Astrid y Veronika: déjame ahora cantarte dulces canciones

24 Nov

Beautiful Swedish Home. Foto en flickr de Let Ideas Compete. Algunos derechos reservados.

La primera novela de Linda Olsson, Astrid y Veronika, al igual que Canciones de amor a quemarropa, es una historia de amistad, en este caso de dos mujeres, que surge de un curso de escritura (Astrid y Veronika es el resultado concreto del curso inaugural de posgrado “Escribir novelas” de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda). Si no hubiera seguido ese curso, seguramente jamás habría contemplado la posibilidad de escribir este libro). Los ahora tan de moda talleres de escritura comienzan a dar sus frutos. Los países anglosajones son pioneros en ellos. No sé qué pensáis de esta manera de escribir novelas, tan diferente de la clásica: un escritor y su memoria e imaginación a solas en su estudio ante un folio en blanco.

Astrid y Veronika se desarrolla en Suecia, el país natal de la autora: el proceso de escritura me ha llevado al otro lado del  mundo; es, de hecho, el viaje más largo que puede hacerse sin volver atrás. Mi país de origen ha estado presente en mí con una intensidad sin precedentes. Pero este libro sólo podría haberlo escrito aquí, en Nueva Zelanda. La distancia era esencial. Y es verdad que la novela está totalmente impregnada del paisaje sueco así como de sus costumbres. Ambas mujeres viven en sendas casas vecinas y aisladas a las afueras de un pequeño pueblo. Con frecuencia pasean solas o juntas por el bosque cercano o a las orillas del río que pasa por él, se bañan en el lago, se tumban en prados o recogen frutos del campo. La naturaleza, descrita con todo detalle, es un personaje más de la novela así como el tiempo atmosférico y la sucesión de las estaciones que inciden en sus estados de ánimo: la nieve y la oscuridad del invierno, la aparición del sol y el aire tenue en la primavera, el estallido del verano o la llegada del otoño con sus promesas de vida nueva. Un homenaje de la autora a su país escrito desde la distancia necesaria.

Veronika es joven, treinta y un años, y Astrid tiene casi ochenta. Una ha viajado por todo el mundo y es escritora y la otra prácticamente no ha salido nunca del pueblo y no se relaciona con nadie. La llaman “la bruja” porque es huraña y solitaria y camina por los campos o se recluye en su casa. Veronika se ha refugiado en este lugar porque necesita estar sola y además quiere escribir. Llega al pueblo en invierno. Un manto de nieve lo cubre todo. Ambas han sufrido mucho, están heridas, y ambas están solas. Y tienen secretos guardados. Y son vecinas. Tardan un poco en conocerse pero cuando lo hacen, la amistad surge lenta pero profundamente. Son muy diferentes en muchas cosas pero hay algo esencial que las une. Astrid, que lleva muchos años completamente sola por decisión propia, se abre a Veronika con una gran naturalidad, quizá porque su soledad es muy grande pero también porque siente que con ella puede hacerlo. A Veronika le pasará algo muy parecido. Su sufrimiento y su deseo de compartirlo con la persona adecuada será lo que las una. Sus recuerdos irán surgiendo a medida que la amistad avanza, y con ellos sus emociones. Y la ayuda mutua que se ofrecen les hará mucho bien en su proceso de reconciliación consigo mismas. Otro aspecto muy importante de su relación es que ninguna juzga a la otra sino que la acepta con todas sus imperfecciones. Una amistad sincera desprovista de interés. Una amistad que las salva.

Relato intimista, melancólico, reposado, de ritmo sosegado para leer muy despacio y recrearse en lo que las protagonistas nos cuentan y en cómo nos lo cuentan. Sus confesiones nos van atrapando sin necesidad de grandes acontecimientos. No hay mucha acción y sí mucho sentimiento y sensaciones. Y rodeándolo todo, las descripciones que van del paisaje a lo más nimio deteniéndose en los detalles. Al leerlo es como si nos hubiéramos retirado al campo haciendo un paréntesis en nuestras vidas. Aunque las confesiones sean a veces duras, todo está narrado con una gran calma y sutileza por lo que la autora consigue que las aceptemos como una parte más de la complejidad de la vida.

