pág. 281). El sarcasmo de intelectual, las preocupaciones políticas y las pretensiones de superioridad cultural que hacían que viviera una vida estéril alejada del sentimentalismo al que inducía aquella serie [un culebrón mexicano] eran consecuencia de su propia estupidez (pág. 283). ¿Eras feliz de niño? Cuando uno es feliz nunca sabe que lo es […].  Cuando era niño no me interesaba la felicidad […]. Comencé a pensar en la felicidad cuando la infelicidad me incapacitó para hacer cualquier cosa (pág.310). En cuanto una nación es pobre, lo primero que piensa el mundo entero es que es una nación de tontos, de vagos, de sucios y de inútiles […]. Encuentran cómicas su cultura, sus tradiciones y sus costumbres. A veces luego se avergüenzan de lo que han pensado, dejan de reírse y si los emigrantes de ese país les barren los suelos y trabajan en los peores empleos, se comportan como si encontraran interesante su cultura e incluso los tratan como si fueran iguales para que no se les rebelen […]. Lo único que puedes hacer para que no te desprecien es demostrar que piensas como ellos. Y eso es algo imposible y humillante (págs.325 y 327).

El capítulo 29 supone un paréntesis en la historia que nos adelanta el destino final de Ka (¿por qué creéis que el narrador hace esto?). El narrador se va a una Frankfurt en la que también nieva cuatro años después de la estancia de Ka en Kars y cuarenta y dos días después de su asesinato y nos narra éste con todo detalle. Recorre las calles y los lugares que frecuentaba, se entrevista con quienes le conocieron y con los últimos que le vieron con vida, y, sobre todo, busca, sin encontrarlo, el cuaderno verde con los poemas escritos en Kars en los que había trabajado (intentando encontrar la lógica oculta del libro) los cuatro últimos años de su vida. Pero sí encuentra cuarenta cartas de amor a Ipek no enviadas y la estructura hexagonal de un copo de nieve en la que ha distribuido los títulos de los 19 poemas escritos en Kars (la lógica oculta por fin hallada). Es un capítulo plagado de excelentes descripciones detallistas, tan frecuentes en esta novela, que nos muestran la presencia y la vida de los turcos en la ciudad alemana (parece un homenaje lleno de admiración y cariño a estos inmigrantes y exilados, a su soledad y derrota).

 El narrador, que ya sabemos que se llama Orhan (puesto que es en esta parte cuando descubrimos que el narrador y el autor son la misma persona), se pregunta: ¿Hasta qué punto es posible comprender el dolor y el amor de otra persona? ¿Cuánto podemos comprender de los que sufren penas, ausencias y opresiones más profundas que las nuestras? Si comprender consiste en poder ponernos en el lugar de alguien distinto, ¿han podido alguna vez comprender los poderosos y ricos del mundo a los miles de millones de pobres que viven al margen? ¿Hasta qué punto puede ver Orhan el novelista la oscuridad de la vida difícil y dolorosa de su amigo el poeta? (pág. 306).

Os traslado a vosotros estas preguntas que me parecen el núcleo de esta historia: ¿podemos comprender a los que sufren más que nosotros?, y, añado yo, ¿qué podemos hacer, si es que podemos hacer algo, ante su sufrimiento?

Plazos

Es hora de vuestros comentarios sobre esta tercera parte. A ver si las frases que os transcribo y las preguntas que os hago os animan a participar. Mientras, continuaremos a lo largo de una semana con la lectura desde el capítulo 35 (pág. 371) hasta el final de la novela. Aunque ya sabemos que Ipek no se va a ir con Ka a Frankfurt y éste va a ser asesinado cuatro años después, todavía nos quedan por descubrir los motivos de ambas cosas, así como leer todos los acontecimientos que le quedan por vivir a nuestro poeta en su último día en Kars.

 

He venido porque soy infeliz. Y aquí soy más feliz

11 Jun
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Just a moment! Snow Crystal. Foto en flickr de Elif Ayse. Algunos derechos reservados.

Hemos llegado a la mitad de nuestra lectura y en Kars, la ciudad aislada por la nieve, no paran de suceder cosas. Todos los temas están descritos con verdadero detalle porque el narrador sólo pretende exponerlos, antes que explicarlos o dar soluciones. Parece que quiere dejar que sea el lector el que saque sus propias conclusiones.

