Atravesar el dolor

13 May

Luciérnaga. Foto en flickr de Yliaaaaa. Algunos derechos reservados.

Ya hemos llegado al final de este intenso viaje por el amor, la muerte, la enfermedad, el sexo… la vida, a fin de cuentas. Es el momento de que dejéis vuestras conclusiones finales sobre esta novela que aúna una mirada nostálgica con otra plena de vida hacia el futuro.

Con respecto a esta tercera y última parte, yo creo que la historia decae un poco hasta que vuelve a crecer y se llena de significado a partir del último capítulo en el que el suicidio de Naoko provoca el viaje de Toru. Un viaje que, como un sonámbulo, como si estuviera en estado de trance, emprende para vivir su duelo particular por Naoko, y también para intentar encontrarse consigo mismo y, a través de la aceptación de tanta muerte, asumir que ésta es una parte de la vida.

Por fin Watanabe se convierte en protagonista de esta historia, lo que nos va a permitir conocerlo algo más. Poco antes del suicido de Naoko, Toru, que acaba de cumplir 20 años, se encuentra inmerso en un lodazal infinito del que le cuesta horrores salir, pero, como siempre, lo intenta (sólo sabía que tenía que dirigirme a alguna parte y, por ese motivo, movía los pies). Deja la residencia y se va a vivir solo a un apartamento donde aspira a comenzar una nueva vida y le ofrece a Naoko que se vaya a vivir con él. Pero esa nueva vida no llega ya que Naoko empeora. Toru, después de pasar unos días hundido, reacciona y a través de unas palabras, no exentas de reproche, que le dirige a Kizuki, toma una decisión muy importante que explica muchos de los motivos de su proceder hasta ese momento: a diferencia de ti, he decidido vivir como es debido […] Todo lo que está ocurriendo procede de tu muerte: abandonaste a Naoko a su suerte. Yo, en cambio, jamás podré hacerlo, porque la quiero y soy más fuerte que ella. Y aún seré más fuerte. Maduraré. Me convertiré en un adulto […] Hasta ahora había deseado permanecer eternamente en los diecisiete o dieciocho años. Pero ya no lo pretendo […] He cumplido 20 años. Y debo pagar un precio por seguir viviendo. Watanabe comienza a salir del túnel de una eterna y dura adolescencia y se encamina hacia la madurez con paso firme. Finalmente, las pérdidas que sufre parece que le salvan ya que se enfrenta a ellas, las supera, y, una vez dejadas atrás, puede avanzar con su propia vida.

Pero la vida sigue poniéndoselo difícil y se queda muy solo, hasta Midori, ante su indecisión, se aleja de él una buena temporada y este alejamiento le hace llegar a la conclusión de que sin ella no puede seguir adelante. Watanabe lleva mucho tiempo queriendo a las dos, quizás de distinta manera (¿qué opináis?), pero sin ser capaz de dar un paso hacia Midori mientras espera a Naoko que nunca llega. Midori, dolida, se resiste a verle a pesar de sus llamadas, pero un día vuelve a aparecer y le confiesa, en un reencuentro que, como una maravillosa escena cinematográfica, transcurre en la azotea de unos grandes almacenes una tarde de lluvia, que está enamorada de él y que le va a esperar. Ante su hermosa y honesta declaración de amor, Watanabe, vencido por la evidencia, le pide que le dé tiempo ya que no sabe si quiere a Naoko o sólo siente responsabilidad (mi relación con Naoko no fue algo tan simple. Desde el principio estuvimos unidos en la frontera entre la vida y la  muerte) y necesita aclararse. Pero Toru, en ese encuentro, se ha dado cuenta de que ama a Midori de una forma irreversible, quizá desde hace ya mucho tiempo.