Hay una serie de elementos muy importantes en la novela: la(s) casa(s) que cobra vida, que se convierte en un ser animado, en un personaje más de la novela. La casa acoge, es un refugio: tal vez fue entonces cuando la casa y yo nos convertimos en una sola cosa. Se transformó en mi piel. Mi protectora. Ha oído todos mis secretos; lo ha visto todo. En las casas de ambas es donde pasa lo más importante, también en el bosque. Lo interior y lo exterior. Porque el bosque, la naturaleza, ya lo he dicho, es otro personaje más.

Otro elemento importante, pero sutil, es la música, presente a lo largo de toda la novela. Se asocia a lo positivo, a la vida, a la alegría, al cambio: la música. Hubo silencio, un silencio muy largo. Luego entraste tú en mi vida y me trajiste de vuelta la música. Escuchan música que pone Veronika cuando cenan, Astrid recuerda cómo jugaba con el piano de su abuelo o cuando escuchaba cantar a su madre canciones infantiles.

El silencio. Asociado a los momentos malos, a la parálisis que provoca el dolor. También a su soledad, la soledad es silencio y en él surgen los fantasmas y los recuerdos que hacen daño, el pasado que las hace sufrir.

La poesía. Cada capítulo comienza con unos versos extraídos de poemas de diversos autores, casi todos nórdicos (hay una lista al final de la novela de todos los poemas y de sus autores), que funcionan a manera de títulos y que nos dan información sobre lo que va a ocurrir en ese capítulo. Probad a leedlos todos seguidos y veréis cómo componen un bello poema. El título de este post es el verso con el que se inicia el capítulo treinta y dos que es de Karin Boye y que será el título que dará Veronika al libro que está escribiendo. Además de estos versos, en sus paseos, a veces leen poemas.

Otros elementos importantes son la oscuridad y la luz. El invierno, oscuro, con el que empieza la novela y la luz que traerá la primavera. Símbolos ambos de su transformación: tú me has abierto una nueva perspectiva. Has vuelto a sacarme a la brillante luz de la vida, me has abierto los ojos. Has hecho que el hielo se derrita. Y te estoy muy agradecida.

En cuanto a la estructura, la novela se compone de treinta y siete capítulos cortos más un prólogo y un epílogo. En cada capítulo el punto de vista es de una o de otra alternándose sin un orden. La historia salta del presente al pasado con flashbacks en los que cada una narra sucesos de su vida en monólogos que comienzan con el nombre de la narradora. Monólogos intensos, porque intenso, y muchas veces duro, es lo que cuentan y, a veces, también son poéticos. Con frecuencia, cuando alguna de las dos va a empezar a hablar, inicia su relato, al final del capítulo anterior, con expresiones del tipo: déjame que te cuente como ocurrió, o te voy a contar cómo fue… dándole al relato un carácter de narración oral.

No he encontrado ninguna entrevista a la autora ni ninguna crítica del libro. Sólo el enlace a la página web de la autora en inglés. Si encontráis vosotros algo sobre ella o el libro, os agradezco que lo pongáis en los comentarios.

Bien. Os dejo con Astrid y Veronika: amistad, amor (en todas sus facetas), infancia, familia, pérdidas, sentimientos, recuerdos escondidos o enterrados…

Plazos

Como la novela no es muy larga, vamos a dividir la lectura en dos partes. Leeremos a lo largo de una semana hasta el final del capítulo 20, “Sólo a ti te cuento lo que nadie más imagina. En caminos interminables tú fuiste mi soledad”, (Pág. 113).

Os reitero lo de siempre, sobre todo a los nuevos: escribir en este post, mientras vais leyendo esta primera parte, sólo vuestras impresiones iniciales sobre la lectura o los personajes, o sobre lo aquí escrito, pero no la comentéis, ni esta parte ni mucho menos en su totalidad. Cuando publique el post de análisis correspondiente a esta primera parte de la lectura dentro de una semana, y todos hayáis leído dicha parte, entonces podréis explayaros ampliamente en vuestros comentarios sobre ella en dicho post. Debéis respetar los plazos de lectura y dejar vuestros comentarios en los post respectivos a cada parte. ¡Buena lectura!

