Procura estar siempre al lado de los inocentes, aunque te cueste la vida

12 Dic

Le dice el abuelo Cosme a Nalo el primer día que va a trabajar como ayudante de jardinero en el palacio azul de los ingenieros belgas. He dudado entre poner este título o “un momento era muchos momentos a la vez”, leitmotiv de toda la novela, pero el título que he escogido me gusta mucho y creo que resume, sino la esencia, una de las verdades fundamentales de esta novela.

Quiero hacer una mención a los títulos alternativos que da el autor al ya hermoso y pleno de significado título que ha escogido. Ocho títulos alternativos que “prologan” la novela, a cual más lleno de poesía y que, sobre todo, nos informan de todo lo que nos vamos a encontrar. Descubrimos ya desde el inicio que este autor posee un estilo propio, original, que no  haremos más que constatar a medida que la lectura avance.

La novela comienza en el verano de 1927 con la muerte en una mina asturiana de Jacinto, el padre de Nalo, un novicio imposibilitado para el rencor: el destino determinó que yo no fuera capaz de sentir rencor contra nada ni contra nadie. Esta ausencia de rencor marcará a nuestro protagonista que asistirá de una manera ingenua y llena de asombro a todo lo que la vida le va deparando. Su único afán es alcanzar la sabiduría, ser un hombre sabio, como su maestro Eneka, para poder entender mejor el mundo que le ha tocado vivir.

Este libro es una exaltación de la vida. El autor nos lo transmite en la historia que nos cuenta, en la actitud de los personajes a pesar de las desgracias que les toca vivir, en el lenguaje rebosante de belleza y verdades sobre las que es aconsejable reflexionar.

La primera parte de nuestra lectura, que comprende los capítulos uno, dos y tres, comienza y termina con dos muertes, la del padre de Nalo y la de la madre. La muerte aparece como una de las presencias esenciales en la vida de los personajes junto con el amor, el sexo, la lucha… La reacción desesperada de la madre ante la muerte de su marido que hasta llega a comer la tierra de los geranios (guiño a Cien años de soledad, yo creo que muy presente en toda la novela), la tristeza infinita de Lucía y la ausencia de llanto de Nalo, todavía muy pequeño ante su primer contacto con la muerte de un ser querido, pero me arrimaba a ella para sentir más cerca su llanto, y ella me acariciaba la cabeza y me decía, golondrina, eres como una golondrina, y yo  no sabía que decir pero me gustaba y me arrimaba más a ella hasta casi abrazarla, y ella seguía sollozando y me decía que ya nada sería lo mismo sin nuestro padre. Y no, nada será ya igual. Nalo, dos meses después entra a trabajar en el palacio azul, comenzando así su aprendizaje de la vida y del mundo que le rodea.

Como tenemos al autor, Fulgencio Argüelles, siguiendo nuestra lectura, os animo a que le hagáis las preguntas que queráis sobre la novela. El palacio azul de los ingenieros belgas está tan llena de verdad y poesía que leyéndola me han entrado ganas de reescribir aquí muchas de las reflexiones sobre la vida, el proceder de los hombres, el amor… a modo de comentarios, que os animo, así mismo, a comentar.

Hay una que me ha gustado especialmente y habla sobre la violencia: en aquellos tiempos los amos o patronos castigaban a los criados o a los obreros con la fusta de los caballos por un quítame de aquí esas pajas, y esos mismos hombres hostigados por los dueños de su futuro pegaban a sus mujeres con igual facilidad y con el mismo fundamento con que apaleaban a las mulas, y las mujeres golpeaban a sus hijos con la misma insistencia y naturalidad con la que ahuyentaban a los gatos o les hacían aspavientos a las gallinas, y los niños terminábamos aquella extraña secuencia de la violencia consentida maltratando a los animales […] Tal vez la razón de todos para maltratar fuera la misma, pero no la conocía nadie y a ninguno parecía preocuparnos. Creo que no he leído una reflexión sobre la violencia tan acertada y que explica muchas cosas sobre un tema que, a día de hoy, sigue siendo vigente. ¿Qué opináis?

Sobre mi título alternativo “un momento era muchos momentos a la vez”, os transcribo lo siguiente: y entonces ocurrió allí en el cementerio, cerca de las tumbas, lo que ya otras veces me había ocurrido junto a ella, que un momento no era sólo eso, un momento, un instante en el que ocurre algo concreto, sino muchos momentos a la vez que se confunden y se complican y que te roban toda certeza, hasta la certeza misma de que tú existes en medio de todos esos momentos. ¿No habéis sentido algo similar en situaciones concretas de vuestras vidas? Me identifico mucho con este leitmotiv de la novela. Creo que va directo a la esencia misma del existir.

Esa maravillosa hermana, Lucía, que habla con poemas, y a la que muchos tildan de loca, es la que le inicia con todo el amor del mundo en el sexo, que es la vida, mostrándole su cuerpo: me mostró la parte sangrante, viva, profunda, como el fondo de un pozo ardiendo. Hasta en estos temas tan íntimos, el autor posee la poesía necesaria, tratada con todo tacto, sin caer en el incesto innecesario. Lucía, al morir su marido maltratador, se crece en hermosura y exaltación de la vida: con su vestido de crespón y encajes con cintas de colores vivos y su sombrilla malva y rosa con orquídeas de seda o mariposas de terciopelo. Definiciones del amor y del sexo que le da Lucía a Nalo: del sexo decía que era como una cascada de luz que de pronto te iluminaba el cuerpo, y del amor que era como tender los brazos hacia la puerta entreabierta de la esperanza sin saber lo que podríamos encontrar al otro lado. Todo esto le ayuda a Nalo a traspasar la frontera de la infancia y a descubrir su corazón que se trataba de dos compartimentos que había dentro de cada uno que tenían naturaleza diferente, pero los secretos asediaban las dos estancias, una rígida e implacable como el tiempo de los relojes, otra blanda y sumisa como la masa de las rosquillas de anís que cocinaba la abuela, en una los secretos encontraban el sigilo y en la otra se manchaban de misterios. ¿Qué puedo decir ante estas definiciones? Nada. Ya lo dice todo el autor.