Una vez muerta Naoko, y después de su viaje al interior de sí mismo en medio de una naturaleza apabullante, Watanabe percibe que el amor que sintió, ¿que siente?, por ella no deja de dolerle. ¿Será, en parte, porque, como afirma al principio de la novela, Naoko jamás le amó? Una vez conocido el desenlace, ¿por qué creéis que lo dice? ¿Será porque Naoko no había dejado de amar a Kizuki y, finalmente, al escoger la muerte lo escogió a él? El mal que le ha hecho la vida a la joven está muy dentro de su corazón y la presencia de Kizuki lo ocupa casi todo. Éste fue su gran amor y al truncarse, unido a la fragilidad de Naoko, le impide entregarse a Watanabe y a la vida.

Todo lo que ocurre en esta novela, por nimio que sea, es importante y cumple una función, no hay nada casual o gratuito. Lo mismo ocurre con los personajes. Hay un juego interno entre ellos, complejo y lleno de dualidades y contraposiciones, ¿os habéis dado cuenta? Hasta los más secundarios cumplen un papel en la historia.

La “consejera” Reiko, la única adulta, juega un papel fundamental en el paso a la madurez de Watanabe (además parece que se sienten atraídos desde un principio). Con sus conversaciones, le ayuda a desprenderse de tanta muerte, a salir de su particular mundo irreal y del “pozo” en el que cae después del suicidio de Naoko. Ese hermoso y vitalista funeral privado compuesto de 51 canciones (la música es vida) funciona como un acto simbólico y catártico. Pero también Toru ayuda a Reiko. Cuando ésta le pide hacer el amor y él accede, sabe que le está dando un empujón para que ella pueda volver a la sociedad que ha abandonado. A través de la sexualidad (el sexo es vida), Reiko coge fuerzas para enfrentarse de nuevo al mundo real. Es el final de un largo proceso de crecimiento personal que la coloca de nuevo en medio de la pavorosa existencia. Estábamos vivos y teníamos que preocuparnos por seguir viviendo.

Hatsumi, la novia de Nagasawa, es otra alma sensible que pagará caro la elección de ese hombre egoísta que representa el triunfo a toda costa pese incluso a sí mismo. Watanabe, en su breve pero intensa, como todas, relación con ella, siente una corriente de afecto hacia esa mujer que le hace desear que sea su hermana (la deseada hermana mayor del hijo único), pero, sobre todo, siente, al recibir la fuerza que emana de ella, un intenso estremecimiento en su corazón que, años más tarde, descubre qué es: un anhelo adolescente que no había sido, ni sería, jamás colmado. Quiero resaltar la escena que la que terminan juntos jugando al billar, después de la incómoda cena a tres (Toru, de nuevo, sintiéndose de más como le ocurría con Naoko y Kizuki), en la que la dulce Hatsumi explota y reprocha a Nagasawa, con todo derecho, su no correspondida relación. Ella había sido una mujer excepcional. Alguien hubiera debido salvarla.

No quiero dejar de señalar el papel que la música y la literatura ocupan en el libro, y, en general, en toda la obra de Murakami. Las canciones que escuchan y los libros que leen o los autores que nombran, son parte importante que no hay que obviar. Banda sonora de lujo y referencias literarias, simbólicas a veces, que abren el libro a una lectura más profunda: El guardián entre el centeno, La montaña mágica, El gran Gatsby, Capote, Chandler, Updike, Dostoievski, Boris Vian

Queda claro que Watanabe a los 37 años lleva un peso dentro que no tiene resuelto, han tenido que pasar 18 años para que se decida a escribir lo que ocurrió con el fin de poder entenderlo y, en consecuencia, resolverlo. Teniendo esto en cuenta, ¿qué os parece el final de la novela? ¿Creéis que es un final abierto? Para mí está claro que se queda con Midori: Eres lo único que deseo en este mundo. Necesito verte. Quiero empezar una nueva vida a tu lado, y que Midori, aunque no diga nada (aquel silencio recordaba a todas las lluvias del mundo cayendo sobre la faz de la Tierra), le acepta, porque ya antes de su viaje le ha dicho que le ama.