Por ejemplo, el hecho de que las jóvenes musulmanas al suicidarse desobedezcan al mismo tiempo a Occidente y al Islam es utilizado por el autor para no posicionarse en este relato sino sólo para mostrar una realidad, la turca, dolorosamente escindida entre Oriente y Occidente. Como escindido está Ka, nuestro poeta de mente confusa con la razón en Europa y el corazón con los militantes de Imanes y Predicadores.

A Ka continúan “viniéndosele” poemas,  mientras la nieve no para de caer, como si por arte de magia los poemas se hicieran solos. Él mismo afirma que siente que es Dios quien le envía la poesía a pesar de no creer: no sé cómo se escribe poesía. El buen poema es como si viniera de fuera, de algún lugar lejano. Yo creo que ciertas vivencias propician al poeta a entrar en un estado de gracia con una lógica oculta a la menteKa está en Kars para ser atravesado por distintas revelaciones: el amor, la poesía, Dios. ¿Qué opináis de este planteamiento?, ¿y de su falta de posicionamiento ante la situación política que le lleva a afirmar la política no me interesa?

Cuando visita las frías habitaciones del horror, reflexiona sobre la brevedad de la vida y el sufrimiento que ésta contiene, pero al salir de nuevo a la nieve siente lo pequeños y frágiles que eran los deseos y sueños humanos, las intrigas políticas y cotidianas frente al frío de Kars,  y se sumerge de nuevo en su mundo feliz en el que el amor y la poesía le esperan. El lenguaje es tan poético que es como si quisiera atrapar la belleza en cada línea.

En esta parte asistimos a muchas conversaciones plagadas de reflexiones. Cuando habla con Necip, éste, con su mirada limpia e inocente, le pone contra la pared con cuestiones muy acertadas: si Dios no existe, eso quiere decir que no hay Paraíso. Y si es así, millones de personas que se pasan la vida entre carencias, pobreza y opresión ni siquiera pueden ir al Cielo. Entonces, ¿qué significado tiene todo el sufrimiento de los pobres? ¿Para qué vivimos y para qué sufrimos en vano? […] Si yo fuera rico, me daría tanta vergüenza que creería todavía más en Dios. Más adelante en su conversación con Sunay Zaim, éste le dice, cuando Ka le confiesa que está empezando a creer en Dios, la cuestión es creer como los pobres y ser uno de ellos. Sólo creerás en Dios cuando comas lo que ellos, cuando vivas con ellos, cuando te rías o te ofendas con lo que se ríen y se ofenden ellos.

Y en su conversación con Kadife, la hermana empañolada de Ipek (hermoso y denso capítulo 13) vuelve sobre el tema de la inutilidad del sufrimiento: sólo los ateos – afirma Kadife – que no han sufrido nunca piensan en la inutilidad del sufrimiento. Porque incluso los ateos que han sufrido aunque sólo sea un poco acaban por no soportar mucho tiempo la falta de fe y al final vuelven a creer.

¿Qué opináis sobre estas reflexiones sobre cómo la pobreza y el sufrimiento llevan a las personas a creer?

En el capítulo dedicado a la cena en el Nieve Palace, el narrador consigue transmitir tan acertadamente la felicidad y el bienestar que sienten todos que a mí me encantaría estar allí con ellos cenando y charlando. ¿No os pasa lo mismo? ¿No sentís al leer este libro como si una serenidad protectora os invadiera? Escoge tan bien los sustantivos y los adjetivos que te trasladas inmediatamente a esa mesa llena de desorden y extraña belleza. Ese deseo que tiene Ka de ser feliz es tan intenso que soñaba con que una luz muy parecida a la de la lámpara que iluminaba la desordenadísima mesa de trabajo de Turgut Bey, llena de libros, periódicos, libros de cuentas y facturas, en un futuro no muy lejano iluminaría la cara de Ipek desde la lámpara de su propia mes de trabajo en el pisito en el que vivirían juntos en Frankfurt. A pesar de sentirse culpable ante el sufrimiento de los más pobres e infelices, su amor por Ipek le colma de alegría.

Toda la parte que describe la representación teatral y la tragedia en la que culmina está narrada con un tono jocoso y casi grotesco que contrasta con la gravedad de los hechos. Ocurre igual con los capítulos dedicados al encuentro de Ka con Sunay Zaim, el director de teatro, un fracasado dirigiendo una revolución que aumenta aún más esta sensación de opereta. Incluso Ka disfruta por estar cerca del poder, lo cual también parece grotesco. ¿Por qué creéis que el autor lo ha narrado de esta manera? ¿Quizá para resaltar lo absurdo de la situación, el despropósito que es? ¿O encontráis otros motivos?

