Archivo | julio, 2013

Encontro do Club de Lectura de Cómics con David Rubín

29 Jul

fancomic.es

La tetería del oso malayo de David Rubín

Encontro do Club de Lectura de Cómics con David Rubín.

Mércores, 7 de Agosto ás 19:30 h.

Biblioteca Forum Metropolitano

Dirixido a maiores de 15 anos, o Club de Lectura de Cómics, teremos a ocasión de comentar a obra co seu autor nunha sesión aberta a todos os interesados en asistir.

La Tetería del Oso Malayo, de David Rubín

Unha tetería, en realidade, «un consultorio psicoanímico» rexentado por un oso, Sigfrido, é o espazo en torno ao que se arman as historias desta segunda novela gráfica de David Rubín tras El circo del desaliento, tamén publicada por Astiberri. O bonachón Sigfrido, especialista en infusións e os licores máis variados, levanta acta de historias de amor e desamor filial e de parella, de relatos sobre lealdades, de emocionados recordos, de homenaxes, de procuras dunha terceira vía encamiñada a sortear o naufraxio do individuo…, tamén de violencia -estado inherente ao…

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Agosto, mes del Cómic en las Bibliotecas Municipales

23 Jul

fancomic.es

Viñetas 2013

Ya estamos calentando motores porque se acerca la gran fiesta del tebeo!!! Como cada año en agosto, con Viñetas desde o Atlántico, A Coruña se llena de historietas, superhéroes, autores, exposiciones y amantes del noveno arte. Y como no puede ser de otra manera, en las Bibliotecas Municipales hemos preparando suculentas muestras temáticas, talleres, concursos, proyecciones, encuentros con autores… La maquinaria ya está en marcha y todo el equipo de Fancómic estamos listos para dar lo mejor de nosotros en este mes de fiesta comiquera.

Esto es todo lo que os vais a encontrar:

STAND DE BIBLIOTECAS EN VIÑETAS: del 1 al 11 de Agosto.

Sabes de cómic? Concurso de conocimientos. Todo público. Del 1 al 11 de Agosto. Ponte a prueba y contesta nuestras preguntas, podrás ganar regalos comiqueros.

Taller de Cubecraft. Público infantil. Viernes 9 y sábado 10 de Agosto a las 19:30h. Construye en papel…

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¡Nos vamos de vacaciones!

18 Jul

Este año el Club Virtual de Lectura ha tardado un poco más en coger vacaciones de verano. Pero ahora sí que “cerramos” temporalmente el club para disfrutar del periodo estival. Volveremos a mediados de septiembre con fuerzas renovadas y más libros que compartir.

El verano se presenta siempre como un buen momento para leer aquellos libros que no nos ha dado tiempo a hacerlo. Os animo a todos para que dejéis en este post recomendaciones de todo tipo. Contadnos qué libros vais a leer y animaos a dejar sugerencias.

Aunque estemos de vacaciones, yo entraré de vez en cuando en el blog, así que no dudéis de dejar cualquier comentario que os apetezca.

No se os olvide devolver vuestro ejemplar de El túnel en la Biblioteca de Forum.

Julio y yo os deseamos unas felices vacaciones a todos. ¡Qué las disfrutéis y  hasta mediados de septiembre!

Tengo que matarte, María. Me has dejado solo

12 Jul

Continuamos la lectura a la luz de los comentarios que habéis hecho. A partir del capítulo XXI los acontecimientos se van a ir desencadenando hasta llegar al final que ya conocemos. Como consecuencia de su proceder con María, Castel se desprecia a sí mismo y cae en una espiral de alcohol, prostitutas y coquetea con la idea del suicidio (reflexión incluida). Los sueños, y la importancia que les da el protagonista, están muy presentes en esta novela, en ello se ve la influencia de Freud y el psicoanálisis en el autor.  Además, éstos nos ayudan a conocer más la mente y la personalidad de Castel. Éste, en su ir y venir de la desesperanza a la esperanza, envía una serie de cartas a María hasta que ésta le invita a la estancia. Al llegar, asiste a una snob y frívola conversación, que le asquea, entre Hunter y su prima Mimí. Hablan de pintura, literatura… y, a pesar de su frivolidad, la conversación contiene mucha ironía y humor, lo que se agradece en medio de tanta gravedad.

Todo el texto está plagado de comentarios de Castel del tipo prometiéndome examinar el fenómeno cuando estuviese solo. Todo lo que vive lo analiza exhaustiva y obsesivamente cuando se queda solo. Busca respuestas, explicaciones a los hechos, disecciona todos los posibles puntos de vista… Abruma esa personalidad pues, además, sus conclusiones son siempre erróneas, enfermas, contradictorias, fruto del vaivén al que somete a su mente.