Me parece adecuado terminar con estas palabras que yo creo que resumen muy certeramente la esencia de esta hermosa novela: el conocimiento de la verdad no alivia la tristeza que sentimos al perder a un ser querido. Ni la verdad, ni la sinceridad, ni la fuerza, ni el cariño son capaces de curar esta tristeza. Lo único que puede hacerse es atravesar este dolor esperando aprender algo de él, aunque todo lo que uno haya aprendido no le sirva para nada la próxima vez que la tristeza lo visite de improviso.

Y yo añadiría: existimos en la medida en que somos recordados.

Plazos

Es hora de vuestros comentarios, que espero que sean muy numerosos, sobre esta última parte y sobre la novela en general. Disponéis de una semana para ello. Hay mucho que comentar ahora que hemos terminado esta triste y elocuente historia de aprendizaje no exenta de redención. También sobre el peculiar mundo murakamiano y sobre todo lo que queráis. Los rezagados o los que habéis estado “mudos” hasta ahora animaos a dejar vuestra opinión. ¡Nos «vemos» en el blog!

21 respuestas hasta “Atravesar el dolor”

  1. Lorena. 13 de mayo de 2017 a 10:01 #

    Hola,

    Estoy totalmente de acuerdo con todo lo analizado por Chus. La tercera parte decae un pelín pero es igual de emotiva que las otras dos. Creo que por Naoko sentía responsabilidad más que amor puro no lo entiende hasta que ella falta y aún así le cuesta. De Reiko se confirma al final lo que presentía que terminan en sexo y entendiéndose creo que fueron medicina el uno para el otro. También creo que habla de lo ciego que puede llegar a ser el amor que no deja ver cómo es realmente la persona que se ama. Yo creo también que se queda con Midori o por lo menos es mi deseo.Me ha gustado mucho este mundo murakaniano. Y con lo que me quedo es que a pesar de ser un libro sobre tristezas su lectura te da un empujón de vida. Gracias por acercarme a este escritor y al libro.

  2. Evaroyo 14 de mayo de 2017 a 10:59 #

    Hola. A mi no me ha gustado este libro, he intentado leerlo pero lo siento mucho no es mi estilo. Habla de muchas tristerzas y cosas q no me gustan, los personajes son algo raros y sinceramente no he podido avanzar. Esperemos que el proximo sea mas divertido

  3. Ana María Heinze BFRP 14 de mayo de 2017 a 17:20 #

    Esta fue mi primera lectura de Murakami y me gustó, creo que seguiré explorando. Me cuesta aterrizar una idea, es mucho lo que él nos propone reflexionar y pensar. Me gusta la manera descarnada con la que nos invita a explorar el mundo. El amor, la sexualidad y la muerte son temas universales, de la vida misma.
    El amor adolescente explorado en varias facetas, a veces sutiles , pero finalmente las diferentes formas de amor que nos muestra solo me hace entender que hay diferentes formas de amar, y mientras no sea una experiencia destructiva es simplemente amor. El amor a Naoko es diferente al que siente Watanabe por Midori, pero siempre es amor, él es una persona amorosa, él,es capaz de amar y a diferencia de su amigo Nagasawa que no es capaz de amar. Todo el recorrido del,protagonista tiene como fondo el suicidio de Kizuki, es una carga pesada que yo creo que resuelve al final como dice Chus, él decidió ser adulto, a veces no es tan fàcil.
    La sexualidad es una clave vital y la presenta naturalizada, real, sus descripciones son descarnadas, como la experiencia misma, No las envuelve con ningún velo de extraños colores, la naturaliza y la hace presente con toda la fuerza que tiene en la adolescencia, porque es como la primavera una explosión de vida y de curiosidad y exploración.
    Finalmente la muerte está presente desde el comienzo, sin romanticismo, la muerte como parte de la vida es lo que es, se aprende a afrontar las muertes cercanas, se atraviesan desde el aprendizaje como dice Chus y solo son una experiencia más.
    Me encantó el,protagonista, me gusto esta primera experiencia Murakami.