Cuando llegamos al capítulo 20 descubrimos con sorpresa que sólo ha pasado un día. Han ocurrido tantas cosas que parece increíble. Los acontecimientos han ido in crescendo hasta llegar a la tragedia del teatro y Ka parece desinflarse, salir de su sueño particular. Todo es tan intenso e increíble que Ka se cuestiona hasta sus sentimientos más profundos. Pero todavía queda mucha novela y muchas sorpresas.

Plazos

Es hora de vuestros comentarios sobre esta segunda parte. Os animo a los que todavía no habéis dejado ninguno a que lo hagáis. Hay mucho sobre lo que opinar en este libro tan denso. Mientras dejáis vuestros comentarios, continuaremos, a lo largo de una semana, con la lectura desde el capítulo 24 (pág.250) hasta el 34 inclusive (pág. 370).

¿A qué has ido a Kars, Ka?

5 Jun
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The mosque. Kars. Foto en flickr de Alisan Cirakoglu. Algunos derechos reservados.

Nieve comienza con cuatro citas de autores muy relevantes, citas contundentes y muy significativas de lo que aquí se va a tratar. Destaco la de Stendhal porque esta novela nos va a hablar de los aspectos más feos de la política, aunque contenga mucha poesía y una historia de amor de fondo y aunque el protagonista Ka se abstenga en general de manifestarse, escuchando las opiniones de todos por igual , y dejándose llevar más por las emociones, el amor y la poesía. ¿Qué opináis vosotros de estas citas introductorias?

Yo siento la misma emoción que sentí al leer Nieve por primera vez. No es difícil olvidarte de todo lo que te rodea cuando abres las páginas y te sumerges en esta novela impregnada de un aura de misterio y de belleza. Me atrapan más los sentimientos de Ka, su alma de poeta, su melancolía, que los sucesos políticos, que, no obstante, me resultan muy interesantes. Es una novela profundamente lírica cuya prosa transmite una gran serenidad. En esto también influye el ritmo de la narración que es muy lento.  En sólo tres días van a suceder una gran cantidad de acontecimientos que el narrador nos va contando sin prisas y con todo detalle. El hecho de que la acción dure tan poco tiempo en una novela de casi quinientas páginas permite al autor desarrollar ampliamente los diversos argumentos que ésta contiene.

La nieve es una presencia constante desde la primera línea de la novela. La lentitud de la nieve al caer marca el ritmo de la narración. El silencio, la belleza, la elegancia de la nieve cayendo incansablemente despierta sentimientos de todo tipo en el protagonista; soledad, pureza, emoción, paz, confianza, inocencia, religiosidad, cansancio, miedo…, pero fundamentalmente provoca en Ka un estado de alegría y esperanza ante lo que principalmente va a buscar a Kars: el amor de Ipek. Aunque otro motivo importante que le mueve a Ka a desplazarse a esta ciudad olvidada y lejana es su deseo de hallar en ella la inocencia y la infancia que ya no encuentra ni en Alemania ni en la cambiada y modernizada Estambul.

También es la nieve (¿cuál es el secreto de la nieve?), unido a lo que está viviendo, la que le hace abrir su corazón a la poesía después de cuatro años de silencio en su escritura impulsándole (como si su vida fuera un copo de nieve) a escribir un primer poema en Kars que titulará, como no podía ser de otra manera, Nieve. Es muy hermosa la manera en que Ka le explica a Ipek el motivo por el que dejó de escribir poesía durante su estancia en Alemania: los silencios llegaron a ocupar un lugar tan importante en mi vida que ya no oía aquel molesto ruido que debía de combatir para poder escribir poesía. ¿Qué sentimientos despierta en vosotros leyendo esta primera parte la presencia constante de la nieve? No olvidemos que es el título que el autor ha dado a la novela.

Desde el principio llama la atención cómo el narrador  se presenta y se dirige al lector con esos comentarios que se adelantan en la trama: digamos ya que ese bonito abrigo de pelo suave habría de serle tanto motivo de vergüenza e inquietud como fuente de confianza en los días que pasaría en Kars […] Demos cierta información sobre él en voz baja aprovechando que se ha dormido […] Pero no quiero engañarles: soy un viejo amigo de Ka y sé lo que le ocurrirá en Kars antes incluso de comenzar esta historia […] Dos días más tarde, justo antes de recibir con dolor la noticia más triste de su vida. ¿Qué os parece esta técnica? ¿Os chafa la historia, os confunde, os aclara, os despierta más el interés y, por lo tanto, os mantiene con más atención, o creéis que es un capricho del escritor que no conduce a nada?