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15 respuestas hasta “Astrid y Veronika: déjame ahora cantarte dulces canciones”

  1. Leticia Level Gonzalez 24 de noviembre de 2016 a 3:17 #

    Hola a todos!! He leído como 70 páginas del libro y aunque en idioma inglés que no lo domino, para mi la novela ha resultado fascinante, quieres devorartela para enterarte de todo. Creo que todos la vamos a disfrutar mucho Nos vemos

  2. Ana 24 de noviembre de 2016 a 9:10 #

    Hola, yo también he devorado esta historia, aunque el arranque de la novela no me acababa de convencer( Astrid viive en una gruta y sale para cuidar a Veronika sin problema) pero es tan descriptivo, con el paisaje, los olores, sabores….que me deja buen sabor de boca. Espero que os guste tanto como a mi ¡¡¡

  3. Marta (one) 24 de noviembre de 2016 a 10:57 #

    Hola!!! Para empezar es una novela que se lee muy bien, entretenida y con buen ritmo…. Me está gustando mucho!!!!

  4. Lory 24 de noviembre de 2016 a 12:04 #

    Hola: este libro lo leí en el verano de 2.014, y en mi cuaderno de apuntes lo tengo valorado con un 4,5 sobre 5; no digo mas. Como apunta Chus, cada capítulo se inicia con unos versos y los tengo copiados (bellísimos. Siento su contagio) Y luego toda una hª con el libro, xq lo encontré hace poco en un mercadillo de viejo por sólo 1 E. y sentí el regalo de ese día en su compra. Lo disfrutaré de nuevo por cuarta vez.
    Respecto a lo que comentas de los talleres de escritura, me dan un cierto miedo. No dudo de su valor, y aquí tenemos el resultado, sobre todo cuando se dan como curso de post y con un buen respaldo; pero han surgido muchos talleres de creación amateur y me parece que la gente se cree ya capacitada para escribir bestseller con asistir o hacer online un curso. Lo comparo con la persona que hace un cursillo de primeros auxilios y pensase que puede operar a corazón abierto. Y es que quizá se ha perdido el respeto al acto de creación. Los Centros cívicos dan cursos de pintura y todo el gentío pinta y hay quién lo hace bien, pero a años luz de un Rubens. No se explicarlo mejor. Todos somos escritores si escribimos, pero no todos podemos escribir «Cien años de soledad»
    Buen resto de semana. Os leo. Zazo

  5. Maribel 24 de noviembre de 2016 a 12:17 #

    Hola, a mí me está gustando cada vez más, aunque tengo que confesar que al principio Astrid y Verónika me parecieron dos especies de Bartlebies aisladas e indolentes en sus mansiones rodeadas de bosques nevados. Como es descriptiva y corta me resulta más de leer despacio y poquitas hojas cada día, más de paladear la incógnita que de devorar el camino para resolver las dudas…como la vida misma.

  6. Lola 25 de noviembre de 2016 a 10:23 #

    Hola, este libro, como Lory, lo leí hace tiempo. Me lo pasó una amiga y nada más terminarlo, decidí comprarlo porque el tono intimista de diálogo entre las dos mujeres me cautivó. Un nuevo placer volver a leerlo. Seguro que descubro nuevos aspectos con este reencuentro literario. Saludos

  7. fjbarral 25 de noviembre de 2016 a 14:27 #

    Hola a tod@s.

    Aunque no he podido pasarme por el blog para comentar los otros libros lo he estado siguiendo, y en ocasión de esta nueva lectura parece propicia… ya he empezado el libro y, como ya se ha dicho, se lee bien, aunque no creo que haya que avanzar muy rápido o nos perderemos disfrutar de los momentos y detalles.

    Me está gustando además porque utiliza el lenguaje no sólo para narrar sino para hacernos llegar la historia (ya profundizaremos en ésto) y además se para en los detalles, la verdadera «sal de la vida».