    Gracias Chus !!!! Y gracias mis compas de lectura, esto de la lectura colectiva sigue siendo una experiencia fantástica para mí

    Un abrazo

    Ana

  4. susana 14 de mayo de 2017 a 23:58 #

    Yo tambien creo que leere algo mas de Murakami este es el primero que leo y me ha gustado mucho. Lo que me ha dejado un poco sorprendida es lo natural que parece el suicidio en la vida de los personajes todos conocian a alguien que se habia suicidado e incluso familiares eso me ha parecido triste el pensar lo desesperados que se sentia para llevar a esa situacion. Para mi deja un poco abierto el final si parece que se queda con midori aunque personalmente ella me parece un poco inmadura y caprichosa no se, no me pega su caracter con el de watanabe pero bueno el amor es asi. Lo unico que no me ha gustado por asi decirlo es que se hubiese acostado con reiko, ella lo ha buscando desde el principio pero no esperaba que el sucumbiese a sus encanto eso lo vi un poco fuera de lugar, pero bueno en general bien un poco triste eso si. Hasta la proxima lectura

  5. Ana 16 de mayo de 2017 a 16:14 #

    Siempre es un placer leer a Murakami, para mi. Me encanta su prosa , fácil de leer a pesar de las complejas vidas y mentes. Con Tokio Blues, me parecen los personajes de un cuadro de Hopper. Buena elección.

  6. Marta (one) 16 de mayo de 2017 a 21:14 #

    Hola! A mi me gustó ABSOLUTAMENTE todo. Cuando empecé a leer la novela pensé ay madre que no me va a gustar!!!!!, me pareció desconcertante pero esa confusión inicial adquiere sentido al terminar la novela y he vuelto a releer el primer capítulo. Ya había leído a Murakami y estuve esperando su parte de fantasía que no encontré en este libro totalmente realista. De los notables personajes femeninos, disfruté con Midori. Graciosa, con diálogos ágiles y llenos de simpatía, moderna, independiente e ingeniosa. Naoko me ponía un poco nerviosa, ahora sí, ahora no, ufffff!!!! Un libro para leer sin prisa, con una hermosa prosa, que ahonda en temas importantes de la vida: el amor, la sexualidad, la existencia, la muerte, la adolescencia, la madurez…. He disfrutado muchísimo!!

  7. Maria Vieites 17 de mayo de 2017 a 9:50 #

    Buenos días Compañeros de lectura,
    Cómo os envidio!!!!!, al leer vuestros comentarios, la mayoría ha conectado con el mundo murakamiano pero yo no he podido….
    He leído el libro con muchos parones porque la historia me «saturaba», es decir, me transmitía un pesimismo tan grande, que necesitaba descansar y desconectar.
    Watanabe me parece un personaje que va dando bandazos de un lado a otro de la vida, su existencia es triste, parece que siempre es el tercero en discordia en las relaciones sentimentales de sus amigos y, toda la novela aparece marcado por el suicidio de su amigo.
    No dejo de ver un cierto egoísmo en su comportamiento en la relación paralela que mantiene entre Naoko y Midori.
    Naoko arrastra demasiados problemas que finalmente también la conducen al suicidio. Desde luego es el contrapunto de Midori, que aparece reflejada con una gran vitalidad, fuerza y alegría pese a que tampoco su existencia es fácil.
    En cuanto a Reiko, parece que es la única que consigue salir del pozo y restablecerse…..
    Como os digo, me ha parecido una novela muy oscura y triste en la que el suicido, la muerte, la desesperación está presente y ello me ha obligado a hacer más parones de los que a mí me hubiera gustado.
    En cualquier caso, me quedo con lo positivo: el aprendizaje de vuestros comentarios y análisis y, además, me alegro mucho por los compañeros que han podido disfrutar de la novela.
    Nos leemos.