En paréntesis que el narrador va abriendo en el desarrollo de la acción nos presenta y describe a Ka y a los demás personajes, nos habla del antiguo esplendor de Kars, crisol de pueblos y culturas en el siglo XIX y convertida ahora en una ciudad pobre y olvidada, y nos describe, con gran acierto, los barrios más humildes, la miseria que reina en las casas de las familias de las jóvenes suicidas. ¿Qué personaje os parece  por ahora más interesante? ¿Y qué os transmite la otra gran protagonista, la decadente Kars, encerrada en el espacio y en el tiempo?

Ka, un solitario vulnerable que busca la felicidad, y su última oportunidad de encontrar un sentido a su vida, en el amor y en la poesía representa la opción individualista y occidentalizada frente a todos los demás que se apoyan en la colectividad de donde extraen su fuerza. ¿Qué opináis de Ka, tan imperfecto y tan humano, con tantas dudas y miedo?

A través de lo que vamos viviendo en Kars se plantean reflexiones muy interesantes sobre la Turquía de los años noventa en la que se desarrolla la acción de la novela (no muy diferente de la actual) dividida en dos corrientes: los laicistas, representantes del poder y apoyados por el ejército y los sectores más progresistas y los islamistas, religiosos y tradicionales apoyados por las clases más populares. Lo que sería lo mismo que decir: Occidente y Oriente. Hay muchas preguntas en la novela: ¿por qué se suicidan las jóvenes? ¿Por qué a todo el mundo le da por la religión? ¿Por qué se impide con la excusa del laicismo que las jóvenes empañoladas vayan a clase? Las jóvenes se suicidan porque son extremadamente infelices y porque no les dejan mostrar su religiosidad a través del velo. En la novela se afirma en numerosas ocasiones que el velo es el símbolo del islam político. ¿Qué opináis de la cuestión del velo tan actual, y tan polémico, también en nuestro propio país y en toda Europa occidental?

A lo largo del texto aparece con frecuencia un tema clave: el sentimiento de inferioridad que poseen los turcos ante Occidente. Azul le cuenta a Ka en un párrafo clave de la novela: imaginando lo que él [un alemán] pensaría de mí, intentaba ver a través de sus ojos mi aspecto, mi ropa, mis gestos, mi manera de andar, mi historia, de dónde venía y adónde iba, quién era. Una sensación horrible, […] pero me permitía comprender cómo se despreciaban a sí mismos mis hermanos… La mayor parte de las veces los europeos no nos desprecian. Somos nosotros quienes les miramos y nos despreciamos […]  los periódicos turcos no se interesan por la miseria y el dolor de su propio pueblo mientras no lo haga la prensa occidental. Asimismo, el asesino del director de la Escuela de Magisterio le dice en un momento dado a éste: si se descubren, entonces los europeos las tratarán más como a personas, afirmando a continuación que los musulmanes son esclavos de Occidente.  Algo más adelante Muhtar afirma: el hijo que yo soñaba que un día, sin tener que aguantar vejaciones, se convertiría en un hombre occidentalizado, moderno y con personalidad propia. Muhtar, antiguo militante izquierdista, es un ejemplo de cómo muchos turcos han regresado con entusiasmo al islam. En un momento de su vida se siente perdido, derrotado, y ahí están los islamistas para consolarle y dar un nuevo sentido a su vida: la gente como yo sólo encuentra la paz luchando por una causa en un partido político entre otros que son como ellos […] no desprecian a la gente al momento como los occidentalizados. Los musulmanes viven el hecho religioso de forma colectiva. Quizá busquen esa unión para fortalecerse ante el mundo occidental que les hace sentirse inferiores y despreciados. ¿Qué opináis de todas estas reflexiones? ¿Y de la conversación entre el jeque y Ka, con la que se cierra esta primera parte de la lectura, en la que éste se sincera sobre su culpa por no creer en Dios y su confusión por sentirse tan occidental?

Plazos

Ahora ya sí es hora de vuestros comentarios sobre esta primera parte de nuestra lectura. Espero que sean muy numerosos y que contestéis a las preguntas que planteo. Mientras dejáis vuestros comentarios, continuaremos, a lo largo de una semana, con la lectura de la novela a partir del capítulo 12 (pág.123) hasta el capítulo 23 inclusive (pág. 249). ¡Ánimo con esos comentarios y buena lectura!