    Ya iremos comentando … y para ambientarnos en los entornos escandinavos, comparta un video con paisajes de Suecia y Noruega. 🙂

  8. Mª Eugenia López González 26 de noviembre de 2016 a 15:00 #

    A mi me está gustando esta historia de 2 mujeres con ganas de conocer todos sus misterios.
    Me resultó de fácil lectura

  9. susana 27 de noviembre de 2016 a 21:12 #

    Por ahora lo que llevo leido me esta gustando y cada vez que voy avanzando en la historia me engancha mas me gusta la relacion que mantienen ese grado de intimidad de contarse sus secretos sin mas que la otra persona te escuche sin preguntar es un desahogo para las dos y a la vez una forma de volver a vivirlos desde la distancia dandote cuenta de cosas que antes no veias. Voy a continuar a ver como termina. Buena lectura para todos.

  10. Marta (two) 29 de noviembre de 2016 a 13:42 #

    Hola a todos: yo también he disfrutado mucho con esta lectura, gracias a Chus por el resumen porque he descubierto cosas que me habían pasado por alto, y me obligan a releer con más calma.
    Perfectamente descritos los ambientes, los sentimientos y las situaciones, con una sutileza conmovedora.
    En cuanto a los talleres de lectura, no lo veo mal. El que realmente quiera aprender técnicas para escribir es porque debajo hay una necesidad de comunicarse. Que luego salgan buenos o malos escritores depende de la calidad y bagaje de cada uno, como todas las escuelas de música de las distintas ciudades. Nada hay tan enriquecedor como construir y crear, me parece una actividad de lo más gratificante o enriquecedora, aunque después no se publique o sea de mala calidad, me imagino que habrán disfrutado mucho haciéndolo.
    Seguiremos comentando.
    Un saludo.

  11. fjbarral 1 de diciembre de 2016 a 0:19 #

    Como curiosidad, he encontrado este trozo de una adaptación libre de la obra a ballet de la obra que estamos leyendo … que por cierto se publicó originariamente bajo el título: «Let me sing you gentle song» (Déjame cantar tu dulce canción) 🙂

  12. fjbarral 1 de diciembre de 2016 a 0:26 #

    … Y en cuanto a entrevistas, encontré una pequeña en sueco (unos 5 minutos), aunque es posible activar los subtítulos (eso sí, en inglés)… pero que nos permite ver y escuchar a la autora. 🙂

    • Ciberclub de lectura 1 de diciembre de 2016 a 0:41 #

      ¡Gracias, Francisco por tu búsqueda! Eres el gran rastreador de la red y siempre encuentras cosas interesantes.
      Por cierto, el título original de la novela es el que he utilizado para titular el post, aunque un poco diferente en la traducción al español del verso de Karin Boye que aparece en la edición de aquí: «déjame ahora cantarte dulces canciones».

  13. fjbarral 1 de diciembre de 2016 a 12:41 #

    Y además, algunas pequeñas entrevistas (para conocer mejor a la autora de nuetra lectura), que están en inglés (en castellano no hay casi nada, solo pequeñas referencias) … que para mejor comprensión las he pasado por el traductor (quién quiera la original sólo tiene que darle al cuadro de texto original) 🙂

    https://translate.google.es/translate?hl=es&sl=en&u=http://scandinaviaonmymind.com/torn-two-countries-interview-linda-olsson/&prev=search

    https://translate.google.es/translate?hl=es&sl=en&u=http://bookshopblog.com/2009/06/16/conversation-with-linda-olsson/&prev=search

    https://translate.google.es/translate?hl=es&sl=en&u=http://self-translation.blogspot.com/2013/04/interview-with-linda-olsson.html&prev=search

    https://translate.google.es/translate?hl=es&sl=en&u=http://workingwritersandbloggers.com/2009/10/09/interview-linda-olsson/&prev=search

  14. berta 1 de diciembre de 2016 a 21:00 #

    hola a todos/as, el libro se lee con fluidez, fácilmente, me esta gustando, destaca la intimidad que se crea entre las dos mujeres.
    nos leemos, hasta luego, saludos a todos/as

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