  8. Marta Amor 17 de mayo de 2017 a 19:21 #

    Hola, a mi el libro me ha encantado y de hecho no he podido dejar de leerlo casi del tirón. Es un libro muy triste pero que nos enseña muchas realidades acerca de la vida. Los personajes tienen todos una personalidad muy marcada y en ellos se reflejan muchas de las maneras de vivir el amor.
    Está el egoísmo de Nagasawa que es incapaz de amar a nadie, ni a su novia ni a ninguna de las chicas con las que mantiene relaciones sexuales
    Está la fidelidad casi incomprensible de su novia, que sabiendo que él la engaña no es capaz de dejarle
    Está Midori, que es uno de los personajes que más me ha gustado de todos, que acaba descubriendo el verdadero amor gracias a Watanabe
    Naoko, personaje central del libro, que a pesar de amar a Watanabe no puede salir de su depresión y acaba suicidándose
    Reiko, que no es capaz de abandonar el sanatorio por miedo a la vida hasta que Naoko se suicida
    La verdad es que ninguno de los personajes tiene desperdicio
    Yo también quiero creer que Watanabe y Midori se quedan juntos porque hacen una bonita pareja
    No había leído nada de Murakami pero ha sido todo un descubrimiento. ¿Gracias una vez más Chus!
    Y es cierto que la novela trata sobre una historia triste pero sin embargo también transmite alegría de vivir, ganas de superación….

  9. panantel 17 de mayo de 2017 a 23:09 #

    Me ha encantado la novela. Es el primer libro de Murakami que leo y seguro seguiré las recomendaciones de Chus.
    La forma en que trata el tema de la muerte me ha gustado, cómo nos enfrentamos a la cruel realidad de nuestro destino me parece que es el tema central.
    A todos nos gustaría ser Midori y poder aceptarlo con dignidad, saber que forma parte de la vida y que lo único que podemos hacer es intentar disfrutar del ratito que pasamos aquí. Sin embargo la mayoría llevamos una NAoko dentro y la angustia vital o la tristeza ante la despedida de un ser querido aparece sin querer. Esa dualidad es entre la que se mueve Watanabe. El suicidio de NAoko únicamente le confirma lo que él ya había decidido. NAoko ya estaba marcada por la tristeza desde el suicidio de su hermana y se volvió incapaz de sentir. Al igual que Watanabe ya había escogido a Midori, ella decidió irse con Mizuki.
    La escena sexual entre Reiko y Watanabe la veo como un limpieza, una simbiosis en la que se proporcionan la vuelta al mundo real y lavan sus remordimientos.
    Me encantó el funeral de canciones y cómo convierten una triste despedida en un bonito hasta luego.
    Quizás sea eso lo que intenta transmitirnos el libro, crecer implica pérdidas y dolor pero hay que intentar sortear el pozo.

  10. Lea Schutz 18 de mayo de 2017 a 20:34 #

    Hola,como estan?
    Podria copiar a Panantel.100% de acuerdo en todo,agregando un poder de sintesis increible.
    En realidad si,hay muchos suicidios que van encadenando la historia en la medida que van formando triangulos o nexos.
    Suicidio de Kizuki:quiebra la vida de Naoko.Desde entonces arrastra un trauma que sale a luz en sus problemas sexuales.A traves de ella,Watanabe conoce a Reiko que acompaña a Naoko hasta su Suicidio.Watanabe le hace de guia hacia el mundo real,fuera del retiro -aislamiento,donde vivio muchos años.Aqui tenemos otro triangulo:Naoko,Reiko,Watanabe.
    Paor otro lado esta de telon de fondo el Tokio de los años 68,69,repercutiendo el mayo frances en todo occidente.Los estudiantes promueven una huelga que luego finaliza sin explicaciones.Toru se enfurece porque piensa que son unos hipocritas.es un ingrediente que se agrega al crecimiento de Toru.
    Mientras todo esto sucede,Toru comienza una relacion amistosa con Midori.El se encariña con Midori que es tan diferente de Naoko.Es vital,simpatica,algo caprichosa y con la historia de sus padres a cuestas.Aqui tambien tenemos un triangulo de amor,muerte y fuerza vital.Su padre esta enfermo y Toru lo acompaña antes de su muerte.
    A tu pregunta Chus;Naoko es un ser muy complejo,puede que nunca amo a Toru y que el le sirvio de sosten durante su duelo.
    Puede que la relacion con Kizuki era de hermano/hermana y por eso no tuvieron un sexo pleno.El suicidio de Naoko es el mas entendible.
    El final es abierto y ambiguo,yo tambien elijo la opcion que Midori y Toru luego de haber vivido cada cual sus propios conflictos adolescentes,encuentran el camino para avanzar juntos en una vida adulta,capaces de disfrutar lo que la vida va ofreciendo.
    Debo contarles que en estos dias vi la peli y me parecio una maravilla.Muy buenos actores hermosos todos,asimismo exelente direccion.Me aporto en la compresion de los personajes y la historia.
    Chus,fue una experiencia lindisima,muchas gracias por tu eleccion.
    Saludos para tod@s,Lea

