Archivo | febrero, 2014

Nuestro próximo libro: LAS BALADAS DEL AJO de MO YAN

23 Feb

Portada de "Las baladas del ajo" de Mo Yan. Editorial Kailas.Nos vamos muy lejos, a China, de la mano del escritor ganador del Premio Nobel de Literatura 2012, Mo Yan, nacido en 1955 y considerado el escritor chino más importante en la actualidad. Siempre ha vivido en China y mantiene una relación ambigua con el régimen: sus libros son críticos con el sistema, su obra más famosa, publicada en 1966, Grandes pechos, amplias caderas, fue prohibida en China, pero profesionalmente ocupa cargos importantes en el país ya que es profesor del Departamento de Literatura de la Academia Cultural de las Fuerzas Armadas.

En Las Baladas del ajo, publicada en 1989, narra la belleza y la brutalidad de una revolución campesina sucedida en los años 80 y entonada al ritmo del rapsoda ciego Zhang Kou.

Otra cultura (muy desconocida aquí en Occidente), otra manera de narrar, otro mundo a fin de cuentas al que nos vamos a acercar para conocerlo mejor. Ya sabéis que me gusta variar mucho en nuestras lecturas para poder conocer ampliamente la literatura de muy diversas partes del mundo.

Desde mañana, lunes 24, podéis pasar a recoger vuestro ejemplar en la Biblioteca Forum.

No os olvidéis de devolver vuestro ejemplar de El tango de la Guardia Vieja. Gracias.

Todavía estáis a tiempo de dejar vuestros últimos comentarios sobre el libro de Pérez-Reverte, ya que dejaré de plazo una semana para recoger el libro y comenzar nuestra nueva lectura.

Listo otra vez para encarar la vida

16 Feb

Llegamos a la tercera y última parte en la que hemos dividido nuestra lectura. Por fin vamos a saber cómo terminan las dos historias, los dos encuentros de nuestros protagonistas, que dejamos inacabadas en la segunda parte: Niza, 1937 y Sorrento, 1966. Hay una frase que podría resumir ambos: cierta clase de hombres –y él era uno de ellos- no tenía más alternativa que los caminos sin retorno. Del lío en el que se ve envuelto en Niza, Max sale huyendo camino a Nueva York (abandonando a Mecha de nuevo debido a un incierto futuro en el que peligra su vida), y del presente en Sorrento se aleja hacia la nada, silbando “El hombre que desbancó Montecarlo”. Hay varias menciones a este tema musical que silba cuando, arruinado en sucesivas veces, se marcha hacia otro lugar con aparente indiferencia (y con elegancia, añadiría yo. Algo que nunca abandona a Max, tanto en sus maneras como en su esencia). La última mención, que cierra el libro, le conduce hacia la nada, abandonando de nuevo, e imaginamos que ya para siempre, a Mecha. Es el destino de los hombres como Max. Hombres que vienen de un barrio humilde, de la pobreza, de la nada, y que se inventan a sí mismos saliendo de ese agujero como pueden. Hombres que si, por el camino, se les cruza una mujer como Mecha Inzunza, que proviene del otro extremo del escalafón social, saben que nunca podrán estar con ella. La diferencia de clases es insalvable: eras un sueño hecho carne –él medita la respuesta, esforzándose en ser preciso -. Un misterio de otro mundo. Jamás imaginé que tuviera derecho. Pero a esto hay que añadir también el rencor, el rencor de clase que nunca le abandona: De pronto, él siente el impulso de explicar de nuevo lo que ella sabe de sobra. De permitir que aflore un poco del antiguo rencor. –Nunca te preguntaste cómo ve el mundo la gente sin dinero, ¿verdad?… Cómo abre cada mañana los ojos y se enfrenta a la vida. Lo mira sorprendida. No hay aspereza en el tono de Max, sino una certeza fría. Objetiva. – Tú nunca sentiste la tentación – sigue diciendo él – de hacer una guerra particular contra los que duermen tranquilos sin angustiarse por lo que comerán mañana… Contra los que se acercan cuando te necesitan, te elevan cuando les conviene y luego no te dejan mantener erguida la cabeza. – Yo sí tuve la tentación. Y hubo un tiempo en que creí poder ganar. Dejar de verme zarandeado en mitad de este carnaval absurdo… Tocar cuero de calidad en los asientos de los automóviles de lujo, beber champaña en copas de cristal fino, acariciar a mujeres bellas… Todo lo que tus dos maridos y tú misma tuvisteis desde el principio, por simple y estúpido azar. Por eso nunca tuvo la menor importancia que te amara, o no. – Para mí la habría tenido. – Podías permitirte ese lujo. También ése. Yo tenía otras cosas de qué ocuparme. Amar  no era la más urgente.