Por fin se ve a solas con María que, a pesar de todo, le despierta sentimientos positivos: entre este ser maravilloso y yo hay un vínculo secreto […] ella había empezado a serme indispensable, incluso reflexiones acertadas de su erróneo proceder: ahora que puedo analizar mis sentimientos con tranquilidad […] siento que, en cierto modo, estoy pagando la insensatez de no haberme conformado con la parte de María que me salvó (momentáneamente) de la soledad. Ese estremecimiento de orgullo, ese deseo creciente de posesión exclusiva debían haberme revelado que iba por mal camino, aconsejado por la vanidad y la soberbia. Ella, ante la inmensidad del mar y un cielo tormentoso (alusión a la simbología romántica) le abre su corazón como nunca lo ha hecho antes, pero, él, como siempre, comienza a torturarse adelantándose a la idea de perderla: sentí que ese momento mágico no se volvería a repetir nunca. “Nunca más, nunca más”, pensé, mientras empecé a experimentar el vértigo del acantilado y a pensar qué fácil sería arrastrarla al abismo, conmigo.  Está tan abrumado que ni la escucha, en un momento en el que parece que ella le está confesando hechos importantes de su pasado: me pareció que María me había estado haciendo una preciosa confesión y que yo, como un estúpido, la había perdido. Está claro que Castel no puede ser feliz.

Y como no puede ser feliz pronto encuentra el móvil, a través de sus obsesivos análisis de los hechos, para acabar con ese amor que le resulta imposible: María es amante de Hunter. Castel se va de la estancia sin despedirse y, a partir de ese punto, los acontecimientos se precipitan. Los capítulos se acortan, los hechos se suceden vertiginosamente como un “fatum” sin una posibilidad de una vuelta atrás.

Los días que precedieron a la muerte de María fueron los más atroces de mi vida. Me es imposible hacer un relato de todo lo que sentí, pensé y ejecuté, pues si bien recuerdo con increíble minuciosidad muchos de los acontecimientos, hay horas y hasta días enteros que se me aparecen como sueños borrosos y deformes. Así comienza el capítulo XXIX. El alcohol le lleva a un estado de locura semiinconsciente. Se emborracha en tugurios de mala muerte, pasa por la comisaría, lleva a una prostituta a su casa a la que después echa a patadas porque su expresión de simulación le recuerda a María, destruye su obra y en especial el cuadro de la ventana, logra hablar con María y la convence con chantajes de que se vuelvan a ver. Pero ella no acude a la cita. Llega a la conclusión de que María le ha dejado solo para siempre, que prefiere estar con Hunter. No lo soporta, y una noche, de nuevo con tormenta, marcha enloquecido a la estancia y la mata. Después, vuelve a Buenos Aires y va a contárselo todo a Allende, el marido ciego de María. Este reacciona sólo con dos exclamaciones: ¡imbecil! e ¡insensato! Castel se entrega en comisaría: sentí que una caverna negra se iba agrandando dentro de mi cuerpo.

Castel ha escrito el relato unos meses después de todo lo ocurrido. Allende se ha suicidado y él, que está muy cansado, tanto para no poder analizar como antes, aún así quiere saber el significado de ese ¡insensato!, y los motivos que han llevado al viudo al suicidio. El final queda abierto. Castel, en la cárcel, pinta y concluye la novela con estas palabras: y los muros de este infierno, serán, así, cada día más herméticos. Fin de este estremecedor retrato de un hombre perdido que ha vivido toda su vida en un túnel solitario y oscuro.

Plazos

Comentaremos esta segunda parte y la novela en general a lo largo de una semana más o menos. Después cerraremos temporalmente el Club por vacaciones estivales.

Estoy caminando a tientas, y necesito su ayuda porque sé que siente como yo

5 Jul

Desde el principio de la novela comprobamos la “enfermedad” que domina a Castel. Es un ser enfermo y nos va a contar toda su historia desde ese lugar.

En la introducción de Ángel Leiva podemos leer que Sábato tuvo una adolescencia solitaria, tímida y dueña de una angustia permanente. ¿Cuánto del escritor se esconde detrás de su protagonista Juan Pablo Castel, sobre todo en sus reflexiones? ¿Qué opináis al respecto?