  11. tonichin 18 de mayo de 2017 a 23:27 #

    Tokio Blues es un canto a la soledad, a la tristeza, al amor, al sexo, a la superación.

    Watanabe se debate entre Naoko y Midori. Pero Naoko, además de ser una persona con evidentes problemas, es un recuerdo distante, una promesa de amor que nunca llega. Y por otro lado Midori es todo amor, felicidad tangible y alocada. Con los perfiles sobre la mesa la elección parece obvia, y resulta increíble que Watanabe haya tardado tanto en decidirse por Midori, pero es que Naoko ha calado demasiado hondo.

    Para Watanabe, Naoko es la personificación de un trauma: es su adolescencia, es su mejor amigo muerto. Creo que a medida que avanza la novela, además de la ‘responsabilidad’ que siente para con ella, tamién la ve como solución, juntos conseguirán superar ese bache en su pasado, pasar definitivamente página y convertir un amorío tortuoso en la redención definitiva. Por ello no es capaz de decantar la balanza a favor de Midori hasta casi el final, cuando es capaz de valorar lo que realmente tiene.

    El último capítulo me ha parecido de lo más interesante. Es como un pequeño relato en si mismo, y podrías leer sólo ese capítulo y dar la novela por leída. Es el centro de la espiral y en ella ocurre de todo, y se pasan por los mismos temas que en todo el resto del libro, de forma más concentrada y vertiginosa.

    Yo, igual que la mayoría de vosotros, me imagino que Midori y Watanabe acaban juntos después de la última llamada.

    Lo que es seguro es que Toru supera su adolescencia y empieza una nueva vida alejado de los fantasmas de su pasado… Al menos hasta que suenan los Beatles 🙂

  12. elena 19 de mayo de 2017 a 18:20 #

    Buenas tardes a todos,
    Esta no es mi primera lectura de Murakami y me ha pasado como en veces anteriores. Su estilo me atrapa, creo que refleja con maestría los sentimientos humanos. Al mismo tiempo acabo con una sensación de tristeza. En el caso de esta novela la tercera parte se va adentrando en el abismo. Y se va haciendo cada vez más y más sombría.
    Cuerdo con tonichin que en esta última parte es en la que todo se vuelve más concreto, parece que Watanabe tiene claro que es hora de tomar una decisión sobre su vida, del mismo modo que Naoko ha tomado la suya.
    Supongo que esas sensaciones de inestabilidad, de confusión y de miedo patentes en toda la novela son un eco de como se siente uno mismo en una época tan convulsa como es la juventud.

