Un árbol crece en Brooklyn, que tanto éxito tuvo cuando fue publicada en 1943 lo que la convirtió en un clásico norteamericano, es una novela costumbrista y descriptiva que nos narra la vida de la familia Nolan entre los años 1912 y 1917. Los Nolan, de raíces austriacas e irlandesas, viven en Brooklyn. Llegaron a América huyendo de la pobreza de sus vidas y buscando prosperidad pero el sueño americano que a tantas personas embaucó no parece haberles mejorado muchos sus vidas. Los Nolan son pobres y luchan día a día para poder conseguir lo básico. De esta lucha y sus vicisitudes diarias habla esta novela. Pero no es sombría ni dura, como lo podría ser Las cenizas de Ángela de Frank McCourt, con la que muchos la han emparentado por la similitud de lo que cuenta. Al contrario, Un árbol crece en Brooklyn posee un tono positivo y amable. Incluso en ocasiones se incide en la belleza o en situaciones de felicidad en medio de tantas penurias. Betty Smith dota de belleza los actos más cotidianos y corrientes. Claro que se narran hechos difíciles pero no lo pasamos mal mientras los leemos. En todos los personajes hay una intención de superación o, por lo menos, de disfrute y exaltación de la vida. Una vida de supervivencia que cobra pleno significado. Y en la que también, inevitablemente dadas las circunstancias, están presentes los sueños. Los sueños que necesitan hacerse realidad.
La novela nos narra la infancia y juventud de Francie Nolan, una niña solitaria, inteligente, ingeniosa, imaginativa, madura y fuerte, que no pierde nunca la esperanza, cuyo mayor placer es leer (sueña con ser escritora) sentada en las escaleras de emergencia de su casa a la sombra de un árbol. Ese árbol, que da título al libro, es un símbolo de todos aquellos que luchan contra múltiples obstáculos para sobrevivir y salir adelante: un árbol crece en Brooklyn. Algunos lo llaman el árbol del Cielo. Caiga donde caiga su semilla, de ella surge un árbol que lucha por crecer. Crece en solares delimitados por tablas entre montones de basura abandonada. Es el único árbol que crece en el cemento. Crece exuberante… sobrevive sin sol, sin agua, hasta sin tierra, en apariencia. Podríamos decir que es bello, si no fuera porque hay tantos de su misma especie. Ese árbol es la pequeña Francie.
La familia de Francie es peculiar. La componen su padre, Johnny, un hombre guapo, dulce y agradable que a todos cae bien, pero demasiado apegado a la botella. Johnny, débil pero bueno, es quizás el único personaje que poco hace por superar sus dificultades. Siente frustración ante la vida que le ha tocado vivir pero no lo dice, sólo lo piensa. Canta en los bares y es camarero a tiempo parcial y siente predilección por su “Prima Donna” que es como llama a su hija. La madre, Katie, trabaja de portera y limpiando casas. Es una mujer fuerte y decidida, de convicciones muy claras y mucho carácter. Es el verdadero soporte de la familia. A pesar del trabajo duro que realiza, conserva su elegancia natural y su belleza y delicadeza. Quiere a su marido y acepta, a veces a regañadientes, su condición de bebedor. Se enamoró de su porte y su simpatía y se lo robó a una amiga para casarse con él siendo ambos muy jóvenes. Katie lucha con uñas y dientes para que sus hijos puedan estudiar y no tengan la misma vida que sus padres. Completa la familia el hermano de Francie, Neeley, un año menor que ella y el niño de sus ojos de la madre. Además del núcleo familiar están las hermanas de Katie, Sissy y Evy, que los visitan con frecuencia, y la madre de éstas que es una buenísima mujer. Algo que queda claro a lo largo de la lectura es que son las mujeres de esta familia las que de verdad pisan fuerte en la vida y llevan las riendas de sus respectivas familias, algo que heredará Francie. Luego están los vecinos y algún personaje más, pero la novela se centra en la familia Nolan.