En la técnica no es un buceador, un experimentador. Es una novela de desarrollo lineal, una novela psicológica y existencial. Es más importante el contenido. Sábato siempre ha dicho que él nunca es demasiado consciente de lo que escribe, que son los personajes y la estructura del mundo creado los que le dirigen. La manera en que Castel nos cuenta su historia es prolija en detalles, lo narra todo muy minuciosamente, se enzarza en explicaciones, en analizar todas las variantes posibles antes de que ocurran como buen obsesivo que es. Reflexiona sobre lo que hace sin juzgarlo, nunca hay autocrítica, arrepentimiento, sin embargo sí que hay crítica para los demás. Sólo en una ocasión dice: ¡Ah, y sin embargo te maté! ¡Y he sido yo quien te ha matado, yo, que veía como a través de un muro de vidrio, sin poder tocarlo, tu rostro mudo y ansioso! ¡Yo, tan estúpido, tan ciego, tan egoísta, tan cruel!, pero, a continuación, añade: basta de efusiones. Dije que relataría esta historia en forma escueta y así lo haré.  Él dice en varias ocasiones que quiere narrar de una manera imparcial. ¿Creéis que lo logra? Yo creo que no. Todo está teñido de subjetividad, juicios, crítica. No hay sentimientos en él, hay obsesión enfermiza, paranoica. Sólo está contento en contadas ocasiones y le dura poco (¡Ay! Mis sentimientos de felicidad son tan poco duraderos…). Siempre está triste, angustiado, temeroso, inseguro, insatisfecho. Es un ser tortuoso. Se castiga a sí mismo. Sólo el sufrimiento le da un sentido a su ser. Todo el relato es una obsesión neurótica.  

Soledad, incomunicación, desesperanza, angustia, inseguridad, amor posesivo, celos… todo este cóctel da como resultado la imposibilidad.

¿Qué simboliza la ventana del cuadro? La descripción que hace Castel es la siguiente: arriba, a la izquierda, a través de una ventanita, se veía una escena pequeña y remota: una playa solitaria y una mujer que miraba el mar. Era una mujer que miraba como esperando algo, quizá algún llamado apagado y distante. La escena sugería, en mi opinión, una soledad ansiosa y absoluta. ¿Y el túnel? Para Leiva, la ventana simboliza el regreso al país de la infancia que lo plantea como algo inalcanzable. Castel persigue lo inalcanzable. Y el túnel es la verdad, lo oscuro de la verdad. Pero ¿qué opináis vosotros de ambas cosas?

Castel siente identificación con María porque ésta mira hacia el mismo lugar que él, y de ahí surge el amor, que para Castel es encuentro en la identificación y en el ser comprendido, y una vez juntos, recuperar esa infancia mitificada como lugar de verdad y ser uno mismo. Ese es el deseo pero no la realidad.

¿Qué siente María? ¿Qué quiere María? Parece que le quiere, que encuentra una identificación pero habla poco, huye cuando es más requerida por él, es esquiva, su mundo y sus relaciones con su marido y con Hunter son misteriosas, no quedan claras en ningún momento. Ahonda poco en el personaje. Siempre va a quedar a la sombra de Castel. Como la novela está escrita desde el punto de vista de él podemos pensar que éste no llega a entenderla, a conocerla, sumido en sus análisis exhaustivos que no le llevan a nada. Cuando, por fin, comienzan una relación (durante más de un mes nos vimos casi todos los días. No quiero rememorar en detalle todo lo que sucedió en ese tiempo a la vez maravilloso y terrible), Castel la interroga continuamente, la cuestiona, la maltrata incluso con insultos, no se concede a sí mismo la posibilidad de ser feliz.

El existencialismo de la novela se percibe en párrafos como éste: a veces creo que nada tiene sentido. En un planeta minúsculo, que corre hacia la nada desde millones de años, nacemos en medio de dolores, crecemos, luchamos, nos enfermamos, sufrimos, hacemos sufrir, gritamos, morimos, mueren y otros están naciendo para volver a empezar la comedia inútil.

Finalizamos esta primera parte con el capítulo XX, una interesante reflexión sobre la disociación de Castel: ¡cuántas veces esta maldita división de mi conciencia ha sido la culpable de hechos atroces! Mientras una me hace ver la belleza del mundo, la otra me señala su fealdad y la ridiculez de todo sentimiento de felicidad. María huye ante palabras crueles. De tanto tirar de la cuerda ésta se rompe. Las últimas palabras del capítulo lo corroboran: algo se había roto entre nosotros.

Es hora de vuestros comentarios. Venga, animaos.

Plazos

Continuaremos leyendo a lo largo de una semana desde el capitulo XXI hasta el final de la novela.