Me he permitido transcribir este largo diálogo entre Max y Mecha porque creo que contiene la verdad de la imposibilidad de este amor. De la imposibilidad, sobre todo, de Max de hacer real ese amor: – Sí – ella apoya de nuevo la cabeza-. Esta noche te creo. Quizá también tú me amaste toda tu vida. – Es posible. Quizá te ame ahora… ¿Cómo saberlo? – Claro… ¿cómo saberlo?.  En lo que respecta a Mecha, a lo largo de la novela, y sobre todo en esta tercera parte, creo que queda claro lo que siente por Max. Siempre estuvo enamorada de él (Por el amor de Dios. Estuve enamorada de ti desde que bailamos aquel tango… Durante casi toda mi vida). Y perpetúa ese amor en el hijo que ha tenido de él. Porque no hay duda, aunque Max no se lo quiera creer, de que Jorge es su hijo: – Cada vez que acariciaba a mi hijo, cuando era pequeño, creía estar acariciándote a ti. Y aún me ocurre cuando lo miro. Te veo en él. Su sonrisa, Max… ¿De verdad no reconoces esa sonrisa?.

El tema principal de esta novela, y el más logrado, junto con la historia del tango, es el amor entre los dos protagonistas, por ese  motivo me extiendo en ello. El asunto de los espías en Niza y el reto final que le plantea Mecha en Sorrento (con el que da la oportunidad de recuperar los viejos tiempos): robar los cuadernos de ajedrez del jugador ruso, con desastrosas consecuencias, son meras excusas para desarrollar este amor y su imposibilidad y para darle acción, aventura e intriga a la novela. Está muy lograda la estructura a manera de acciones paralelas y muy semejantes: trepar hasta llegar al botín, conseguirlo y terminar envuelto en sendas escenas muy violentas de las que consigue salir ileso. El final de la novela es hermoso, sublime, romántico, a la altura de un perdedor del tamaño de Max. Quizá algo irreal pues  no es muy creíble que a sus sesenta y cuatro años pueda resistir semejante tortura, pero, bueno, son licencias del autor que podemos permitirle. Al fin y al cabo es literatura.  

El tango que da nombre al título, el que compone Armando de Troeye con gran éxito, había perseguido a Max por medio mundo, causándole siempre una sensación de vacío, ausencia o pérdida: una nostalgia feroz, agudamente física, del cuerpo de Mecha Inzunza. De sus ojos dorados mirándolo muy próximos y muy abiertos, petrificados por el placer. De la carne deliciosa que seguía siendo tibia y húmeda en su memoria, que con tanta intensidad recordaba. El sexo, el placer. Tan importantes en su relación. Porque Max es todo lo que se puede permitir en este amor imposible. Placer y peligro ha sido su vida. Algunos habéis comentado ese sexo tan violento y con ausencia de amor. Pero, insisto, el amor a Max le está prohibido en esa relación tan desigual, así que lo canaliza a través de algo en lo que es experto, no en vano es un hombre muy atractivo que ha seducido a miles de mujeres a lo largo de su vida. Un placer puesto al servicio de tocar el cielo de los que lo tienen todo y, de paso, aprovecharse de algo de sus fortunas para poder vivir. Max es un aventurero que vive de su sable y su caballo. A punto de irse de Niza le dice a Mecha: creo que en el mundo de hoy la única libertad posible es la indiferencia. Por eso seguiré viviendo con mi sable y mi caballo.

Me gustaría que opinarais, a modo de conclusiones finales, sobre todo lo que he escrito acerca de este amor imposible. Y sobre los personajes, las acciones paralelas, lo que os ha gustado y lo que no y sobre todo lo que queráis. Le dedicaremos, más o menos, una semana a vuestros comentarios, que espero que sean muy numerosos.

Para terminar, os dejo un enlace de Youtube en el que podréis escuchar la larga e interesantísima entrevista que le hizo Cayetana Guillén Cuervo a Arturo Pérez Reverte en el Teatro Español, con motivo de la salida al mercado de El tango de la Guardia Vieja, el 26 de noviembre de 2012, ¡con tango en directo incluido! No os la perdáis, y, de paso, la podemos comentar. 

Juego de espías

6 Feb

En esta segunda parte que vamos a analizar finaliza la historia de Buenos Aires y comienza la de Niza que transcurre en 1937. Entre ambas, y como en todo el libro, la historia que sucede en el presente de 1966 en Sorrento sigue su curso entrelazándose con los encuentros de Mecha y Max en el pasado.

Max y Mecha, después de su feroz encuentro sexual, pasean por el barrio de Barracas. La mujer quiere conocer los orígenes del hombre con el que acaba de hacer el amor y que, yo creo que queda claro, le gusta mucho. ¿Por qué yo?, le pregunta Max y Mecha contesta: hay hombres que tienen cosas en la mirada y en la sonrisa. Hombres que llevan una maleta invisible, cargada de cosas densas. Además, eres guapo y tranquilo. Endiabladamente apuesto… Me gusta esa cabeza fría que tienes, Max. Tan parecida a la mía, en cierto modo. Sí. Me gusta esa incapacidad mía para fiarme de ti. También creo que está claro que a Mecha le gusta el peligro, lo oscuro, transitar por el lado salvaje de la vida. Es joven, rica, algo soberbia, segura de sí misma y con todo el mundo a sus pies. ¿Creéis que a Mecha le interesa verdaderamente Max o es sólo un juego? Ella tiene verdadera curiosidad por su pasado y Max le cuenta algo de su paso por la Legión, obviando la incertidumbre, horror, muerte y miedo que sintió. Su inicio en el tango, en París, de manos de Boske, una bailarina húngara que fue su amante. Pero también le oculta que era heroinómana. Max es prudente, reservado, quiere mantener a toda costa su imagen de galán ante ella.