  13. kelly 21 de mayo de 2017 a 14:30 #

    Hola a todos,
    Al igual que María, me ha sido imposible conectar con los personajes y sus historias, como ya hemos comentado, seguramente es una cuestión cultural…
    Unos personajes tan independientes del mundo que les rodea, apáticos, indiferentes, sin relaciones familiares, sociales, etc, me resultan totalmente ajenos…
    Son personajes con una falta total de interés y empatía con los demás, exceptuando una o dos personas, para la que lo más importante de la vida: las relaciones, el amor, el sexo , la muerte, etc. están totalmente mecanizados como si se tratase de robots, en una realción totalmente destructiva como dice Ana María y también, como recuerda Ana los cuadros de Hopper: soledad, pesimismo, incapacidad de amar, soledad, vidas sin sentido,…
    Lo que nos lleva a la cantidad de suicudios que tenemos en el libro, cuántos cinco, ocho???,.. cuando no son los protagonistas, son sus padres, hermanos, tíos,…parece que es la única salida a sus vidas.
    Creo que lo que prevalece es el egoismo, como ellos mismos reconocen:
    «los dos somos iguales, solo pensamos en nosotros mismos».
    Para mí, al final, no es capaz de salir de ese egoismo solitario, continúa igual que al principio, acaba sin saber nada, si sus decisiones han sido correctas o no…
    Creo que realmente son personajes que no saben siquiera si están vivos o todo fue un sueño…
    Como he dicho, seguramente es cultural, para los interesados en el tema, esta semana acaba de reeditarse «La muerte voluntaria en Japón»de Maurice Pinguet, autor que vivió allá casi toda su vida y hace un profundo recorrido por esa tendencia que se mantiene a través de la historia del Japón.
    Saludos.

  14. Alicia 21 de mayo de 2017 a 20:35 #

    Ya he terminado el libro, mi primer Murakami y estoy bastante de acuerdo con Kelly. Los personajes sobre todo en la mayor parte del libro son apáticos, se arrastran por la vida, no tienen interés por descubrir cosas nuevas, excepto el sexo porque de lo contrario jóvenes, deberían estar llenos de vitalidad y ganas de descubrir su entorno y por el contrario pasean una tarde detrás de otra casi sin hablarse. Esa pasividad me pone un poco nerviosa.
    Para mí los dos personajes femeninos centrales de la novela representan uno el amor platónico, imposible, que nunca se consuma, en continuo extásis (Naoko) y a continuación el muy realista, alegre, lleno de vida como corresponde a su edad, con las complicaciones justas y deseosa de saber y de probar cosas desconocidas, estableciendo así una futura relación normal entre ambos.
    Me ha resultado agradable las descripción de las escenas de sexo. Son realistas pero no morbosas ni se deleitan en detalles innecesarios. Una grata sorpresa propia de un buen narrador
    En su conjunto, me ha gustado pese a la extrañeza de ese mundo y su ritmo que por supuesto no tiene nada que ver con el nuestro. Ha valido la pena el tiempo que le he dedicado al libro. Gracias Chus por la elección y felicidades por elegir obras que suponen un riesgo. Seguiré leyendo a Murakami

    Besos a todos

  15. Alicia 21 de mayo de 2017 a 20:40 #

    Hola a todos

    • Alicia 21 de mayo de 2017 a 20:44 #

      Ya he terminado mi primer Murakami y llevo media tarde peleándome con el ordenador porque no quiere publicar mi comentario.
      Estoy bastante e acuerdo con Kelly. Los personajes me resultan de los más apáticos, sin vitalidad ninguna excepto para el sexo porque si ha esa edad no lo tienen no serían normales

    • Alicia 21 de mayo de 2017 a 20:54 #

      Si se me corta os mandaré mi opinión desde el trabajo.
      Yo encuentro que las dos protagonistas centrales representan, Naoko el amor platónico que se alimenta del aire, de las miradas y los ensimismamientos, que nunca se llega a consumar; y por el contrario Midori, con una fuerza extraordinaria, con ganas de vivir, de probar, de experimentar y que puede con Watanabe y su temperamento pusilánime. El final está abierto y aunque en principio puede ser que inicien una relación más continua no creo que llegue a buen puerto.
      Me han gustado las descripciones de los temas sexuales. Suponen un dominio del oficio propio de un buen narrador. Son explícitas pero no obscenas ni se recrean en detalles innecesarios .
      Me ha gustado leer a este autor pese a que representa un ritmo totalmente distinto al que estamos acostumbrados. Interesante lectura. Gracias Chus por elegir un tipo de lectura algo arriesgada. Esto hace al club muy interesante. Nos leemos en el próximo
      Un beso a todos. A ver si hay suerte

