Donde el corazón te lleve, publicado en 1994, es sin duda el libro más conocido de la escritora italiana Susanna Tamaro. Muy pronto se convirtió en todo un fenómeno editorial, ha sido traducido a 35 idiomas, llegando a alcanzar la cifra de trece millones de lectores en todo el mundo (dos millones y medio sólo en Italia y más de un millón de ejemplares vendidos en España).
La novela es una sucesión de cartas que Olga, una anciana pasados ya los ochenta años, le escribe a su nieta, a la que ha educado como a una hija, que se ha marchado a América, sólo dos meses antes, en la edad crítica de la adolescencia. Unas cartas escritas sin intención de enviarlas, ya que entre sus pactos está el de no escribirse. Después de una infancia llena de amor y entendimiento su relación no ha sido muy buena en los últimos tiempos. La chica huye de esa situación buscando su destino. Ante la inminencia de una muerte anunciada por los médicos, Olga siente la necesidad de contarle a su nieta todo aquello que no le ha dicho antes acerca de su vida y su pasado. La anciana desea que, a la vuelta de la nieta a casa y ante su más que probable ausencia, ésta tenga la verdad de su vida. Asimismo, las cartas constituyen un ajuste de cuentas consigo misma, sobre todo con los errores cometidos y las palabras no dichas. Olga busca con esta confesión su redención.
Nos encontramos, pues, ante un monólogo epistolar (las cartas abarcan un periodo de algo más de un mes) escrito con un lenguaje sencillo y directo en el que Olga se deja llevar por sus recuerdos y sentimientos. No es una narración lineal sino que a lo largo de la lectura vamos dando saltos del presente al pasado y, de éste, de nuevo al presente mientras la anciana va desgranando reflexiones sobre los temas que más le conciernen a la vez que realiza un profundo análisis de las relaciones que mantuvo con sus seres más allegados. Olga le habla a su nieta y se habla a sí misma en voz baja con intimidad, verdad y una gran sensibilidad.
El título resume la intención del libro: un verdadero alegato a favor de que el amor sea el que guíe nuestros pasos en la vida. Un texto que mueve nuestras emociones más básicas, nos hace reflexionar sobre nuestra propia vida y nos invita a conocernos a nosotros mismos.
El personaje principal y casi único es Olga pero en su relato aparece la vida de cuatro generaciones de mujeres, víctimas y producto de su época, entorno familiar y social. La madre de Olga, ella misma, su hija y su nieta. Los hombres aparecen pero más en un segundo plano. El futuro es la nieta, la que todavía tiene tiempo para pararse a reflexionar, escuchar a su corazón e ir donde él le lleve. La que puede evitar cometer los mismos errores que sus predecesoras. El punto de vista es subjetivo, sólo conoceremos a los demás personajes a través de los ojos de Olga.
La abuela deambula sola por la casa vacía con la única compañía de Buck (un perro que había adoptado su nieta cuando era niña) y su jardín. El jardín de la casa, con sus árboles y sus flores, está continuamente presente. Es mucho más que un decorado.
No quiero adelantar ningún acontecimiento para no desvelar la trama de la novela. Ya tendremos tiempo de hablar de ello cuando analicemos la obra por partes.
Aquí os dejo un enlace en el que podéis leer una entrevista a Susanna Tamaro realizada por Eduardo Martínez Rico.
Plazos
Dividiremos la lectura en dos partes. A lo largo de una semana leeremos hasta la página 85 (donde termina la carta del 29 de noviembre).
Hola a tod@s! He empezado a leer el libro que ya había leído cuando salió en España, la verdad es que ya han pasado un montón de años y es muy curioso ver como he cambiado, ya que recuerdo que cuando lo leí pensaba mucho más en la nieta y ahora está en un segundo plano. Mi sentido está con la abuela….
A mí me ha ocurrido algo parecido, ahora me centro màs en la abuela, sola, con Buck y la rosa, no se atreve a llamar a la nieta por teléfono, se refugia en las cartas que escribe a modo de diario, cartas que no envía, me produce tristeza pensar que había una buena relación entre abuela-nieta hasta la adolescencia de ésta última, han pasado muchas cosas y Olga se siente despreciada, pero también culpable…
Perdón, me equivoqué al decir que había que leer hasta la carta del día 20 de noviembre inclusive. Quería decir del día 29 de noviembre. Ya lo he corregido. ¡Buena lectura y buen fin de semana!
Aguardo vuestros comentarios.
Bienvenidos todos al otoño y a la vuelta a casa.
Había oído hablar mucho de éste libro, pero como me sucede siempre con los libros que se convierten en best-sellers tengo cierto prejuicios contra ellos porque en general son bastante mediocres y me decepcionan, pero con esta obra estoy llevando una agradable sorpresa. Así como ya he llevado otras gracias a éste Club.
Me está resultando muy interesante, bien escrito, con lenguaje muy cuidado,intimista y emocional pero sin llegar a lo patético. Me encanta su forma de contar las cosas y de profundizar en las reflexiones que hace sobre su vida y la de las mujeres de su familia.
Como ya he comentado en otras ocasiones me satisface más un libro «cuando el pensador le gana al escritor» y creo que en éste libro será así.
Respecto a la entrevista de la escritora me da una imagen muy racional y reflexiva, estoy de acuerdo en casi todo con ella, especialmente en lo de la mediocridad, que impide sobresalir a quien realmente lo merece, cuando el mercado de críticos y artistas que están en la cumbre( en todos los ámbitos: pintura, escultura, etc) está dominado por personas que lo único que pretenden es que nadie les haga sombra, eliminando toda posibilidad de avance y premiando la mediocridad para seguir en la cima. Voy a intentar encontrar su artículo «el mandarinato de los mediocres» que supongo que será muy interesante.