La columna vertebral de la novela son sus personajes. La autora se luce en la construcción que hace de estos. Sus descripciones, sus actos, sus personalidades es lo más destacado de Un árbol crece en Brooklyn. Y con ellos, sus vivencias que son descritas con detalle y con un estilo yo diría que de alta literatura. Así que, aunque el ritmo es lento, se recrea en las descripciones, y no es una novela de acción ni de grandes giros, nos sumergimos con deleite en lo que nos narra la autora: nos alegramos, nos entristecemos, nos enternecemos con lo que van viviendo los personajes. Podemos, incluso, visualizar las calles del Brooklyn de aquellos años plagadas de inmigrantes que luchan día a día por sobrevivir y en donde se mezclan los idiomas, las religiones, las diferentes costumbres, conviviendo todos en una aparente, ¿o real?, armonía. Para describir la novela se me ocurren adjetivos tales como entrañable, detallista, vívida, tierna, emotiva, positiva, vitalista, bella, sencilla, sensible, agridulce…
Un árbol crece en Brooklyn está dividida en cinco libros que, a su vez, están divididos en 56 capítulos. El relato comienza con Francie a los once años, nos pone en situación de cómo es su vida, pero pronto realiza una retrospectiva para relatar los comienzos de la familia, desde el noviazgo de Johnny y Katie, el posterior matrimonio, el nacimiento de los hijos y su infancia para retomar de nuevo la edad en la que comienza la novela y finalizar con una Francie recién cumplidos los diecisiete años. Aunque narrada en tercera persona omnisciente el punto de vista en casi toda la novela es el de Francie. Ella es la protagonista pero, en numerosas ocasiones, sabremos lo que pasa por la cabeza de Johnny o de Katie o de Sissy.
La novela es muy autobiográfica. Sabemos que Betty Smith vivió en el barrio de Williamsburg, en Brooklyn, el mismo de Francie, que su familia era pobre, que sus padres se llamaban igual que los de la novela y que su madre limpiaba casas. También los trabajos que va realizando Francie a partir de los catorce años son similares a los realizados por la autora en la misma edad. Y Betty Smith se convirtió finalmente en escritora, el sueño de Francie. Pero cuando los periodistas le preguntaban si el libro era autobiográfico, ella contestaba que lo que ahí se contaba era su vida tal y como habría debido ser y no como realmente fue.
A la vez que sabemos de la vida de la familia Nolan vamos sabiendo también de las condiciones de vida de la sociedad obrera de aquella época en Nueva York. En esta novela el sueño americano cobra su sentido en la idea de que con el esfuerzo todo se puede conseguir. Y así es en el caso de la joven Francie. En aquellos tiempos la educación en América ya era gratuita y este es el camino que toma Francie para conseguir prosperar en la vida. Un mundo que no regala nada pero que deja las puertas abiertas para luchar por lo que se quiere llegar a ser. Y es importante recalcar la plasmación que esta novela realiza del cambio paulatino que se produce en el papel de la mujer en la sociedad. Cómo se va independizando a través de los estudios y de su incorporación en el mundo laboral. El mensaje principal del libro es que a través de la educación, la cultura, la valentía y el esfuerzo se puede escapar de la miseria y conseguir una vida más satisfactoria y plena.
La novela fue llevada al cine en 1945 por Elia Kazan con el título en español de Lazos humanos (en inglés mantuvo el mismo título de la novela). Fue la película con la que debutó el reconocido director de cine. Sería interesante poder verla una vez terminada la novela.
Plazos
Vamos a dividir la lectura en tres partes. La primera nos llevará hasta el final del capítulo XIX (pág.166). La leeremos a lo largo de más o menos una semana. Mientras la leéis, podéis ir dejando en este post vuestras impresiones iniciales sobre la lectura. En el siguiente post que publique será en el que analizaremos con más profundidad esta primera parte.
Empezamos nueva lectura … y en relación al componente autobiográfico de la obra, en la que seguramente habrá manifestado más sus sueños y que la podría considerar así, incompleta (ya veremos) … quiero citar, porque creo que viene al caso, cómo comienza la autora Ursula K. Leguin (dedicada a obras de ciencia-ficción y fantasía, y que ha indicado en muchas ocasiones que para ella, refiriendose a sus obras y la forma de entenderlas, la principal acción es la interior de los personajes) su libro «La mano izquierda de la oscuridad»: » Voy a presentar mi informe como si contara un relato, porque me enseñaron de niño, en mi mundo de origen, que la Verdad es un asunto de la imaginación.» 🙂
Hola amigos. Ya llegué a la página 166 y os voy a contar lo que me parece la novela hasta ahora. Me parece muy sencilla y fácil de entender, donde se ve una sociedad americana que es cruel, con los pobres, pero que en cambio la educación es gratuita, aunque esta super masificada, y por ello practicamente no existía control. Los personajes me parecen encantadores, y reconozco que me he enamorado, me enamoré de Sissy por su bondad, comprensión y lucidez, una persona que es capaz de ver lo positivo de las personas,que siempre quiere ayudar, que no toma en cuenta lo que se piense de ella. Muy bien.