  16. Maribel 21 de mayo de 2017 a 21:15 #

    Hola, llevo días queriendo escribir en el último post, se me van olvidando las ideas que quería comentar. Casi nadie ha apuntado el machismo que subyace en la novela…aparece en varios personajes femeninos aunque quizás no tanto en las protagonistas, me chocó en la escena del intercambio de parejas y por supuesto en la desgraciada Hatsumi. El machismo choca por otro lado con la libertad sexual que parecen tener las jóvenes japonesas de finales de los años 60.
    Respecto a la relación sexual que mantienen Reiko y Toru en el último capítulo, me parece totalmente innecesaria y forzada, sí me gustó el funeral con las canciones.
    Por comentar la novela globalmente, me ha encantado cómo consigue que brille la luz del amor (aunque de forma tenue) sobre la oscuridad de la muerte y la soledad, y cómo a los 37 años no se añora la juventud, más bien uno se alegra de haberla superado.

  17. Salvador Chacón Ramírez 23 de mayo de 2017 a 2:03 #

    Hola, desde ayer ando rondando este club de lectura porque me ha gustado mucho su estructura. Leí Tokyo Blues hace como tres meses y me encantó. En general me gusta mucho leer a Murakami y a su traductor al español para Tusquest Editores. Norwegian Wood es una de las grandes obras de este prolífico autor tan ignorado por la Academia Sueca.

    Sólo quiero dejar por aquí algo que he notado en los libros de Murakami: el uso de la intensidad de los colores y un, digamos, lei motiv en sus obras. Por ejemplo, en este libro el lei motiv sería el bosque (como en algunas de sus novelas) y el color es el rojo. Una frase para mí de una enorme intensidad es: «El mundo entero estaba teñido de rojo. De un rojo tan brillante que parecía bañado en jugo de frutas».

    En otro libro de Murakami (Sputnik, te amo) hace lo mismo pero con el mar y el color azul: «Caía sobre los alrededores un crepúsculo tan brillante como si lo hubieran pintado. Un azul que parecía que, si respirabas hondo, los pulmones fueran a quedarse teñidos del mismo color…».

    Espero que me acepten. Ya conseguí el libro de Nieve de Orhan Pamuk.

    Salvador.

  18. Ana García v 23 de mayo de 2017 a 9:22 #

    Hola, tenía muchas ganas de leer algo de Murakami. La verdad me decepcionó.. Me pareció …..pesado. …deprimente. Uffff….este libro me ha dejado muy mal.
    No puedo creer que la juventud sea así de depresiva y que siempre esté dándole tantas vueltas a las cosas para terminar siempre cayendo en el mismo error.
    Tiene una carga importante de pésimismo.
    No recomendable para alguien depresivo.
    Saludos para todos y espero que el próximo me guste màs.
    😊

  19. Rocío del Pilar 25 de mayo de 2017 a 22:03 #

    Hola buenas tardes,
    Muchas gracias Chus, te agradezco la elección de esta hermosa novela. Descubrir a un escritor como Haruki Murakami ha sido un gran regalo para mi.
    Según mi opinión, es una obra para disfrutar despacio. Todas las palabras escritas tienen sentido. La sensibilidad tan extrema para llevarte de una forma suave, pero intensa a vivir y sentir la muerte, el amor, el sexo y la amistad. Todo está relacionado, así es la vida.
    Creo que sus personajes van encontrando su sitio y equilibrio en el mundo cuando son conscientes de su realidad. Todo ello vivido con las emociones intensas que corresponde al amor implicado.
    Un abrazo

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