Respecto a los temas que toca, me parecen casi infinitos… desgranaré algunos más adelante para no estropear el libro a los compañeros lectores.
Me sucede tal como dice en la contraportada que «aquí está lo que siempre he pensado» y no sabría expresar.
Continúo….
Saludos a tod@s,
A mí el libro sólo me sonaba levemente, y me evocaba a éxito. También suelo entrar con cuidado donde se produce este tipo de reconocimiento masivo, que suelo identificar más con dar lo que se quiere escuchar y formas de abordar los temas o situaciones de forma parcial, y teniendo en cuenta que cada vez parece que va disminuyendo nuestra capacidad general como sociedad para ser críticos (no necesitamos leer siempre obras maestras, es mejor ser honestos con nosotros mismos para reconocer que lo que nos gusta es una obra maestra parcial, que cambiar la definición y llamarla completa), pues creo que cuanto más contenta con carácter general menos valor tiene de forma individual, y no olvidemos que la lectura es ante todo un acto personal de acuerdo con el autor, por medio de su obra.
Menos mal que hay excepciones, en este caso esta obra que estamos leyendo se acerca de forma suave, con palabras sencillas y relatando situaciones cotidianas, pero (y aquí la verdadera rareza) con una interpretación trascendente: somos importantes en nuestros hechos sencillos. La elección de una narración epistolar favorece que nosotros como lectores nos encontremos como invitados en una conversación privada entre dos personas o mirando el fondo de una persona sensible, por medio de las situaciones, relaciones y todo lo que de verdad se sospecha que hay detrás y no se dice, seguramente porque no se puede explicar sino sólo sentir.
La obra no arrebata ni por cómo está escrita, ni por el tema o lo que dice, pero dispone de una extraña mezcla que consigue que se introduzca en nuestro interior, tanto intelectualmente como sentimentalmente, de una forma casi furtiva.
Me gusta especialmente como describe el camino de la niñez (que por fin se supone compleja), la adolescencia, madurez y vejez; el símil del camino que recorremos como podemos y que al mirar atrás vemos lleno de posibles elecciones que no tomamos o ni siquiera vimos; de cómo con la edad y una vez que dejamos las luchas y las imposiciones a nuestra naturaleza nos mostramos capaces de ver con mayor claridad lo verdaderamente importante, la humanidad que está presente en todos nosotros y que nos empeñamos en ocultar por unos intereses superiores, que en realidad son los superfluos.
Hola a tod@s. Yo también tenía muchas ganas de leer este libro, y que como muchas cosas en la vida, vas dejando un día, otro día…. Y aunque casi siempre he huido de los formatos epistolares, reconozco que en este caso la historia me está atrapando.
Me gusta la frase : » Hay cosas que solo se entiende a cierta edad,no antes.»
Hola, desde luego en el libro hay frases como esa que yo cuando lo leí no me llamaron la atención. Los años pasan….creo que en eso nuestra protagonista se ha dado cuenta de como pasa y como lo aprovechamos. A veces no se encuentra com ánimo de escribir y eso a mi me deja un poso de melancolía.
Gracias a todos por vuestros comentarios. Sí, Carmen, este libro, según a qué edad lo leas te identificas más o menos con la abuela, que es la voz principal. Yo también lo leí muy joven y me quedaba un recuerdo de sentimientos a flor de piel pero no recordaba con mucha nitidez a la protagonista y sus pensamientos. Al leerlo ahora de nuevo, lo que más me ha llegado es cómo el paso del tiempo te hace ver la vida de otra manera, vas colocando los acontecimientos de tu vida en su lugar, reconciliándote con ellos porque te sientes más «sabia». Como la frase que destaca Nana: «hay cosas que solo se entiende a cierta edad,no antes». Ves con distancia también lo que es la adolescencia, esa coraza que te pone contra el mundo, ese no sentirte entendido, esa rabia… pero hay más miga en la novela, la culpabilidad de la abuela, como bien apunta Violeta, de la que iremos sabiendo más a medida que avance la lectura.
Si, Kelly, a este libro lo podríamos calificar de best-seller, por sus ventas, pero no por que sea literatura de simple consumo. El lenguaje, como bien dices, y la infinidad de reflexiones, sobre todo acerca de las diversas edades por las que vamos pasando en la vida, lo convierte en un libro de calidad.
Me gusta lo que dice Francisco: «la obra dispone de una extraña mezcla que consigue que se introduzca en nuestro interior, tanto intelectualmente como sentimentalmente, de una forma casi furtiva». Creo que estas palabras definen muy acertadamente el tono del libro. Otra palabra que define el tono es «melancólico» como bien apunta Carmen.
Chicos, mañana publicaré el post de análisis más profundo de esta primera parte en el que todos os podréis explayar más sobre su contenido.
Chicos, esto marcha, el club está vivo gracias a todos vuestros comentarios y réplicas. Genial. Sigamos así. Muchas gracias a todos.
Aunque no es un libro nuevo para mí, porque al igual que otros de vosotros ya lo leí al poco de editarse por primera vez, también me acerco a él desde un nuevo prisma, el que da el paso del tiempo, la persona que soy ahora con la perspectiva que da la experiencia y los años pasados. Me encanta como lo define Francisco cuando dice que tenemos el placer de asistir com invitados a una «conversación privada» pues así sentimos que nos llegan las reflexiones de esta abuela. Su gran legado es la sinceridad con la que habla a su nieta, desde el amor que siente ahacia ella y que no la prejuzga,Intenta comprenderle viendo en su s reacciones las que tuvo ella en su juventud también rebelde y desahoga su interior confesando su pena por no haber sida capaz de acercarse a su hija. Todo un ejemplo de sabiduría…Continuo la lectura saboreando las lecciones de vida que nos da Olga.