Os envío unas escenas de la película sobre el libro
Kelly
¡Gracias Kelly por las escenas de la película! Me ha encantado verlas. La actriz que interpreta a Francie me parece prodigiosa y sí, me la puedo imaginar así. A los padres los veo un poco mayores y a Johnny me lo imagino ¡mucho más guapo y atractivo! La ambientación la veo muy buena. No hay que olvidar que la película es de 1945 y tiene el aire de las pelis de esa época. Me encantaría verla.
Gracias Francisco por la cita de la escritora Ursula K. Leguin respecto al lugar que ocupa la verdad y la imaginación cuando se cuenta una historia. Buena frase: «la verdad es un asunto de la imaginación». Leyendo este libro he tenido la sensación de que sí, que la autora ha cambiado la realidad haciéndola, a pesar de sus momentos duros, más amable. Quizá la relación de la madre con el padre no fuera tan buena o la tía Sissy no fuera tan maravillosa o la abuela Mary no hubiera sido capaz de dar tan sabios consejos a su hija o las borracheras de Johnny fueran más violentas o Francie no fuera tan madura… No sé. Nunca lo sabremos y lo mejor es que no importa. Ciertamente la autora dijo que lo que había contado era su vida tal como habría debido ser, no como realmente fue. Y Betty Smith escogió contar su historia con un halo amable, positivo, de exaltación del gozo de vivir. Pero la literatura, aunque se base en hechos reales, es ficción, imaginación, el poder de cambiar todo lo que quieras porque al fin y al cabo es literatura, no la vida.
Yo también me he enamorado de la tía Sissy, José Vicente, por todo lo que tú dices. En el post que publicaré este fin de semana hablo de ella entre otras muchas cosas. ¡Me ha salido muy largo! (y todavía no lo he terminado), pero es que ¡me apetecía comentar tantas cosas que me han gustado! Un libro así te reconcilia con la vida. José Vicente, cuando lo publique seguramente mañana podrás comentar con más profundidad todo lo que nos cuentas.
Hola a todos,
Creo que la obra gira toda en torno a lo que nos refiere jfbarral sobre la escritora Leguin: «Voy a presentar mi informe como si contara un relato, porque me enseñaron de niño, en mi mundo de origen, que la Verdad es asunto de la imaginación»… frase acertadísima, pues cada cual tiene la suya….
Porque con todas las necesidades y precariedades que pasan es imposible, aun en la mente de una niña pequeña, ver todo de una manera tan idealizada, con un tono tan positivo y amable a pesar de tantas penurias como bien dice Chus.
Aún así, a pesar de ese optimismo, vemos que ella se da cuenta de que tiene que buscar la forma de huir de allí de algún modo, sino acabará como ellos….y admira el «riachuelo asqueroso, pero que al final lleva al mar y a los barcos para ir a otros lugares»….
Utiliza también como medio de evasión la lectura de todos los libros de la Biblioteca y por orden alfabético!!!!…para huir de las vidas deprimentes de la gente que ve y oye a su alrededor…
Los pilares de la existencia,como casi siempre en los momentos difíciles, son las mujeres, todas ellas sufren en silencio sus problemas, e intentan mirar adelante y continuar, Mujeres luchadoras que intentar luchar por todos porque saben que de ellas dependen no sólo sus vidas sino también las de su hijos y el futuro de estos.
Vemos una abuela que aún en su penosa ignorancia intenta apartar a su hijas de la influencia negativa de su padre, una tía que intenta sobrellevar los problemas de su marido, y a su madre que cometió el error de su vida al unirse al hombre más guappo e inútil que pudo encontrar y que ahora no sólo es inútil sino una carga para ella y para sus hijos…, como ella dice «están forjadas de acero invisible».
Se presenta el tópico de América como tierra de las oportunidades, que supongo que en esa época era bastante real, al llegar allí todos empezaban de nuevo, sin ataduras sociales y morales de ningún tipo lo que llevaba a los más esforzados o inteligentes a poder llegar a dónde quisieran, y a muchos a forjar las grandes fortunas y sagas familiares que hoy todos conocemos; si bien la gran mayoría seguían como vemos en la obra en la penuria y la lucha diaria por sobrevivir.