¡Hay tantas frases que escribiría aquí! Pero para terminar os dejo con tres últimas verdades:

El poder más que estatuas necesita gestos.

Eneka me explicó que eso de que el trabajo ennoblece al hombre lo habían inventado unos señores ricos bebiendo buen vino y dejándose acariciar por hermosas señoritas, y que los ricos no acababan nunca de crecer porque había necesidades que ellos no sufrían, escaseces y penurias que no conocían y que eran las que hacían madurar a las personas.

El enemigo más temible está dentro del propio corazón.

Plazos

Continuamos la lectura a lo largo de una semana a partir del capítulo cuatro (pág. 89) hasta el capítulo seis inclusive (pág. 196). ¡Es hora de vuestros comentarios! Aprovechad la presencia del autor para que esta lectura nos enriquezca mucho más.

5 respuestas hasta “Procura estar siempre al lado de los inocentes, aunque te cueste la vida”

  1. Sira González 13 de diciembre de 2013 a 12:05 #

    Chus, has dado en el clavo en casi todas las cosas que a mi más me han gustado. Desde luego, al leer la novela no te cansas de anotar frases que dan pie a darle vueltas a la cabeza días y días. Si no releo la novela, sí que releo mis notas, y así me acompañaran a lo largo de mucho tiempo…

    A mi, las circunstancias de Nalo me siguen teniendo prendada: “un momento era muchos momentos a la vez”.

    El fragmento sobre la violencia que transcribes es genial. Nos dio pie a comentarlo en los dos clubs y desde luego resume muy bien a mi parecer cómo funciona la violencia en nuestras sociedades. Y como es consentida, por ejemplo, en los eslabones más bajos, quiero decir, hacia animales o incluso padres hacia hijos… y aún está justificado. Cuando ya no (y menos mal) hacia las mujeres o trabajadores. Es un tema que da mucho que comentar pero que está estupendamente condensado en esa página de Fulgencio.

    La primera página de la novela la leímos en alto el último día en que comentamos El palacio azul y cuánto nos gustó!!! Porque si la lees antes de comenzar la novela, no entiendes muy bien qué quiere decir, pero una vez leída, cuenta muy bonito todo el contenido del libro, y desde todos los puntos de vista posibles. Una maravilla!

  2. Lourdes Alonso 13 de diciembre de 2013 a 12:10 #

    voy un poco más lenta con la lectura de los plazos marcados, pero me gusta mucho la forma en que está escrito, te metes en la historia desde las primeras líneas, y me parece muy visual (en esto me recuerda a Azorín, lo que aprovecho para preguntar: ¿alguna influencia de este autor?) con planos que podrían ser como una secuencia de cine. Vivimos el dolor de la madre, desgarrador, a pesar del maltrato de su marido, y Nalo observando como si fuera desde fuera, como si fuera incapaz de sentir porque tampoco conocía esa sensación, es su viaje de la vida.

  3. kelly 15 de diciembre de 2013 a 0:07 #

    Muy agradecida al autor por su respuesta,
    y enhorabuena por haber escogido esa forma de creación a la que ya no estamos acostumbrados: con gusto exquisito por las palabras, con la búsqueda de la perfección,con mimo, con armonía en su forma y contenido, que hacen que la novela se convierta además en obra de arte, y no sólo una narración de acontecimientos, por interesantes que puedan resultar.
    Es una delicia la lectura , me parece una maravilla de sensibilidad y delicadeza la expresión y descripción de los diversos acontecimientos y sentimientos que van surgiendo. Más aún cuando logra que escenas que podrían resultar desagradables resulten casi un sueño.
    Muchas gracias por su atención.

  4. fjbarral 18 de diciembre de 2013 a 0:59 #

    Estoy plenamente de acuerdo contigo, Chus, que esta frase es la verdadera alma de la novela, su verdadero impulso, mientras que «un momento esta compuesto de muchos momentos», sería su realidad, el terreno en el que nos movemos.
    De esta forma el autor creo que nos presenta una forma de entender unas situaciones desde unos puntos de vista diferentes a los habituales pero tan válidos e incluso más ricos en matices.

  5. fjbarral 19 de diciembre de 2013 a 0:10 #

    Me ha parecido muy interesante y acertado, el comentario del autor sobre el ritmo que puede constituir la parte principal de la hstoria. En verdad, queremos conocer no sólo lo que pase sino las sensaciones que nos provoca. Así, no es importante conocer la historia, y la relectura en siempre una nueva experiencia porque nos hace sentir siempre los mismos sentimientos de nuevo. Casi siempre, si revivimos algún momento vivido, lo hacemos desde las sensaciones vividas, por eso suele ser tan completo para nosotros y tan dificil de comunicar a otros, ya que lo que normalmente se hace es trasladar sólo la historia, quedando incompleta la experiencia. Este libro parece que se centra entonces en los añadidos y aquellas cosas que completan la historia, quizás lo que verdaderamente la hace importante.

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