Mientras escribo este post escucho tangos, adoro el tango y esta lectura me lo ha vuelto a traer. Agradezco a Francisco sus videos sobre él. Además de “Mano a mano” y “Sur”, estoy escuchando “Las 40” cuya letra, creo yo que resume muy bien la esencia del tango. Escuchadlo. El tango es toda una lección de vida. ¿Alguno de vosotros baila el tango? Yo estoy pensando en aprenderlo. Siempre he querido. ¿Os imagináis a Max y a Mecha bailándolo en La Ferroviaria? Yo sí. El autor consigue esto y más con su prosa brillante. Después de ese tango, las cosas van a mayores. Todo se desborda. Drogas, sexo, el marido voyeur complacido (sonaba la risa gozosa del marido), hasta llegar a este diálogo: creo que me estoy enamorando de Max… ¿No te importa, Armando? – En absoluto, mujer. Yo también lo amo. Pero a Max le urge otro interés, no en vano el autor define su encuentro sexual con Mecha así: él se hundió en la carne de la mujer con desesperada violencia, más cercana a un ajuste de cuentas que a un acto de pasión, o de amor. ¿Qué opináis vosotros? Porque finalmente Max le roba el collar de perlas a Mecha y lo vende en Montevideo por tres mil libras esterlinas, y no pierde la ocasión de acostarse con otra mujer. ¿La verdadera esencia de Max? ¿Qué pensáis? Max pierde a Mecha por un puñado de dinero y se va lejos y continúa con su vida de ladrón de guante blanco hasta un nuevo encuentro, no esperado, con Mecha en Niza, año 1937.

Max coincide con Mecha en una situación complicada para él, pues en plena Guerra Civil española y a las puertas de la 2ª Guerra Mundial, unos espías del Duce, por un lado, y un espía de la República, por otro, le piden que consiga, por motivos diferentes, unas cartas comprometedoras de Tomás Ferriol (a todas luces, es un personaje basado en el banquero Juan March) sobre su apoyo monetario a la sublevación de Franco contra la República española. Max se ve atrapado por esta situación (hay amenazas de delación de su pasado turbio) y el encuentro con Mecha no viene más que a complicar las cosas ya que Mecha es íntima de la hermana de Ferriol. En ese encuentro Mecha le deja caer lo que significó Max para ella: y entonces apareciste tú. En el momento exacto en el que debías aparecer […] Qué estúpido fuiste, querido. Y Max no huye del lío que se le viene encima, aunque se lo plantea por un momento, en el fondo le gusta lo que está pasando. Recupera a Mecha pero es un mal momento para él y tiene que pensar, ante todo, en salvar su pellejo. Una vez más sus caminos se cruzan pero el horno no está para bollos.

Mientras tanto, en el tiempo presente, está teniendo lugar el Premio Campanella de ajedrez en Sorrento, un duelo entre Keller, el hijo de Mecha, y Sokolov, el campeón mundial de nacionalidad rusa. Un preámbulo del título mundial que se jugará cinco meses después en Irlanda, en el que serán ellos mismos los que se lo disputarán. Son tiempos de la guerra fría, de la amenaza de guerra nuclear, y los rusos quieren ganar, también en el ajedrez. Sus únicos rivales reales son el chileno Keller y el norteamericano Bobby Fischer. Las partidas se suceden mientras Mecha y Max van desgranando sus recuerdos ya en el declive de la vida. Max reflexiona, a través del autor, con sabiduría: durante la mayor parte de su vida intentó sobrevivir en ese mundo, adaptándose a un escenario que, al derrumbarse, acabaría arrastrándolo. Cuando eso ocurrió, era demasiado tarde para empezar de nuevo. Mecha introduce una duda en él: ¿es Max el verdadero padre de su hijo? No se aclara, por ahora, la cuestión. Pero a Max le espera una sorpresa, “la variante Max” como la llama Mecha. La variante Max. Y esa, querido, la jugarás tú. – ¿Por qué? – Tú sabes por qué… Aunque tal vez seas tan estúpido que resulte que no. Que no lo sabes. Ésta quiere algo de él, todavía no vamos a saber qué es pero tiene que ver con el ajedrez, con su hijo, que es ahora el motor de la vida de Mecha. Uno de sus dos ayudantes, la novia Irina y su entrenador de toda la vida, el armenio Emil Karapetian, le están traicionando. Al final de esta segunda parte de la lectura sabremos que es Irina quien le traiciona. ¿Qué prueba le tendrá preparada Mecha a Max? El ajedrez también es un juego de espías.

Plazos

Comentaremos esta segunda parte a lo largo de una semana mientras continuamos leyendo desde el capítulo 9-La variante Max, hasta el final de la novela. ¡Espero vuestros comentarios! Me gustaría que opinaráis sobre los diferentes personajes, tanto principales como secundarios.