Encuentro un poco incoherente que en ese ambiente de necesidades, la madre pueda ir al cine todos los sábados, o que la vecina, que no tiene ni cortinas, pueda tener un armario lleno de disfraces y que vayan al baile todos los domingos…supongo que será como toque de optimismo…pero no tiene mucho sentido que cuando no hay para comer se gaste el dinero en eso; aunque siempre es necesaria una vía de escape que si para el padre es la bebida para ellas sea eso….También resulta raro que en un barrio como ese a principios de siglo hubiera una biblioteca pública, aunque comenzase la educación y medicina gratuita .
La niña es especial desde pequeña, la suponemos más inteligente y madura que los demás , de ahí sus dificultades para hacer amistades y relacionarse con los demás y su interés desmedido por la lectura.
De momento me recuerda las películas de esa época , donde a pesar de las dificultades, todo es amor, amistad, bondad alrededor, algo como «Qué bello es vivir».
Supongo que a partir de ahora comenzará una parte más dura, pues al comenzar en el colegio y salir de su ambiente cerrado y familiar donde todo parece ser bondad y dulzura, comienza a enfrentarse a la cruda realidad, como vemos al final de ésta parte, donde «aprende mucho mas de lo que había pensado aprender»….los abusos, la discriminación, de los profesores, la desigualdad, etc…
Interesante por volver a la literatura de una época que tenía olvidada, pero vista desde nuestros días resulta excesivamente ingenua.
Saludos.
Gracias Kelly por tu extenso y acertado comentario. Con tu permiso voy a ponerlo en la última entrada, «La niña que estaba predestinada a hacer grandes cosas», que es donde le corresponde. Así, tu comentario abrirá el turno de todos los comentarios sobre el análisis de esta primera parte.
hola como andas, vengo rezagada pues he tomado unas vacaciones en el trabajo y hemos aprovechado unos dias de playa, dado que en uruguay estamos en pleno verano. Ahora ya vuelvo y he conseguido el libro asique me pongo a leerlo. rosario
Hola a todos,
ya he llegado a la página 166 y me está encantando.
La novela tiene un tono amable y positivo que enamora al lector. Es mágico cómo se pueden contar las penurias con dulzura y positivismo. Cuando pienso en ello pienso que es como si nos lo contase una niña de 11 años llena de imaginación. Por otro lado pienso en el espíritu americano de esa época, el sueño americano, los que iban a América iban llenos de ilusión e imaginándose todas las posibilidades del mundo. Y pensaban que todo podía ir a mejor. El tono del libro nos traslada el espíritu de la juventud y de esa América.
Me encanta como se van definiendo los personajes. A mi también me enamora tía Sissy aunque también me da mucha pena. Ella es como Nolan, uno de esos a los que la ilusión, el sentimiento y el romanticismo los pierde. Viven alimentados de sus sentimientos mientras que la madre de Francie y su abuela son prácticas y realistas. Francie, hasta ahora me parece la conciliación entre esas dos formas de vivir. Es imaginativa pero también cabal y práctica.
Resulta muy peculiar el papel de la mujer. El mundo femenino, tal y cómo está contado, se sabe que está contado por una mujer desde el primer capítulo. La descripción de las mujeres resulta curiosa; cada una de ellas tienen su vida interior, sus sueños y luchan por conseguirlos junto con sus familias. A su manera son todas fuertes, tía Sissy sobrevive a sus diez hijos que nacen muertos dando amor a los demás, la abuela de Francie a un marido cascarrabias y que le funde sus ahorros y la madre de Francie a un hombre inútil que resulta una carga para ella. En la Ámerica de la época la mujer que llega de fuera se libera de las ataduras y puede salir al cine o a un baile de disfraces pero también trabajar y luchar. Por lo que sabemos, en el lugar de dónde proceden no tenían libertad ni lugar en la sociedad si no era en su casa y trabajando (relato de la abuela de Francie a su hija cuando acababa de parir a Francie)
Siempre me atrajo el contraste de El sueño Americano y una Europa antigua y atada a las religiones, así que estoy deseando ver cómo sigue la vida de Francie.
Se me olvidaba comentar la importancia de el árbol para mí. Ese árbol que crece buscando la luz y sobreviviendo a todo es Francie, los dos luchan y sobreviven hermosos en condiciones adversas. Me he acordado al ver el vídeo que nos envía Kelly (gracias, está genial)
Sonia, paso tus comentarios a la entrada «La niña que estaba predestinada a hacer grandes cosas» que corresponde a la primera parte de la lectura que es la que tú comentas. ¡Gracias por tus comentarios!